PLACER GRIEGO

נכתב על ידי danielacgalvis

4.2M 294K 38.2K

Por una venganza Zeus Areleous decide buscar a la candidata perfecta para ser su esposa, y así vengarse de la... עוד

Sinopsis
~ Personajes ~
Información de la saga
CAPITULO 1
CAPITULO 2
CAPITULO 3
CAPITULO 4
CAPITULO 5
CAPITULO 6
CAPITULO 7
CAPITULO 8
CAPITULO 9
CAPITULO 10
CAPITULO 11
CAPITULO 12
CAPITULO 13
CAPITULO 14
CAPITULO 15
CAPITULO 16
CAPITULO 17
CAPITULO 18
CAPITULO 19
CAPITULO 20
CAPITULO 21
CAPITULO 22
CAPITULO 23
CAPITULO 24
CAPITULO 25
CAPITULO 26
CAPITULO 27
CAPITULO 29
CAPITULO 30
CAPITULO 31
CAPITULO 32
CAPITULO 33
CAPITULO 34
CAPITULO 35
CAPITULO 36
EPILOGO

CAPITULO 28

100K 6.9K 598
נכתב על ידי danielacgalvis

Jessie Ware - Thinking about you

No podía creer que hubiera despertado en la cama junto a él, su figura estaba a un lado de la mía, su cabello negro lucia desordenado, y su camisa blanca estaba a medio hacer.

La figura de un hombre que en pocos minutos despertaria con una muy mala resaca, sin embargo.

¿Cómo podía seguir luciendo aún así tan sexy?

Me levanto de la cama me tomo unos minutos para observarlo,sus pestañas largas adornan sus ojos, su barba perfectamente forma un candado en su rostro y sus labios rojos, redondos y carnosos serían el pecado para que yo los besase.

Paso mi mano tiernamente por su rostro, aúnque me duelen y lastimen las cosas que han sucedido entre los dos,sigue siendo mi esposo, y el hombre que me desestabiliza con tan sólo un gesto, una caricia o hasta su voz.

Lo amo, lo amo que ahora lo mejor sería irme de allí y pensar bien en mis decisiones.

Miro la mesa de noche y allí reposan algunas pastillas que seguramente Lexie trajo la noche anterior para su borrachera.

Abro curiosa el armario en busca de algo que cambie su horrenda camisa del día anterior y su aspecto de recién levantado.

Rebusco entre varios sacos, trajes y camisas elegantes de todos los colores  que adornan cada rincón de allí, me topo con su uniforme de la marina, jamás lo había visto, tomo un pliego de este y en su camisa hay más de una insignia dorada.

Capitán Areleous - Armada Griega

- Viendo mi viejo uniforme ¿eh? - su voz se escucha detrás mío al igual que coloca una de sus manos en mi hombro.

- Tenias muchas condecoraciones, ¿porque lo dejaste?

- Porque no podía dejar perder el negocio familiar, mi abuelo estaba enfermo para ese entonces, mi madre estaba preocupada, y no iba a comportarme igual que mi padre - siento un grado de nostalgia en la forma que lo dice.

- ¿Era lo que en realidad querías?

Zeus se queda mirando fijamente el uniforme mientras vuelve a meterlo en el armario.

- Sinceramente no, pero no podemos elegir siempre lo que queremos.

- ¿Mataste a alguien?

- Si - responde sin rodeos, - Así como no dudare en matar al maldito bastardo de Luciano si tan sólo vuelve a estar cerca tuyo.

- Te he dicho lo que pienso de ello.

- Pues es un peligro andante.

- ¿Esas personas que asesinaste eran..

- Se trataba del enemigo Dalila, eran ellos o nosotros, lo más importante era defender al país. Incluso dejando nuestras vidas en altamar.

- Por eso sabes manejar ese tipo de barcos..

- Era algo arriesgado para ese entonces. Me gustaba aprender rápido.

Me hago a un lado y me alejo de allí en ese instante cuando su cercanía se hace incomoda.

- Debo irme - susurro.

- Quédate, te he extrañado.

- Ya tome una decisión, el equipaje esta listo, iré hoy a donde tu abuelo.

- ¿Ya no me amas y por ello te marchas? - su pregunta me saca sorprende, quisiera decirle que mi corazón no desea irse de su lado, que no hay cosa que más desee que quedarme pero no me siento emocionalmente bien en estos momentos.

- Necesitamos un tiempo para los dos, y no puedo hacerlo aquí, siento que estoy viviendo aún en una mentira.

- Pero no es una mentira, te amo, yo mentí,pero no quería que esto sucediera.

- No me duele la forma en la que me enteré de tu secreto, incluso no me dolió escuchar de tus labios que se trataba de una venganza, me duele que no fuiste sincero en el momento en que te revele mis intenciones con nuestro matrimonio, sentí que todo lo que me habías ofrecido en nuestra boda, en nuestra  luna de miel, en nuestros viajes, todo.. era una completa mentira para que me sintiera bien.

- He disfrutado cada instante junto a ti - responde mientras me toma de las manos, - Sin embargo se que te he herido y se que te cuesta creerme, si estarás cómoda en casa de mi abuelo, lo aceptó, aceptó eso en vez de que te marches lejos de mí.

- Voy a estar bien. Ten - extiendo un libro entre sus manos el mismo que me ha acompañado en esos días difíciles.

- ¿De qué se trata esto? - Enarca una ceja mientras lo examina con sus manos.

- Es el conde de montecristo, espero encuentres alguna respuesta a lo que buscas - respondo mientras lo dejo atrás desecho pero no tanto como yo.

El equipaje estaba dentro de la cajuela del auto,  pronto me alejaría del hogar que Zeus había escogido para nosotros, no era fácil el despedirse de esos recuerdos, y menos era fácil decir adiós.

Así que cuando lo veo en el marco de la puerta principal, incrédulo ante mi partida, decido no darle un último vistazo a su figura.

Limpio una pequeña lágrima que desciende de mi mejilla mientras el auto comienza su recorrido hasta casa del abuelo.

Cada minuto en ese auto se hizo una eternidad, sentía que una parte de mi, una muy especial se quedaba junto a él. Una que era la más feliz de mi vida, porque no podía negarme a que los mejores momentos de mi vida los había pasado junto a él.

La casa de Hefesto es maravillosa queda cerca a la Acropolis, tiene un jardín enorme, árboles por todos lados y en una parte no muy alejada de allí observo un pequeño establo.

Los chicos encargados de la mansión me ayudan a bajar las pocas petenencias que he traído junto a mí, a excepción de Dionisio que lo tengo sujeto a mis manos.

- Dalila, bienvenida linda - los amorosos y cálidos brazos del abuelo me reciben en ese instante.

- Ciao abuelo - respondo con una sonrisa.

- Esta es también tu casa, Selena está en la cocina preparando algunos bizcochos para la tarde.

- Tal vez pueda ser de ayuda.

- Oh no - niega con sus arrugadas manos, - Te tengo algo mejor - su mano me conduce hasta la biblioteca que no queda muy lejos de la sala de la mansión, - También tengo un piano, es algo viejo, no es tan nuevo como el que mi nieto te compro, pero lo puedes utilizar el tiempo que quieras mientras te quedas con nosotros.

- Abuelo... gracias.

- Eres como una nieta para mí, ahora.. ¿te importaría si este viejo octogenario se sienta a escuchar una linda melodía de tu parte, una como la de Romeo and Juliet? esa que suena tan maravillosa de tu parte.

- No es ningún inconveniente para mí abuelo - Me siento en la silla que da un lado del piano y me dispongo a tocar cada nota de esa triste y linda melodía que se cuela en mis huesos cada vez que la interpreto en el piano.

Y aunque quería dejar de lado los sentimientos que me traían el recordar a Zeus no podía hacerlo, porque la cama se hacía cada vez más estrecha y grande sin su compañía a mi lado.

Estar al lado de Hefesto y Selena había sido una buena terapia, pero no  lo suficiente para sentirme bien conmigo misma. No lo suficiente para dejar de lado los antipresivos que estaba empezando a tomar sin que nadie supiera de ellos.

Mamá se había comunicado conmigo informandome que ahora estaba viviendo en una de las propiedades de Zeus en Milán. Había cumplido lo que  me había prometido en nuestra luna de miel. Por fin ella estaria lejos de Lorenzo y asi yo estaria mas tranquila. Mi madre sonaba tan alegre del otro lado de la línea que no me atreví a confesarle que pensaba en separarme de él.

Lo más seguro era que me abordase con preguntas y no me sentía dispuesta para responder a ninguna de ellas.

Los días habían pasado, y de lo único que se escuchaba en la mansión era del evento que se organizaria dentro de poco para celebrar el aniversario de las empresas como todos los años se hacia.

Selena había estado dialogando con el abuelo de la forma en la que quería que se hiciera el evento. Y yo estaba pensando en mi decisión de regresar a la mansión o irme lejos de Grecia.

- ¿Te importaría si me ayudas con la cena hoy? - pregunta Selena mientras estoy en la sala viendo los cuadros en los que se observa algunos paisajes de Grecia.

- Por supuesto - respondo mientras la sigo camino a la cocina, las chicas han estado con ella desde temprano organizando un tipo de cena especial para la noche,una de la que no tengo idea de que se trate.

- Puedo preparar algún plato italiano - respondo cuando las veo al punto del colapso con la elección del postre.

- Oh sería de gran ayuda, ¿puedes hacerlo?

- Por supuesto, cuando vivía en Venecia mi distracción era la cocina.

- Eso es perfecto - sonríe alegre y me tiende un delantal, - Adelante entonces.

Tres horas en la cocina habían ocasionado que me sintiera en cierta forma cansada y alegre de recordar mi tiempo viviendo en Venecia.

- Es mejor que vayas y te cambies, te puedes colocar algo que el abuelo trajo para ti.

- ¿De que se trata la cena?- enarco una ceja cuando siento un poco de alegría en sus palabras.

- Ya lo sabrás - guiña un ojo mientras me obliga a subir por los escalones directo a mi habitación.

Entonces cuando entro en esta encuentro sobre la cama una caja con un tarjeta la cual está escrita por el abuelo. En ella dice que es un obsequio por haber logrado entrar a la Universidad.

Pero lo que en realidad creo es que está cena va más allá de lo normal. Todos actúan extraños.

Sonrío mientras saco el vestido de la caja, uno color rojo largo con una abertura en la pierna. Es realmente muy bonito. Lo dejo a un lado,tomo la toalla de baño e ingreso al cuarto de baño para tomar una ducha.

Salgo de allí para sentarme en el tocador y maquillarme mientras dejo secar mi cabello para después ondularlo un poco con la rizadora, me   meto dentro del vestido que resalta mi figura, junto a unos tacones de color dorado.

Escucho el sonido de un auto a las afueras de la mansión pero no logro ver con claridad de quien se trate.

Bajo los escalones directo al comedor encontrándome con la imagen ya arreglada de Selena y del abuelo. Me siento en una de las sillas que hay a un lado.

Al poco tiempo Eros aparece por la entrada principal, lleva una chaqueta verde y una camisa de rayas estilo marinera el cabello algo despeinado y un pantalón color azul claro.

Le da un suave beso a su madre, estrecha su mano con la de su abuelo y me da un fuerte abrazo.

- Sueltame loco.. - chillo cuando me aprieta.

- Lo lamento - guiña un ojo y toma asiento lejos de mí.

La cena se supone está lista, estamos todos allí. ¿O quizás no..

Entonces mi vista se clava en un punto, es él. Esta ahí, lo estoy viendo después de una semana separados.

Luce un traje azul mediterráneo, unos zapatos cafés, una camisa blanca que se ajusta perfecta a su cuerpo de dios griego.

Sus ojos vedosos hacen contacto con los míos es como si me regresarán una sonrisa con tan sólo verse reflejados en ellos.

Me quedo inmóvil cuando se sienta a mi lado.

- Hola - susurra

- Hola - respondo y me siento tan estúpida de no decir más nada.

- ¡Feliz cumpleaños! - responden todos al tiempo menos yo que era la última persona en conocer que la cena se había hecho por esa razón.

- Gracias a todos.

Guardo silencio y no se más  que hacer que mantener mi mirada fija en mis manos.

- Dalila ayudo con el postre y la cena - responde calidamente Selena.

- Es muy buena cocinando - responde mientras esboza una sonrisa.

- No tengo ningún obsequio para ti - respondo apenada,avergonzada.

- Creo que he tenido el mejor obsequio al volver a verte - murmura mientras aprieta mi mano.

- Supe que comenzaras dentro de un mes en la Universidad - interrumpe el abuelo.

- Así es, es una especie de carrera relacionada con la pedagogía infantil.

- ¿Te gustan muchos los niños?, bueno.. ¿quien no se llevaría bien contigo? - responde entre risas.

- Es lo que siempre quise estudiar.

- Siendo el cumpleaños número veinti ocho de mi hermano quisiera proponer un brindis por su maravilloso matrimonio con mi cuñada y porque tengan unos lindos ¿bambinos.? ¿Es así que se dice? - Eros se ríe mientras levanta la copa de champagne en sus manos.

- Vaya tonto - responde Zeus.

- No echemos a perder el momento - Responde su madre.

- ¡Salud!- respondemos todos a coro.

- Zues me gustaría hablar un momento a solas contigo - el abuelo suena serio está vez mientras deja encima de la mesa su copa de champagne.

- Por supuesto que lo haré - responde él mientras da un sorbo a su champagne.

Cerca de diez minutos de haber compartido en familia, Zeus y su abuelo se dirigen a una parte de la mansión. Mientras que me quedo en la mesa ayudándole a Selena y a las chicas con los platos.

En mi camino hasta la cocina me cruzo con la imagen de los dos escuchandolos conversar.

- ¿Que es lo que sucede entre tú y Dalila?

- ¿A qué te refieres abuelo?

- Desde que tu esposa llegó a vivir con nosotros, sale de su habitación para sentarse en el viejo piano de tu abuela a tocar una y otra vez la misma melodía,es como si hablará con ella. Hay algo que oculta en su corazón, algo que está reprimiendo para no compartirlo con nadie más que con ella misma.

- No se que hacer para que Dalila pueda volver a confiar en mí - pasa sus manos por sus cabellos y los jala.

- Habla con ella, no la veo bien temo que enferme.

- ¿Ha estado enferma?

- No sólo nos enfermamos físicamente, los dolores del corazón pueden ser peores - da un pequeño golpe en su hombro y me alejo cuando lo siento cerca a la salida.

Intento no dejarme ver por Zeus cuando cruzo de regreso al comedor pero fracaso en el mismo momento en que su voz me llama.

- Espera.. - dice mientras sostiene mi brazo.

Trago saliva.

- ¿Has estado bien?

- Sería una mentirosa si te dijera que sí.

- Lo he leído - susurra, - He leído el libro y puedo decirte que estos días se han convertido en el mismísimo inframundo para mí.

- Zeus..

- Vulve a casa, regresa.

- No me siento aún lista - susurro intentado contener mis lágrimas.

- Dime a mi cara que no quieres regresar junto a mí - sus manos me obligan a verlo a sus ojos.

- Miranos...somos un desastre - respondo.

- Somos un perfecto desastre - sus manos bajan hasta mis caderas mientras me acercan hasta él, - Regresa junto a mí - sus labios se acercan a los míos tan cerca que puedo sentir su respiración cercana a la mía.

¿Qué harás Dalila?




המשך קריאה

You'll Also Like

4.1K 380 23
Después de descubrir que su peor enemigo era el hombre que había cautivado y robado parte de su corazón, Atenea decide esconderse por un tiempo mient...
12.1K 1K 76
Alexander Volkov es un policía impecable, pero la cuestión es que el no es cualquier policía. Alexander es el jefe de inteligencia del FBI, pero lo q...
447K 24.9K 38
Solo un toque basto para que ella cayera a sus pies, él supo donde y cómo tocar, pero ese solo es el inicio de la historia... Advertencia: Historia...
713K 36.4K 35
Melody Roberts es una chica muy sencilla, no es muy sociable y solo tiene una mejor amiga. Vive sola en un pequeño departamento, el cual debe de paga...