—¿Estás seguro que no quieres subir? — preguntó Taehyung desde su vehiculo —¿Dónde está tu amiga y tu novio?
—No es de tu incumbencia y no, no quiero subir a tu carcacha— le respondió Hoseok sin dejar de avanzar.
Hoseok recordó el porque estaba caminando solo a las nueve de la noche rumbo a su departamento enumerando sus problemas.
En primer lugar, Namjoon, su amable y guapo novio que siempre lo llevaba, se encontraba en casa, enfermo.
En segundo lugar, Kiko, su amiga, compañera del alma y traidora recientemente se había ido a un bar con un chico guapo al que había conocido apenas unas horas antes.
Y tres, había olvidado su cartera en el trabajo y su jefe ya había cerrado para cuando regreso por ella.
Hoseok caminó rápido sabiendo que tardaría alrededor de dos horas para poder llegar a casa.
—Hey, mínimo toma esto— Taehyung le aventó una bolsa, aun iba en su coche a mínima velocidad para ir al ritmo de Hoseok, el omega la atrapó rápido entre sus manos para ver su contenido aun con algo de desconfianza.
No, no era comida como esperaba, pero aun así no pudo evitar preguntarse cómo es que Taehyung se había acordado de su ciclo de celo, los supresores estaban ahí y eran de buena calidad. Tenía para varios meses. Sin embargo lo que le sorprendió era que ni siquiera él lo había notado.
—¿Huelo demasiado? — preguntó cohibido tratando de olerse así mismo.
—Algo así, no mucho, yo recordaria tu olor aún lejos de ti por varios metros— le dijo con palabras bastante seguras —pero no tienes que preocuparte iré detrás de ti hasta que llegues a casa.
—No es necesario, con lo supresores es suficiente— Hoseok le dijo creyendo que Taehyung podría ser más peligroso que cualquier otro alfa.
—Aun así el cielo está muy bonito y quiero observarlo.
Hoseok rodó los ojos —no puedes verlo dentro de tu coche así que inventa otro pretexto.
—Hoseok, ¿recuerdas aquella vez que fuimos a la playa?
—Umm, no— le dijo mientras seguía caminando. Mintiendo de forma obvia.
—Hicimos una fogata con Yoongi— empezó a contar el alfa —el cielo se miraba como éste, negro azulado con pocas estrellas, comimos bombones y devoramos un montón de comida chatarra.
—Yoongi hyung cazó un pescado— Hoseok le siguió —e intentamos cocinarlo— sonrió.
—Fue un desastre no es así— Taehyung tambien sonrio recordando los buenos tiempos —¿recuerdas a Jimin?
—No lo he visto desde hace mucho— respondió —en realidad perdí relación con la mayoría después de que te fuiste.
—Yo tampoco he visto a Jimin, pero me envió una postal cuando estaba en Alemania.
Hoseok se detuvo empezando a hartarse de si mismo, porque no podía dejarse llevar por Taehyung de nuevo, porque el alfa ya le había hecho mucho daño y no quería volver a sufrir por él —¿Por qué regresaste Taehyung? — preguntó —¿Qué haces aquí?, no ibas a casarte.
—No funcionó— le dijo como si fuera lo obvio —yo no amaba a esa mujer, lo sabes Hoseok, lo nuestro fue lo más especial en mi vida, jamás deje de pensarte, soñarte e imaginar que estabas a mi lado, recargando tu cabeza en mi hombro como lo hacías antes, besandome o acariciando mi cabello, cosas pequeñas y triviales que a mi me hacian muy feliz por lo que... le dije a mi padre que se metiera un palo por el culo y huí, ahora vivo con Yoongi.
Hoseok no dijo nada y siguió su camino, no debió escuchar eso porque su corazón se había emocionado por un Kim Taehyung que no valía la pena ni su tiempo, jamás iba a olvidar que por su culpa su padre le había obligado a hacer algo que jamás podría perdonarse.
—Qué yo recuerde tu casa estaba del otro lado, ¿se mudaron? — preguntó esta vez Taehyung, no queriendo perder la conversación.
—Hui de casa, literalmente hablando— le respondió el omega sin querer hablar más del tema.
—Entonces ya somos dos, Hoseok te cansarás sube de una vez al coche.
—Me gusta caminar— le dijo —me relaja y es bueno para hacer ejercicio, pero gracias por acompañarme.