Maratón 1/5 ☀️ 200K lecturas.
— Tengo un plan, JinYoungie. Si no aceptan lo nuestro, les diremos que era una broma y nos escapamos en la noche. Nos cambiamos el nombre y nos vamos del país.
JinYoung rió, negando con la cabeza mientras arropaba a Jackson con la cobija de su cama.
— No seas dramático, Wang.— dijo JinYoung caminando a su armario, sacando de ahí una pijama.
— Estoy siendo precavido, Park. Nadie frustrará nuestro inminente matrimonio.
JinYoung volvió a reír mientras se desvestía. Después de colocársela su pijama se acomodó bajo las cobijas junto a Jackson.
— Todo saldrá bien. — dijo JinYoung abriendo sus brazos. Jackson se acercó a él de inmediato, acurrucándose en el menor.— Quizá mi madre llegue a sorprenderse un poco, pero no hay nada de qué preocuparnos.— Jackson suspiró, sin poder evitar abrazar con más fuerza a JinYoung. Relajó un poco su cuerpo y su mente al sentir un beso en la frente.
— Si mi padre no logró separarnos antes, nadie lo hará ahora. — Jackson sonrió contra el pecho de JinYoung. — Te amo, Seunie. No dejaré que esto acabe tan fácilmente, no después de todo lo que tuvimos que pasar para llegar hasta aquí.
— No deberías decirme ese tipo de cosas cuando estamos en esta posición. — murmuró Jackson, subiéndose con lentitud en el cuerpo de JinYoung sin recibir ninguna queja. El azabache le acarició las mejillas, haciéndolo sonreír. — Me orillas a querer hacerte el amor.
JinYoung rió muy bajo, quitando el mechón de cabello castaño que había caído por la frente del chino. Nunca podía evitar que pasara por su mente lo hermoso que su novio era; a pesar de sus facciones masculinas y finamente marcadas, JinYoung consideraba que Jackson tenía una tierna carita de ángel. Siempre tan llena de luz a causa de su sonrisa blanca y fresca junto a sus grandes y oscuros ojos de cachorro, con ese brillo dulce que a JinYoung le encantaba ver cuando cruzaban miradas.
— ¿Y desde cuándo pides permiso? — Jackson mordió ligeramente su labio ante el gesto seductor de JinYoung.
— Debo abstenerme, ¿qué haremos si mañana tu madre te pregunta por qué cojeas?
JinYoung rodó los ojos, riendo levemente.
— Baja un poco tu ego, Wang.
— Tus dulces gemiditos me lo suben, Park.
— ¡Joder, cállate! — exclamó JinYoung, dándole un golpe en el pecho. — Eres un-
Las palabras de JinYoung se vieron interrumpidas por los labios de Jackson, los cuales capturaron los suyos en un apasionado e intenso beso. JinYoung jadeó al sentir como su novio succionaba su boca con deseo, arrebatándole el aliento.
— Seunie ... — JinYoung cerró sus ojos, las manos de Jackson habían comenzado a pasearse por sus piernas hasta acunar sus glúteos entre sus dedos, dándoles un leve apretón. — ¿Cu- cuál es tu jodida obsesión con mi trasero? — jadeó JinYoung, estremeciéndose ante las caricias de su novio.
— Si te vieras desde mis ojos, entenderías muchas cosas. — respondió Jackson. — Como por ejemplo que mi obsesión no es sólo con tu redondito trasero ... — el castaño se deshizo de la camiseta de JinYoung, dejando la piel lechosa de su torso al descubierto. Sonrió satisfecho al saber que él era el único con el privilegio de tener aquella vista. — Todo tú eres mi obsesión, JinYoung.
El pelinegro no pudo evitar sonreír, desviando la mirada de los penetrantes ojos de Jackson. Éste lo tomó de las mejillas, obligando a JinYoung a verlo a los ojos.
— ¿Te gusto mucho, Jackson? — cuestionó JinYoung sentándose en la cama, colando sus manos entre la sudadera del castaño hasta sacarla de su cuerpo.
— Mucho es poco. — respondió juntando su frente con la de JinYoung.
— Mh ... ¿muchísimo?
Jackson sonrió, JinYoung también.
— Pensándolo bien, no podría ponerlo en palabras.
A JinYoung le encantó la respuesta.
— Joder ... ¿es esa tu forma de hacerme ceder?
— Ceder ¿para qué? ¿Para hacer el amor? — Jackson negó con la cabeza, con una imborrable sonrisa en los labios. — No necesito decir nada en especial para hacerte ceder, amor.
— ¡Caray! Cuanta confianza, dame una poca para los exámenes.
Jackson rió con ganas, contagiando a JinYoung.
— Menos bromas, más acción. — dijo Jackson antes de tomar a JinYoung de las caderas, acercándolo más a él para luego acostarlo de nuevo en la cama. Sus labios se habían unido de inmediato, como dos imanes.
No necesitaban ir rápido o añadir intensidad al momento, ellos preferían tomarse su tiempo; no había nada mejor que disfrutar con calma de las caricias y besos del otro, de sus nombres pronunciados entre voces agitadas y palabras dulces que no podían evitar soltar en ocasiones.
A JinYoung no le costaba admitir que le encantaba la intimidad con su chico, y no sólo por lo hábil que éste era, sino por la forma en que lo hacía sentir más allá de las sensaciones físicas. Nunca faltaban los besos dulces, las caricias lentas y suaves, mucho menos los "te amo" al oído que a JinYoung lo hacían sentir un mar de emociones. Se sentía a salvo, se sentía seguro, pero sobre todo, se sentía amado.
Por su parte, Jackson se sentía de la misma manera. La forma que tenía JinYoung de entregarse a él era simplemente el paraíso. Jackson había quedado maravillado con eso desde la primera vez, ya que no había un sólo beso en el que no sintiera los sentimientos de JinYoung fluyendo al compás de los suyos; sus caricias eran cautelosas más no tímidas, a Jackson le encantaba que JinYoung lo tocara con libertad y sin vergüenza, para él era signo de que el menor lo deseaba de igual forma.
— Ya está bien, Jackson ... — jadeó JinYoung, presionando el colchón con sus pies. — Hazlo.
— ¿Tan pronto? ¿Seguro? — después de que JinYoung asintiera, Jackson tomó su posición. — Ya lo sabes, si-
— Si duele, te digo. Lo sé, Seun-ah. — le sonrió JinYoung, acariciándole la ligeramente sudorosa mejilla. — ¿Cómo puedes ser tan dulce en todo momento?
— No hay ningún momento que no amerite que lo sea. — respondió acariciando los muslos de JinYoung, relajando un poco el involuntariamente tenso cuerpo de éste. — Sólo cuando se trata de ti, obviamente. — aclaró, haciendo sonreír a JinYoung. Éste lo tomó de las mejillas, acercándolo a su rostro hasta juntar sus labios. Un beso lento y cariñoso. — Te amo, Park-gae.
— También te a- ¡ah! Ja- Jackson ... ¡oh!
— Lo siento, ¿te ... te interrumpí? — Jackson sonrió entre palabras entrecortadas a causa de la placentera presión en su parte baja. — Ya puedes decirlo, perdón, te veías tan lindo que no pude evitar hacerlo.
JinYoung no pudo acatar la sugerencia de Jackson, ya que lo único que podía formular eran entrecortados gimoteos y suspiros pesados a causa de los estímulos de su novio.
Jackson tomó las manos del menor y después de besar el dorso de cada una, las sujetó contra el colchón, recibiendo sin quejas los apretones que JinYoung daba en sus manos cada ciertas embestidas.
— Seunie ... Seunie ...
Jackson decidió disminuir un poco la velocidad de sus movimientos al notar que JinYoung estaba esforzándose por poder hablar coherentemente.
— ¿Qué sucede, mi príncipe?
JinYoung sonrió levemente, soltando las manos de Jackson para poder abrazar a éste.
— También te amo. — murmuró contra los labios de Jackson, los cuales capturaron los suyos en un apasionado beso a la par que sus caderas eran sujetadas y los movimientos de Jackson retomaban su trabajo.
La habitación se encontraba llena de las voces de ambos chicos, jadeantes mientras pronunciaban el nombre de a quien amaban y a quien, una vez más, se entregaban en cuerpo y alma. Demostrando que la llama de amor y deseo dentro de ellos se encontraba en su máximo esplendor, la cual parecía no apaciguarse.
JinYoung se acomodó contra el pecho de Jackson, quien al igual que él, intentaba recuperar el aliento después de aquel amoroso encuentro íntimo. Dejó un beso en la mandíbula de Jackson, captando la atención de éste.
— Oh, ¿mi JinYoungie quiere besitos? Eres tan lindo ~.
— Shh, sólo hazlo. — se quejó el menor avergonzado. Sin necesitar mucha insistencia, Jackson acató la petición de JinYoung.
La habitación se quedó en silencio, salvo al chasquido de sus labios al separarse instantáneamente para tomar aire. Los dedos de JinYoung se perdían entre el castaño cabello de su chico, mientras que los de Jackson se entretenían en la espalda de JinYoung, paseándose de arriba a abajo.
Fue una cálida y dulce sesión de besos hasta que el sueño venció a JinYoung, dejándolo dormido sobre el brazo de Jackson, quien disfrutaba de la tierna vista del azabache acurrucado en su pecho. Se dio la libertad de acariciar el precioso rostro níveo de JinYoung.
— Eres tan hermoso, JinYoung-ah ... — dicho esto en un susurro, beso la frente del chico plácidamente dormido.
Si hace exactamente un año le hubiesen dicho a Jackson que sería capaz de disfrutar de una noche así con JinYoung, se habría reído. En realidad, no hace falta ir tan lejos; si aquello le hubiese sido dicho hace tan sólo un mes, también se habría reído. Y quizá más fuerte.
Las esperanzas de Jackson se habían ido apagando conforme el tiempo pasaba y la intolerancia de JinYoung hacía él se hacía más notoria. Las cosas habían detonado de una manera desastrosa para ambos; no negaba el hecho de que sí cruzó por su mente terminar cualquier tipo de relación con el menor después de enterarse de la verdad. Se sintió tan decepcionado y traicionado que lo único que deseaba era alejarse de JinYoung.
Pero no pudo.
¿Cómo iba a hacerlo? Si lo amaba con todas sus fuerzas. Lo amaba tanto que había sido capaz de soportar la indiferencia y frialdad de JinYoung por tanto tiempo, ahora que sabía cuál era realmente el motivo ¿por qué negarse la oportunidad que por tanto tiempo estuvo esperando? Si bien era consciente de que JinYoung estuvo mal, también sabía lo arrepentido y dolido que estaba el menor ante su inmenso error y el cuanto lo había lastimado por ello.
El amor de Jackson era tan grande, que lo único que él necesitaba era saber que él recibiría la misma clase de amor por parte de JinYoung. Decidió apostar por ello y ganó de inmediato, desde el primer momento JinYoung dejó caer sobre él todo el amor contenido innecesariamente por tanto tiempo.
A Jackson le habían enseñado que una persona que da todo de sí en una segunda oportunidad, no necesitará una tercera. Estaba convencido de que ese era el caso de su chico, el cual le demostraba cuanto lo amaba de más de mil formas, hasta en el más mínimo detalle; como el dejarlo elegir la película de sus acarameladas tardes de invierno, cocinar su platillo favorito para sorprenderlo, besarle la frente para calmar sus malos ratos o pronunciar un simple "Seunie" con ese tono suave y dulce que JinYoung tenía para hablarle, ese que había extrañado en demasía.
Su lindo Junior había vuelto, aquel chico sensible de hermosa sonrisa y mejillas coloradas, aquel que lo recibía con amor en cualquier momento y lo hacía sentir especial con tan sólo una mirada.
JinYoung lo amaba, lo amaba mucho y eso es lo único que Jackson necesitaba.
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— Repasemos el plan: si algo sale mal, tomas mi mano y corremos lejos.
— Creí que se te había pasado el pánico.
— No se me pasará hasta que tu madre me diga "¡Yo organizo la boda!".
JinYoung rió. Miró por la ventana detrás de Jackson, sonriendo un poco al ver que habían llegado a Jinhae-gu.
— No creo que diga eso justo ahora, pero ... confía en que va a aceptarnos. No pasará nada malo, Seunie. — besó la mejilla del mayor, sacándole una sonrisa. — Además, ya te lo dije, nadie hará que yo me aleje de ti ¿entendido, cabecita hueca?
— Me gusta cuando me hablas con diminutivos. — dijo Jackson en un tono que a JinYoung le pareció de lo más adorable.
Caray, Jackson era demasiado tierno sin siquiera intentarlo.
— Y a mi me gustas tú.
— Kya~ JinYoung-ah ¡mi corazoncito! — chilló agudamente, sacándole una carcajada a JinYoung. — Beso, beso, beso.
— No, no, no. — JinYoung colocó un dedo en la nariz de Jackson, quien ya había alzado sus labios en busca de un beso.
— Eh, ¿por qué no? — Jackson puchereó, cosa que sabía que haría ceder a JinYoung. Éste desvió la mirada, sintiendo su corazón alborotarse ante aquel tierno gesto de su novio.
Comenzaba a entender la falta de aire y las palpitaciones aceleradas que su mejor amigo sufría por la lindura de su enamorado.
Joder, ¿estás perdiendo el juicio, Park? Se dijo a sí mismo en la mente, sin saber qué hacer al sentir su rostro caliente y unas ganas inmensas de abrazar y besar a su chico.
— JinYoungie~ ¿no me darás el beso? Que malo er-
Jackson se quedó petrificado ante el profundo beso que JinYoung dejó en sus labios al mismo tiempo que lo abrazaba por el cuello, con una fuerza nunca antes usada. El castaño se quedó con la boca semi abierta y los ojos como platos cuando JinYoung volvió a sentarse correctamente en su lugar.
— Vaya ... de haber sabido que mi aegyo te vuelve loquito lo hubiese usado desde antes. — dijo Jackson tocando su labio inferior, en el cual JinYoung había dejado una leve mordida y múltiples besos.
— ¡Ca- cállate! — musitó JinYoung entre dientes, dándole un golpe en la pierna.
Después de un corto trayecto, el tren llegó a la estación principal de la provincia. JinYoung y Jackson tomaron un taxi en dirección a la casa de la abuela del menor. Al llegar, JinYoung tomó la mano de Jackson, dándole un leve apretón.
— ¿Quieres que se los digamos hoy o en la cena de mañana? — preguntó JinYoung.
— No lo sé ... ¿qué piensas más conveniente?
— Yo creo que es mejor encontrar el momento correcto, puede ser hoy o mañana. — Jackson asintió. — Te amo, Seunie.
— También te amo, Junior.
Ambos sonrieron antes de darse un corto beso y tocar por fin el timbre.
Jackson inhaló y exhaló.
No había nada de qué preocuparse, todo iría bien.
Se mantendría con ese pensamiento positivo en mente.
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Hola, bellezas 💖 ¿Cómo están hoy?
Como lo comenté en mi tablero de mensajes, he decido publicar el maratón en dos partes: del 1 al 3 y en cuanto pueda publicaré consecutivamente el 4 y 5. Si me esperaba a tener los 5 listos sería regalo de Navidad.
Tengan cuidado de no saltarse ningún capítulo ~~~ ya que han sido los tres publicados.
Millones de gracias por su paciencia, les juro que hago lo que puedo.
☀️ Gracias por leer ☀️