Danganronpa Real Life: Total...

Por RaiderMedina

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Total Despair tendrá la misma temática que los juegos originales de Danganronpa. Total Despair se basará en 1... Más

Prólogo
Episodio 1 - Sea bienvenida una vez más la desesperación.
Episodio 3 - ¡Que comience el juego!
Episodio 4 - El show principal de la desesperación.

Episodio 2 - Sin desesperación no hay esperanza.

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Por RaiderMedina


5 días. 5 días atrapados aquí. 4 de ellos inconscientes. Hace 2 días que la policía se encuentra fuera de la escuela intentando entrar para rescatarnos, pero no encuentran una alternativa. ¿Qué demonios está pasando? ¿Por qué sucede esto? ¿Tan difícil es penetrar una escuela? ¿Qué clase de seguridad usó Oliver para que la policía aún no pudiese entrar a rescatarnos? Esto me intriga. No hay manera que los de dentro salgan ni que los de afuera entren. Oliver ha perdido la cabeza. Estar aquí es insoportable. La situación se ha teñido de un color negro después de lo que Oliver nos mostró. Sobre todo, el llanto desesperado de Selma mientras era abrazada por Kate y Rita. Durante el resto del día, la mayoría no salió de sus habitaciones, algunos lo hacían para ir al baño o comer algo de la cafetería. La situación es grave. Es desesperante.

Me quedé dentro de mi habitación, no salía nada más que para ir al baño. La noche llegó, el anuncio nocturno de Oliver escuche y me acosté para poder dormir. Caí una vez más en un sueño profundo, pero esta vez estaba cansado mentalmente. Mi cabeza no dejaba de darle vueltas a todo este asunto. Sobre todo, lo que Oliver nos había dicho.

El anuncio matutino de Oliver me despertó, el sexto día aquí atrapado comenzaba.

Oliver - ¡Heeeey! Bueno, este es el anuncio matutino. ¡Buenos días! Son las 8 de la mañana, ¡ya es hora que despierten y comiencen a planear su asesinato!

Adam – Maldición...

Lo peor es que, por lo menos, tendré que oír su voz 2 veces al día. Es extraño, cuando estábamos en la escuela no me molestaba oír su voz, al contrario, prefería que él hablara, él siempre decía algo gracioso.

De repente, alguien comenzó a tocar a mi puerta, no tuve de otra que tener que levantarme y abrir. Me llevé una grata sorpresa al ver quién era.

Adam – Ah, hola Margot.

Margot – Hola, amm, Adam, ¿cierto?

Adam – Sí, así es.

Me sorprendió ver a Margot. Pudo haber sido cualquier otra persona, pero no, era Margot, esa chica que nadie de nosotros conoce y que tampoco conoce a nadie.

Margot – Amm, solo vine a decirte que estaremos reunidos en la cafetería.

Adam – ¿A qué se debe?

Margot – Bueno, hablaremos sobre lo que paso ayer.

Adam – ¿Te refieres ah...?

Margot – Creo que sería bueno que lo habláramos, para poder estar más unidos.

Adam – ¿Unidos?

Margot – Amm, te explicaré cuando estés ahí.

Adam – Seguro, bajaré un momento.

Margot se fue y yo cerré la puerta. Ah decir verdad, pareciera como si ella hubiese organizado esa reunión. No me dijo quién la había convocado, de modo que me cambié la ropa y salí de mi habitación para dirigirme a la cafetería.

Cuando llegué a la cafetería todos ya estaban ahí, de hecho, solo había un lugar vació en la mesa grande y larga que la cafetería tenía, así que me senté y a mí derecha se encontraban Mateo y Brice, mientras que a mí izquierda estaban Sergio y Dan.

Adam – Hola a todos.

Sergio – Hola Adam.

Kate – Buenos días.

Rita – Buenos días Adam.

Mateo – Hey. ¿Cómo estás?

Adam – Bien, ¿y ustedes?

Brice – Cansados.

Elías – Casi nadie salió de su habitación durante el día de ayer.

Abril – Es cierto.

Sergio – Bueno, tampoco es que tengan un motivo para salir.

Margot – Pero si para quedarse dentro.

Kendra – ¿Ah? ¿De qué estás hablando?

Killian – Por cierto ¿Quién nos reunió a todos aquí?

Margot – Fui yo.

¡Lo sabía! Sabía que ella había organizado esta reunión. Bueno, era obvio ¿no? Aun así, se lograba percibir cierta impresión en todos nosotros. Al fin de cuentas, se trata de la única persona que nadie conocía antes.

Kendra – ¿Tú?

Margot – Así es.

Elías – Bueno, ¿a qué se debe que nos hayas reunido a todos aquí?

Killian – ¿Y por qué tan temprano?

Margot – Los reuní aquí porque, bueno, es necesario que hablemos de todo lo que pasó ayer.

En ese momento, todos nos volteamos a ver, estaban sorprendidos, excepto yo. Tal parece que no le dijo al resto de lo que hablaríamos en esta pequeña reunión.

Selma – ¿L-Lo que pasó a-ayer?

Kate – Tranquila Selma.

Sergio – ¿Por qué quieres tomar el tema?

Margot – Porque es importante que analicemos nuestra situación.

Mateo – ¿Analizar?

Margot – Me refiero a que no debemos dejar pasar lo que sucedió ayer. Además, podría ser bueno tan bien todo lo que nos dijo.

Rita – ¿Te refieres a lo de la policía?

Haley – ¿De qué sirve que lo hablemos?, ya sabemos que ellos están ahí afuera, en cualquier momento nos sacaran de aquí.

Margot – No es tan simple.

Sergio – No estoy de acuerdo con eso. Ya han pasado 3 días y la policía aún no ha podido sacarnos de aquí.

Tobías – Tal vez les tome un par de días más.

Sergio – Tonterías.

Margot – De acuerdo, la cosa es así. No sé cuánto tiempo más tengamos que esperar, pero, el tiempo que esperemos, debemos pasarlo unidos.

Nuevamente, queda uno de nosotros volteó a ver a los demás.

Dan – ¿Dices que estaría bien quedarnos aquí?

Margot – Mientras nos sacan de aquí, sí.

Brice – No, que estupidez.

Mateo – Yo pienso que deberíamos hacer algo. Sí los policías están intentando hacer algo desde afuera nosotros debemos intentar algo desde adentro.

Abril – Pero eso ya lo intentamos. Durante nuestro primer día estuvimos buscando en todos lados una salida y concluimos en que no existe tal cosa.

Mateo – Tal vez debamos buscar otra vez, buscar cada rincón.

Alicia – Es inútil, revisamos cada centímetro de esta escuela.

Margot – Por lo tanto, al no haber ninguna salida, no podemos escapar y tampoco podemos inventarnos ninguna. Sí la policía no ha podido entrar, nosotros muchos menos podremos salir.

Adam – Margot tiene razón, todos vimos esa transmisión que Oliver nos mostró. Había muchas carpas, varios policías y estaba claro que era la calle que se encuentra fuera de la escuela.

Margot – Así que tendremos que intentar sobrevivir.

Selma – ¿S-Sobrevivir?

Alicia – Amm, no me gusta cómo suena eso.

Elías – ¿A qué te refieres con sobrevivir?

Margot – Bueno, se supone que Oliver quiere que juguemos un asesinato mutuo. Por lo que intentaremos hacer lo contrario a eso.

Killian – Mmm, eso suena interesante.

Margot – Cuando despertamos, Oliver nos habló sobre lo que quería que hagamos, pero, mencionó algo que podríamos voltear.

Kendra – ¿Y qué es?

Margot – Él dijo claramente que yo soy su favorita para ganar porque no conozco a nadie. Él cree que uno puede ganar este juego si desconfía de los demás.

Alicia – ¿Juego?

Abril – Entonces, ¿qué tienes en mente?

Margot – Hacer lo contrario que él quiere que hagamos. Tendremos que confiar unos en los otros, para así, evitar que alguien intente asesinar a alguien.

Una vez más, todos nos volteamos a ver.

Sergio – Así que ese es tu plan.

Margot – Exacto. No importa si tenemos que quedarnos una semana más, un mes, un año, o 3 años para que nos rescaten. Sí hacemos exactamente lo contrario que Oliver quiere que hagamos podremos convivir en paz.

Rita – Bueno, no me parece tan mala idea.

Mateo – Concuerdo, no es muy descabellada.

Brice – Pienso igual.

Kate – Por mi está bien.

Selma – P-Pero, yo creo que, nadie quieres estar ni un segundo más en este lugar.

Elías – Estoy con Selma, la verdad mi importa cada segundo que paso aquí.

Killian – Sí, todos queremos regresar con nuestras familias.

Haley – Han de estar angustiados.

Adam – Si, pero tampoco es que nos estén torturando o lastimando.

Tobías – ¡Nos están obligando a jugar un asesinato mutuo!

Adam – Pero podemos no hacerlo, tal y como dice Margot.

Margot – Así es. Además, Oliver quiere que caigamos en la desesperación, es por eso que nos mostró esa transmisión ayer.

Eso me llamó mucho la atención, es obvio que Margot sabía algo.

Killian – ¿Por qué los policías no llaman al ejército para que nos vengan a sacar de aquí?

Dan – Jajá, eres un idiota. La policía no va a llamar al ejército para que nos saquen de aquí, no es necesario.

Elías – Bueno, no por el momento.

Abril – Yo estoy con Margot, creo que es una buena idea que todos nos conozcamos para que podamos confiar plenamente unos a los otros.

Adam – Oye Margot, ¿Qué habías dicho sobre la desesperación?

Margot – Ah, bueno, Oliver quiere que caigamos en la desesperación, así lo dejó en claro cuando nos mostró lo de la policía. También eso podremos revertir, si logramos establecer una buena confianza entre todos, podremos actuar con una buena esperanza.

Rita – Yo estoy convencida, es justo lo que haremos.

De repente, Sergio se levantó de su asiento y azotó su mano contra la mesa. Todos nos sorprendimos al ver su reacción tan inesperada.

Sergio – Que cosas dices.

Margot – Amm, ¿perdón?

Sergio – ¿Por qué rayos continúas intentando convencernos de que estar aquí no es tan malo?

Margot – Es que, de verdad no lo es tanto si tan solo...

Sergio – ¡No, por el amor de dios, no!

Margot – Entiende que es la única manera.

Rita – Sí Sergio, ¿qué rayos te sucede?

Sergio – ¡Nadie quiere estar aquí! Nadie quiere pasar ni un instante más en este lugar. Nadie quiere matar a nadie y tal parece que esa es la única forma de salir de aquí, así que estamos condenados a que uno de nosotros lo haga sin importar que. ¡Es imposible hacer que todos confíen en todos porque hay quienes queremos salir de aquí de una vez por todas!

Todos escuchábamos las palabras altisonantes que salían de la boca de Sergio. Estaba más que claro que no está de acuerdo con el plan de Margot y refutaba toda su idea.

Sergio – ¡Es una estupidez que nos tengan aquí encerrados, es una estupidez que creamos que todo esto es vida!, ¡nos tienen privados de nuestra libertad!, ¡no hay forma de que alguien quiera seguir estando aquí!

Finalmente Sergio se calló y hubo un silencio de durante 3 segundos.

Margot – ¿Ven? A eso me refiero, eso es lo que justo quiere Oliver que hagamos.

Sergio – ¿Q-Qué? ¿¡Acaso no escuchaste ni una mierda de lo que dije!?

Rita – ¡SERGIO CIERRA TU MALDITA BOCA DE UNA MALDITA VEZ!

Al igual que Sergio, Rita se levantó de golpe de su asiento y azotó ambas manos en la mesa.

Sergio – ¡Qué! ¿De qué estás hablando?

Rita – ¡¡¡Siéntate, ahora!!!

Sergio – ¡P-pero...!

Rita – ¡¡¡Ahora!!!

Tan pronto como se levantó, Sergio se sentó de nuevo en su asiento.

Rita – Ahora sí Margot, puedes continuar.

Margot – Amm, bueno, decía que, lo que acaba de pasar es justo lo que Oliver quiere que pase.

Mateo – ¿Qué nos gritemos unos a los otros?

Margot – Algo así. Más bien, diría que quiere la desesperación en cada uno de nosotros.

Lo volvió a decir. La desesperación. Es increíble que esa palabra me intrigue demasiado, nunca ha sido una palabra que pudiese escuchar cada día. Supongo que las cosas serán así ahora.

Kate – ¿Y cómo luchamos contra eso?

Margot – Sí logramos establecer una fuerte unión entre todos nosotros, si conseguimos establecer una gran confianza, podremos combatir la desesperación con nuestra esperanza.

Rita – Sí, bien dicho.

Margot – Así que, intentemos convivir más, juntos.

Adam – Yo estoy de acuerdo, ¿qué dicen los demás?

Rita – De acuerdo.

Kate – Igual yo.

Selma – Supongo que yo también.

Brice – Y yo.

Mateo – Si, es buena idea.

Abril – Estoy dentro.

Dan – Voy igual.

Adam – ¿Y los demás?

Elías – Mmm, ya que, está bien, voy a intentarlo.

Tobías – Bien, si Elías lo hará yo también.

Killian – Va, le entro.

Alicia – También lo haré.

Haley – Estoy con Alicia.

Kendra – Bueno, si todos lo harán, igual me apunto.

Todos habían aceptado la idea de Margot, pero, aún faltaba una persona.

Rita – ¿Y tú? Sergio.

Sergio tenía la mirada hacia arriba, no estaba de acuerdo, pero sabía muy bien que la mayoría había ganado.

Margot – Sergio. Escucha, entiendo lo que quieres decir. Estoy completamente consiente de que todos queremos salir de aquí, pero no podemos hacer nada. Dejemos que los de afuera hagan su trabajo, ellos saben lo que hay que hacer. Nosotros ya lo intentamos aquí dentro y las opciones se nos han reducido completamente. Es por eso que doy esta idea, para evitar cualquier desastre.

Sergio – Lo sé. Pero, yo solamente quiero salir de aquí.

Margot – Lo haremos, tarde o temprano saldremos, pero, por lo pronto, no nos queda de otra que intentar sobrevivir.

La mesa se quedó en silencio por un momento, hasta que Sergio tomó su decisión.

Sergio – Esta bien, lo voy a intentar.

Rita – Bien.

Dan – Eso es amigo.

Margot – Gracias Sergio. Quiero decirte que estás en lo correcto al decir que nadie quiere pasar ni un segundo más aquí, pero, es lo que hay.

Rita – Sergio. Creó que deberías pedirle una disculpa a Margot por haberle gritado.

Alicia – Jajá, uy, no te vayas a morder la lengua.

Rita – Bueno, Sergio, lamento haberte gritado. Ahora tú discúlpate con Margot.

Margot – Amm, en serio, no es necesa...

Sergio – No, Rita tiene razón. Margot, siento haberte alzado la voz, no estuvo bien.

Margot – Mmm, de acuerdo, acepto tus disculpas. De todos modos, gracias por darnos un claro ejemplo de lo que debemos evitar hacer.

Dan – Jajaja, ¡eso es amigo!

Dan le soltó una palmada a la espalda de Sergio.

Sergio – ¡Ay!

Elías – Bueno ¿ahora qué?

Abril – Sí, ¿cómo comenzamos este plan?

Margot – Bueno, aún es muy temprano, mmm, supongo que podríamos desayunar juntos y conversar un poco.

Rita – ¡Perfectísimo!

Kendra – Sí, muero de hambre.

Haley – Ya somos dos.

Killian – ¿Pero que comemos?

Abril – Oh, yo me ocuparé en eso.

Tobías – ¿Sabes cocinar?

Abril – Amm, pues, sí, bueno, creo que sí.

Tobías – No, ¿alguien más quiere tomar ese cargo?

Abril – ¡Oye!

De repente, todos comenzamos a reír cuando Tobías se burló de Abril. No los conozco, pero han logrado hacerme reír, algo muy difícil de hacer desde que llegamos aquí.

Kate – No te preocupes, yo te ayudo en la comida.

Rita – Yo también.

Selma – También quiero acompañarlas.

Kate – Bien, acompáñanos.

Abril, Kate, Rita y Selma se fueron tranquilamente y sonriendo hacia la cocina. Sonreír, algo que también es muy difícil de hacer.

Mateo – Bueno ¿y qué hacemos nosotros?

Haley – Podrían lavar los platos y traerlos a la mesa.

Elías – Ah, me parece bien.

Killian – Sí, hagámoslo.

Adam – De acuerdo, vamos.

Elías, Killian, Sergio, Dan, Tobías, Mateo, Brice y yo nos dirigimos al lava trastes de la cocina para lavar los platos que íbamos a necesitar.

Luego de unos minutos, terminamos de poner los platos, vasos y cubiertos en la mesa, y unos minutos más, Abril y las demás terminaron el desayuno y lo llevaron a la mesa. Cada quién se sirvió su ración de comida y la conversación entre todos había comenzado.

Elías – Oye Adam, ¿de dónde conoces a Oliver?

Adam – Bueno, estuvimos en el mismo salón de clases durante el primer año, también estuvieron con nosotros Mateo, Brice, Sergio, Haley, Alicia, Kate, Rita y Selma

Elías – Oh, entonces de ahí conoces a Sergio y a las chicas.

Adam – Así es.

Elías – Pero ¿de dónde conoces a Dan?

Adam – Ah, bueno, compartimos deporte en segundo grado, es ahí donde lo conocí, también estaba con nosotros Brice.

Dan – Eso es correcto.

Elías – Mmm, ya veo. Estuvieron en fútbol, ¿no?

Adam – Sí, exacto.

Tobías – Pues mira, yo estaba en la selección de fútbol de la escuela.

Adam – ¿En serio?

Tobías – Claro, ¿verdad Elías?

Elías – Sí, es cierto.

Brice – Yo tenía unos compañeros de segundo grado que también estuvieron en la selección de la escuela.

Tobías – Mmm, sí, creo saber quiénes eran.

Killian – Pff, ustedes y su fútbol.

Adam – Jajá, ¿te molesta?

Sergio – No le molesta, solo cree que el ajedrez es mejor deporte que el fútbol o el béisbol, o el básquet, etc.

Adam – Oh, te gusta el ajedrez.

Killian – ¿Qué si me gusta? ¡Vivo para el ajedrez!

Kendra – Oye Killian, baja la voz.

Killian – Ah, sí, lo siento.

Kendra – Pff...

Brice – ¿Eres bueno en ajedrez?

Killian – Así es, soy el mejor.

Elías – Le encanta alardear sobre que es el mejor.

Tobías – Solo porque también enseña a jugarlo.

Adam – Ah, eso es interesante.

Killian – Por supuesto, yo enseño ajedrez en una escuela para ello cerca de donde vivo.

Adam – Bueno, parece que de verdad eres tan bueno como dices.

Killian – El mejor.

Mateo – Sinceramente, nunca he visto a alguien que juegue tan bien como él al ajedrez.

Adam – Es cierto, tú estabas en ajedrez.

Mateo – Sí, así es. Un día el entró unos minutos a jugar y nos vapuleó a todos.

Killian – Jajá sí, recuerdo ese día, fue épico.

Mateo – A mí me gano en 15 movimientos.

Adam – Vaya...

Killian – Pude haberlo hecho en 10, pero también quería que te entretuvieras.

Adam – Ya veo.

Mateo – Al fin y al cabo, no me importa, no soy muy fan del ajedrez.

Killian – Nadie puede contra mí.

Dan – Ah, pero en el Battle Royale.

Killian – Ah, cierra la boca.

Sergio – Jajajajaja, es cierto.

Dan –Ahí no eres tan bueno.

Killian – ¿Qué? Ustedes se la pasan jugando casi todo el día.

Sergio – Na, nada que ver.

Dan – Ahí si eres malísimo.

Killian – Mateo sabe que ustedes dos se la pasan jugando siempre.

Mateo – Eso es cierto, siempre que me conecto para jugar ustedes dos ya llevan más de una hora jugando.

Sergio – Bueno, cómo sea.

Adam – Ahora, Elías ¿tú de dónde conoces a Oliver?

Elías – Igual que tú. Compartimos salón en segundo año.

Adam – Oh, ya veo.

Elías – Con nosotros estuvo también Killian, Tobías, Sergio, Dan, Rita, Mateo, Selma y Abril.

Adam – Entiendo, pero, veo que hablan mucho con ella igual, pensé que también había estado con ustedes en el mismo grupo.

Elías – ¿Quién? ¿Kendra?

Adam – Sí, ella.

Elías – Bueno, ahora que lo pienso, no lo sé.

Elías estiró su largo brazo hasta el hombre de Kendra para llamarla.

Kendra – ¿Ah? ¿Qué pasa?

Elías – Amm, tenemos una duda.

Kendra – ¿Cuál?

Elías – ¿Cómo conociste a Oliver?

Kendra – Ah, es simple, lo agregué a mis redes sociales, comenzamos a hablar y luego nos veíamos en persona.

Adam – Nunca congeniaron en algún salón o grupo.

Kendra – No, para nada.

Elías – ¿Ni siquiera en los cursos de recuperación?

Kendra – Ni en eso. Digamos que, de cierta forma teníamos mucha confianza entre nosotros, hablábamos muy seguido.

Elías – Mmm, entiendo.

Kendra – ¿Es todo?

Elías – Sí, claro.

Kendra – Bien.

Kendra giró su cuerpo de nuevo para continuar hablando con las chicas.

Adam – Bueno, eso resuelve una duda. Ahora, sabemos que Oliver compartió salón y grupo con Sergio, Dan, Abril, Kate, Rita, Haley, Alicia, Selma, Tobías, Mateo, Killian, Brice, contigo y conmigo durante sus dos años en esta escuela.

Elías – Sí y a Kendra digamos que la conoció en las redes sociales, pero hablaba con ella en persona.

Adam – Exacto.

Elías – Pero...

Elías dirigió su mirada hacia esa persona que hacía falta. Margot Nielsen.

Elías - ...Falta ella.

Sergio – Es cierto, no sabemos cómo es que Margot conoce a Oliver.

Adam – Lo más curioso es que nadie de nosotros la conocía antes.

Mateo – En eso tienes razón.

Margot Nielsen. La persona que nadie conocía cuando llegamos aquí. Era una extraña para todos nosotros y éramos unos extraños para ella. Sin embargo, aunque Oliver le sugirió no confiar en nadie, ella ha decidido hacer todo lo contrario, ha decidido confiar en todos y, a la vez, que todos tengamos una confianza mutua. Ella ha hecho que sonreír y reír sea posible una vez más.

Adam – ¡Hey, Margot!

Margot – ¿Ah? ¿Sí?

Adam – Una pregunta ¿cómo es que conoces a Oliver?

Margot – Amm, bueno, justo eso me preguntaban ellas.

Kate – Sí, así es.

Abril – Ahora dinos Margot ¿cómo lo conociste?

Margot – Bueno, no es muy complicado. Una vez, me regresaba a mi casa con una amiga, íbamos a tomar el autobús y él estaba en ese mismo lugar esperando a que el autobús llegara. En ese momento yo no lo conocía a él, pero mi amiga sí. Ella nos presentó y luego de unos minutos el autobús llegó. Los 3 nos subimos, pero el autobús venía bastante lleno, así que tuvimos que sentarnos en lugares distintos. Mi amiga y yo nos sentamos juntas y Oliver se sentó en otro lugar, después de unos minutos, Oliver le pidió a ella que cambiaran de lugar y, sin pensarlo dos veces, ella accedió y Oliver se sentó junto a mí. Estuvimos platicando durante el resto del trayecto del autobús. Cuando llegamos a la parada final, nos bajamos los 3, pero él tenía que tomar un camino diferente. Al día siguiente nos volveríamos a ver, en ese entonces, estábamos en cursos de recuperación, pero nunca estuvimos en ningún grupo juntos. A veces hablábamos, no lo hacíamos mucho, pues él se encontraba en el turno de la mañana o yo en el de la tarde.

Kate – Yo creo que le gustabas.

Alicia – Jajá, pienso igual.

Rita – Un momento.

Margot – ¿Sí?

Rita – Creo que, en verdad, te conozco.

Margot – ¿E-En serio?

Rita – Sí, amm, pero ¿cómo te conozco?

Killian – Jajá, ¿cómo va a saber ella eso?

Rita – ¡Oh, sí, ya recuerdo!

Margot – ¿Eh?

Rita – Tu amiga, de casualidad, ¿se llamaba Casandra?

Margot – Sí, exacto.

Rita – ¡Bingo!

Margot – Pero ¿eso que tiene que ver?

Rita – Bueno, resulta que Casandra es amiga mía y, una vez, cuando había culminado la carrera de 5 kilómetros que la escuela organiza cada año, Oliver se topó con nosotras dos cuando él se estaba yendo.

Margot – Sigo sin entender.

Kate – Yo tampoco.

Dan – ¿De qué están hablando?

Rita – Digo que, ese día, nos dijo a nosotras dos que le gustaba una chica llamada Margot. Claro, Casandra sabía de quién hablaba, yo no, pero aun así, se me quedó grabado ese nombre.

Margot – Entonces, no era broma lo que me dijo.

Elías – ¿Qué? ¿Qué te dijo?

Margot – Amm, ayer, cuando Oliver nos mostró lo de la policía, todos ustedes se fueron a apoyar a Selma, Kate y Rita.

Kate – ¿Qué hay con eso?

Margot – Bueno, yo no me moví de ahí y Oliver me dijo algo acerca sobre que le gustaba.

Recuerdo

Oliver – Vaya, sí que has cambiado mucho. Debo admitir que ya no eres esa chica que me gustaba en segundo grado.

Margot – Guárdate tus comentarios, como dije, no pienso jugar este juego, por lo menos, no de la manera en la que quieres que juguemos.

Presente

Margot – Yo creí que lo decía solo por decir, ahora veo que hablaba en serio.

Rita – Sí, si eres esa Margot de la que él había hablado, significa que él sentía algo por ti cuando estaba en la escuela.

Adam – Pero ¿eso que tiene de relevancia?

Rita – Supongo que podría ser la razón por la que Oliver la secuestro.

Mateo – Na, no tiene sentido.

Sergio – Mmm, si le gustaba, ¿por qué la traería a un lugar en donde es muy probable que ella muera?

Margot – Porque cree que puedo ganar.

La mesa se quedó en silencio por unos segundos, hasta que la voz de Margot se volvió a escuchar.

Margot – Él mismo lo ha dicho, soy su favorita y el piensa que sola puedo ganar este juego.

Haley – El asesinato mutuo.

Selma – Hum, no me gustan esas palabras.

Kate – Tranquila, tranquila.

Adam – Margot tiene razón, él ha confesado desde un principio que ella es su favorita para salir viva de esto.

Sergio – Aun así, ¿por qué la traería a un juego donde tiene probabilidades de morir?

Margot – De hecho, deberíamos preguntarnos por qué nosotros.

Brice – ¿Cómo dices?

Margot – Digo, ¿por qué Oliver nos escogió a nosotros?

Kendra – Amm, tal vez éramos sus únicos amigos.

Adam – No, eso no tendría sentido. Oliver conocía muchas personas de la escuela, pudieron haber sido quién sea de todas las que conocía.

Abril – ¿Y sí escogió a personas con las que compartió salón y grupo?

Adam – No, tampoco, Kendra y Margot nunca estuvieron con Oliver en ningún grupo, ni en primer año ni en segundo, ni siquiera en los cursos de recuperación.

Alicia – Pudo haberlo hecho al azar.

Adam – Yo descartaría eso, ya que hay muchos de nosotros que coincidimos en amistades. Si lo hubiera hecho al azar, era muy probable que nadie conociera a nadie.

Tobías – Eso tiene sentido.

Margot – Supongo que no lo sabremos hasta que salgamos de aquí.

Killian – Sí, dejémonos de preguntas sin una posible respuesta.

Kendra – Mejor terminemos de comer.

Abril – Sí, lo hicimos con mucho cariño, ¿verdad?

Kate – Jajá, así es.

Selma – Nos quedó delicioso.

Sergio – Bueno, no es que hacer unos huevos revueltos tenga demasiada ciencia.

Abril – Oh maldición ¡solo cómelo!

Elías – Jajajajaja.

Haley – Jajá.

Dan – Creo que deberías de dejar de hablar.

Alicia – Jajaja.

Adam – Jajaja.

Margot – Jajá.

Una vez más habíamos comenzado a reír. Continuamos con nuestro desayuno grupal. Era extraño, parecíamos una familia. Una familia que intentara luchar contra la desesperación haciendo que todos confíen en todos. Todo eso lo lograremos gracias a Margot, quién ha decidido en confiar en todos antes que nadie.

Finalmente, después de un intercambio de palabras y de momentos graciosos todos terminamos de comer y nos dirigimos hacia nuestras habitaciones, pero todos volveríamos a salir para realizar diferentes actividades que nos distraigan por un buen rato.

Yo, mientras tanto, intentaba platicar con todos, intentaba encontrar un buen momento para enlazar alguna plática con alguien. Aun no conocía bien a todos, aunque ya conocía un poco más a Elías, Killian, Tobías, Sergio y Dan.

De pronto, logré tener la oportunidad de hablar con Alicia y Haley. Ellas estuvieron conmigo en primer año, pero no hablaba mucho con ellas, ahora, es una buena oportunidad de conocerlas mejor, ya que estaremos en este lugar por un buen tiempo.

Alicia – Es increíble que hayas podido evitar reprobar alguna asignatura durante tu segundo año.

Haley – Que yo recuerde, durante primer año, reprobaste casi las mismas asignaturas que Maite.

Adam – Sí, así es, pero logré recuperarme en segundo año, diría que fue gracias a que no estuve con nadie del primer grupo en segundo año, de esa manera, pude conocer gente que era muy inteligente y trabajadora.

Alicia – Ay, eso no es cierto. Haley y yo estuvimos en el mismo grupo en segundo año y tampoco reprobamos ninguna.

Haley – Jajá, eso es cierto.

Oliver – Bueno, Oliver estuvo con siete compañeros de nuestro primer grupo y no le fue muy bien.

Haley – Mmm, la verdad ya no me importa saber nada más de él. Por su culpa estamos aquí metidos.

Alicia – Si y lograremos salir de aquí todos juntos.

Adam – Sí, esa es la idea.

Estábamos caminando alrededor de la escuela mientras platicábamos y la plática iba de maravilla.

Alicia – Por cierto Adam, ¿cómo te va con Maite?

Adam – Bueno, nos va como siempre, nada ha cambiado.

Haley – Increíble que hayan podido estar juntos durante los 3 años de preparatoria.

Adam – Sí, es fantástico.

Maite es mi novia, con la cuál he estado durante 3 años, es una novia increíble. Espero que ella esté bien ahí afuera.

Alicia – ¿No te sientes preocupado por ella?

Adam – A decir verdad, no tanto, de hecho, creo que ella se siente preocupada, nos vemos casi a diario y ya ha pasado una semana desde la última vez que la vi.

Haley – ¿La extrañas?

Adam – Maldición, sí, la extraño muchísimo, es la principal razón por la que quiero salir de aquí lo antes posible. Sin embargo, no sabemos cuánto tiempo estaremos aquí atrapados y sé que ella está preocupada por mí, porque, entre los dos, el único que corre peligro soy yo. No me siento tan preocupado por ella porque sé que ahí afuera está sana y salva.

Alicia – Que lindo, de verdad.

Adam – Sí, lo sé, soy un maldito cursi.

Haley – Jajá.

Alicia – Jajá, ya lo creo.

Adam – Pero oigan, díganme ustedes que pensaban hacer después de la preparatoria.

Alicia – Bueno, yo ya tenía mi negocio de galletas.

Adam – Oh, pero estando aquí ¿cómo lo administraras?

Alicia – No hay problema, mi madre es quién me ayuda, supongo que ella será quién haga y venda las galletas mientras yo me encuentro atrapada aquí.

Adam – Ya veo. ¿Y tú? Haley.

Haley – Se supone que entraría a una escuela de fotografía, ya estaba todo listo para que comenzara a ir, pero ahora creo que tendré que esperar un buen tiempo.

Adam – Entiendo.

Supongo que ahora conozco un poco más a Alicia y Haley. Cuando estuve en primer año con ellas nunca establecí una plática con alguna. Pero ahora debemos ser más unidos que nunca y eso implica conocer mejor a todos.

Ahora estuve hablando con Abril, a ella no la conozco para nada, pero parece que se lleva muy bien con Rita, Sergio y Dan. Ella se encontraba en la cocina, estaba preparando algo, no sé lo que era, pero, según ella, era el almuerzo.

Adam – Mmm, huele bien.

Abril – Oh, ¡gracias!

Adam – Parece que te gusta mucho la cocina.

Abril – Amm, no del todo, por donde yo vivo, casi todos sabemos cocinar. Sin embargo, prefiero más el folklore.

Adam – Ah, bailas.

Abril – Así es. Casi todos los fines de semana bailo. Me gusta mucho bailar.

Adam – Jajá, es bastante claro.

Abril – Oye, tú eras el mejor amigo de Oliver, ¿verdad?

Adam – Aún lo sigo siendo.

Abril – ¿De verdad? ¿Después de haberte metido aquí a la fuerza?

Adam – Sinceramente, no conozco sus motivos por habernos metido aquí, pero debe tener una razón y, si te soy franco, no creo que Oliver haya hecho todo esto.

Abril – ¿De verdad lo crees?

Adam – Conozco muy bien a mi mejor amigo, estoy seguro que él no organizo todo esto. Y si lo hizo, no lo hizo solo, de eso estoy muy seguro.

Abril – Bueno, hasta que yo no vea a una segunda persona involucrada además de él en este lugar, para mí ya no será mi compañero.

Adam – Te entiendo.

Abril – Es increíble, de cierta forma, él confiaba mucho en mí, de hecho, fui la primera persona a la que le dijo que lo habían sacado de la escuela.

Adam – ¿En serio?

Abril – Sí.

Adam – A mí no me dijo nada, de hecho, tuvimos que descubrir que el ya no estaba más en la escuela. Luego de 2 semanas de haber iniciado el tercer año le pregunte por mensaje donde había estado y me dijo que lo habían expulsado de la escuela. Ese mismo día me dijo que no nos había dicho nada porque quería que nosotros lo descubriéramos.

Abril – Vaya, parece que quería mantenerlo en secreto.

Adam – Sí algo así. De acuerdo, te dejaré para que puedas continuar con eso.

Abril – Ah, claro, nos vemos en un rato.

Adam – Sí.

Salí de la cocina y me dirigí hacia el comedor. Ahí se encontraba Kendra, me acerqué a la mesa y me senté a lado de ella. A Kendra no la conocía para nada, así que tome esta oportunidad para saber sobre ella.

Adam – Hola, Kendra.

Kendra – Hum, ¿qué necesitas?

Vaya, la primera impresión no es buena.

Adam – Amm, solo quería pasar a saludar.

Kendra – Ah, pues, hola.

Adam – Bueno, quisiera platicar contigo.

Kendra – ¿Para qué?

Adam – Pues, para que nos conozcamos mejor.

Kendra – ¿Acaso te gusto?

Adam – ¿Ah? ¿Qué? No, para nada, quería conocerte un poco más, pues de ti no sé casi nada.

Kendra – Ah, ya veo.

Adam – Pff. Bueno, dime ¿qué pensabas hacer después de la preparatoria?

Kendra – Amm, ya había quedado en la facultad de medicina.

Adam – Oh, interesante.

Kendra – Ahora, por el imbécil de Oliver es seguro que no pueda realizar mi inscripción.

Adam – Es cierto, aún falta que te inscribas.

Kendra – Pero, me preocupa que no pueda conectarme a mis redes sociales.

Ya iba bien, hasta que mencionó eso. Es impresionante como es que una persona se preocupe más por revisar sus redes sociales que por lo que vaya a pasar por su lugar que podría quedar vacío en la facultad en la que logró ser aceptada.

Adam – Jajá, creo que eso es lo de menos.

Kendra – No sé qué rayos está pasando ahí afuera en el mundo. Me intriga. Intenté usar las computadoras de la biblioteca, pero ninguna tiene acceso a internet.

Vaya... Sí que está muy interesada por las cosas que pasan afuera. Por lo menos, no se le ve preocupada por estar aquí atrapada. Supongo que eso es bueno.

Adam – Jajá, de acuerdo. Me voy yendo, nos vemos luego.

Kendra – Amm, sí, claro, adiós.

Pasó el resto del día. Comimos juntos, cenamos juntos y todo iba de maravilla. Al final de día ya conocía mejor a Elías, Killian, Tobías, Dan, Sergio, Alicia, Haley, Abril y Kendra. No me hacía mucha falta conocer más a Kate, Selma, Mateo, Rita y Brice, pues son a los que más conocía de todos.

Finalmente llegó el final del día y todos nos fuimos a dormir a nuestras habitaciones una vez después de haber oído el anuncio nocturno de Oliver.

Oliver – ¡Heeeey! Bueno, este es el anuncio nocturno. ¡Buenas noches! Son las 10 de la noche ya, si tienen pensado dormir ahora será mejor que cierren con seguro sus habitaciones, no vaya ser que alguien ya esté pensando en matarlos. ¡Descansen, hasta mañana! Si despiertan.

El anuncio de Oliver retumbaba por toda la habitación, tanto el nocturno como el matutino. Sus anuncios eran con tanto entusiasmo que pareciera que disfruta todo esto. Pero, ¿qué cosas digo? ¡Claro que disfruta todo esto! Sin embargo, aún no ha ocurrido lo que él espera. Estamos dispuestos a que nada de lo que él quiera pase.

Oliver – ¡Heeeey! Bueno, este es el anuncio matutino. ¡Buenos días! Son las 8 de la mañana, ¡ya es hora que despierten y comiencen a planear su asesinato!

Desde que estoy aquí, no había podido dormir tranquilamente. Pero, Margot ha logrado tranquilizarnos a todos y, desde que llegamos, es la primera vez que puedo dormir muy tranquilo.

Ahora que estamos completamente descansados, todos nos dirigimos a la cafetería para poder desayunar juntos.

Adam – Buenos días.

Kate – Buenos días Adam.

Rita – Buenos días Adamsito.

Mateo – Buen día.

Elías – Buenos días.

Abril – ¡Buenos días!

Killian – Pff, que escandalosa.

No estaban todos, pero en poco en poco comenzaron a llegar los demás. Cuando todos ya estábamos reunidos comenzamos a comer. Luego de varios minutos terminamos de comer, cada quién llevó su plato al lavabo y nos volvimos a reunir en la mesa para conversar sobre lo que teníamos planeado hacer durante el día de hoy.

Dan – Yo tenía pensado jugar fútbol, pero la entrada al campo está en la ex facultad de biología y no podemos pasar.

Sergio – Sinceramente, no hay mucho que podamos hacer.

Elías – Además, ¿de dónde pensabas sacar el balón?

Dan – Pues, del Ring.

El "ring" es un pequeño cuarto que se encuentra a un lado de la cafetería. Ahí se guardan algunos materiales deportivos como balones, pelotas y raquetas de tenis, pelotas y bates de béisbol, balones de básquet y voleibol, redes, sogas y otras cosas.

Elías – Tampoco se puede entrar al ring.

Dan – ¿Qué? ¿En serio?

Elías – Sí, en serio.

No tengo ni la más mínima idea del porque le llaman "ring". Mayormente, los del consejo estudiantil entraban ahí, también funcionaba como un lugar para sentarse y platicar, pero solo los del consejo tenían llaves de ese lugar. Y sí, los del consejo le pusieron el nombre de "ring" a ese pequeño cuarto.

Dan – Maldición, de verdad que no tengo nada que hacer.

Killian – Yo quisiera jugar una partida de ajedrez ahora mismo.

Kate – Supongo que deberíamos distraernos con alguna otra cosa.

Margot – Así es, deben tener toda su mente despejada.

Abril – Bueno, yo por lo menos me distraigo en la cocina.

Tobías – Es cierto, pasas mucho tiempo en la cocina.

Abril – Así es.

Haley – Yo quisiera poder escuchar música.

Alicia – Uy, sí, extraño la música.

Kendra – Uff, es cierto, había olvidado por completo la música.

Mateo – Hasta el momento, no hemos encontrado ningún dispositivo electrónico.

Selma – Yo estaba viendo una serie antes de llegar aquí, quisiera poder seguir viéndola.

Brice – Yo quisiera ver el fútbol.

Adam – Estoy contigo.

Sergio – Yo quisiera jugar Battle Royale.

Margot – ¡Ya basta!

Margot se levantó de su asiento, lanzó un fuerte grito y toda la mesa se quedó en un profundo silencio. Estábamos sorprendidos y no entendíamos porque ella había gritado de esa manera.

Rita – ¿Ah? ¿Qué sucede?

Margot – Se están dejando absorber por el deseo. Todos quieren algo, todos quieren hacer algo.

Dan – Pues, es la verdad.

Margot – Hagan algo, pero que se pueda hacer aquí dentro. Si siguen con "deseo" la desesperación los consumirá.

Tobías – No entiendo.

Kate – Creo que yo sí.

Margot – Quiero decir que, todos desean hacer algo y si siguen deseándola van a pisar fondo e intentaran hacer algo desesperado para poder salir de aquí.

Elías – Mmm, comprendo.

Sergio – Sí, yo igual.

Killian – Entonces ¿no puedo jugar ajedrez?

Margot – No mientras no tengas un tablero y fichas en este lugar con cuales jugar.

Adam – Tienes razón, debemos evitar cualquier deseo.

Rita – Estoy de acuerdo.

Abril – Igual.

Haley – De acuerdo.

Alicia – Está bien.

Margot – Bien.

Margot se volvió a sentar y, de repente, el monitor que estaba cerca del comedor se encendió y lo vimos una vez más. Durante el día de ayer, no se apareció en ningún momento, pero hoy sí.

Oliver – ¡Heeeey! ¿Cómo están? Espero que muy bien. Bueno, a lo que voy, necesito que todos se reúnan de inmediato en el gimnasio. Tengo algo importante que mostrarles a todos ustedes. Los espero, no tarden, muévanse, muévanse.

El monitor de apagó y todos nos volteamos a ver unos a los otros.

Mateo – ¿Ahora qué?

Haley – Supongo que deberíamos ir.

Selma – No, no quiero volver a verlo.

Kate – Oh, tranquila Selma.

Selma – La última vez que nos citó algo muy aterrador nos reveló.

Sergio – Estoy de acuerdo, ¿qué querrá mostrarnos ahora?

Adam – Supongo que eso no lo sabremos hasta que todos estemos ahí.

Margot – Esta es la única manera en la que podemos seguir su juego. Si no lo obedecemos y rompemos sus reglas, nos ejecutará.

Alicia – Sí, eso lo dejó muy en claro.

Kendra – Entonces vamos, no quiero que me ejecuten en un comedor.

Elías – Bien, vayamos al gimnasio.

Todos agarramos iniciativa y nos dirigimos al gimnasio. Llegamos lo antes posible, estábamos algo nerviosos, pues Selma estaba en lo cierto, cuando Oliver nos citó aquí la última vez todo salió muy mal. Sin embargo, no era momento para tener miedo, todos estamos aferrados al plan que Margot nos ofreció y el cual estamos dispuestos a seguir hasta el día que salgamos de aquí.

Llegamos al gimnasio, pero Oliver no había aparecido aún. Claro ha de estarse tomando su tiempo.

Rita – ¿Ah? No ha llegado.

Abril – Creí que ya estaría aquí.

Tobías – Yo igual.

Brice – Además de que nos apresura ¿también nos hace esperar?

Mateo – Jajá.

Adam – Supongo que nos tiene algo preparado.

Margot – Puedes apostar por ello.

Kendra – Mmm, odio esperar.

Elías – Tú odias casi todo.

Kendra – Tch...

Selma – Sigo creyendo que todo esto va a terminar mal.

Alicia – Yo igual, no quiero que pase lo mismo que la última vez.

Haley – Si continuamos con el plan de Margot no nos pasará nada.

Margot – Así es, solamente no se dejen absorber por las palabras de Oliver.

Sergio – Es un idiota, simplemente no le hagan caso.

Dan – Sí, está bien loco.

Killian – No lo sé, pero yo me sigo aburriendo.

Elías – Jajaja.

Oliver – ¡Heeeey!

De repente, finalmente Oliver apareció. Lo hizo como siempre, se apareció de la nada detrás del escenario en el gimnasio y por fin había llegado.

Oliver – ¡Qué bueno poder verlos a todos juntos!

Tobías – Muy bien, ahora ¿Qué quieres?

Kendra – Sí, queremos que esto sea rápido.

Oliver – Sí, sí, entiendo.

Adam – De acuerdo Oliver, ya estamos todos aquí, ¿qué es lo que nos tienes que mostrar?

Oliver – Buena pregunta. Digamos que no es nada malo.

Selma – ¡Mientes! No hay nada bueno que nos puedas mostrar.

Oliver – No, Selma, tranquila, te juro que esto es una motivación.

Selma – No confío en ti.

Oliver – Mmm, no importa, de todos modos...nunca lo has hecho.

Selma - ...

Oliver – Lo que estoy a punto de mostrarles es una motivación para que ustedes salgan de aquí. Todo esto es debido a la situación que ocurrió ayer.

Kate – ¿Qué? ¿Cuál situación?

Oliver – Bueno, la situación sobre su idea de sobrevivir en este lugar.

Brice – ¿Y qué?

Oliver – En realidad, me intriga mucho que ustedes quieran contraatacar a la desesperación con esperanza.

Margot – Oh maldición, la cámara.

Sergio – ¿Ah?

Margot – En la cafetería ay una cámara, cada monitor de este lugar tiene cerca una cámara.

Oliver – Así es, como les había dicho antes, se graba todo lo que ustedes hacen, cada lugar está siendo grabado las 24 horas. Excepto los vestidores, ahí no hay cámaras y solo se encuentra un micrófono, pero eso ya deberían saberlo.

Margot – Se me había olvidado.

Adam – Esta bien, no pasa nada, no importa que lo sepa.

Oliver – Jajá, sí, no importa que sepa que ustedes intentaran confiar unos en los otros, sin importar que eso les tome 10 o 20 años. Sin embargo, eso sería algo aburrido, ¿no?

Haley – Será mejor que vayas directo al grano.

Oliver – Esta bien, la cosa es así...si ustedes piensan contraatacar a la desesperación con esperanza, pues, yo, ¡duplicaré la ofensiva!

Killian – ¿Ah?

Alicia – No entiendo cosas de fútbol.

Oliver – Me refiero a que tendré que alimentar más la desesperación para que ustedes no puedan luchar contra ella.

Adam – Ya está decidido lo que haremos, ¿cómo piensas hacer eso?

Oliver – Muy bien, déjame enseñarte.

Oliver elevó su brazo derecho y chasqueó los dedos. De repente, el monitor gigante de aquella vez volvió a aparecer.

Kate – Oh, ese esa televisión enorme de nuevo.

Oliver – De acuerdo, ahora les mostraré la motivación que deben tener para salir de aquí lo antes posible.

Nuevamente chasqueó los dedos y la pantalla se iluminó, hasta que apareció una frase. "Motivos por las cuales deben salir de este lugar".

Elías – ¿Ah? ¿Qué significa?

Oliver – ¿Qué no es obvio? Son sus motivaciones. En estas dispositivas les mostraré personas y cosas que son importantes para ustedes y las cuales estoy seguro que extrañan demasiado.

Margot – Nada de eso funcionará.

Oliver – Ya veremos, así que, ¡comencemos! La primera persona es Adam West.

Adam – ¿Yo?

Oliver – Debo mencionar que a todos ustedes les mostraré sus familias, pero es solamente para ponerle un pisca más de desesperación a todo esto.

Oliver estaba a punto de mostrarnos a aquellas personas y cosas que extrañamos demasiado. Solo espero que no logre afectar a nadie.

Oliver – De acuerdo, Adam, tu familia, estoy seguro que todos te extrañan y sé que los amas demasiado. Pero, sé muy bien que amas igual o incluso más a una persona que ni siquiera es de tu familia.

Adam – No te atrevas a decir su nombre.

Oliver – ¡Tu novia Maite!

Adam – Maldito seas.

Oliver – Sé que la extrañas tanto, así que ella es tu principal motivo por el cual deberías salir de aquí.

Adam – Maldito, si te atreves hacerle algo, yo mismo te arrancaré la cabeza.

Oliver – Wow, tranquilo. Escuchen, ninguna de las personas que sean mencionadas serán lastimadas en ningún momento. Solamente se las enseño para que ustedes recuerden porque deben salir de este lugar.

Adam – Espero que cumplas con tu palabra.

Oliver – Sí, sí, como sea. Ahora pasemos con 3 personas. Kate Miller, Margot Nielsen y Kendra Jackson.

Margot – Muy bien, puedo con esto.

Kate – Yo también.

Kendra – Yo... no lo sé.

Oliver – A ustedes 3 las une que estuvieron en el turno vespertino y, por ciertas asignaturas, entraron a la facultad de medicina. Sin embargo, si en un par de semanas, ustedes no hacen valida su inscripción, su lugar quedará vacío y perderán la oportunidad de seguir estudiando.

Kate – Mierda...

Margot – Aunque tienes razón, saldremos de aquí, sin importar el tiempo que nos lleve.

Oliver – Además, creo que Kendra extraña mucho el internet y conectarse a sus redes sociales.

Kendra – Pff, eso es meramente cierto.

Sergio – ¿Hablas en serio?

Oliver – Prosigamos, ahora, Tobías Dankworth. Sé muy bien lo tanto que amas el futbol, así como sé que amas tanto el equipo del lugar por donde vives, el mismo equipo en el que jugas.

Tobías – Tch...

Oliver – Pero, más que nada, extrañas poder patear el balón, conozco muy bien tu pasión por el fútbol y sé que harías cualquier cosa para salir de aquí y regresar con ellos a jugar una vez más.

Tobías – Jodete, de verdad, jodete.

Oliver – Ahora, Elías. Primero, tu familia, como todos, al igual que Margot, Kate y Kendra, tu entraste a la facultad de ingeniería, así que, si no validas tu inscripción, adiós oportunidad.

Elías – Mmm, eso no me preocupa, la verdad.

Oliver – ¡Sabía que dirías eso!

Elías – ¿Ah?

Oliver – Retrocedamos a la foto de tu familia. Bien, en esta foto, hay 3 personas que amas más que tus propios estudios.

Elías – No, maldito.

Oliver – Creo que sabes muy bien de quién estamos hablando.

Oliver pasó las diapositivas y llegó a la misma foto, pero había 3 personas seleccionadas con un círculo rojo.

Elías – ¡No!

Oliver – Tus 3 hermanas son lo que más adoras, de hecho, cuidas mucho de ellas, las proteges tanto que pareces más su guardaespaldas que su propio hermano.

Elías – ¡No te atrevas hacerles daño!

Oliver – Por el amor de dios, ya he dicho, que no le haré nada a nadie. Pero, parece que te he dado justo en un nervio. Jajajajaja.

Abril – Esta bien Elías, solo déjalo.

Oliver – Ahora, Abril Evans.

Abril – ¿Uh?

Oliver – Contigo es bastante sencillo. Al igual que Tobías, sientes una gran pasión, pero en tu caso, es por la danza. Sé muy bien que tanto amas bailar cada fin de semana. Casi siempre que hablábamos mencionabas alguna de tus presentaciones. No existe alguna otra cosa que ames más que bailar.

Abril – Bueno...En eso tienes razón.

Oliver – Jajajajaja, que divertido. Continúo con Killian.

Killian – Venga, no podrás deprimirme.

Oliver – Jajá. De acuerdo, Killian Shaw, reconozco que eres un gran jugador de ajedrez.

Killian – ¡El mejor!

Oliver – Sí, sí. Pero, no solamente juegas, también enseñas a otros a jugar y no hay mejor cosa que disfrutes que jugar y enseñar ajedrez.

Killian – Mmm...

Oliver – Oh, se me olvidaba, tu novia también se encuentra ahí afuera esperándote.

Killian – ¿Ah? ¿Qué?

Oliver – Jajá, solo para que lo tengas en cuenta.

Killian - ...

Oliver – Ahora, Selma Jones. Querida Selma, tú no eras muy social, así que he decidido en mostrarte a tu familia como motivación.

Selma – ¿Mi familia?

Oliver – Así es. Tu familia que te ama demasiado y tú los amas con todo tu corazón. Ellos saben muy bien que tienes un futuro comprometedor porque eres muy inteligente. Sería una lástima que te quedaras atrapada aquí para siempre.

Selma – ¡Ya basta, cállate!

Oliver – Jajajajaja. Ahora, Mateo Sallow y Brice Kendrick. Ustedes extrañan mucho algo en común. Brice, sé que extrañas mucho ver los partidos de nuestro equipo favorito, "Los Arqueros". Mientras que Mateo, como no tiene ningún equipo nacional favorito, extraña más ver a su equipo alemán favorito, al cual sigue desde que era más pequeño.

Mateo – Sinceramente, no puedo decir que esté equivocado.

Brice – Yo igual, pero debemos ser fuertes.

Mateo – Sí.

Oliver – Pude haber puesto a Adam también, ya que él igual le va a "Los Arqueros", pero quería que estuviera separado, pues es mi mejor amigo.

Adam – Solo termina con esto de una buena vez.

Oliver – Muy bien, prosigo. Rita Callum y Haley Nolan. A ustedes 2 las una algo muy en común. Sé muy bien que a Rita le encanta hacer sesiones de fotos y que a Haley le encanta salir todos los días a tomar las mejores fotos.

Rita – No puedo creer que lo sepa todo.

Haley – Supongo que nosotras mismas se lo dijimos hace tiempo.

Oliver – Sí y no se me ha olvidado. Digamos que esos son sus principales pasatiempos, pues es claro que tienen otros.

Haley – Púdrete.

Oliver – Jajá. Ahora, Alicia West. Alicia, sé muy bien que extrañas tu negocio de galletas, amas y adoras mucho cocinar y vender galletas. Recuerdo muy bien cuando las vendías en la escuela, siempre tenías una sonrisa en el rostro cada vez que alguien te compraba alguna.

Alicia – Pff, mi madre se encargará de ello mientras yo no estoy, estoy segura.

Oliver – Sí, pero, no es lo mismo ah que tú misma lo hagas.

Alicia – Amm...

Oliver – Te encanta cocinar galletas y luego venderlas. Pero, también adoras mucho a tu madre, ya que ella fue la única que logró hacerte sentir mejor de una manera contundente cuando te enteraste que el concierto al que pensabas ir se cancelara. Habías trabajado mucho en esas galletas para venderlas y luego comprar ese boleto. Ya tenías ese boleto en tus manos y ¡pum! Se canceló.

Alicia - ...

Oliver – Por último, Sergio Kalenski y Dan Velez. Ustedes dos, sé que extrañan jugar juntos al Battle Royale.

Sergio – No es una adicción.

Dan – Sí, podemos estar 10 años sin poder jugarlo y aun así sería el mejor.

Sergio – Espera ¿qué?

Oliver – Sí, eso lo sé. Pero, su verdadera motivación son sus amigos de toda la vida.

Sergio – Tch...

Dan – Argh...

Oliver – A todos ellos los conocen desde que son unos niños chiquitos. Fueron juntos a la misma primaria, fueron juntos a la misma secundaria y estudiaron y se graduaran de esta mima escuela. Todos ustedes se veían todos los fines de semana, por lo menos la mayoría.

Sergio – Dan, él tiene razón.

Dan – Lo sé, lo sé.

Oliver – Si quieren volver a verlos, deben salir de aquí lo antes posible.

Oliver había terminado con las diapositivas, todos estábamos algo deprimidos, habíamos recordado todas esas personas a las que amamos tanto y las cosas que más nos gustan hacer. Oliver chasqueó los dedos y el monitor se volvió a guardar.

Oliver – Bueno, eso ha sido todo. ¿Qué les pareció?

Kate – ¿Cómo se supone que esto sea motivante?

Selma – Es todo lo contrario, es deprimente.

Oliver – Bueno, si no quieren tomar como una motivación para salir de aquí ¿qué se le va hacer?

Margot – No caeremos en tu maldito juego.

Oliver – Jajá, bueno, no creo que ahora ustedes pueden atacar con esperanza, veamos quién termina perdiendo.

Brice – Oh, ¡vete a la mierda!

Oliver – ¡Muy bien! Tomen esto como, amm, ¡su primer incentivo!

Dan – ¿Incentivo?

Oliver – Sí, un incentivo para que alguno de ustedes mate a alguien, como saben, la única manera de salir de aquí es asesinando a alguien y lograr sobrevivir al juicio escolar.

Elías – Nadie hará tal atrocidad.

Oliver – Oh, ahora que me acuerdo, Elías, quiero darte esto.

Elías se acercó al escenario donde Oliver se encontraba parado y le dio algo interesante.

Oliver – Ten.

Elías – ¿Ah? ¿Qué es esto?

Oliver – Son las llaves del ring.

Elías – Entiendo.

Oliver – Escucha, estas llaves solo te pertenecen a ti, te estoy dando la confianza de que las llevaras contigo siempre y que no las perderás.

Elías – Pero, ¿por qué me las das a mí?

Oliver – Eres la única persona que estuvo más cerca del consejo estudiantil de la escuela, casi eras uno de ellos.

Elías – Entonces, ¿ahora podremos entrar al ring?

Oliver – Bueno, para eso te doy las llevas ¿no?

Elías – ¿Qué quieres lograr con esto? ¿Mí confianza? Porque estás completamente alejado de esa oportunidad.

Oliver – No, para nada, solamente quiero que ustedes se distraigan un poco con lo que hay ahí dentro.

Elías – Mmm.

Oliver – No olvides que esta llave solo te pertenece a ti, si alguien quiere sacar algo del ring, deberá pedirte que abras la puerta, solamente tú podrás abrir y cerrarla cuando quieras. Tampoco olvides ponerle el seguro antes de irte.

Elías – Esta bien, espero que nada de esto sea un truco.

Oliver – Prometido, tan prometido como que no le haré ningún daño a ninguna de tus hermanas.

Elías – Eso espero.

Elías regresó con nosotros y nos mostró lo que Oliver le había dado. Eran las llevas del ring. Supongo que ahora si podremos jugar fútbol.

Oliver – Muy bien, eso ha sido todo por mi parte, ahora, espero que pronto alguien de ustedes intente de verdad salir de aquí. ¡Jajajajaja! ¡Adiós!

Oliver dio un salto hacia atrás y volvió a desaparecer como si nada. Margot se había quedado viendo hacia el lugar en donde la enorme pantalla había descendido.

Adam – Margot, ¿qué piensas?

Margot – Amm, no, nada.

Elías – Creo que deberíamos ir un momento a la cafetería para hablar sobre esto, o no ¿Margot? ¿Qué dices?

Margot – Sí, es buena idea.

Rita – Pues vámonos, debemos ver opciones.

Sergio – Sí, ahora nos toca contraatacar esto.

Adam – Vamos, Margot.

Margot – Claro, voy en un momento.

Adam – De acuerdo.

Mateo – Vamos Adam.

Selma – Eso no fue nada agradable.

Kate – Sí tranquila, lo sé.

Es difícil saber lo que Margot piensa, pero era seguro que ella pensaba algo en ese momento, aunque me lo haya negado. Margot comenzó siendo una desconocida para todos nosotros y, hasta el momento, es mucho más inteligente que todos nosotros. Por lo menos en una situaciones como esta. Margot siempre piensa en algo, se puede notar en su cara, ella puede ver cosas a simple vista que a nosotros se nos dificulta ver.

Todos nos fuimos del gimnasio y Margot se quedó sola por un momento ahí mismo. Como había dicho, Margot siempre piensa en algo.

Margot – Bueno y... ¿Quién movió las diapositivas?

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