Paul y yo nos encargamos de llevar al grupo a un lugar lejano para que se concentraran en el álbum. Yo no escogí el lugar, sino el, y fue una granja a lo lejos de la ciudad. No me encanto su idea pero pues tiene sentido, así no tendrán en verdad ni una distracción. Llegamos y todo estaba tan silencioso y me gustaba eso, también que tenía lindas vistas de los campos a lo largo. Ayude a bajar el equipo y sus maletas pero John viene y me ayuda. Sigo pensando en que se siente culpable por lo sucedido pero es tiempo de que lo olvide. Al menos eso hago yo. Bueno, lo intento.
Roger era el que menos parecía feliz con esta idea, ya que estaba con su expresión de confundido y caminando por todo el lugar en busca de algo que le agradara. Se acercó a una gallina que se encontraba ahí y se asusto, no pude evitar soltar una risa.
- ¿que haces? - fui con el quien estaba rojo del rostro por lo de la gallina.
- ¿sabes cuanto tiempo estaremos aquí? - se voltea y por fin me mira a los ojos, no importa si hablo con el todos los días, todos los días me da ese escalofrío y esos nervios al verlo.
- supongo que un día, no tiene que ser mucho. ¿por que? ¿no te parece bien? - volteo a su derecha y luego a su izquierda, y viendo que no había nadie a la vista me jala de la cintura y me toma con firmeza.
- te pregunto porque lo primero que haré saliendo de aquí es invitarte a salir. - se inclinó hacia mi para poder besarme y estaba a punto de pasar hasta que escuchamos la puerta del carro cerrarse y nos separamos de inmediato.
- ¿que tanto hacen? - se asoma Brian. - vamos, dejen a la pobre gallina en paz.
- justo eso le decía a Roger, pobre gallina. - quería reírme pero decidí contenerme lo. - vamos mejor adentro. - Brian y los demás se meten a la casa. - será en otro momento.
- ¿te das cuenta que jamás he podido besarte?
- quizá no es el momento. - le saque la lengua y ambos corrimos dentro de la casa.
- ¿y el estudio donde esta? - pregunta Freddie. - oh hola chicos. - me sonríe.
- la idea era alejarlos de toda distracción. - Paul tomo las maletas y las dejo en la primera habitación del segundo piso. - Roger tu vas aquí y aquí a un lado tu Shelley. - me parece genial eso, nada planeado. - Freddie tu aquí en la habitación mas grande - la cual era la que estaba enfrente nuestro- Brian tu acá - era a un lado de la de Freddie. - y tu y yo John vamos en el piso de abajo.
- genial. - dice sarcásticamente John. - disfruten del segundo piso, chicos.
- dormiré un rato, los veo mas tarde. - Brian se encierra en su habitación y hace que todo sea más facil para nosotros.
-y yo escribiré la mejor canción de todas. - Freddie entra a su habitación. Roger y yo nos volteamos a ver.
- ¿que quieres hacer? - me toma de la mano. - estamos solos.
- ven. - ahora yo era quien tomaba de su mano. - vamos a dar un paseo afuera. No creo que nadie note que no estamos.
Afuera estaba hermoso por como dije, sus grandes paisajes y pensé que era un lugar perfecto para estar con Roger. Aprovechar nuestra primera vez solos después de confesarnos lo que sentíamos el uno del otro. Por ahora caminábamos por un tipo bosque, será que si caminamos demasiado tanto que ya estábamos entre árboles.
Veníamos platicando de como era todo en América. El me pregunto sobre mi vida allá y me pareció tan lindo de su parte, pues le importaba lo que me pasó y todo eso.
El me contaba de como se conoció con mi hermano y muchos recuerdos de su infancia, estábamos conociéndonos a fondo como ese día en la cafetería, pero las cosas que nos faltaron por hablar. Y luego jugamos a pensar en como sería nuestra vida juntos. Me pareció de lo mas tierno el que el diera esa idea.
- si tu y yo estuviéramos juntos, te pediría matrimonio en París.
- ¿por qué en París? - me parece curioso que mencionara ese lugar, digo, jamás le he dicho que me gusta o el me ha dicho que le gusta.
- porque es romántico, Shelley. - me reí ante su comentario. - y tendríamos tres hijos.
- woah ¿tres? Jamás había pensado en tener tres hijos. - dejó de caminar y se voltea a mi. - es lindo el que pienses en todo eso.
- es que te odio. - ¿que? el que me dijera eso me confundía tanto. - te odio porque eres la única persona que me hace sentir así.
- por un segundo creí que me odiabas de verdad. - reí nerviosa.
- hablo en serio, no suelo ser así de "cursi". - tomó un mechón que estaba en mi rostro y lo colocó detrás de mi oreja. - me alegro de haberte conocido.
- yo... te quiero. - quería decir "te amo" pero se me complicó y se que el esperaba escuchar lo otro. Suspiró. - y mucho.
- ¿solo me quieres?
- escucha, vamos de regreso mejor a la casa. Quizá se preguntan donde estamos. - me hace una mueca y me sigue de regreso.
¿Por qué hice eso? Según yo antes le he dicho eso, pero bueno, era en un momento de enojo cuando le dije. Pero es que tengo mucho miedo de decirle y que termine rompiéndome el corazón y... es como en defensa propia. Pero por supuesto que me muero por decir se lo, más porque el ya me lo ha dicho y varias veces.
Lo que menos quiero es que piense que no siento eso por el, y quizá hoy se lo di a entender pero no es lo que quería. Ya que el camino de regreso fue medio incómodo, no hubo platica, solo íbamos en nuestro camino cada quién.
...
Se hizo de noche y Roger estuvo con la banda todo el día y yo en mi habitación. Sabía que se había molestado pero no quería decirle nada todavía. Esperaría a este momento que todos estuvieran durmiendo y no supieran si hablábamos del tema o no.
Fue por eso que toqué a su habitación esperando que arregláramos las cosas. Este me abre y ni una sonrisa.
- ¿puedo pasar? - me asiente.
- ¿que pasa? - se pone enfrente de mi y sentí su enojo entonces di dos pasos atrás. - ¿Shelley?
- perdona por lo de hace rato, no me acostumbro a esto.
- ¿que es esto? - ay ya empezó de orgulloso. - te pregunto en serio Shelley, ¿que es lo que quieres que seamos?
- quiero estar contigo, bobo. - le tome del rostro. - ¿si? Jamás quise que entendieras otra cosa o que no me importas. Por supuesto que me importas.
- lo siento. No quise tampoco el que te hablara molesto. - lo suelto y me le quedo viendo fijamente a sus labios. - pero creí que... pues tu sabes.
¿que no te amo? - voltea a ver a otro lado con tal de no verme. De nuevo tuve que tomar le del rostro para que me viera. -Roger, te amo. Yo te amo y mucho.
Se separo de mi y caminó hacia adelante, pero de nuevo volteó y me mira. Se que estaba dudando el besarme, mas que nada por que nos encontrábamos detrás de la casa. Pero caminó hacia mi y colocó sus manos en mi cuello. Empecé a temblar de los nervios, de que el estuviera conmigo y de yo no poder ser fuerte como para negarme al beso. Y de repente, sentí la presión de sus labios contra los míos. Jadeé, sorprendida, pero decidí cerrar los ojos y dejarme llevar. Desde el segundo día aquí soñé con este momento, con el momento de poder compartir un beso con el y ahora que sucede, pienso que fue demasiada buena la espera. Sentía una felicidad enorme al tenerlo conmigo y nada más importaba.
Nuestro primer beso, después de mucho, pasó.
Nos separamos para tomar aire y aproveché para volver a decir lo.
- en verdad te amo. - me sonríe y vuelve a besarme.
Sus manos empezaron a bajar por mis hombros y después se apoyó en mi cintura. Tomé de su cabello con fuerza y está vez, fue un beso lento y profundo que nos dejó sin respiración. Sus labios acariciaron los míos con ternura.