Demonios: Mi Error Favorito

By DaanBorriello

92K 3.5K 208

Alex y Stefan no son exactamente la princesa y el príncipe de cuentos de hadas respectivamente; ambos buscan... More

Trailer y Registro :)
Prólogo.
1.
2.
3.
4.
5.
6.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
17.
18.
19.
20.
21.
22.
23.
23. Resubido :)
24.
25.
26.
27.
28.
29.
Antes del capítulo final.
30. FINAL
Epílogo.
Gracias totales :)
Encuesta, por favor responde :)
Decisión.
Continuará...

7.

2.4K 102 2
By DaanBorriello

Si el viernes fue el turno de Kappa, hoy era el turno de Beta. La más grande fiesta que pueda ocurrir en el campus, la organizan los descerebrados -valga decir salvo Matt y uno que otro chico de esa casa- musculosos y arrogantes chicos Beta; es la octava semana de Universidad y por tradición desde no tengo idea qué año, esta fiesta se organiza sin falta.

Estoy invitada por ser Kappa, tener un primo en la casa y sobre todo porque mi bisabuelo fue quien separó la casa Beta de Alpha, desligándolas para siempre y dejando casi en el completo anonimato a esta última.

Sí, en mi familia todos habían tenido algo que ver con estas hermandades, salvo yo, que con suerte era miembro Kappa por una obligación de la tradición familiar.

Otra vez iría sola, tenía varias invitaciones informales para ir, pero no había aceptado ninguna, ¿La razón? Secretamente me vería con Stefan allí, pero no iríamos como pareja, sino que casualmente nos encontraríamos y pasaríamos el resto de la fiesta juntos, como amigos y nada más que eso. Había sido su plan y no me negué, porque ciertamente me agradaba la idea. Y sí, me odiaba por aquello.

Desde hace más de media hora que Matt se encontraba en mi habitación porque quería respuestas sobre ayer y no se iba a ir hasta que según él escuchase la verdad, pero "su verdad" era que me había acostado con Stefan, cuando simplemente me besó para luego irse y dejarme totalmente desconcertada.

Íbamos por la vez número cuatro de la misma conversación, sólo para llegar a la misma conclusión, mi verdad era diferente a la de él y mientras no escuchase que Stefan había estado en mi cama para él sería una completa mentirosa.

Me senté a su lado un poco frustrada. –¿Lo viste esta mañana escabulléndose por la ventana para que no lo vieses? –Negó aun con cierto recelo–. No sucedió nada, supéralo.

– ¿Quieres que crea que estuvieron solos y no sucedió nada? –Giré mi cabeza enseguida. ¿En serio me estaba hablando así? Hice un ademán de frustración–. Te conozco, sé qué clase de chica eres...

En el momento en que lo dijo se arrepintió, pero ya era tarde. –Matt... –No dije más mi voz se perdió en el aire.

– Alex, yo... Mierda... –No supo qué decir y mi nivel de ofuscación creció de sobremanera.

– ¡Sé que me he acostado con algunos chicos en fiestas y que quizá puedo llegar a ser comparada con una versión femenina de cualquier chico promedio de tu edad! –Comencé a gritar desesperada y más que nada ofuscada. Sus ojos se abrieron de par en par–. ¡Pero no significa que apenas esté sola con alguno lo meteré en mi cama! ¡NO soy una prostituta Matt! ¡Pensé que lo sabías!

Mi primo quiso decir algo, pero no encontró las palabras, su expresión en tanto era de culpabilidad. Matt cuando quería podía ser realmente hiriente, justo como acababa de suceder ahora.

La frustración llegó a mis ojos y unas lágrimas rodaron por mis mejillas. –Por favor sal, no te quiero aquí. –Matt se acercó y me alejé por instinto. Había cruzado el límite.

– Alex, yo no quería... –Me abrazó fuertemente y comencé a llorar como una estúpida–. Soy un imbécil, lo siento. No quería decir eso...

Sus palabras me hirieron, sabía que quizá no era el tipo de chica normal que sólo se acostaba con el que creía el amor de su vida, pero tampoco significaba que metía en mi cama a un chico sólo por estar a solas con él, sabía que cualquier chico que estuvo en mi cama al menos lo conocía lo suficiente, pero con el tema de Stefan parecía enloquecer y decir cualquier cosa, exactamente como había sucedido hace unos instantes. De igual forma terminé cediendo ante su abrazo, Matt me conocía, sabía casi todo sobre mí, pero a veces, en momentos como estos lo odiaba. No tenía derecho a tratarme como si fuese una prostituta porque no lo era bajo ninguna circunstancia y él lo sabía muy bien.

– ¡Es sólo que no quiero que estés con Stefan! –Dijo de la nada, alejándome un poco de él. Le miré sin entender–. Olvida el trato que teníamos, puedes enamorarte o estar con cualquiera de mis amigos, excepto él.

– ¿Qué puede estar tan mal con él? –Pregunté secando mis lágrimas. Negó. No iba a decir nada aun cuando le rogara–. Matt, me asustas...

– Sólo con él no, Alex. –Su dedo pulgar vino a dar a mi mejilla para secar una lágrima solitaria, sonreí de medio lado–. Hazme caso, lo digo porque te quiero. –Besó mi cabello y volvió a acariciar mi mejilla. ¿Qué rayos le sucedía?

Iba a decirle algo más, pero se fue al instante, respiré hondamente y me senté en el borde de mi cama.

Las interrogantes eran demasiadas, sin embargo, sabía que Matt no mentía y lo decía por mí bien, pero lamentablemente ya estaba jugando con fuego bajo mi propio consentimiento...

"Sé que te he tenido horriblemente abandonada y que me debes estar odiando por eso." Apenas contesté Dani comenzó a hablar sin parar. "Pero mañana paso por ti en la mañana y nos vamos a la casa de campo de mis padres, solas tú y yo. Prometo no abandonarte, ni siquiera por Matt".

"De cualquier forma lo harás, pero acepto, mañana estaré contigo hasta que Matt lo arruine..." Respondí mirando mi reflejo en el espejo, me sentía y veía extraña. Otro día igual a la lista.

"¡Te quiero! Y mañana amiga, será nuestro día." Eché una pequeña sonrisa y colgué.

Desde que Dani había comenzado a salir con Matt las cosas entre ambas estaban siendo diferentes. Lo que antes hacíamos juntas ahora debía incluir a Matt o peor aún ni siquiera lo hacíamos, pero entendía. Se enamoró por primera vez de un chico lindo y atento que no es un imbécil y la ponía por sobre cosas como el Lacrosse, las fiestas y sobre todo los chicos Beta.

Aunque debía reconocer que la extrañaba, no es fácil que tu mejor amiga ya no esté siempre, pero ella estaba feliz, no pensaba arruinarlo, mucho menos porque la necesitaba como mejor amiga.

"¿Irás a Beta?" El texto me sorprendió más de lo que hubiese pensado.

Dudé si responder enseguida, aunque al final terminé haciéndolo tan pronto como pude.

"Debo ir, o seré socialmente una perdedora ;)." Apreté enviar y vi la hora, aún tenía tiempo.

Volvió a sonar mi teléfono, era bastante rápido en responder y sí, me agradaba.

"¿Si paso por ti crees que Matt me asesine?" Reí para mis adentros, claro que lo haría.

"Es un hecho. Aparecerías ahogado en la casa del lago..." Respondí.

"Entonces, ¿Nuestro plan sigue en pie?" Claro que seguía en pie.

"¿En la fuente tras Beta?" Pregunté a modo de respuesta.

"Te veré allí." Siguió en línea, pero no respondí más. Estaba claro donde nos veríamos.

Tiré el teléfono en la cama y me metí en la ducha. El agua estaba en su punto perfecto, la dejé recorrer mi cuerpo, mientras cerraba los ojos y recordaba el beso de Stefan, sus labios habían sido suaves, nada bruscos, ni siquiera parecido a los que me daba mientras habíamos, bueno, eso. ¿Era normal que quisiese besarlo y nada más? Cambié el agua a fría para sacar la imagen de mi cabeza, algo realmente no andaba bien conmigo y debía erradicarlo antes que fuese tarde.

Salí de la ducha y bajé por algo que comer porque tenía un extraño antojo de helado y salsa de chocolate, llené un pote de cereal con un kilo de ambos más algunos toppings, subí a mi habitación para deleitarme con este manjar y literalmente darle un poco de dulzura a mi vida.

Al llegar al piso de arriba noté que mi teléfono vibraba sin parar, caminé hasta él y vi la pantalla: "Tobias Wayland llamando."

Respiré profundo y colgué. No me afectaría, no hoy.

Lo lancé a la cama nuevamente y mientras comía mi helado me centré en encontrar un vestido para esta noche. Volvió a vibrar, esta vez sonó más como un mensaje, pero lo ignoré por completo.

– ¡Alex! –Escuché gritar a Matt mi nombre desde la planta baja–. Te necesito aquí abajo, idiota.

– ¿Puedes esperar unos minutos queridísimo idiota? Estoy en toallas. –Creí escuchar algo así como un sí, busqué unos shorts y una polera. Me dispuse a bajar cuando a mitad de las escaleras lo vi sosteniendo un paquete gigante–. Y, ¿Eso qué es?

Acercó el paquete a mí y se encogió de hombros. –Es para ti, según el que lo trajo lo debía recibir "Alex Fabiani". –Tomé el paquete que venía envuelto en una especie de papel azul rey–. Y hasta donde sé tú, eres Alex Fabiani. –Era más o menos del porte de una caja de vestido, pero por el peso no era eso lo que traía adentro era demasiado peso para una tela.

Antes de abrir el papel comencé a buscar una tarjeta o algo por el estilo, no había nada afuera que dijese quién lo enviaba, mi curiosidad aumentó en cosa de segundos.

– Eres bastante tarado cuando quieres, ¿Sabes? –Lo tomó para abrirlo y lo dejé. Si era una bomba que explotara en su lindo rostro, yo pasaba.

Reí ante la idea. – No es una bomba así que no te rías, idiota. –Al ver mi expresión sonrió.

– Llegas a ser siniestro a veces, tienes que saberlo. –Me devolvió la mirada con una mueca de odio. Rasgó el papel y quedó al descubierto una caja de un tono azul oscuro, al instante me miró–. Quiero terminar de abrirla yo.

– Toda tuya. Esto no es lo mío. –Me la entregó enseguida y subí a mi habitación. Matt no venía detrás, así que mientras pasaba la puerta terminé por rasgar todo el papel, busqué si había alguna tarjeta y otra vez nada. Dudé en más de una ocasión si abrirlo o no, al final terminé por hacerlo.

Saqué la tapa y el interior estaba cubierto por papel turquesa, por alguna estúpida razón mi mano temblaba y mi corazón parecía estar en mi garganta. Dejé el paquete a un lado y reí como una tonta, era un paquete como cualquier otro, ¿Qué cosa tan mala podía contener? Lo volví a poner en mi regazo y corrí el papel. Sonreí al instante de ver el contenido. Un sobre del mismo color del papel decía mi nombre en una caligrafía que nunca en la vida se me iba a olvidar.

"Quiero que los uses hoy, sé de nuestro trato, pero sería un honor que me acompañaras a esta fiesta. Hablé con Matt y está de acuerdo bajo ciertas condiciones que estoy seguro vamos a romper, pero también estoy seguro no se enterará...

Paso por ti a las 21:30 horas.

Sé que te verás hermosa.

Stefan Lancaster."

Al terminar de leerla sonreí.

– Sólo dije que si porque no quiero que vayas sola. Ten cuidado con él, Alex. –Di un pequeño salto al escuchar su voz. Estaba parado en el umbral de la puerta de brazos cruzados. ¿Cuánto tiempo llevaba ahí?–. Acepté, pero si te toca un pelo...

– Calma esa paranoia, sólo iremos a la fiesta. –Le sonreí y aunque dudó un momento al final sonrió y se fue. Al parecer no estaba de ánimo para más drama.

Miré el contenido de la caja. Había un vestido azul precioso, unos tacones negros del tamaño justo y un mini clutch.

"Acepto ir contigo y gracias, tienes un gusto excelente en vestidos y tacones por muy extraño que eso suene." Apreté enviar sabiendo que no respondería enseguida, no estaba en línea.

El sonido de mi teléfono me hizo sonreír. "Será un placer verte en ese vestido. Y sobre la elección, fue Dani quien me ayudó".

Dani y Matt sabían de esto, ¿Qué rayos le sucedía al mundo? Volvió a sonar "No te enojes con ninguno, ellos sólo querían ayudar".

"No tengo por qué enojarme con ellos tranquilo, nos vemos esta noche." Respondí al instante.

"Eres increíble, Alex." Iba a dejar el teléfono a un lado, pero apareció el "escribiendo", esperé. "Tengo muchas ganas de verte en ese vestido".

"Eso suena pervertido." Respondí al instante.

"No, en serio. Con vestido es otra tú, luces radiante." Leí y no pude evitar sonreír como una estúpida.

"Gracias." Fue lo único que pude responder.

"Gracias a ti por darme el placer de ser tu compañero esta noche." Y sí, cuando Stefan quería realmente llegaba a hacer totalmente encantador.

Me lancé a mi cama de espaldas y sonreí como una estúpida ante la imagen en mi mente de lo que sería mi noche.

La alegría me duró bastante poco, al notar el ícono de mensaje de texto en la parte superior de la pantalla, ¿Tobias me había mensajeado? Claro, lo tenía bloqueado de WhatsApp, no de los mensajes de texto... Apoyé mi espalda en el respaldo de la cama, dejando la caja a un lado.

El mensaje como había imaginado al principio era de él, respiré hondo y lo abrí.

"Sólo porque no me contestes no significa que no seguiré insistiendo. Sé que aún no me perdonas, pero te quiero Alex y me voy a arrepentir toda la vida por lo que pasó."

Tiré mi teléfono a un lado, no iba a arruinar mi noche, no iba a dejar que lo hiciera.

Continue Reading

You'll Also Like

50.1K 1.7K 30
Izuku la el último hombre del mundo
25.6K 1K 28
Nunca sabré si fue solo cuestión de destino o de casualidad que él llegara a mi vida, pero solo sé que no quiero que se vaya de ella.
16.6K 1.3K 46
Lucero era, una muchacha de 15 años quién se enamoró de, Fernando un muchacho de 17 años.Desde pequeños, siempre habían sido mejores amigos ya que lo...
44.8K 2.2K 46
Eva, una talentosa fotógrafa en ascenso, y Jase, un apuesto modelo, se cruzan en una fiesta caótica donde Jase, tras beber en exceso, cuenta con la i...