Dolía verla de esa manera, indecisa y en conflicto consigo misma. Había visto muchas facetas de ella, se atrevía a decir que todas y cada unas. Pero por primera vez, la vio con el rostro afligido, como si realmente no supiera qué hacer para salir de esa situación.
La separación de sus padres fue una sensación aliviante tanto para ella como para su madre. Tener que lidiar con las constantes críticas de un familiar, las palabras de odio hacia sus amigos y bueno, todo en general, debía ser estresante. Tenya apoyo una de sus manos en el hombro tenso de (T/n).
—Sabes bien que no voy a criticar nada de lo que hagas —En la seguridad de su habitación, (T/n) se permitía demostrar el cansancio mental que siente—. Si quieres ser artista, hazlo. Si quieres que Asui-san siga siendo tu amiga, bien —La hizo girar para poder verla mejor, está conteniendo las lágrimas—. Así que no dejes de perseguir tus sueños, (T/n).
La chica se dejó caer sobre el pecho del azabache, aferrándose a su cintura con ambos brazos. Tenya deseo volver a la época donde solo eran unos adolescentes que se preocupaban por mantener notas altas en la secundaria, cuando se quedaban hasta tarde tirados a la sombra de un árbol, hablando de todo y nada.
—Gracias por estar hasta el último momento, Tenya —La oyó murmurar con voz quebrada, habían dado por finalizada la relación cuatro días atrás, pero aún así él permanecía a su lado en los momentos difíciles, como ahora.
Se concentró en abrazarla, brindarle la seguridad y estabilidad que necesitaba.
Es la última vez, se dijo a sí mismo. La última vez que podrá sostenerla de esta manera.
Apretó el volante del auto, los recuerdos lo están persiguiendo de manera espeluznante. Tenya estaba muy seguro que sus sentimientos hacia (T/n) habían disipado, pero no podía evitar el preocuparse cada tanto con ella, después de todo, no volvieron a mantener el contacto muy seguido. Dio un rápido vistazo al reloj de su muñeca, tuvo que pedir un par de días en la Universidad para poder viajar hasta la zona donde se encuentra la artista.
Iba a ser difícil conseguir una placa para un híbrido que en principio, se suponía muerto. Pero puede que su hermano mayor, Tensei, pudiera brindar algo de ayuda ya que trabaja para centros de información de híbridos.
Se concentró en la carretera que se extiende frente suyo, los prados verdes y algunas nubes blancas que danzan sobre el cielo azulado.
Esperaba que todo saliera bien.
Shinsou hizo lo posible para que Parda tomara su medicina lo cual fue bastante difícil. Se vio obligado a hacer maniobras extrañas con tal de que la pequeña píldora pasara por su garganta. Recibió uno que otro arañazo pero nada muy grave, la felina vivió demasiado tiempo en la calle, así que esa clase de cuidados eran extraños, por lo tanto no la culpaba por su reacción.
Taiga después de cerciorarse que su hermana estaría en buen cuidado, marchó de nuevo al Campamento, para tomar por un tiempo el puesto de Parda y liderar hasta que ella estuviera en buen estado.
Ahora mismo, pasaba un cepillo por el pelaje espeso de la gata, perdido en sus pensamientos.
La charla con los híbridos presentes resultó bien, obtuvo la información que quería, sin embargo, el sabor amargo quedó instalado en su boca.
El no podía obtener una placa como los demás.
Para ello, debía estar registrado en el sistema de híbridos, y por lo menos haber sido educado en algún centro hasta los diez años. Lo cual es imposible, ya que desde temprana edad que vive solo.
(T/n) trato de animarlo, confirmando que lo ayudaría a conseguir una a toda costa. Y le creyó, pero el pesimismo seguía allí, intacto y palpitante. Ahora mismo, los demás se encontraban terminando sus trabajos, ya que se marcharían al día siguiente. Así que Shinsou decidió mantenerse distante del grupo y dejar que terminen sus asuntos sin un híbrido felino que intentara tocar cualquier objeto que llame su atención.
Podía oír la música que provenía de la habitación, y cada tanto sus orejas responden a los sonidos, dando pequeñas sacudidas.
Todavía tiene una conversación pendiente con (T/n), lo cual le provoca un estado de ansiedad insoportable.
Lo pensó desde que llegaron a la casa. Y es posible que se arrepienta luego, pero por ahora no puede.
No puede dejar el sitio donde se crio, no puede dejar a Parda, no puede salir de su zona de confort.
No todavía.
Y la reacción de (T/n) lo aterra.
Hecho un suspiro pesado, cada musculo de su cuerpo tenso de solo imaginar la conversación y cómo podría desarrollarse. Parda ronroneo sintiendo el estado del híbrido.
—No dejes que te consuma, Shin —La oyó murmurar y sabe a lo que se refiere.
Hitoshi apoyó una mano sobre su pecho, los dedos hundiéndose en la fábrica de la tela. Dejó la cabeza reposando sobre la pared, dando profundas bocanadas de aire. Los ataques de ansiedad no eran muy recurrentes, solían pasar una vez cada tanto, sobre todo al pasar por situaciones estresantes o que no puede controlar.
Si lo pensaba bien, la situación con (T/n) avanzó tan rápido que no tuvo tiempo a procesarlo de forma correcta. Fue cuando le hizo aquella pregunta que fue consciente de ello.
Respiro; concentró su audición en las pisadas que resonaban en el piso de madera, las voces atenuadas, el sonido de las aves que cantaban afuera y los ronroneos de la gata. Tardó unos cinco minutos en volver a tener la respiración estable, en dejar de sentir esa presión sofocante del pecho.
Cuando era pequeño solía durar muchísimo tiempo más, era horrible.
Ahora de mayor, la sensación seguía siendo igual de horrible que siempre, la diferencia es que lograba controlarlo mejor.
Se incorporó de su lugar, porque necesitaba salir a caminar, respirar algo de aire fresco. Tal vez trepar a la rama mas alta de algun arbol.
Con esto en mente, abrió la ventana de la habitación, saliendo por la misma. A Parda le hubiera gustado seguirlo, mas solo se quedo tumbada en el almohadón, deseando que su pata pudiera sanar rápido. Bostezando, acurruco la cabeza entre las patas delanteras y cerró sus ojos.
Deseando que Shinsou pudiera encontrar su lugar en el mundo.
Y de preferencia, al lado de (T/n).
La artista se quedó mirando su obra durante unos buenos quince minutos, el pincel alzado sin saber de manera precisa que retocar. No le gustaba, no expresaba lo que quería, los colores por lo menos quedaban en perfecta armonía pero sigue sin transmitir lo que necesita para el concurso. Ochako permanecía a su lado junto con Tsuyu, conversando en voz baja.
—Espero que Tenya pueda ayudarlo—Susurro la castaña, jugando con unos frascos de acrilico—. Debe ser horrible que te persigan todo el tiempo.
La híbrida de rana arbórea asintió, sus ojos fijos en las pinceladas de su mejor amiga.
—Aunque Tenya no sonaba muy alegre cuando se lo dije...
Ambas chicas observaron a (T/n), que no les prestaba atención. Ochako sostuvo un pincel limpio entre sus dedos y lo clavó en la zona de sus costillas, causando un respingo en su amiga. Tsuyu apoyó un dedo sobre sus labios, porque Katsuki gruño entre sueños y volvió a acomodarse en los almohadones esparcidos por el suelo.
—Lo siento, ¿dijeron algo? —Bajo el pincel, dejándolo dentro del vaso con agua sucia.
—Queda poco tiempo para tu entrega —Tsuyu la vio tensarse igual que una cuerda—. ¿Aún no tienes nada pensado?
(T/n) bufó resignada, dando un vistazo rápido a la ventana al ver un cabello familiar entre la copa del árbol.
—No...es algo difícil de tratar, por lo menos para mi —Pasó una mano sobre su cabello desordenado, atado en un rodete—. «Vistazo del futuro», no tengo muchas ganas de indagar en ello.
Ochako iba a decir algo, pero pronto cerró su boca, dando una mirada rápida al híbrido de Pomerania.
—¿Nunca imaginaste tu futuro? —Cuestiono la castaña.
—Todo el tiempo —Respondió con una sonrisa leve—. Pero, ¿sabes? El futuro siempre está cambiando, con cada decisión que uno tome. Por eso me es difícil pintarlo, cuando soy consciente que puede que no sea de esa forma. ¿Saben a lo que me refiero, no?
—La persona que hoy está, mañana puede que no —Dijo Tsuyu en voz baja, el comentario llegó a los oídos de Ochako.
—Pero de alguna forma, en algún punto, podría llegar a ser como lo imaginamos —Esbozó su sonrisa característica, contagiando su alegría a las demás—. Tal vez no del todo, sin embargo puede tener tonalidades, matices que se asemejen.
Oyeron la suave risa de Tokoyami detrás de ellas, el joven híbrido estaba cruzado de brazos, interesado en la conversación. (T/n) se había olvidado de la última vez que tuvo una charla así con sus amigos, y se preguntó si Shinsou alguna vez pudo compartir sus más profundos pensamientos con algo que no fuera un felino.
Hizo una mueca, lo mas seguro es que la respuesta fuera un no.
Shinsou dejó la cola colgando, la cual daba pequeños movimientos relajados. Un par de rayos de sol le daban directo en el rostro, enviando cierta sensación de calidez. Hay una expresión, una palabra que su madre utilizaba cuando la luz filtraba por las hojas de los árboles. Entrecerró su mirada violácea, sin recordar con exactitud. Paso mucho tiempo desde que oyó la misma.
Dejó caer los párpados, dispuesto a tomar una siesta allí mismo, disfrutando de la suave brisa primaveral. Pero el sonido de hojas y ramas siendo pisadas lo obligó a levantarlos.
(T/n) miraba en la misma dirección que él, las sombras de las hojas bailando sobre su rostro sonriente. Ambas orejas se levantaron al mismo tiempo que su corazón daba un brinco. Hitoshi disfruta de la belleza que emana de la joven artista, esa calma y admiración que posee hacia todo lo que ve. Como si tratara de pintarlo en sus recuerdos.
Ella alzó la cabeza, entrelazando sus ojos con los de Hitoshi.
—Komorebi —Dijo él de repente, un atisbo de rosado en sus mejillas. Al verla ladear la cabeza, continuo;— Se llama así a la luz que filtra a través de las hojas.
La escucho repetir la palabra de forma delicada, saboreando las letras.
El híbrido bajo del árbol, sus pies descalzos hundiéndose en el césped de un verde vibrante. Analizo su rostro con curiosidad, notando la clara cercanía de ambos. Hay unas diminutas manchas de pintura en la mejilla de (T/n), junto con varios mechones rebeldes que no querían quedarse atados, los cuales contornean su rostro.
—Nunca había oído esa palabra, ¿quien te la enseño?
Algo de viento sacudió el cabello de ambos.
Shinsou alzó una mano, y de forma cuidadosa, escondió esos mechones rebeldes detrás de su oreja. Con un toque tan suave y delicado que le produjo un escalofrío. Vio como las mejillas enrojecieron rápidamente, provocando en él una sensación de orgullo. Su pulgar trazó el borde del pómulo, sintiendo la piel cálida.
Nunca estuvo de manera tan cercana a alguien. Sus oreja derecha dio un breve movimiento, oyendo su respiración irregular.
—¿Estás nerviosa por mi culpa, (T/n)?
La mano de ella hizo contacto con la de Hitoshi, envolviendola.
Paso saliva.
—No.
Shinsou sonrió juguetón, la cola danzando detrás de su espalda.
—Estas mintiendo —Murmuró, los dedos hundiéndose en el cuello y mandíbula de la chica.
Sus ojos entrecerrados y labios carnosos lo motivaron a inclinar la cabeza, de forma lenta porque quería ver su expresión. Antes de siquiera poder rozar sus labios, el sonido de una bocina los dejó congelados en su lugar, rompiendo aquella atmósfera que se había formado entre ambos. Hitoshi tenía cada pelo de su cola erizado, sin embargo, no se alejó ni un solo centímetro de (T/n).
El sonido de la bocina provocó que el grupo saliera de la casa, no pasando desapercibido la cercanía de los dos.
Shinsou bajo su mano, ya que (T/n) había girado el rostro en dirección al auto, se veía algo fastidiada y acalorada.
—Si que llego rápido, kero.
Tenya bajo del mismo, vistiendo una camisa abotonada y pantalones de mezclilla. Las orejas del híbrido felino se hundieron en su espeso cabello cuando cruzo mirada con él, ahogando un siseo. El ojos azules cerró la puerta, sin saber muy bien qué decir. Cuando los vio, su mano enseguida hizo contacto con el centro del volante.
—Maldita sea, otro nerd —Ladro Katsuki, recordando que el cuatro ojos es mejor amigo de Izuku.
Shinsou comenzaba a odiar a este tal Tenya.
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Continuará~
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Después de estar no se cuantos meses sin escribir, he vuelto. Gracias por esperar de forma paciente, por suerte logré aprobar todos mis examenes, solo me queda resolver un par de problemas grupales lol y seré 100% libre.
¿Como han estado? :) Falta muy poco para que finalice el año, así que espero poder terminar esta historia en ese mes y el siguiente.
Tratare de que los últimos capítulos sean ligeramente más largos para poder abarcar mejor la situación y darle un cierre sin dejar cabos sueltos (aunque siempre me queda algo fuera o un detalle pequeño xD)
Veré si logro actualizar alguna historia más, pero de momento me lo tomaré con calma hasta volver a tener el ritmo de actualización de antes que era más o menos seguido.
La canción que les deje arriba me ayudó a escribir el casi beso, si quieren pueden escucharla para entrar en ambiente <3
¡Espero que les haya gustado!
¡Nos vemos la próxima!
♥♥♥