Maratón 2/5☀️ 200K
— Hola, mamá.
JinYoung se acercó a su madre, abrazándola. Sintió las manos de su madre en su espalda, sin ningún tipo de fuerza. Al separarse y ver a su madre a los ojos, algo dentro de él se estremeció.
Neutra, casi sin emoción. Un ligero brillo en ellos mantuvo a JinYoung a raya.
— HwanHee* noona, hola. Un gusto verla de nuevo. — saludó Jackson a la madre de JinYoung, inclinándose frente a ella antes de tomar la mano que ésta le extendía.
— Hola. — áspera y casi fría sonó la voz de la mayor. A JinYoung no le gustó el tipo de mirada que su madre le dio a Jackson, cosa que éste no notó por estar viendo sus pies con nerviosismo.
El sonido de una puerta cerrándose rompió el tenso silencio que se había formado en la sala. JinYoung alcanzó a ver a su abuela por detrás de su madre, caminando apresurada hacia él.
— Pero mira que apuesto y grande está mi niño.— le sonrió su abuela, tomándolo de las mejillas.— Cada vez te pareces más a SoYoung.— dijo sacándole una pequeña risa a JinYoung; ya no se molestaba en decirle a su abuela que no había ningún parecido entre él y su hermana mayor, sabía que no haría cambiar de parecer a su abuela.
— ¿Eso es bueno o malo?
— Bueno, claro. Tengo nietos hermosos. — respondió SeoYeon*. Besó la frente de su nieto menor antes de darle un fuerte abrazo. Sonrió al ver al castaño que se encontraba de pie junto a JinYoung. — Otro que no para de embellecer, pero no veo que hayas crecido, Jackson-ah.
— Woah~, noona ... — suspiró Jackson antes de reír junto a la mayor, recibiendo gustoso el abrazo de la mayor. — La extrañaba.
— Dejaste de visitarme, niñito. ¿Por qué?
— JinYoung-ah dejó de invitarme. — respondió el castaño, ganándose un codazo de su novio. — ¿Qué? Es cierto.
SeoYeon rió. Tomó la mano de su nieto y la del "amigo" de éste.
— Pues me alegra que por fin hayan vuelto ... y juntos.
JinYoung sintió sus orejas calentarse ante la mirada fija de su abuela.
Jackson no pudo evitar sonreír levemente, bajando la mirada de nuevo a sus pies. JinYoung tenía un excelente sexto sentido: la intuición. Ahora sabía de quién la había heredado.
— Bueno, ¿qué tal si van y dejan sus maletas a la habitación para poder ir a comer? — dijo HwanHee, rompiendo el cómodo ambiente de su madre junto a los jóvenes.
Jackson y JinYoung tomaron cada quien su maleta, dirigiéndose con prisa a la habitación donde JinYoung acostumbraba a quedarse.
— JinYoung ...
— Ya lo sé.
Jackson se sentó en la cama, llevándose las manos a las rodillas. Soltó un suspiro.
— Jackson ... n- no sé si pueda hacerlo, mi madre me ha dado un mal presentimiento.— dijo JinYoung, acercándose a Jackson. No quería ser paranoico, pero la mirada de su madre lo había hecho sentir como si ésta le hubiera leído todos sus pensamientos y ninguno hubiese sido de su agrado.
—No tienes que hacerlo si no sientes que es el momento correcto, JinYoung-ah. — respondió el castaño, tomando a JinYoung de la cintura para hacerlo sentarse junto a él.
JinYoung conocía perfectamente a su madre, por lo que sabía de antemano que anunciar su noviazgo con Jackson no sería tan cálido como con los padres del chino.
— Es como si ...
— ... ya lo supiera. — terminó JinYoung con la oración de Jackson. Éste asintió. — Empiezo a considerar tu plan.
— ¿Huir si algo sale mal?
JinYoung asintió riendo con amargura.
— Tengo miedo.
— Yo también.
— No quiero perderte.
— Yo tampoco.
— Te amo.
— Yo también te amo, JinYoung.
El azabache abrazó con fuerza a su novio, casi con desesperación. Las caricias de Jackson en su espalda fueron regulando su pesada respiración, al igual que las palabras dulces de éste en su oído calmaban su angustiado corazón.
— Tan sólo ... prométeme que pase lo que pase, no vas a dejarme.
— ¡Por supuesto que no lo haré, Jackson! ¿Qué cosas dices?— dijo JinYoung con su ceño fruncido, mirando a los ojos a su novio.
— Promételo, entonces.— Jackson sonrió ligeramente, acariciando la mejilla de JinYoung con su nariz, aspirando el placentero aroma natural de éste.— Quiero que me lo prometas.
— Lo prometo, Seunie. — respondió en un murmuro, dejando que Jackson le besara con suavidad los labios. Tomó a Jackson de la nuca, profundizando un poco más el beso.— Nada ni nadie me hará dejarte ir.
— No hay razón para estar asustado entonces.— dijo Jackson, capturando de nuevo el labio inferior de JinYoung entre los suyos.
La voz de la madre de JinYoung llamándolos para ir a comer los hizo separarse. Después de un último beso, salieron de la habitación y se dirigieron a la sala de estar, donde la madre y abuela de JinYoung los esperaban.
— ¿Nos vamos? — preguntó HwanHee, tomando su abrigo y las llaves del auto.
Ambos asintieron sin emitir palabra alguna. Los cuatro salieron de la casa para subir al auto de HwanHee.
— Y ¿qué tal la escuela, Nyeong? — preguntó SeoYeon, intentando crear un tema de conversación para romper el tenso silencio.
— Todo bien, abuela. — respondió JinYoung. — Sigo siendo el sub-vocalista principal del club de canto.
— Wow, eso es increíble, cielo. — le sonrió la mayor, viéndolo por el espejo retrovisor. — ¿Y tú, Jackson-ah? ¿Sigues jugando baloncesto?
— Sí, de hecho quedamos campeones en un torneo en China, JB también estaba ahí.
— Pero cuanto talento hay aquí ¿no, HwanHee?— sonrió la mayor, mirando a su hija.
La azabache se limitó a asentir con la cabeza, con la mirada fija en la carretera.
SeoYeon carraspeó incómoda.
— Hablando de JaeBum-ah, ¿dónde está él?— preguntó SeoYeon.
— Oh, él fue a Mokpo.— respondió JinYoung.
— ¿A qué? — esta vez preguntó HwanHee, extrañada.
— A conocer a sus suegros. — respondió Jackson.
— ¡Vaya! JaeBum-ah se consiguió una novia. ¿Es bonita?— SeoYeon miró curiosa a su nieto a través del espejo retrovisor.
JinYoung rió un poco. — Sí, es bonito.
La abuela de JinYoung se giró en su asiento para verlo a la cara.
— Oh, ¿es un chico?
— Sí, es YoungJae. ¿Recuerdas que te hablé de él?
— ¡Por supuesto! Un niño dulce, según a lo que me haz contado. — sonrió la mayor. — Entonces está con la persona correcta.
— Así es, especialmente porque se aman.
La mirada de JinYoung y la de su madre se toparon en el espejo retrovisor.
Fría.
Joder, tan fría.
— Hijo único y no dará nietos, que triste.— dijo HwanHee, negando con la cabeza.
JinYoung estaba a poco de abrir la ventana del automóvil y gritar con todas sus fuerzas.
— Las cosas ya no son como antes, hija. — habló SeoYeon. — Hoy en día, dos chicos también pueden crear su propia familia. Quizá no biológica, pero sí con mucho amor.
JinYoung miró a su abuela, obteniendo una sonrisa cálida como respuesta a su llamado de auxilio.
Su abuela era la única que jamás le fallaría; hoy una vez más, SeoYeon se lo había demostrado.
Llegaron a un restaurante de comida tradicional coreana, el sitio al que acostumbraban a ir en Jinhae-gu.
— Iré al tocador, vuelvo en un momento. — dijo HwanHee después de que les fuese asignada una mesa.
JinYoung y Jackson se quedaron en silencio bajo la mirada curiosa de SeoYeon. Ésta les acarició la mano a ambos.
— No aplacen lo inminente, chicos. Háganlo ahora. — dijo SeoYeon con suavidad. — No tengan miedo, yo estoy aquí y voy a apoyarlos.
— Abuela, ¿tú ... ?
— ¿Que si lo sé? Ay, niños.— SeoYeon rió levemente.— Lo sé desde antes que ustedes mismos.
JinYoung y Jackson compartieron miradas de confusión.
— ¿Saben qué? El como lo supe o desde cuando es lo que menos importa. — dijo la mayor con una sonrisa. — Mejor ... prepárense para lo que se viene. Estoy segura que saben de antemano lo que puede llegar a pasar.
A los pocos minutos llegó HwanHee secándose las manos en su pantalón beige, con el mismo semblante serio que había llevado consigo desde que los recibió en la casa de SeoYeon.
La comida fue ordenada. Se encontraban los cuatro en total silencio, todos expectantes en quién hablaría primero.
JinYoung decidió ser él quien iniciara la conversación.
— ¿Puedo saber qué es lo que te sucede, mamá?
HwanHee despegó la vista de su teléfono, sosteniendo la mirada fija de su hijo menor.
— No me sucede nada, JinYoung.— respondió, cruzando los brazos.— Nada más allá del hecho de que mi hijo no ha ido a casa desde hace casi un semestre, a pesar de la poca distancia que hay.
— Iría si fuera bien recibido.
HwanHee frunció el ceño, comenzando a molestarse.
— ¿De qué estás hablando?
— No me preguntes algo así, mamá.— rió JinYoung con pesadez.— ¿Crees que me siento con ganas de ir a casa sabiendo que lo único que recibiré ahí serán reclamos y comparaciones con mi hermana?
— Te fuiste de casa aún sabiendo que no estaba de acuerdo.— dijo HwanHee entre dientes.
— ¿Y para qué querías que me quedara? ¿Para recordarme cada que tuvieras oportunidad que soy el culpable de tu divorcio?
Jackson y SeoYeon querían intervenir, pero ninguno sabía como. Tanto JinYoung como HwanHee habían comenzado a decir cosas de las cuales ninguno tenían idea.
— Dejar Goyang era mi primera y quizá la única oportunidad de encontrarme a mí mismo. De por fin vivir mi vida como quiero y no como ... otros quieren.
— No soy como tu padre. — siseó HwanHee, molesta.
— Demuéstramelo entonces. — respondió JinYoung, mirando directamente a los ojos a su madre. — Demuéstrame que no eres igual a él y deja de mirarme como si me detestaras, justo como mi padre lo hacía.
Jackson se acercó a JinYoung, tomándolo del brazo.
— Tienes algo más qué decir ¿cierto?— murmuró HwanHee, frunciendo los labios al ver a su hijo siendo casi abrazado por el castaño.— Hazlo ya.
— No entiendo para qué quieres que lo diga, si ya lo sabes.— dijo JinYoung, buscando con la mirada la mano de Jackson. La tomó y entrelazó sus dedos con los de éste.— Pero lo haré, sólo para que no te quede ninguna duda.
SeoYeon le sonrió a su nieto cuando éste la miró de reojo, tratando de transmitirle fuerzas.
— Jackson es mi novio, mamá. El chico al que amo y al que espero respetes y puedas aceptar.
El castaño acarició la mejilla de JinYoung, limpiando la lágrima que en ésta había escurrido sin avisar.
— ¡No! ¡No lo toques! — bramó HwanHee, llevándose ambas manos al rostro.— Mira en lo que lo haz convertido ... ¡tú y JaeBum! Desde siempre le han metido ideas estúpidas en la cabeza; revelarse a sus padres, hacer lo que le venga en gana, dejar su hogar y ser un ... un ...
— ¡HwanHee, ya fue suficiente! — exclamó SeoYeon.
— No, déjala que siga. — dijo JinYoung sosteniendo la mirada cargada de coraje de su madre, sintiendo cada apuñalada que ésta le daba en el pecho.
— ¡Un homosexual!— gritó dándole un golpe a la mesa, captando la atención de los pocos presentes en las mesas de alrededor.
JinYoung no dijo nada, Jackson tampoco debido al apretón que le dio el menor en la mano antes de que lo hiciera. Lo único que se escuchaba era la pesada respiración de HwanHee y los sollozos de SeoYeon. Jackson se levantó de inmediato de la mesa en cuanto JinYoung salió disparado a la salida, pero antes de marcharse decidió hablar.
— ¿No le parece injusto, noona?
— No tienes derecho a-
— ¡No, la que no tiene derecho a tratar a JinYoung así es usted! — contraatacó Jackson con el pecho hecho nudo. La imagen de JinYoung con sus ojos cristalizados en su mente le habían hecho olvidar sus modales por un instante.
— ¡Soy su madre!
— ¡Actúe como tal entonces!
HwanHee estaba por responder pero era demasiado tarde, Jackson ya había salido a toda velocidad para alcanzar a JinYoung.
☀️
JinYoung se acurrucó contra Jackson, sollozando una vez más.
— Príncipe, por favor ... calma. — murmuró Jackson al borde del llanto. No podía soportar ver a JinYoung tan destrozado. ¿Y cómo no iba a estarlo? Había sido rotundamente rechazado por su propia madre, la persona que consideró que lo amaría por sobre todas las cosas.
Haberse equivocado en ello, le partía el corazón.
— No puedo creer que haya podido ser tan ... cruel. — dijo JinYoung en un hilo de voz, aferrándose con más fuerza a su novio. — Vámonos a casa, Jackson. Por favor, no quiero pasar un día más con ella ... no por ahora.
— Pero, príncipe. ¿Qué hay de tu abuela? — Jackson se levantó seguido de JinYoung de la acera donde se encontraban sentados.
— Sé que podrá entenderme ... siempre lo hace. — respondió JinYoung con una pequeña sonrisa, sintiendo un poco de consuelo al saber que aún tenía a su abuela. — Por favor ¿sí?
Jackson asintió, limpiándole las lágrimas a JinYoung.
— Como tú desees. — dijo el castaño.
JinYoung tomó la mano de Jackson, caminando junto a él hacia la parada de autobuses. Debían tomar uno para ir a recoger sus cosas y volver a Seúl.
JinYoung entró con prisa a la casa de su abuela con la llave que ésta escondía bajo el tapete, lo que quería era irse antes de que su madre volviera. Afortunadamente no habían desempacado nada, por lo que sólo tomaron sus maletas y salieron hacia la estación de autobuses. No sin antes que JinYoung le escribiera una corta nota a su abuela y la dejara en la habitación de ésta.
"Volveré pronto, te lo prometo. Te amo, abuela. Gracias por amarme."
☀️
— JinYoungie.
— ¿Mh?
— ¿Qué tal si ... vamos a otro sitio?
JinYoung miró a Jackson, quien se encontraba junto a él en la fila para comprar los boletos del autobús.
— ¿A otro sitio?
— Sí, un viaje romántico.
— ¿Crees que es momento de un viaje romántico, Jackson?
Jackson bajó la mirada algo triste.
JinYoung se regañó a sí mismo por caer ante esos ojitos de cachorro triste aún en la situación que se encontraban.
— ¿Qué sugieres? — Jackson miró con emoción a JinYoung. Éste no pudo evitar sonreír un poco.
— Sugiero que nuestra primera luna de miel sea en ... ¡Jeju!
— Estás demente. — rió JinYoung. — Deberíamos tomar un autobús a Busan para poder llegar al Aeropuerto de Gimhae y entonces sí, ir a Jeju.
— ¿Y cuál es el problema?
— No soy millonario como tú, Wang. — dijo haciendo reír a Jackson.
— Permíteme ser tu ... tu ... rayos, olvidé el nombre.
— Sé a qué te refieres, si llegas a decirlo te daré una bofetada.
Jackson volvió a reír con ganas.
— Seré tú ... — se acercó al oído de JinYoung. — Sugar Dad- ¡aw! Estoy bromeando. — puchereó, sobándose le mejilla después del pellizco que le dio JinYoung. — Haré una llamada, por lo pronto salgamos de la fila.
JinYoung se sentó en una silla, viendo como Jackson se alejaba unos cuantos metros mientras se llevaba el celular a la oreja.
— Mami, ¿puedo llevar a JinYoung-ah a Jeju?
— Primero que nada, hola, Jiaer.
— Perdón. — rió Jackson. — Es que estoy en la estación y necesito tu aprobación para ir ...
— ¿Para ir o para usar la tarjeta de crédito?
— Uh, ambas. — dijo sacándole una pequeña risa a su madre.
— ¿No irían a Jinhae-gu? Más bien, ¿no estaban ya ahí?
— Sí, bueno ... ocurrieron unas cosas y JinYoung quiere irse.
— ¿HwanHee?
— Sí.
Sophia suspiró.
— ¿Cómo está JinYoung-ssi?
— Triste, obviamente. Noona fue muy cruel.
Sophia miró a su esposo, quien escuchaba la conversación. Éste asintió.
— Llévalo a donde quieras, cielo.
— ¡Son los mejores papás del universo! Les enviaré muchas fotos.
— Hazlo. — sonrió Sophia. — Cuídense mucho, Jiaer. Los queremos.
— ¡Nosotros a ustedes!
Jackson volvió con JinYoung, haciendo reír a éste por los saltitos que daba al correr.
— Hora de irnos, futuro señor Wang.
— ¿No soy ya el señor Wang? — dijo JinYoung cruzándose de brazos. Jackson chilló.
— ¡Lo eres, lo eres! — sonrió Jackson, llenando de besos el rostro del pelinegro. — Entonces ... ¿vienes conmigo?
JinYoung acarició con su pulgar las manos de Jackson, las cuales éste había entrelazado con las suyas. Los grandes y oscuros ojos de Jackson lo miraban expectantes, eso sumado a su amplia y dulce sonrisa fueron suficientes para que hacer ceder a JinYoung.
¿Que si iba con él? Joder, hasta el fin del mundo.
— Sí, Seunie. — respondió poniéndose de pie, riendo por el chillido de emoción de su novio.
Volvieron a la fila y después de unos minutos tenían los boletos del autobús en sus manos, el cual los llevaría al aeropuerto de Gimhae.
Poco menos de 30 minutos habían transcurrido cuando el autobús llegó a la estación.
JinYoung dejó que Jackson tomara el lado de la ventana, ya que él sólo quería dormir. Se acomodó entre los brazos del chino y se dispuso a tomar una siesta. Quería dejar de pensar en las frías palabras de su madre y la forma tan despectiva en que lo había mirado. A pesar de que sabía que las cosas no saldrían 100% bien, jamás se imaginó que la situación se tornaría tan intensa ... y dolorosa también.
Pero ¿de qué le serviría llenar su mente de esos amargos instantes? Se había prometido a sí mismo que no volvería a permitir que su felicidad fuera perturbada, por nada ni nadie.
Con su interior más tranquilo que antes, decidió recostar su cabeza en los muslos de Jackson. Se relajó de inmediato cuando los dedos de éste comenzaron a acariciarle el rostro y la cabeza hasta hacerlo caer en un profundo sueño.
☀️
Jackson se recargó en un muro, bostezando mientras se estiraba y esperaba a que JinYoung saliera del sanitario para poder continuar con su viaje a Jeju. Estaba emocionado y sabía que su novio también; su semblante había cambiado por completo después de su siesta en el trayecto de Jinhae-gu a Busan. Despertó con su rostro ligeramente hinchado y sus mejillas coloradas, le había sonreído con tanta dulzura que el corazón preocupado de Jackson por fin pudo calmarse. Su Park-gae ya no estaba triste.
JinYoung solía tomarse su tiempo en el sanitario, por lo que Jackson decidió llamar a su mejor amigo.
— Chino.
— Jota Be.
Silencio.
Jackson supo de inmediato que a JB también le había sucedido algo.
— ¿Quién cuenta primero?
— Tú.— dijo JB.— ¿Qué pasó, todo bien?
— Uh ... algo así, es que ...— suspiró.— HwanHee noona se tomó pésimo nuestro noviazgo, joder, si hubieras escuchado todas las cosas que le dijo a JinYoung.
JaeBum suspiró con pesadez.
— Siento que las cosas hayan resultado de esa forma, Jack.— dijo JaeBum.— ¿Fue muy cruel?
— Sí. Nos trató con mucha frialdad desde que llegamos, es como si lo hubiera sabido desde antes.
— ¿Y cómo?
— Debe haber sido obvio, digo, SeoYeon noona también lo sabía.
— ¿Y ella cómo lo tomó?
— De maravilla, fue muy dulce.
— Eso me alivia.— murmuró JB.— ¿Y JinYoung? ¿Cómo está?
— Bueno ... lloró bastante. Pero ahora ya está más tranquilo ¿gracias a quién? A mí, el mejor novio del universo.
JaeBum rió.
— Ajá, sí. ¿Qué le diste? ¿Ponerte cinta en la boca por 1 hora?
— ¡A JinYoungie le encanta hablar conmigo!— se defendió.— No, lo llevaré a Jeju.
— Sí y yo llevaré a YoungJae a Disneyland.
— No lo dudo ni un poco, conociéndote.— dijo Jackson riendo.
— Aguarda, ¿hablas en serio?
— Sí, JinYoung no quiso quedarse en Jinhae-gu así que consideré que sería bueno ayudarlo a despejar su mente. Lo que sucedió hoy no fue cualquier cosa.
— Lo sé, espero que el viaje les ayude a ambos.— Jackson sonrió.— Cuídense y pásenla bien, chino.
— Igualmente, JB.— dijo Jackson, pero antes de colgar recordó algo.— ¡Hey! ¿Y tú que tienes para contarme? Pasó algo ¿verdad?
Un "uhm ..." fue lo único que el castaño recibió como respuesta.
— ¿Todo bien, JaeBum?
— Sí, claro. Sólo sigo algo nervioso por JaeHyun hyung, no quiero dar mala impresión.
Jackson no era un tonto. Conocía a JaeBum más que a sí mismo, por lo que sabía que le estaba mintiendo. Pero decidió no cuestionar más, JaeBum le contaría después, no tenía duda.
— Bueno, te dejo. Iré al supermercado con YoungJae y su madre para la cena de mañana.
— Está bien, hablamos luego.
— Sí, adiós.
JB colgó antes de que Jackson pudiera decir algo, confundido guardó de nuevo su teléfono. Decidió entrar al baño, JinYoung ya había tardado bastante.
— ¿JinYoung-ah?
— Ya ... ya voy.— respondió el menor desde un cubículo. JinYoung salió de éste, acercándose a su novio.— ¿Tardé mucho?
— Algo.— rió Jackson.— Antes de irnos, prométeme algo.
— ¿Qué?
— No más lágrimas, por favor.
JinYoung desvió la mirada. Había sido descubierto, no pudo ocultarle al castaño sus recientes lágrimas.
— Lo prometo.— sonrió JinYoung, dejando que Jackson dejara un casto beso en sus labios.— Anda ya, hay que comprar los boletos antes de que se haga más tarde.
Ambos tomaron su maleta y se dirigieron a las taquillas del aeropuerto. Menos de 10 minutos transcurrieron para que fuera su turno.
— Buenas tardes, ¿cuál es el vuelo más cercano a Jeju?
La señorita tecleó varias veces en su computadora.
— A las 5:45 PM.
— ¿Qué hora es?— le preguntó Jackson a su novio.
— Uh, casi las 3:00 PM.
— Bien.— miró de nuevo a la chica.— Dos boletos, por favor.
Unos cuantos minutos después, sus boletos les fueron entregados junto con las indicaciones de la hora y lugar de abordaje. Aún faltaba más de 1 hora para tener que documentar su equipaje y abordar al avión así que decidieron salir del aeropuerto y buscar un lugar para comer. Con todo lo ocurrido no habían podido tomar su almuerzo.
Encontraron un conveniente restaurante de comida rápida a unos pocos metros del aeropuerto, al cual decidieron acudir para poder volver a tiempo para su vuelo.
— JinYoung-ah, ¿por qué dejaste de usar tus pantalones holgados? Ahora todos miran tu redondito trasero.— murmuró Jackson, colocándose detrás de su novio mientras veía fulminante a las chicas de una las mesas que miraban sin disimulo al pelinegro.
— Son anticuados.
— A mí me gustan.
— No es cierto, lo que no te gusta es que use ropa ajustada.
— ¡No! Claro que me gusta ... me gusta mucho.— dijo mirando de pies a cabeza a JinYoung.
— Degenerado.
Jackson rió.
Después de ordenar en la caja se dirigieron a una de las mesas cerca del área de juegos, ya que era de las pocas vacías que había.
— JinYoungie, ¿recuerdas cuando tiraste a JaeBum por la resbaladilla de un Mc Donald's?— dijo Jackson, trayendo a su mente aquel momento de sus 10 años de edad al ver a niños y niñas jugar en una resbaladilla y otros juegos.
— No lo tiré, él se cayó. — respondió JinYoung, recordando perfectamente el como colocó su pie en la espalda del pequeño JaeBum, quien se encontraba acomodándose frente a la resbaladilla y lo empujó, haciendo que el pequeño azabache aterrizara de cara en las colchonetas.
— ¿De verdad? Recuerdo que dijo que lo pateaste.
— Sí, también dijo que no le gustaba YoungJae y míralo ahora, es un mentiroso.
Jackson rió, besando la coronilla de su novio antes de levantarse a recoger sus ordenes.
Comieron su almuerzo con calma, buscando en internet sitios a los cuales podían ir a Jeju y un buen lugar para hospedarse. Después de un rato partieron de nuevo al aeropuerto para documentar sus equipajes y abordar sin prisas el avión. Éste llegó sin retrasos, afortunadamente.
— Jackson. — murmuró JinYoung, recargándose en el hombro de su chico.
— ¿Sí?
— Gracias por esto. — entrelazó sus dedos con los de Jackson, haciendo sonreír a éste. — En verdad ... eres increíble.
Jackson le besó la frente.
— No tienes que agradecerme, JinYoung-ah. — dijo Jackson. — Sabes de sobra que soy capaz de hacer lo que sea por ti.
— Lo sé. — sonrió JinYoung. — Te amo, Seunie.
— También te amo. — respondió el castaño. — Y también amo que últimamente me digas "te amo" con más naturalidad.
— Comienzo a acostumbrarme. — dijo JinYoung entre una pequeña risa antes de que Jackson le besara cortamente los labios.
El avión despegó, llevándolos hacia unos cortos días de paz y libertad.
JinYoung miró de reojo a su chico antes de volver a recargarse en él.
Estaba convencido.
Nada ni nadie lo haría alejarse de Jackson.
Por él, sería capaz de ir en contra del mundo entero.
☀️
No me odian ¿Verdad? No lo hagan, la historia necesitaba salsita :(
L @ s a m o.
☀️ Gracias por leer ☀️