Maratón 4/?
Jungkook no podía controlar los fuertes golpeteos de su corazón. Latía como si quisiera perforar su pecho y salir de su cuerpo. Ha este paso comenzaba a preocuparle que su órgano se alocara por un simple roce de labios.
Sin embargo, inconscientemente sonrió. Quien iba a pensar que Jeon Jungkook y Kim Seokjin se habían besado, sonaba irónico. Peor que un mal chiste. Era ese tipo de suceso que no podrías creer a menos que lo vieras con tus propios ojos.
Pero había pasado. Sus labios se habían encontrado por una fracción de segundos aunque todo alrededor parecía tan lejano y detenido. Parecía eterno y lo fue, incluso sí lo duró escasos momentos.
Se preguntaba qué estaría pensando el pelinegro. Sí se sentiría culpable, miserable, o justo él. Inexplicable. Porque no sabía con exactitud cómo se sentía en estos instantes, y puede atribuirle eso a su innegable ignorancia por no conocer una palabra que defina a la perfección sus emociones, o tal vez, simplemente eran tantas las sensaciones que no podía identificarlas.
Como fuera, no podía dejar de pensar en ello. Era como una melodía pegajosa, de esas que escuchabas y por más que tratabas de no cantarla, más adelante te encontrabas tarareando el ritmo o cantando un par de versos.
Posiblemente era la culpa, asechándolo por besar a la pareja de quien juraba era su mejor amigo, como su hermano. Hubiera deseado que se presentara antes, cuando miraba sus labios pensando en su sabor, o cuando se acercaba a probarlos. Pero por algo se llamaba culpa, porque llegaba solo para atormentarte, para recordarte que hiciste algo malo y deberías solucionarlo.
Y él lo haría. Arreglaría el malentendido con Seokjin. Inventaría alguna excusa como "fue un impulso, no volverá a suceder", aunque algo en su interior se negaba rotundamente a esa idea, susurrándole delicada y precisamente al oído que quería probar los labios de Seokjin una vez más.
Pero él se conocía a la perfección. Sabía que con un beso más podría volverse adicto ellos, a Jin, a su esencia.
Por otra parte, no tenía ni una vaga idea de que hacer respecto a su mejor amigo, si bien, decirle no parecía ser una opción, tampoco era estúpido para ir y simplemente soltar "oye, casualmente iba a pedirle a tu casi novio que se alejara de ti porque no tolero la idea de que estén juntos, pero todo salió mal y terminé besándolo". Con solo pensarlo parecía una pésima idea. Por eso necesitaba pedirle ayuda a alguien más, prefería dejar su orgullo de lado antes que cometer otro error.
Necesitaba un consejo de Jinhwan.
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Kim Jinhwan tecleaba rápidamente en su celular un mensaje para su amigo Hanbin. A pesar de la distancia, él siempre se encargaba de escucharlo, aconsejarlo, o simplemente hablar con él de cualquier tema sin sentido.
Jinhwan lo agradecía. Estaba adaptado, llevaba más tiempo viviendo en Seúl que en Busan. Estaba acostumbrado a la gente a su alrededor, a sus nuevos amigos, sus clases, a todo. Pero no se sentía aceptado.
Hablar con Hanbin era su escapatoria de la realidad. Porque la realidad era que tenía amigos, familia, compañeros, pero no se sentía en un hogar. Porque la mayor parte de su vida se encontraba en Seúl, pero su hogar había olvidado hacer sus maletas y comprar un boleto de avión. Su hogar se quedó en Busan.
De cualquier modo, no siempre fue así, tan ajeno de sus cercanos. Hubo un momento donde sintió que encajaba, que tenía más familia de la que en verdad poseía. Había encontrado a su compañero de crímenes y lo dejó marchar.
Pero tal vez, ese era el problema. Seguía tan ensimismado en el pasado, se aferró a el como un niño pequeño se aferraba a sus cobijas en la oscuridad. Pero lo intentó, trató de crear un próspero futuro y lo hizo, en todos los aspectos excepto uno. Y no logra comprender, porque pudo continuar sin Hanbin, sin Donghyuk, sin Yunhyeong, pero no sin Jungkook. Se estancó y solo el destino sabe porque no pudo seguir avanzando.
Se convenció de que no necesitaba un mejor amigo, que con Seokjin y Jimin era suficiente, que con sus compañeros de clases que amablemente entablaban conversaciones con él bastaba y sobraba. Pero sabía que no era así. Sin embargo, también sabía que era mejor estar solo que humillarse.
Guardó su teléfono en su bolsillo, solo así pudo darse cuenta que alguien estaba frente a él, y solo Dios sabe cuando tiempo llevaba esperándolo.
-¿Puedo sentarme?- Inquirió Jungkook. Con una voz nerviosa en espera de un rechazo aunque anhelaba un respuesta positiva.
-¿No prefieres sentarte en una mesa? Estar recargado en un librero no es la mejor opción, de hecho, yo estaba por irme-
-Jinhwan, quiero hablar contigo-
El pelinegro lo había comprendido desde el inicio, pero le gustaba estar seguro de sus sospechas.
Asintió ante la petición de Jungkook y palmeó el espacio libre a su lado. Esperando a que el castaño se agachara para quedar junto a él.
-¿Recuerdas tu cumpleaños número 9?- Por supuesto que Jinhwan lo recordaba, pero quería saber a donde se dirigía el pelinegro. -Invitaste a todos los chicos de la escuela, tú no sabías lo que aquellos malnacidos decían sobre ti hasta ese día, cuando llegaron a tu fiesta y dijeron palabras hirientes aunque solo eran un par niños. Tu papá enfureció y corrió a todos, mientras tu corrías a tu cuarto a esconderte, como si fuera alguna especie de fortaleza que pudiera protegerte de todos.-
-¿A dónde quieres llegar con esto?- Interrumpió.
-Toqué la puerta de tu habitación, sabías que era yo y aún así me pediste que me marchara, que no querías que te viera de esa manera. Entonces yo te dije que para mí siempre serías perfecto, y te protegería de aquellos que quisieran arrancar de la tierra a la más preciosa rosa. Abriste la puerta y me abrazaste, escondiendo tu cabeza en mi cuello ¿Recuerdas lo que me respondiste?-
El pelinegro dudo un momento. Lo recuerda como si hubiera pasado solo segundos atrás, de hecho, recuerda cada momento que pasaron juntos, pero sí hablaba la voz se le rompería o quedaría atorada en su garganta.
-Me dijste que te lo jurara- Jeon contestó su propia pregunta. -Y no dudé ni un segundo en hacerlo porque estaba seguro de ello, pero fallé mi promesa. Porque aunque ya no esté junto a ti sé que te han arrancado y te marchitaste. No tengo ningún derecho de estar aquí ahora, lo sé, y no entiendo sí soy muy valiente por venir a pedir tu ayuda o un completo estúpido por intentarlo. Pero te necesito... Te necesito tanto.-Terminó, con ojos brillosos debido a las lágrimas reprimidas.
Porque pedirle ayuda para no perder a Taehyung, era también una excusa para recuperarlo a él. Porque no era la primera vez que lo necesitaba y estaba seguro que Jinhwan también lo hacía.
-¿Recuerdas que te dije que siempre estaría para ti?- Jeon asintió. -Debí agregar que no tenía vigencia- Ambos rieron.
-Jinani, ¿puedes guardar un secreto?-
-¿No lo he hecho ya muchas veces?, solo suéltalo- Bromeó Jinhwan, pegándole juguetonamente a Jungkook en su hombro. Sintiendo como un ladrillo se colocaba alrededor de ellos, listo para volver a formar lo que alguna vez destruyeron.
-Besé a Kim Seokjin-
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Me emociona que los ciclos se vayan cerrando y la cosas solucionando. Sin embargo, algunas cosas alrededor se van a desmoronar.
Gracias por leer ♥︎
Goldenshook