- Siempre supe que ese cerebrito llegaría lejos – Comentó Dinah mientras abría una bolsa de Cheetos Fleming hot sentada en el sofá de la sala de su apartamento – Es que era obvio, siempre tan pasional en todo lo que hace - Esta frase salió un poco entrecortada porque la polinesia masticaba sus frituras mientras hablaba – Pensé que ya había logrado hacer que no hablaras con la boca llena - ¡Es que no soy perfecta! Algún defecto debía de tener – Camila sólo movió su cabeza en señal de desaprobación – Volviendo al tema Lauren ¿le enviarás mensaje felicitándola por su logro? – Aún no lo decido, y si le mando mensaje y lo deja en visto o si lo lee y no me contesta o sí me contesta, pero lo hace con odio ¡No sé! – Dijo Camila algo afligida- ¡Ay por Dios Camila! Tú siempre analizando todos los panoramas, qué tan difícil es escribir "Mis padres me dijeron que presentaste tu tesis ante el Senado de Chicago y estos alabaron tu trabajo, muchas felicidades, sabía que dejándote llegarías lejos" – ¿Sabes que los chistes no son lo tuyo? – Comentó Camila en forma de sarcasmo - ¡Espera! Añade por favor "Pd: Ahora el único fracaso en tu vida soy yo" – La polinesia soltó la risa por un instante hasta que sintió un cojín estrellarse en su cara - ¡Auch, Mila! – No seas idiota y ayúdame a saber cómo escribirle el mensaje – La latina en ese momento ya se encontraba sentada en el sillón a lado de su amiga – Entonces ya está decidido, le enviarás mensaje – Si, supongo, no tiene nada de malo, además, estoy de verdad muy contenta por ella – ¿Hace cuánto no tienes contacto con Lauren? – Preguntó la polinesia – Hace cuatro años – Contestó Camila – ¿Y aún tiene el mismo número? - En ese momento Camila recordó - ¡Mierda ya ni siquiera tengo su número guardado! - ¡Pues mierda, llámale a tu mamá para que te lo pase! Estás media tontita mija, cuando hables con tu mamá pásamela, quiero saber por cuántos meses te tuvo en cocción porque creo que te faltó un poco, saliste media aguada del cerebro – Camila ignoró el comentario de su amiga y se encerró en su cuarto para hablar con su mamá.
- ¿Mami? Hola, ¿Cómo estás? – Una voz alegre comenzó a percibirse desde la bocina del celular de la castaña - ¡Hola mija! Muy bien ¿cómo has estado tú? ¿Cómo va la canción? ¿Has avanzado? – He realizado unos acordes pero no he concretado nada aún, a parte de inspiración no he tenido tiempo con las demás materias, se ponen un poco duras cuando estamos casi a mitad del semestre – Tú concéntrate y verás que todo saldrá bien – Si, yo sé que si – Camila dudó un poco en lanzar la siguiente pregunta, ya que no quería ser interrogada por Sinu y tampoco quería darse cuenta que su mamá aún mantenía contacto con Lauren después de todo – Oye mamá, ¿Tú tienes el número de Lauren? – En ese momento hubo un ligero silencio entre madre e hija – Eeeh sí, ¿por qué? – Camila no sabía si contestar esa pregunta o no, pero optó por hacerlo ya que al fin de cuentas era su madre – Es que, me comentaste que le fue muy bien en el Senado y quiero enviarle un mensaje para felicitarla solamente – Me parece un buen gesto de tu parte y me alegra mucho que hayas decidido enviarle un mensaje, quien sabe si después de esto vuelvan a retomar su amistad – Eso, lo veo un poco imposible – Lo importante es que alguna de las dos de el primer paso y al parecer esa serás tú – Mencionó Sinu - ¿Mamá? ¿Y si no me contesta? ¿Y si esto sólo lo estoy haciendo en vano? – Las dudas de Camila salieron a la luz ante su madre que rápidamente contestó - ¿Entonces esperas una respuesta a cambio? – Preguntó Sinu – Pues al menos de cortesía, un gracias sería suficiente – Afirmó la castaña - ¿Segura? – Refutó Sinu con una pregunta – Algo, no te voy a mentir – Soltó Camila – Tranquila cariño, todo saldrá bien, Lauren no es grosera y te contestará, te envío su número por mensaje – Gracias mami, te quiero – Yo también hija – Salúdame a la familia, los amo – A los pocos segundos de haber colgado la llamada llegó a su pantalla un mensaje por parte de Sinu que contenía el solicitado número de Lauren, el cuál observó brevemente porque justo en ese momento llegaba un recuerdo a su mente.
"Lern Jegui" – Comentaba Camila, mientras reía y tecleaba en el celular – "¡Camila no me guardes así! ¿Por qué no eres normal?" – Señalaba Lauren mientras abrazaba de espaldas a Camila haciendo que la latina se recargara en su pecho, ambas estaban sentadas bajo la refrescante sombra de un árbol – "Porque si fuera normal, no sería ni siquiera tu amiga" – Finalizaba la castaña – "Tienes toda la razón" – "Entonces no reniegues si en mis contactos te guardo como Lern Jergui" – Decía Camila mientras terminaba de guardar los cambios en su celular – "Cursi" – Le hablaba Lauren al oído de Camila de manera tierna – "Me amas"- Le decía Camila mientras reía a causa de las cosquillas que sintió en su oreja por el aliento de su novia – "Sí, te amo" – En ese momento Camila volteó a ver los ojos de Lauren – "Adoro mirar tus ojos cuando dices esa palabra, porque se vuelven más verdes de lo común y tus pupilas se dilatan" – Afirmaba la castaña mientras besaba los labios de su "Lern Jergui" – "Tu siempre analizando todo, incluso mi mirada ¿Analizas también cuando digo que te amo?" – Preguntaba Lauren – "No, eso sólo lo siento y sí, lo admito, soy muy analítica, pero tú haces que mi raciocinio quede olvidado" – Contestaba Camila – "¿Y eso te asusta?" – "No, porque me haces conocer otra parte de mí, además, me conoces tan bien que a cualquiera le daría miedo, pero a mí no, porque sé que tu jamás te aprovecharías de eso" – "¡Jamás lo haría! Sino lo hice cuando te vestiste de nopal aquél Halloween ¿Cómo lo haré en estos momentos?" – Ambas comenzaron a reír recordando el gracioso disfraz de Camila – "¡Y tú que me dices Lamp!" – Esta frase hizo soltar una carcajada a Lauren – "Disculpa, pero Lamp quedó en el olvido, ahora soy Lern Jergui" – Después de escuchar a Lauren decir eso, Camila soltó un grito audible de emoción – "¡Has aceptado por fin tu nuevo apodo!" – Lauren solo asentía feliz con la cabeza- "Te amo Camz" – "Nunca dejes de llamarme así" – Suplicaba Camila quien no quería que su amor y su apodo que Lauren tenía para ella murieran - "Jamás" – Ese día Lauren cerró su promesa con un beso, como testigo tenían un cielo extremadamente azul y un árbol que recolectaba cada una de sus palabras sin que ellas se dieran cuenta, porque hasta el árbol se enamoró de su amor y no quería por ningún momento que la naturaleza olvidara tan mágico momento.
-¡Oye tú sonriente! ¿Ya enviaste el mensaje? – La interrupción de Dinah hizo que Camila se sobresaltara y soltara su celular - ¡No mames Dinah, casi me da un infarto e hiciste que tirara mi celular! – Siempre tuviste manos torpes, no me culpes de eso – Camila se agachaba a recoger su celular y revisaba que no le hubiera sucedido nada – Te salvaste por esta Dinah Jane – Dijo Camila – Sí como sea, trae tu trasero a la sala, quiero estar ahí cuando le mandes mensaje ¿Ya tienes su número? – Preguntó Dinah – Así es – Contestó Camila.
Las estudiantes de música salieron directo a la sala, ya sentadas en el sofá las dos se quedaron un momento en silencio hasta que Dinah rompió este pacífico momento - ¿Y? ¿Qué esperas? Quiero estar aquí cuando le mandes mensaje, debo ir a la escuela a terminar el trabajo del profesor González - ¿El de música latina? – Si, ¿tú ya hiciste el trabajo que nos encargó? – Ya se lo envié - ¡¿Qué?! ¡¿Y apenas me lo dices?! ¡Maldita por qué no me ayudas ¿De qué hiciste tu trabajo? – Lo hice sobre el movimiento de la nueva trova cubana y los iniciadores Pablo Milanés y Silvio Rodríguez - ¿Quién rayos son esos? – Preguntó con algo de incredulidad la polinesia - ¿Ves por qué no te ayudé? Necesitas saber un poco más de la cultura latina - ¡Pero si contigo basta y me sobra para aprenderla! Anda, ayúdame – Rogó Dinah – Está bien mujer, te ayudaré, pero ¿podemos concentrarnos de nuevo en esto del mensaje? Ya me estoy arrepintiendo – Comentó Camila dubitativa.
- ¡Eso jamás amiga mía, nunca te arrepientas de lo que estás a punto de hacer, vamos comienza a escribir ese maldito mensaje! – Camila fijó su mirada en su celular, mientras pensaba en las letras que compondrían la frase que enviaría a Lauren con quien no tenía contacto desde hace cuatro años.
"Hola, espero que estés muy bien, te envío este mensaje porque mis padres me hablaron sobre tu tesis y el Senado, me alegra mucho que te haya ido muy bien, disfruta el momento porque los éxitos vienen en fila" – Camila.
-Formal, muy formal – Dijo Dinah mientras leía y releía el mensaje que había enviado su amiga - ¿Pues qué querías que le escribiera? – Preguntó Camila – Pues no sé algo así como "Sabías que ya no me acuesto con nadie desde que te vi en televisión, ah y ¿tienes novia? Es que fui a Miami hace unos días y tu familia no comentó nada de eso ¿podrías decirme si mis especulaciones son ciertas?" – Terminó la polinesia, al escuchar hablar a su amiga, Camila comenzó a dudar si fue correcto el mensaje que le había enviado a la ojiverde – Ahora sólo esperemos que se digne en agregarte para ver al menos la foto que tiene de perfil en su WhatsApp - ¡Joder Dinah! ¿Me veo bien en mi foto de perfil o la cambio? – Camila comenzaba a ponerse nerviosa y ansiosa por lo que había hecho – Mila, por favor amiga relájate, es más acompáñame a la escuela de verdad necesito hacer ese maldito trabajo – Propuso Dinah – Si, tienes razón necesito despejarme un poco porque sino estaré todo el tiempo viendo el celular.
Las chicas se alistaron para salir a las calles de Nueva York que tenían esta vez como destino, su escuela de música, Camila sospechaba que era una excelente idea para despejar su mente, pero fue inútil, ni por un momento dejó de pensar si ese mensaje ya lo había visto Lauren o siquiera le habría llegado, sin querer las ansias se estaban apoderando de ella.
....
- ¡FELICIDADES! – Este grito resonó en el pequeño apartamento de Lauren el cual estaba repleto de personas, en realidad sólo eran tres personas dentro, pero por lo pequeño del lugar este ya daba la sensación de estar lleno.
Vero y Lucy se apresuraron a felicitar a su amiga con un fuerte abrazo, Lauren se sorprendió de ver a su coordinador en su apartamento, pero le alegró al ver que este le obsequiaba un ramo de girasoles y le expresaba lo orgulloso y feliz que estaba por ver a su estudiante sobresalir ante el Senado.
-Ahora falta conquistar Nueva York señorita Jauregui, pero al ver el resultado que obtuvo este día no cabe duda que tiene muchas posibilidades de hacer suyo el Senado de la Gran Manzana – Finalizó el señor Mosby – Muchas gracias profesor, este logro también es suyo porque sin su ayuda no lo habría logrado.
-Mi logro es verte feliz y decidida en alcanzar tus objetivos, el día de mañana por favor pasa a mi oficina para llenar los papeles e inscribir tu tesis al concurso del Senado, está muy interesante el premio este año 10 mil dólares – Soltó el profesor.
Lauren no pudo evitar poner cara de sorpresa mientras que Vero y Lucy gritoneaban de emoción y aplastaban a su amiga en un abrazo, el señor Mosby sólo reía mientras veía la escena.
-Muchas gracias Señor Mosby, mañana temprano estaré en su oficina para inscribir mi tesis al concurso – Soltó Lauren después de haber procesado la información – Bueno, las dejo para que sigan celebrando, no se desvele mucho señorita Jauregui que aún tenemos muchas cosas que hacer mañana – No se preocupe, todo estará bajo control.
Ese control duró unos segundos ya que mientras el profesor cerraba la puerta, Vero encendía la música y repartía cervezas.
- ¡A celebrar maldita sea! – Gritó Vero - ¡Verónica bájale a la música que nos caerá la policía del Campus! – La retó Lucy - ¡Oh Lucy eso me importa un comino porque tendré a una amiga en el Senado que me sacará de los apuros que tenga con la Ley! – Al decir esto Vero rodeó su mano sobre los hombros de la ojiverde quien le daba un trago a la cerveza – Estás loca de remate Vero – En ese momento tocaron la puerta del apartamento, Lauren inmediatamente le señaló a Vero que bajara el volumen de la música, a lo que esta no tardó ni dos segundos en realizar dicha acción, la ojiverde se acercó a la puerta y abrió con cautela, al ver de quien se trataba sonrió y volteó a ver a sus amigas – No hay problema, es Clarisse – Las chicas saludaron a la morena mientras esta pasaba al apartamento – Pensé que no vendrías – Mencionó Lauren – Pues te equivocaste Jauregui, te dije que yo estaría aquí para celebrar el triunfo contigo – Habló Clarisse – Pero se supone que hoy tus papás salían de viaje ¿no? Pensé que habías pedido permiso en la escuela para irte con ellos – Mis papás comprendieron que me era imposible pedir un día de permiso en la escuela, así que por primera vez me dejaron sola en casa – Aseveró la morena - ¡Uy casa sola! ¿Qué estamos esperando para mudar esta fiesta a un lugar más amplio? – Dijo Verónica mientras bebía de su cerveza – Pues de hecho Lauren quería preguntarte si podía quedarme a dormir aquí el día de hoy, me despertaría temprano porque tengo que ir a clases, después me iré a casa - ¿Tus papás saben que estas aquí? – Sí, les comenté y no tuvieron problemas en dejarme venir aquí – Lauren encontraba un poco insegura y nerviosa la respuesta de Clarisse pero optó por preguntarle después la verdad – Bueno, entonces bienvenida a la fiesta – Rápidamente Lucy se acercó con una cerveza para la chica de ojos color miel, la cual automáticamente rechazó la propuesta de la bajita - ¡Oh, no! Lo siento yo no bebo – Contestó Clarisse - ¡Buuh aburrida! – Gritó Verónica.
Lauren se dirigía al refrigerador a sacar otra cerveza cuando Lucy llegó a donde la ojiverde se encontraba – Así que... ¿Nueva York? Que escondido lo tenías Jauregui – Dijo Lucy mientras aceptaba la cerveza que Lauren sacaba del refrigerador – No era nada seguro y hasta que lo fuera lo iba a decir – Lauren le daba un trago a su cerveza mientras miraba a Vero y Clarisse charlar - ¿Cuántas posibilidades hay de que se vuelvan a encontrar? – Esa pregunta hizo girar a la ojiverde para ver directamente a los ojos a la remitente de dicho cuestionamiento – Un millón – Contestó Lauren quien le volvía a dar otro trago a su cerveza - ¿Un millón? ¿Cómo así? – Al parecer sus papás ofrecieron a los míos que me quedara en el apartamento de su hija si el concurso o la escuela no cubrían el hospedaje – Sin contestar absolutamente nada por unos segundos, Lucy se dedicó a digerir tanto el líquido de la cerveza como la revelación de su amiga - ¿Y ya sabes si la escuela o el concurso harán esos gastos? – Al parecer no, el concurso solo cubre el 50 por ciento de los gastos de los foráneos a excepción del hospedaje y la escuela pondrá el 30 por ciento, pero eso no me ajusta para pagar una semana en Nueva York, el alquiler está muy caro, además mi hermano Chris ya estudia en San Diego y mis papás andan un poco recortados de dinero por mantener a dos de sus hijos en la Universidad, es muy tarde para ponerme a trabajar, así que creo que al final terminaré aceptando ese hospedaje – La cerveza en manos de Lauren casi llegaba a su fin – Pues, mírale el lado positivo quizás en ese tiempo puedan arreglar sus cosas y al menos retomar su amistad – Al escuchar las palabras de Lucy, la ojiverde bebió de un trago el líquido que le quedaba a su cerveza, cuando lo hizo dejó el envase vacío en el desayunador – Últimamente la gente ha andado muy insistente con eso de recuperar la amistad con Camila, no sé qué clase de complot tengan ustedes o qué clase de juego es este que todos se ponen de acuerdo para darme el mismo consejo – Terminó Lauren algo molesta – Oye relájate, no te quería hacer rabiar, no recordaba tu bipolaridad, ahora que hago memoria ya tenías tiempo sin sacar a Jauregui Bipolar, ¿no será el efecto Clarisse el causante de esto? – Por un momento Lauren meditó la pregunta de su amiga, incluso observó más a detalle a la morena que platicaba entre risas con Vero, había algo en ella que despertaba algún sentimiento en Lauren, pero aún no descifraba qué tipo de sentimiento era ese ¿amistad? ¿cariño? ¿amor? Lauren veía en Clarisse una gran amiga que últimamente la hacía dudar si de esa forma era exactamente como la veía, además, aún no tenía claro si confundía los gestos de cariño que tenía Clarisse hacia ella como algo más - ¿Tú crees que a Clarisse le gusten las chicas? – Soltó Lauren después de un momento pensativa – Mira, no lo sé pero esa chica te ve diferente, se le nota mucho que le gustas – Afirmó Lucy – No sé Lucy, hace un par de semanas intenté besarla porque pensé que ella quería que la besara pero cuando intenté acercarme a ella simplemente huyó – Relató Lauren mientras abría dos cervezas, una para ella y la otra para su amiga – Quizás sea closetera, pero esa chica en cualquier momento se deja besar por ti – Honestamente no sé si quiero besarla, además, no busco nada serio en estos momentos, me la paso muy bien con ella pero no sé si quiera volver a traspasar la línea de la amistad, ya lo hice una vez y no lo pienso hacer de nuevo – Ambas chocaron sus cervezas y bebieron un sorbo de sus botellas – Tú y Camila eran diferentes Lauren, eran otro nivel tanto de amistad como de amor, es inexplicable cómo las percibíamos pero algo que no nos quedaba duda era que ustedes eran almas gemelas – Después del comentario Lauren río en tono sarcástico, pues Lucy no era la única que lo pensaba, ella también lo sentía y se lo hizo sentir a Camila una y mil veces, así como Camila a ella, pero a veces el miedo corrompe un alma, la cual termina por tomar decisiones que afectan el rumbo de aquella vida planeada con el ser humano que más amas en la tierra y hay que saber respetar dicha decisión porque también eso se considera un acto de amor.
Sin darse cuenta la fiesta se había prolongado un poco, por lo que Vero y Lucy optaron por retirarse al apartamento de la colombiana, Lauren y Clarisse recogieron los estragos de la pequeña fiesta y poco después estaban listas para dormir, Lauren le ofreció la recámara de Vero a Clarisse para que durmiera tranquila, pero ella se rehusó asegurando que no tendría ningún problema en dormir en la habitación de Lauren.
-Sabía que te iría increíble Jauregui – Afirmó Clarisse quien se acomodaba para dormir en la parte izquierda de la cama de Lauren – Me puse muy nerviosa, pero recordé que tendría sólo esta oportunidad de estar frente al Senado y la aproveche, de hecho, de la emoción estoy desde la tarde que no veo para nada mi celular – Dijo Lauren – Hablando de eso, debo llamarles a mis papás antes de dormir ¿te molesta si lo hago? – Preguntó Clarisse – Para nada, yo también revisaré mi celular – Contestó Lauren.
La ojiverde tomó el celular de la repisa a lado de su cama y comenzó a navegar por su bandeja de mensajes hasta que llegó a un número desconocido, sin pensarlo dos veces abrió el mensaje, mientras leía sus ojos viajaron de la duda a la sorpresa "Camila", sin darse cuenta sus manos comenzaron a sudar y sin dudarlo más comenzó a escribir.
"Admito que tu mensaje me tomó por sorpresa, muchas gracias" – Lauren.
-Ya es muy tarde Dinah, no creo que conteste y está en todo su derecho porque...- En ese momento Camila fue interrumpida por el sonido de su celular, al ver quien le escribía se paralizó por un momento y su sonrisa no podía ser más amplia – Por esa cara quiero pensar que te contestó ¿Verdad? – Preguntó Dinah, Camila sin dejar de sonreír asentía frenéticamente con la cabeza - ¿Y qué esperas para contestarle? – Preguntó nuevamente Dinah – Es que no sé que contestarle – Mientras leía nuevamente el mensaje la castaña hacía un surco de tanta ida y vuelta que daba en el mismo lugar - ¡A ver trae acá! - Dijo Dinah quien le arrebató el celular a su amiga – ¡Pásame el teléfono China! – Dijo una ansiosa Camila – A ver relájate que también estoy pensando en qué podemos contestarle, ¡ESPERA, ESPERA! ¡LLEGÓ OTRO MENSAJE DE ELLA! – Gritó la Polinesia, esta vez Camila no tardó ni un segundo en arrebatarle el celular a su amiga.
"¿Cómo estás?" – Lauren.
¿Qué dice? – Preguntó Dinah mientras se acercaban a su amiga para leer ella misma el mensaje – Me pregunta que cómo estoy ¡Pues nerviosa! Tanto que aún no sé qué contestarle – Dijo Camila – Sabes qué, llámale – Propuso Dinah - ¿Qué? ¿Estás loca? Con trabajos puedo enviarle un mensaje y... - Camila no terminó su frase debido a que su amiga que era más alta y más fuerte que la latina le arrebató su teléfono y comenzó a marcar el número de Lauren - ¡Dinah, no lo hagas, te dejo de hablar para toda tu vida te lo juro! – Gritó Camila – ¡Shhh...cállate que no me dejas escuchar si Lauren contes..! – Nuevamente una frase sin terminar, pero esta vez por parte de la polinesia... ¿La razón? Lauren había contestado la llamada - ¿Hola? – Se escuchaba por la bocina del celular – ¡Contesta, contesta! – A pesar que susurraba la frase la polinesia le emitía una orden a su amiga que simplemente no quería tomar el teléfono, un segundo hola se escuchó por la bocina, en contra de su voluntad Camila fue puesta contra la pared por su amiga y esta le acercó el celular a su oreja, así que no tuvo otra opción más que contestar – Hola Lauren ¿Cómo estás? – Por un momento Camila se quedó pensativa, ya que no escuchaba ninguna voz proveniente del teléfono, pasaron segundos después hasta que escuchó nuevamente y más nítida la voz de Lauren - Hola Camila, estoy muy bien gracias ¿Qué haces despierta tan noche? – Ahí estaba, esa voz que siempre paralizó a Camila, esa voz tan firme, ronca y dulce a la vez, sin duda escuchar la voz de Lauren le erizó la piel y los recuerdos.
-En realidad me debatía entre si llamarte o no para felicitarte, porque no sabía si ibas a contestar o no pero ya que contestaste quiero decirte que me da mucho gusto que te haya ido muy bien – Camila se dio cuenta que hablaba sumamente rápido y optó por parar su discurso, Lauren desde el otro lado del teléfono sonreía escuchando la voz de Camila y sin duda reconocía que hablar rápido era una característica de la castaña que delataba su nerviosismo – Muchas gracias por llamar, me sorprendió pero tan bien me dio gusto que lo hicieras – Mencionó Lauren – A mi me dio gusto que contestaras, bueno, te dejo descansar, felicidades nuevamente y que pases una linda noche – Espera, quiero saber cómo te va en la música, tus padres dicen que tienes beca completa en la Julliard – No sé a quién le sorprendió más esa frase, si a Camila al escuchar el interés de Lauren por saber un poco más de ella o a Lauren por que no tenía idea de dónde salió semejante interés por la vida de la latina – Así es, tengo una beca, todo va bien tengo un proyecto que debo entregar en diciembre, aún no lo inicio pero ya vendrá la inspiración - ¿Debes hacer una composición? – Cuestionó Lauren – Sí, tiene que ser completamente de mi autoría, aunque aún no sé qué entregar ya cuando estés en Nueva York te mostraré unos bocetos para que me des tu opinión – Creo que en ese momento Camila no se percató de lo que había hecho, involucrar a Lauren en su proyecto, en sus canciones, afirmando que ella se quedaría en su apartamento y que volvería a su vida después de estar apartadas por largos cuatro años – Me agradaría volver a escucharte cantar, y si, al parecer todo indica que me quedaré en tu apartamento ¿Eso no te molesta? – Preguntó Lauren – No, ya sabes, para eso estamos los... - ¿Los qué? ¿Amigos ¿Ex's? ¿Familia? ¿Conocidos? – Los jóvenes modernos – Terminó la frase Lauren – Sí, eso – Por un momento hubo un pequeño silencio, hasta que Camila optó por terminarlo – Bueno, te dejo, hoy fue un día desgastante para ti y ya me acuerdo que te pones gruñona si te desvelas – El sonido de la risa que despertó este comentario en Lauren hizo que Camila se tocara su estómago debido a las millones de sensaciones que estaba percibiendo en ese momento – Mis gruñidos nadie los olvida – Afirmó Lauren después de reír - ¡Para nada! Ahora si descansa, buenas noches y felicidades otra vez – Dijo Camila – Hasta pronto – Finalizó Lauren.
Al colgar la llamada, Lauren no pudo evitar ocultar su sonrisa y sentir su pecho acelerado, que Camila aún tuviera efectos en ella no le sorprendía, lo que la asombraba era el nivel que tomaban estos efectos en ella, poco a poco esta euforia se fue agotando cuando recordó el motivo de su separación, aquella vez que incluso por amor aceptó alejarse del que pensaba era el amor de su vida, esa persona que la dejó llorando sin parar en aquel lugar sin siquiera mirar hacia atrás o sin hablar después para saber si estaría bien.
La cara de Lauren se tornó seria, aquellos malos recuerdos ahora se apoderaban de su mente – ¿Lauren? – La voz de Clarisse quien también había terminado de hablar con sus padres distrajo de sus pensamientos a la ojiverde quien volteó a ver a su amiga - ¿Qué pasa? – Sin previo aviso, Clarisse tomó la cara de Lauren y conectó sus labios con los de ella, Lauren se separó un poco para poder ver a los ojos a la morena quien con toda seguridad sostuvo la mirada de la ojiverde – Discúlpame, no podía aguantar más sin hacerlo – Sin escuchar lo que decía, Lauren tomó el rostro de Clarisse y continuó el beso, el cual cada vez se volvía más profundo. ¿Qué pasaba por la mente de Lauren en ese momento? Ni ella misma lo sabía, lo único que sabía es que quería que su mente se alejara momentáneamente de lo sucedido y ahí estaba Clarisse, ofreciéndole ese escape, el cual no dejaría pasar.