—¡Han Byul, despierta!— Ji Hye tenía la costumbre de despertarme con golpes en la puerta, por eso era lindo que se fuera a trabajar.
Balbucee entre la almohada y luego comprendí que los molestos golpes en la puerta no pararían hasta que Ji Hye me viera con los ojos abiertos.
Me estire en la cama y solté un bostezo, abrí la puerta y me metí al baño para cepillarme y lavarme la cara, me quite la trenza de mi cabello dejándolo en hondas y seque mi cara mojada.
Ji Hye estaba en la cocina buscando algo en el refrigerador y me miró.
—Ponte algo lindo, algo blanco, a Jungkook le gusta ese color—
—Deja de darme consejos Ji Hye, a mi todo me queda bien sin importar el color, sé que quedara encantado—bromee.
Comenzó a reírse pero luego me dio la razón.
—Apresúrate llegaran en cualquier momento—
Solté un bufido y me fui a dar una ducha, me vestí rápidamente con una camisa de estampados de flores, y un short negro, debía aprovechar antes de que el invierno llegara y todo Seúl se volviera totalmente frío.
Dejé mi cabello suelto y coloqué un poco de labial color rosa en mis labios.
A los pocos minutos oí el timbre sonar, las manos me comenzaron a temblar, me miré una vez más en el espejo y tenía las mejillas un poco rojas, demonios.
Bajé las escaleras y junto a Taehyung estaba un chico igual de apuesto que él, pero con el cabello más oscuro y cuando me sonrió provoco ir directo y apretar sus mejillas ¡era adorablemente hermoso!
—Hola— pronuncie un poco apenada, ante la mirada de aquel chico llamado Jungkook.
—Han Byul, mira, él es Jungkook— me dijo Ji Hye, empujándome hacia ambos chicos extremadamente guapos.
Hice una pequeña reverencia al igual que él para luego darnos la mano.
—Hola— me saludo y sonrió una vez más.
Que adorable, en serio.
—Bueno, me alegra que por fin se conocieran—Ji Hye sonrió muy emocionada— iremos a desayunar en un local que queda cerca de aquí.
—Vamos entonces— concluyo Taehyung.
Nos dejaron pasar primero y nos dirigimos a una cafetería, el olor a café y a torta hizo que mi pancita rugiera, mire a los lados para estar segura que nadie escucho aquel sonido, pero Taehyung estaba hablando con Ji Hye y Jungkook de algún tema que yo desconocía.
Nos sentamos en una mesa, Taehyung y Ji Hye en un lado y Jungkook y yo en el otro, ambos en frente de ambos.
La comida estaba lista y yo comí con gusto, pues moría de hambre Jungkook me veía curioso la manera en que comía y me sentí avergonzada.
—Lo siento— me disculpe con él.
—No, no te disculpes, tu manera de comer es adorable, no comes mal— se apresuró a decirme.
—Oh—me sonroje— supongo que... gracias— reí.
De vez en cuando miraba a Taehyung solo cuando nadie me observaba a mí, evitando ser descubierta mientras lo apreciaba en cada paso que daba, cada gesto que hacia y cada palabra proveniente de sus labios.
Iba cayendo cada vez más sin saberlo al pozo profundo de tus ojos y nadie podía sacarme de ahí.
Solo tú Taehyung, pero tus ojos solo miraban a otra persona.