Cuando despertó, el asiento a su lado se encontraba vacío, únicamente una lata de café con leche reposaba sobre ella. Supo que el cuello le dolería durante todo el día por la incómoda posición en la que quedó una vez el hombro de Shinsou fue retirado. El reloj de la pared marcaba las siete de la mañana, y curiosamente un par de personas con sus mascotas iban llegando.
La misma enfermera de antes se detuvo al verla despierta, ya que caminaba con un cachorro en sus brazos.
—Tu novio está con Parda, pueden llevarla si quieren —El animal en sus brazos gimoteo—. Regresen aquí en dos semanas para hacer un chequeo de su pata.
(T/n) le agradeció con voz ronca y ni siquiera se animó a ver su reflejo en la pantalla del celular. Debía dar miedo seguro.
Aunque una palabra en particular la hizo despertar de golpe.
Se levantó como si le hubieran pinchado el culo, sonrojada.
— ¿Novio? —Pronunció aquella palabra prohibida con miedo, en el momento justo que el cabellos violáceos aparecía con Parda en brazos.
— ¿Estás bien? —La observo curioso—. Te ves abatida.
Parda maulló en su dirección.
La adulta asintió, notando las sombrías ojeras de Hitoshi. Estaba segura que no durmió durante toda la noche, preocupado a morir por la minina que ahora, se ve tranquila. Suspiro de alivio llevando una mano sobre la cabeza de Parda, pasando los dedos detrás de sus orejas.
—Estoy bien —Su voz fue sincera—. Me alegra que Parda este bien —Rebusco las llaves del auto dentro de su bolsillo trasero—. ¿Vamos a casa?, estoy segura que los demás nos están esperando.
Shinsou alzó ambas orejas al oír «Casa», se sentía extraño, una palabra poco familiar. Y se preguntó si él podría repetirla con seguridad, afirmar que ciertamente, esa es ahora su casa.
—...Casa...—Farfulló—. Suena extraño si proviene de mi boca.
Salieron de la clínica veterinaria, no sin antes darle las gracias debidas tanto a la enfermera como al veterinario, que se había acercado para explicarle sobre los cuidados que debería tener con Parda. Cuando subieron al auto, (T/n) recibió una llamada, pero decidió ignorarla. Quería llegar a casa, darle de comer a Parda y buscarle un sitio donde pudiera dormir –seguro en su habitación–.
Sin embargo, el celular nuevamente volvió a vibrar.
El híbrido junto las cejas al leer el nombre "Tenya" en la pantalla, un nombre que desconoce por completo.
La vio dudar y después de varios segundos junto con un pesado suspiro, llevo el aparato a su oreja.
—Sí que te despiertas temprano– —Del otro lado de la línea, la voz enojada de Tenya resonaba hasta tal punto que Shinsou podía oírlo.
Podía ver a (T/n) sujetando con fuerza el volante, la expresión más seria en su rostro. Su cola se sacudió de forma incómoda bajo sus pies.
—Yo...te explicaré todo cuando llegue a casa, ¿está bien? —Jamás la vio con un aspecto tan derrotado—. Lo prometo, Tenya. Así que por favor, deja de tratarme como una niña.
Finalizo la llamada sin mucho más que decir, y por unos breves momentos, el aire dentro del auto era tenso. Parda no se atrevía a maullar, y a Hitoshi sin embargo, le importaba muy poco arruinar esta atmósfera.
— ¿Vas a arrancar el auto o no? —Para cualquiera esa pregunta podría haber sonado grosera, pero en realidad, quería distraerla.
(T/n) parpadeo rápidamente, para después esbozar una leve sonrisa. Los ojos violetas del híbrido parecían dos amatistas con el sol dando de lleno sobre su rostro, a pesar de que tiene una expresión de molestia por la luz. Era consciente que los híbridos casi siempre son apuestos, pero creía fielmente que Shinsou sobrepasaba a cualquiera.
—Lo siento, es que Tsuyu llamó por refuerzos —Chasqueo la lengua con una mueca, a la vez que encendía el auto—. Y eligió al más complicado de todos.
Salieron del área de estacionamiento, pronto ingresando a la ruta. Parda se movió varias veces en sus brazos, probablemente buscando una posición cómoda para dormir. Y al notar esto, Shinsou decidió dejarla en los asientos traseros, dedicándole una larga mirada.
—«Despiértame cuando lleguemos» —Le dijo mientras se hacía un ovillo, no sin antes limpiar su pelaje.
Volvió a su posición inicial, sus ojos analizando el paisaje que los rodea.
— ¿Las camisas son de él, verdad?
(T/n) le dedicó un vistazo de reojo, de repente sintiendo nervios. Nunca hablo sobre Tenya con nadie, solo con Tsuyu.
—Si, solía robarle algunas —Respondió con una ligera risa.
Shinsou no sabía que lo motivaba a seguir preguntando sobre este tipo, pero quería averiguar todo lo que podía sobre él. (T/n) le habló de su extraña manía de mover las manos, sobre su hermano mayor, la carrera que estudia y su personalidad. Tenya sonaba como el alumno perfecto, el hijo prodigio que todo padre desearía.
Y más allá de sentir celos, lo que surgió en él fue algo parecido a la envidia. Tenya convivio muchísimo tiempo con (T/n), estudiaron juntos y hasta fueron pareja.
En cambio, Shinsou dio con ella gracias a su abuela que lo cuido por un corto tiempo. De no ser por eso, lo muy probable es que nunca se hubieran conocido. Sumado a que no tenía ningún logro académico que presumir o habilidades.
Decidió cambiar de tema porque se sentía estúpido al tener esa clase de sentimiento.
— ¿Por qué decidiste vivir aquí? —Ante la pregunta, hubo un cambio en la expresión de (T/n).
—Bueno, sabes que trabajo en un museo, ¿verdad? —El híbrido jugueteo con un adorno que colgaba del espejo retrovisor—. Soy archivística, por lo tanto manejo documentos y ese tipo de cosas. Pero al mismo tiempo, soy artista, como ya sabrás.
—No estás respondiendo mi pregunta.
Ante la impaciencia del felino, (T/n) soltó una risa.
—Me inscribí a un concurso de arte, debo entregar un cuadro en determinado tiempo. Si gano el primer lugar, además de que mantendrán mi obra colgada por un largo tiempo, también ganaré cierta cantidad de dinero.
Hitoshi medito sobre su respuesta varios minutos, analizando cada palabra dicha. Hasta ahora, solo la vio trabajar en el estudio un par de veces y ninguna obra se veía del tipo para competencia –a pesar de que el amaba cada obra suya, tenía sentido crítico sobre las mismas–.
Apoyo la cabeza sobre el respaldo.
—Entonces estás buscando inspiración aquí —Lo siguiente le produjo un sabor amargo en la boca—. No te quedarás mucho tiempo.
Estaban cerca, de a poco las pequeñas casas antiguas podían apreciarse a la distancia. Antes de regresar iban a tener que pasar por un local para mascotas, ya que Parda necesitaba varias cosas, entre ellas: comida, una cama y por supuesto, sus medicamentos. Ante la nula reacción de parte de la artista, Shinsou suspiro pesadamente.
No tenía ganas de discutir con ella, después de todo lo que hizo por Parda, pero no puede evitar sentirse traicionado. ¿De qué servía volverse cercanos si al final se iría?
— ¿Alguna vez estuviste en la ciudad? —Los ojos del híbrido se clavaron en su figura y ella mantuvo la vista al frente ante los nervios que sentía—. Tengo un departamento en una zona bastante agradable, ya sabes, con comercios y un parque no muy lejos.
— ¿Quieres que vaya contigo? —Estacionaron en el local planeado, y (T/n) le indico que lo espere en el auto—. Oi, (T/n)–
La sujeto de la muñeca antes de que pudiera cerrar la puerta.
Shinsou odiaba dejar las cosas a medias, sobre todo conversaciones de este tipo. Pero la castaña se veía asustadiza, con los ojos temblorosos y el pulso acelerado. Incluir al híbrido en su vida para siempre era un paso que nunca hubiera imaginado, además de apresurado. En primer lugar aún no tiene una placa identificadora lo que complicaría las cosas en la ciudad, lo segundo es que no sabe si Shinsou en verdad está dispuesto a abandonar su vida como "gato callejero" para estar con ella.
—Hablemos de esto en casa, te prometo que no dejaré esta conversación a medias —Se dio cuenta que hizo dos promesas en un mismo día y esperaba poder cumplir con ellas.
A regañadientes, fue liberada del agarre.
De todas formas, él también debía pensar detenidamente su respuesta.
Ya que no sabía si estaba dispuesto a dejar el pueblo donde creció.
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Al llegar a la casa, la situación fue desastrosa. Eran las nueve y media de la mañana, ambos están agotados, pero debían ambientar la habitación para Parda y darle sus medicinas correspondientes. Sin embargo, iba a ser difícil con un Katsuki gritón que aclaraba que por culpa de ellos no logró dormir debidamente.
— ¿Es así siempre? —murmuró por lo bajo Shinsou, tentado a darle un zarpado en medio del rostro.
(T/n) soltó un gruñido, cargando en brazos a Parda. Ochako se ofreció a cuidar de la gata mientras ellos dos descansaban en el comedor y desayunaban algo.
—Se ven terribles —recalcó—. Yo cuidaré de ella mientras tanto, Tokoyami-kun fue al supermercado ya que se ofreció a cocinar el almuerzo.
—Con la ayuda de la rana —agregó Katsuki.
Tanto (T/n) como Shinsou cruzaron mirada ante la ausencia de esos dos, mas no dijeron nada, al contrario, agradecieron la ayuda. Si eran sinceros, los dos caían del sueño a pesar de que llegaron a dormir apenas en los asientos de la clínica.
Antes de que la chica con corte de taza pudiera subir las escaleras, Parda soltó un maullido leve llamando la atención del híbrido felino
—«Dile a (T/n) que gracias por cuidar de mi»
Los ojos violáceos del híbrido cayeron sobre ella, la sonrisa más leve sobre sus labios.
No era necesario que le dijera, (T/n) solo sonrió.
—De nada, Parda.
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Durmieron alrededor de unas tres horas, cada uno en su respectiva habitación. Parda se instaló con Shinsou en un rincón cerca de la ventana, acompañada por Taiga. El minino no se alejó ni un solo momento de su hermana, cada tanto ayudándola a limpiar su pelaje. Hitoshi los oía hablar entre ellos, mas nunca se animó a unirse a la conversación.
Recordando las palabras de (T/n), recordando la vez consiguió ayuda muy tarde para su abuela, recordando y culpándose. El no era ninguna clase de superhéroe, pero se lo debía a la mujer que durante un tiempo se dedicó a cuidarlo.
Y le fallo.
Quién sabe si no le fallaría a (T/n) también. Porque después de todo, eso es lo que hace. Falla y decepciona, toma lo suficiente de los demás para sobrevivir y se marcha.
El aroma a comida lo hizo levantarse, ignorando la mirada de ambos gatos sobre su figura. Bajar las escaleras se sintió pesado porque todavía le dolía el cuerpo, y la culpa le pesa en el pecho, porque (T/n) le está dando todo y él no tiene nada que ofrecerle.
Reconoció su cabellera cerca de la puerta corrediza que da al patio, sosteniendo una taza de jugo entre sus manos y una sonrisa leve en dirección a su mejor amiga, Asui. Tokoyami manejaba con maestría la sartén y Katsuki cortaba unos vegetales en una tabla de madera. Ochako terminaba de acomodar la mesa para que todos pudieran comer juntos, incluso coloco unas flores frescas en un vaso de vidrio.
Pasó una mano sobre su nuca, porque todo estaba sucediendo demasiado rápido como para asimilarlo.
La placa que cuelga del cuello de Katsuki lo trajo a la realidad; él nunca tuvo uno de esos.
Avanzó directamente hacia (T/n), todavía no estaba seguro de querer ir a la ciudad, pero si sabía algo y es que no quiere ser perseguido toda su vida por control de híbridos.
Asui se apartó a un costado para darle sitio en la conversación, soltando su pequeño sonido característico.
— ¿Cómo puedo conseguir una placa identificadora? —Hay una chispa de determinación en sus ojos.
Ante la pregunta, los ojos de ambas chicas se iluminaron. (T/n) dejó la taza en la mesa y sostuvo las manos del híbrido entre las suyas, apretando los dedos con ligereza. Shinsou en primer lugar debería decirle para que la quiere exactamente, pero la idea de arrebatarle la ilusión lo incomodaba.
—Tenya viene en camino, estoy segura que él podrá ayudarnos con eso —Por el tono de su voz, puede suponer que tiene mucha confianza en él.
Shinsou alzó las orejas cuando Katsuki colocó los platos con comida sobre la mesa.
— ¿Por qué esperar a un cuatro ojos cuando puedes preguntarnos a nosotros? —Chasqueo la lengua, dejándose caer en la silla—. Esta porquería no es tan difícil de conseguir, niño salvaje.
—Veo que no, si alguien como tu puede tener una, ¿Por qué yo no?
Ochako probablemente en su vida pasada fue jugadora de Rugby por la forma tan rápida y experta en la que reaccionó para sostener a su rabioso novio de clavarle un tenedor en la frente a Hitoshi.
—Vamos a comer, ¿está bien? —Llevo una cucharada de comida a la boca abierta de Katsuki, de donde sólo provenían un par de palabrotas—. Tokoyami-kun se esforzó por la comida de hoy.
(T/n) mostró una sonrisa nerviosa, mientras se servía un poco en su plato y agradecía al híbrido ave.
Pego un pequeño respingo cuando la cola de Shinsou se enredó en su tobillo, igual que una cuerda.
No le dijo nada, la acción le causo ternura. Es como si quisiera mantenerla allí a su lado, y nada le haría más feliz que eso.
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Continuará~
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Fiuuuf creí que no iba a poder terminarlo porque hoy vinieron unos parientes de visita y estuve todo el día ocupada, recién a la noche pude tocar la PC. Suerte que había dejado un par de cosas escritas para orientarme~
Empieza la cuenta regresiva, los próximos tres capítulos serán los finales + el epílogo. En caso de que vea que falte algo por explicar, le agregare uno más. Por ahora, este será, otra vez, el último capítulo que suba porque la semana de exámenes y entrega de trabajos se están acercando. Y si quiero mis preciadas vacaciones intactas debo estudiar lol
Suerte que ya terminé varias tareas y TP's pendientes ;u;
Se aproxima la temporada de animes nuevos, ¿ya saben cuales verán? Yo tengo una lista larguísima que ni yo se como haré para estar al día con cada uno, pero de alguna forma podre (?
¡Espero que les haya gustado!
¡Nos vemos en un tiempo!
♥♥♥