"Uff, dilo otra vez" te dio un beso rápido pero profundo en tus labios. "Di mi nombre con esa voz ronca, voy a lamer cada centímetro de tu hermoso cuerpo, mi amor".
"Roger" te estaba torturando, mordiendo y jugando con tus pechos, "eres un...bastardo vicioso...".
"Y eso es lo que te gusta" se rió entre dientes contra tu piel. "Es tan fácil molestarte mi amor, y eres tan jodidamente bonita cuando estás necesitada...me motiva más. Quiero que todos los vecinos te escuchen gritar mi nombre tan fuerte hasta que rompas tu voz".
Apenas podías mantener tus ojos abiertos mientras la sensación de lujuria abrumaba todo tu cuerpo. Sus manos cálidas que tanto amabas estaban en tus muslos, frotando sus dedos contra tus pantalones, acercándose a tu intimidad cada segundo.
" Roger, por favor, deja de jugar" dijiste casi llorando de lo frustrada que estabas. "Te necesito, ahora".
"Lo que desee mi niñita cachonda" Roger comenzó a desabotonar tus pantalones. "Te golpearé incluso más fuerte que a mi batería".
Y luego recordaste por qué querías detenerlo al principio.
"¡Espera Roger!" lo apartaste y te sentaste" lo siento pero no podemos.
"Muy graciosa amor" intentó acercarse más a ti, pero pusiste las manos en su pecho manteniéndolo alejado. "¿Estás hablando en serio?".
"Tengo muchas ganas de…" susurraste cuando aún sentías la incomodidad de la necesidad de todo tu cuerpo. "Quería detenerte cuando llegaste, ¡pero literalmente saltaste sobre mí!"
"Explícate mujer" pudiste ver el bulto en los pantalones de Roger y te sentiste culpable. "Espero que tengas una buena razón para detenerme ahora".
"Estoy con mi periodo" tu rostro estaba tan frustrado que querías reírte por lo menos durante tres días, "lo siento mucho.