A Sus Órdenes Joven Williams

By PipsyCrazy

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Kathell Harrison es una chica de 22 años dispuesta hacer cualquier cosa por adquirir su deseada cafetería y h... More

Sinopsis
Kathell
Jack
Kathell
Jack
Kathell
Jack
Kathell
Jack
Jack
Kathell
Jack
Kathell
Lilian y Camilo.
Jack
Kathell
Jack
Kathell
Simón y Jack
Kathell
Jack
Kathell
Jack
Kathell y Jack.
Jack y Kathell.
Kathell
Nota de escritora
Kathell y Sean
Jack y Sean
Kathell y Jack
Jack y Kathell
Final.
Epílogo.

Kathell

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By PipsyCrazy

Todo tiene su tiempo, hay días en los cuales debes hacer una pausa, tomar aire, buscar sentido en lo que haces, amar todos y cada uno de los momentos por más malos que hayan sido y es justo allí cuando debes iniciar de nuevo y continuar construyendo el barco que te lleva a la realización. Un barco que podrá contra brisa y marea solo si hace las pausas necesarias y no se presiona contra el tiempo.

Y es que de eso se trata la vida, de esperar y tener fe en qué sucederá. Cabe resaltar, que la línea entre la esperanza y la falta de voluntad es muy delgada; incluso tú mismo podrías confundir la pereza con la espera.

Los nervios los tenía de punta, lo que Jack estaba haciendo era demasiado atrevido para mí gusto, tal vez los empleados podían sospechar, mientras esperaba en la sala en compañía de Peter, recordaba las palabras dichas por Lilian en la mañana.

« Él te mira con un brillo especial y no son delirios de fantasía por mi parte» dijo Lilian luego de salir de aquella oficina que fue testigo de unos besos que llevaban un mensaje diferente a los de los primeros encuentros de nuestros labios.

— Me preocupa esta situación— dijo Peter caminando de un lado a otro mientras yo lo observaba sentada en el sillón negro que por lo elegante que era, suponía que lo había escogido Penélope.

— Peter yo pido disculpas, no creí que cuando encontré a Fred en el estacionamiento del centro comercial él me seguiría hasta aquí— dije mientras seguía su caminata con la mirada.

— Kathe yo no soy tonto— me miró y por fin se detuvo— Sé que el joven jamás haría eso por otro empleado y también sé que está mañana fuiste a la empresa. ¿Que pasa entre ustedes?

»Kathell yo te conozco, sé que no eres mala y que jamás harías las cosas por mala intención; tienes que comprender que Jack ha sido criado en un ambiente en el cual Anna sabía que es difícil que una chica con tus posibilidades encajara, podrías por favor pausar lo que sea que haya. Eres adulta y puedes hacer lo que desees pero te estimo y mucho.

— Peter bien lo dijiste, soy adulta y puedo hacer lo que quiera, también te estimo, pero te agradecería que no te metas en lo que haga y dejes de estar mal interpretando cualquier situación, si fuí a esa empresa, fue porque mi amiga Lilian estaba en una entrevista de trabajo y me pidió acompañarla y si el joven Williams está allá afuera hablando con Fred es porque él lo pidió así. No pasa absolutamente nada con Jack y no pasará.

— Tengo miedo de no cumplir la promesa que le hice a Anna— Peter tomó asiento a mi lado— Prometí cuidarte siempre.

— Lo estás haciendo— sonreí— Tu compañía y las ganas de hacer realidad los deseos de mamá me demuestran que en realidad me estimas; solo confía en mí, entre Jack y yo jamás habrá algo.

— El joven suele verte con un brillo especial— Jack entró interrumpiendo la conversación y para mí sorpresa demasiado relajado.

— Kathell espero no vuelva a suceder lo de hace un momento, la mansión Williams es un sitio donde reina la tranquilidad y no permitiré que gente de barrio la insurpe. Necesito un té helado en el estudio.

Asentí y me dirigí a la cocina maldiciendo internamente a Fred y los problemas de la cabeza que lo llevaron a cometer la semejante estupidez de llegar hasta esa mansión.

A veces me preguntaba si las palabras ofensivas de Jack eran sinceras, rápidamente alejaba esa pregunta y traía a mis pensamientos la idea de ganar ese reto.

— Amanda— saludé— Sirve un té helado para el joven.

— Kathe quisiera pedirte un favor— dijo la morena mientras cumplía con mi petición.

— Claro, te escucho.

— Es Karen— dijo preocupada y despertando la preocupación en mí— Está algo extraña y la he visto llorando un par de veces, quizá por la edad se le haga más fácil confiar en ti y sé que eres mucho más madura que ella.

— Hablaré con ella y lo haré con gusto Am— de verdad que me preocupe.

Por lo que sabía Karen tenía graves problemas familiares, quizá eso estuviera afectando su forma de comportarse.

Me dirigí al estudio de Jack Williams deseando volver a probar sus labios. Puse el té en su escritorio sin dirigir palabra alguna, él levantó la vista de su laptop y empezó a observarme como queriendo ver más allá de la piel.

— Espera— pidió antes de que girará el pestillo.

— ¿Para que es buena está mujer de barrio?— pregunté y me regañé por develar que me afectó que lo que había dicho en la sala.

— Princesa sabes que no debes tomar las cosas personal, Peter es un hombre muy inteligente y podría sospechar.

Jack se acerco a mí, dí dos pasos hacia atrás y quedé entre la pared y el cuerpo suculento de mi hombre.

«Querido subconsciente no dejes que el calor juegue contigo»

Tomó un mechón de cabello y lo pasó por detrás de mi oreja, provocando que por mi cuerpo pasará una corriente eléctrica ocasionada por el roce de sus dedos.

— Pareces sincero cuando de ofender se trata— dije sin más.

— Las cosas no son como parecen— susurró cerca de mi oreja— Parece que ganaré en nuestro juego y tal vez no sea así.

Pusó seguro a la puerta, caminó hasta su escritorio, se sentó en la mesa y tomó un sorbo de té helado.

— Entendí tu mensaje— dije mientras me acercaba a él.

Me metí entre sus piernas y empecé acariciar sus brazos.

— No pienso perder aún— tomó un mechón de mi cabello nuevamente y aspiró su aroma— ¿Te había dicho que hueles a azucenas?

— Perderás tarde o temprano joven Williams— uní mis labios a los suyos y empezaron a danzar la melodía que ya conocían perfectamente.

Nosotros por nuestra parte nos deshicimos de cada prenda de vestir con la destreza suficiente, porque sentíamos que el tiempo para hacernos uno solo estaba contado.

El castaño me tomó por la cintura y me subió en el escritorio y esta vez fue él quien se metió entre mis piernas; su miembro fue lentamente introduciéndose en mi entrepierna y me sentí completa como siempre que nos uniamos sucedía. Nos miramos a los ojos hablando el lenguaje que solo los dos podíamos comprender y así iniciaron las estocadas que iban aumentando en ritmo e intensidad junto con el correr de las manecillas del reloj.

— ¡Ohh! Princesa me tienes loco— dijo Jack entre jadeos.

— Tú a mí— contesté de igual modo.

Justo después de dos embestidas más llegamos juntos a la denominada cima y sonreímos, Jack beso mis labios hinchados por los besos.

— Te extrañaba demasiado— dijo mientras acariciaba mi cabello.

— Deseaba que tus padres se fueran para estar a tus órdenes solamente Joven Williams— dije acariciando su pecho.

— Vístete y ponte aún más linda, te llevaré a un lugar que estoy seguro que te encantará— asentí— Te veo en el portón del jardín a las 11.

— Hasta las 11— dije y besé la comisura de sus labios una vez más.

°°°°

Mientras Jack conducía la luz proporcionada por nuestra amiga luna lo hacía parecer más atractivo.

—Nunca había montado un auto tan lujoso— confesé— Es genial.

— El Jack Williams hijo de los señores te llamaría muchachita criolla, básica e igualada; sin embargo, Jack Williams el coqueto, simpático y jefe de tus fantasías te dice que si te pudiera bajar el cielo lo haría porque te lo mereces— dijo provocando el rubor de mis mejillas.

Por un momento temí que esas palabras llevarán otra intención, pero no era así, estaba segura que eso era parte de su juego.

— ¿A qué debo tantas atenciones?— pregunté dirigiendo mi mirada al perfil de su rostro que tenía a mi visibilidad.

— Debo decirte que sinceramente te extrañaba y tal vez no quiera volver a estar lejos de mi sensual ama de llaves— me miró unos segundo y volvió a la carretera.

— Siento lo de Fred yo...

— No quiero escuchar ese nombre hoy— me interrumpió.

Jack llevaba puesto un suéter ajustado blanco, un jean negro rasgado en las rodillas, el castaño en el punto entre desordenado y elegante que tanto me gustaba. Yo por mí parte llevaba puesta una mini falda ajustada negra y una blusa blanca que dejaba un hombro al descubierto, con mis vans blancas y el cabello sujetado en una coleta alta.

En minutos llegamos hasta la playa; Jack estacionó frente a una cabaña demasiado lujosa y que dejaba una vista increíble del mar. Entrelazó mis dedos con los suyos cuando bajamos del coche y caminamos juntos hasta dentro. Jack se acerco a una nevera y trajo consigo dos copas y una botella de champagne hasta la terraza de la cabaña donde me encontraba sentada en uno de los cómodos sillones beige perla.

— Es hermoso— dije mientras él vertía el líquido en las copas.

— Sabía que te gustaría; es mi cabaña, suelo venir aquí cuando me tengo crisis emocionales— confesó mientras me ofreció una copa que acepte sin rechistar.

— Este Jack es agradable— dije ganando una sonrisa ladeada y sexy de su parte.

— Este es el verdadero Jack— ambos dimos un sorbo a nuestras copas.

Luego de exactamente dos botellas, la brisa, la playa y nuestras miradas cómplices nos llevaron hasta la orilla del mar donde las olas pegaban en nuestros pies y desde dónde nos encontrábamos acostados podíamos observar las estrellas.

— Cuando era niño, mamá solía contarme historias de fantasía acerca de las constelaciones— confesó— Llegaba todas y cada una de las noches a casa, agradecía que Anna estuviese conmigo en el día y ella en la noche, era como si tuviese dos mamás; años más tarde, cuando tenía 12 papá tenía una amante y mi madre cayó en depresión, ambos se alejaron de mí, ya no existía una mamá nocturna para Jack, la extrañaba tanto al principio que cuando ví que el amor volvió a renacer entre ellos me alegré porque quizá todo volvería a ser como antes— Recosté la cabeza a su pecho y escuché su relato junto a los latidos de su corazón.

» No fue así, mamá le dedicaba sus días y noches ahora a papá y papá los fines de semana que dedicaba a mí, se los dedicaba a mamá; tenía dieciséis cuando su relación mejoró y creía que las historias de constelaciones eran reales; sin embargo, mamá nunca volvió a contarme ninguna. Mi vida nunca volvió a ser igual. Creo que el amor no existe, si el amor existiera papá nunca hubiese engañado a mamá y ella nunca lo hubiese perdonado, si el amor existiera Kathell mis padres nunca se hubiesen olvidado de que tienen un hijo y es que no había cabida para dos opciones; para los señores Williams era demasiado complicado tener un matrimonio estable y una familia estable. Es la opción uno o la opción dos, porque las dos opciones juntas jamás podrían ser porque Jack no llegó en el momento justo. Sé que mamá no quería tener hijos y que todo sucedió en un descuido de mi padre, escuché una conversación de ellos dos cuando recién mi madre se enteró de las infidelidades de Patrick.

Me partía el alma oír lo destrozado que estaba Jack, no eran para menos sus comportamientos gilipollas. Mamá solía decir que los señores Williams eran personas muy buenas y honestas y en el tiempo que llevaba con ellos demostraban serlo, pero nada en la vida es perfecto y todos alguna vez debemos cometer errores, el problema es que al cometer errores es demasiado probable que dañemos a los demás.

— No sé qué decir Jack—dije sincera— Es complicado, sé que tus padres te adoran y que tal vez te han fallado demasiadas veces, ellos son buenas personas.

— No sé quiénes son, no lo sé.

— ¿No te sientes preparado para descubrir que tan reales son las historias de las constelaciones?— besé su pecho.

— Aún no— esta vez me miró a mí— Debo aprender a confiar y perdonar primero.

— Debes— afirmé— Prometo ayudarte.

Besé la comisura de sus labios y baje la cremallera de su jean, saqué su creciente erección de sus boxers y sonreí viendo lo afortunada que era al cumplir las órdenes del castaño.

— Siempre estás preparado— sonrió— Ahora te enseñaré otro mensaje frente a las constelaciones, te llevaré hasta las estrellas.

Abrí mis piernas frente a su pelvis y la falda se alzó hasta mi cintura, me deshice de mis bragas y monte a Jack frente a la luna y a la orilla del mar, donde mi amada naturaleza era testigo de cada caricia y gemido.

°°°

Regresamos tarde a casa y debía visitar a mamá al cementerio, por lo que habían pasado dos días en los cuales no había podido hablar con Karen que ahora la estaba esperando en mi habitación.

— Me dijo Amanda que me necesitabas— dijo la pelirroja al entrar.

—Acercate— señalé un lugar a mi lado en mi cama.

— Kathe yo siento todo esto, yo prometo volver a ser igual de eficaz que antes, pero no me quites el puesto por favor.

— No haré eso, me preocupo por ti y aunque es verdad que no estás siendo igual de eficaz que antes, sé que es por una razón externa y quiero que me lo digas— sus ojos avellana estaban apagados— Soy tu amiga Karen, puedes confiar en mí.

— Sabe que vivo con mi abuelo— empezó con la mirada perdida— Mi abuela falleció y era quien trabajaba en casa, mi abuelo tiene alzheimer es incapaz de recordarme y de trabajar, es por ello que en cuanto ella falleció empecé a trabajar en casa de los Williams; tenía unos buenos ahorros para cambiar a mi abuelo a un internado mucho mejor y fue allí cuando llegó a mi vida el chico del supermercado, el de la cita.

— ¿Qué tiene que ver él en todo esto?— pregunté curiosa.

— Se aprovechó de mí, me pidió mis ahorros prometiendo multiplicarlos y se fue con todo Kathe, jugó con mis sentimientos, me duele el corazón el amor no existe.

Recibí en brazos el alma herida de la joven destrozada por un canalla y me encargue de consolar sus penas mientras acariciaba su cabello.

— Debes vivir Karen, tienes toda una vida por delante y no puedes pasarte la vida trabajando y esperando demasiado de las personas— dije mientras limpiaba sus mejillas— ¿Que hay de tus padres?

— Murieron cuando tenía ocho, era hija única— dijo con un aire de nostalgia— Tengo dos tíos y no quieren responder por mi abuelo y no tengo familia materna.

— Soy tu amiga y no permitiré que nadie más juegue con tu bondad e inocencia, está noche reirás por todos los días que has estado triste y ya veremos cómo solucionamos lo otro, ¿De acuerdo?

Ella asintió y me abrazó una vez más.

°°°°

— A la chica le hará bien ir al pub— dijo Lilian desde la otra línea como por quinta vez.

—¿Que tal tu fue en tus primeros días de trabajo?— pregunté curiosa mientras pasaba los canales en la sala de estar de la mansión Williams.

— Te contaré en la noche, es sábado, tienes una amiga que recién empieza a trabajar, han sido dos semanas de arduo trabajo, y necesito unos tragos y también tienes una amiga con el corazón roto que necesita beber hasta el agua de las matas; a las 10 te veo en la puerta del pub, Te amo.

Me colgó. Si señores y señoras esa era Lilian Green.

— ¿Con quién hablabas?— alguien me abrazó por la cintura y hablo con su tradicional y sensual voz en mi oído.

— Con Lilian— me di la vuelta y quedé frente a él, le arregle la corbata— Pensábamos en ir al pub está noche.

— No irás— dijo serio.

— Jack ya lo hemos hablado, soy soltera y puedo hacer con mi vida lo que quiera.

— Eres mía Kathell— abrazó mi cintura con posesividad.

— Eso no te da derecho a tenerme encerrada en tu mansión— me safe de su agarré— Hasta mañana Joven Williams.

°°°

Mis chic@s hasta aquí el capítulo, volvieron las actualizaciones puntuales.

Fue un capítulo lleno de confesiones 🔥.
Esto está dando muchas vueltas y se está poniendo hot 😂.

Los leo❤️


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