Capítulo 7 parte I| No te encariñes con él, tarde o temprano te romperá el corazón.
Catalina Russell.
— ¿Qué te parece este? Me lo compre hace dos meses más o menos.
Miro a Joshua a través del espejo, estaba costado en mi cama con sus asquerosas zapatos negros sobre esta cuando le he dicho cientos de veces que se los quite andes de acostarse. Mi amigo saco la almohada de su cara dirigiendo sus ojos a mí.
— ¿Quieres que te conteste como hombre o como tu mejor amigo?— Me mordí el labio.
— Como mejor amigo.
— Te ves horrenda.— Soltó de golpe y se metió esta vez a su celular.
— ¿Qué dices pero...?
— ¡La que debería estar aquí es Lisa no yo!— Exclamó.— ¿Y por qué mierda no te pones el vestido que te compro tu hermano y tu cuñada?— Se quejó.— Seguramente te verás muy ardiente.— Sonríe con picardía y le lanzo lo primero que tomo del escritorio pero él logra esquivarlo.
— Lisa llegara en una hora, quiere verse linda para Alex.— Le contesté, en cambo mi amigo rodó los ojos y se sentó bajando por fin sus pies de la cama— ¡Además te recuerdo que también eres mi mejor amigo! Si no puedo contar con Lisa pues obviamente puedo contar contigo para estas cosas.
Chasqueó la lengua.
— Okay, voy a ponerme el otro vestido.
Cogí el vestido que Melanie y mi hermano me han regalado. Me encierro en el baño y me lo cambio por este, me coloco los tacones rojos a juego con el vestido y tomo una gran bocanada antes de salir para que mi amigo me diera su aprobación.
Los invitados poco a poco comenzaban a llegar y me refería a los invitados de mi padre más bien invito algunos de sus compañeros y socios de trabajo; tías, tíos y algunas de mis primas. El patio trasero ya estaba organizado para la ocasión, decorada con globos dorados y rosados, mesas largas cubiertas con manteles y bocadillos de cocteles y una fuente de ponche.
De todos modos me sentía nerviosa.
— ¡¿No te entra el vestido o qué!?— Gritó Joshua desde el otro lado de la habitación.— Sabia que no debía comprarte esa pizza fam...
Apenas abro la puerta mi amigo no logra terminar la frase, entreabrió su boca mirándome de pies a cabeza y pestañó un par de veces.
— ¿Qué tal...?— Me reí con nerviosismo.
Joshua dejó su celular sobre la cama y se aclaró la garganta.
— Te ves...lo siento creo que no estoy pensando con la cabeza, ya me entiendes.— Señaló con la mirada su entrepierna y no pude evitar reírme, me acerque a la cama agarré uno de los cojines y se lo estampé en la cara con todas mis fuerzas causando que Joshua cayera de espalda contra el colchón.
Después de unos minutos ambos nos reímos a carcajadas, decido llevar el cabello suelto y un poco de maquillaje sin exceso claro hasta que después nos tomamos un par de fotos y nos dispusimos a bajar hacia donde se encontraban los demás.
Estando ya abajo a la primera a quien encuentro es a Nina vestida con un vestido azul rey con mangas, llevaba su cabello recogido y unos aretes largos en forma de flor color plateado.
— Te ves preciosa.— Dice.
— ¿Cierto, Nina? Si no fuera mi mejor amiga hasta ya la habría invitado a salir.— Añadió mi amigo.
Yo volví a reírme.
— ¿Lisa ya llego?— Pregunté.
— Sí, acaba de llegar.— Me informe.
Joshua y yo no tardamos de salir allí, estando ya a fuera me encuentro con mi amiga vestida con un vestido ajustado color vino con lentejuelas con un escote que deja mucho a la imaginación de cualquier hombre. Dejaba a la vista su tatuaje en la clavícula del lado izquierdo donde llevaba el nombre escrito en árabe de su madre.
Y como siempre su cabellera rubia suelta con algunos ondulaciones en las puntas.
— Joshua cierra la boca.— Habló Lis.— Se te van a entrar las mocas y no queremos tener un muerto ahogado productor por una inofensiva mosquita.— Reí y yo fui quien le cerró la boca a mi amigo, Lisa me estrecho con fuerza entre sus brazos deseándome un feliz cumpleaños.— Te ves hermosa.
— Tú también lo estas.— Sonreí.
Después comenzaron a llegar algunos compañeros y amigos de la universidad. Dejando los regalos sobre una mesa especial para ello, yo me acerque a mis familiares para poder saludarlos y luego volví con mis amigos para seguir charlando.
A Joshua no le gusto para nada que haya invitado a Alex a la fiesta pero lo que él no sabe es que vendrá casi el equipo completo de Lacrosse. Y no entiendo que tiene contra ellos, a mi parecen buenos chicos.
<< Debe estar celoso...>>
Esta última semana mi amiga ha interactuado más con Alex y parecen llevarse de maravilla e incluso él la ha llevado a casa pero a Joshua n le gusta para nada a donde va a llegar todo esto y lo noté en la manera en como actuaba justo ahora que ella comenzó hablar del amigo de Noah.
— No te encariñes con él, tarde o temprano te romperá el corazón.— Ambas nos giramos a verlo, por un momento dejo de prestarle atención ya que unos amigos de la universidad que acaban de llegar se acercaron a saludar.
— ¿Qué?— Inquirió mi amiga.
Invito a los chicos a que pasen a comer algo y vuelvo a poner atención hacia mis dos amigos.
— Lo que oíste, Lis.
— Yo...creo que iré a buscar algo para beber.
Prefiero no meterme esta vez en sus discusiones, así que los dejo solo y voy a la mesa donde encontraba el ponche y diferentes tipos de alcohol.
¿Qué le pasa a Joshua?
Al coger un vaso de ponche voy hacia donde se encuentra mi padre con uno de sus amigos y me presento con ellos. Hasta decido buscar con la mirada a Kevin y me disculpo para alejarme de ahí, ¿Dónde está? No le he visto desde la mañana, desde ese día se ha mantenido algo distante y extraño no solamente conmigo sino que también con mi padre.
<< ¿No eras lo que querías?>>
— ¿Buscas alguien?— Oí su voz detrás de mis espalda, no fue necesario adivinar para saber de quién trataba. Kevin se paró a mi lado con un vaso rojo lleno de ponche en su interior y su otra mano estaba metido en el bolsillo de su pantalón de tela negro.
Debo admitir que luce atractivo esta noche.
— Te buscaba a ti.— Respondí, su expresión reflejaba una mezcla de sorpresa y eso me hizo sonreír.— Disculpe usted pero debo decirle que se ve muy guapo esta noche e incluso a captado la atención de más de unas de mis invitadas.
— Lo sé.— Y sonrió aún más. Fue entonces que él se tomó la molestia de mirarme de pies a cabeza con una pequeña sonrisa en sus labios.— Pero disculpe señorita Russell, pero es usted quien se ha ganado las miradas de sus invitados varones esta noche.— Aseguró, volviéndome a observar a lo que yo me puse un poco nerviosa.
Tomé del gancho de mi acompañante arrastrándolo conmigo donde se encontraban mis amigos y mis primas. Ellas ya lo conocían pero Joshua y Lisa no, al presentárselo quedaron literalmente embobadas con mi acompañante a excepción claro de mi mejor amigo quien mantenía el ceño fruncido. Comprendo lo sorprendida que luce Anastasia y Alondra, no ven hace años al mejor amigo de mi hermano.
— Me disculpo, iré a presentarme con los socios de tu padre que acaban de llegar.— Asiento y Kevin se retira con una sonrisa pero seguida por mis dos adoradas primas.
— Para tener treinta esta como quiere, eh.— Ruedo los ojos.— Ahora entiendo porque estabas tan flechadita por él.
Le di un golpe en su costilla con mi codo para que cerrara la boca, pero solo se echó a reír sin apartar la mirada de la parte trasera de mi huésped.
<< ¿Huésped? ¿Y desde cuándo?>>
Es un huésped, solo estará aquí unos meses.
— No vuelvas a repetir eso, Lis.— Habló Joshua.
— Ni vilvis a ripitir iso Lis.— Se burló la rubia.
Sé que Joshua se está conteniendo para no gritarle.
— Amiga, tiene razón, no quiero que mi padre te escuche decir eso ¿sabes en el problema en que me meterías?— Apretó los labios y termino asintiendo.
Fuimos hacia donde estaban los demás, pero entonces todas las miradas cayeron al grupo de chicos que acaba de entrar vestidos de traje y con regalos en sus manos.
— ¿Quién demonios invito al equipo de Lacrosse?— Preguntó Joshua, con un tono hostil.
Yo.
Había perdido la esperanza de que vinieran a mi fiesta pero por fortuna no me fallaron.
— Voy a ir a recibirlos.— Antes de mi amigo me reprochara, camine rápidamente hacia ellos con una sonrisa de oreja a oreja.
Creí que no llegarían, por lo poco que sabía era que ellos no acostumbraban a estos tipos de fiestas de trajes formarles pero estaba agradecida de que estuvieran aquí acompañándome esta noche.
— Bienvenidos.— Saludé.— Por un momento creí que ya no llegarían.
— No íbamos a faltar.— Habló Mike.— Tuvimos un pequeño inconveniente con los regalos y con Noah.— Reprimí una sonrisa.
Algo me decía que era por Loweel, cuando les dije que iba a ser una fiesta algo formal su entusiasmo se había ido por los suelos.
— Chicos no era necesario los regalos.— Noté lo incomodo que se sentían.— Pueden comer y beber lo que quieran, la verdadera fiesta estará por empezar en una hora.
— Gracias.— Dijeron todos.
No vi a Noah ni Luke entrar, así que salgo a fuera para poder ir a buscarlos. Cuando ya estoy fuera encuentro una fila de autos pero el único que lograba destacar entre ellos era el Jeep de Noah.
Y ahí estaba sentado sobre el capó de este, llevando la colilla de cigarro a sus labios aspirando con suma tranquilidad pero estaba solo, sin su hermano. Me abrazo a mí misma y decido caminar hacia él hasta detenerme frente al capó.
Repitió la misma acción de hace unos segundos con el cigarrillo hasta que el humo se quedó un momento en su interior. Buscando el efecto que él quería inclinó su cabeza hacia atrás hasta que exhaló.
Se bajó del capó y pude fijarme bien en ese momento de su aspecto. Noah llevaba un traje ajustado a su cuerpo de color negro y una camiseta con cuello circular del mismo tono de su traje dándole estilo informal.
Lucia serio, cansado y su cabello como siempre lucia desordenado pero a él no parecía importarle. Me dio la impresión que fue obligado a venir a mi fiesta por sus amigos.
— ¿Por qué no entraste con los demás?— Le pregunté.— ¿Y dónde está tu hermano? creí que estaría contigo aquí a fuera.
— Mi hermano no pudo asistir.— Dijo tajante, me sorprendió un poco en el tono en que lo dijo.— Y la verdad no tenía muchas ganas de venir.— Dice, como si le molestara.
Yo sonreí.
¿Qué sucedió con el Noah amigable?
— ¿Y qué haces aquí entonces? Puedes irte cuando quieras.— Dije, Noah volvió a darle una calada a su cigarro.
Por un segundo lo vi sonreír.
— Alguien debe conducir sobrio, además no me gusta beber.— Relamí mis labios.
— Eso habla muy bien de ti.— Me cruzo de brazos.
Noah meneó la cabeza.
— ¿Crees que me importa lo que digan de mi?— Me quedo en silencio.— Me importa una mierda la verdad, y no vivo de los comentarios de los demás, niña.
¿Acaba de llamarme niña?
¿Qué le sucede?
Hace unos días parecía amigable y de buen humor.
<<No siempre vamos a enseñarle al mundo una sonrisa, Catt...>>
— ¿Acabas de llamarme niña?— Eché mi cara hacia atrás con el ceño fruncido.— Para tu información acabo de cumplir veintidós, ¿Cuánto años tienes tú, eh?— Si esta de mal humor dudo mucho que me conteste.
— Tengo veinticuatro.— Confesó, me le quedo viendo con sorpresa.— ¿Por qué tan sorprendida?— Se ríe.
Ya está, es bipolar.
— Por nada.
Seguramente está cursando su último año de carrera, nos falta por conocernos y la verdad es que quiero hacerlo. De pronto escuchamos unos gritos y la música se escuchó más fuerte, me giro encontrándome con luces de colores iluminando el cielo y fruncí el ceño.
¿Qué está pasando?
Noah lanzó la colilla al suelo y lo piso con la suela de su zapato, entonces sin pensarlo le tomo de la mano llevándolo conmigo.
— ¿Qué haces?
— Es mi cumpleaños.— Me detengo en mitad de camino.— Y como deseo voy a pedir que Noah Lowell entre conmigo a la fiesta y podamos divertirnos juntos.— Entreabrió su boca y aparto la mirada por unos segundos.
— Bien, entonces no me queda de otra que cumplir tu deseo.— Sonreí, entramos al patio pero Noah me tira de la mano deteniéndome y me gire a verlo, acerco su rostro quedando a centímetros del mío y siento algo sobre mi mano— Feliz cumpleaños, Russell.— Él se apartó y paso por mi lado dirigiéndose a donde se encontraban sus amigos.
Bajo la mirada a la palma de mi mano donde encuentro una caja de terciopelo rosa, sin esperar decido abrirla y al quitar la tapa me encuentro con una pulsera de plata con un corazón como símbolo en el medio bañado en piedrecillas.
Dios...
No pude evitar soltar una risita estúpida.