Antes de llegar al piso donde era la fiesta, ya se podía escuchar la fuerte música que resonaba en el hotel. Las fiestas no eran tu cosa favoríta, pero había pasado mucho tiempo desde la última ves que viste a Roger en uno de los conciertos de Queen. Estabas muy emocionada, en verdad adoras a Roger.
Tan pronto entraste fuiste golpeada por la música alta, personas hablando y bailando, lo típico. Viste a un grupo cargando a Freddie en sus hombros, estaba tan entretenído con la multitud que ni siquiera te vio.
Al segundo que viste fue a John, estaba en la mesa de comidas.
"Hola Deaky" dijiste tocando su hombro. Sonrió y dejó la comida a un lado para saludarte. Ustedes hablaron por un rato, él te contaría sobre la gira y sus planes para los próximos shows mientras escuchabas atentamente.
Todavía hablabas con él cuando sentiste unas manos en tu cintura, levantándote. Te asustaste, y estabas lista para golpear al que sea pero escuchaste la voz de Roger.
"¡Ella es mía John!" exclamó riendo mientras te llevaba. Envolvió sus brazos en tu cintura dando algunos giros con una gran sonrisa. Apoyó su frente con la tuya, aún abrazándote por la cintura, te miraba a los ojos con los suyos que eran un verde tan brillante. Su sonrisa era tan grande y hermosa que hizo que tu corazón se detuviera un segundo. Te bajó y te abrazó con fuerza otra vez.
"Te extrañé mucho" dijo para luego besar tu frente. Tu rostro estaba en su pecho, y esta vez olía a perfume y jabón. Ojalá pudieras estar así para siempre, abrazándolo mientras sonreía, diciéndote cuánto te extrañaba cuando no estabas cerca. Pero no todo fue como querías, al día siguiente iría a otro concierto y no te vería durante semanas. Querías disfrutar cada segundo de esa noche con Roger, pero pronto resultó imposible cuando Brian lo llamó para hablar con los invitados de uno de los sellos discográficos.