Hyunjin llevaba más de media hora observando a Eileen dormir tan profundo que nada del mundo podría despertarla en aquel momento, y a Hyunjin le convenía aquello porque no quería dejar de ver el adormilado rostro de la chica envuelto en aquella maraña de pelos despeinados
Se removió en su lugar aferrándose al dorso del chico y soltó un corto bostezo, Hyunjin pensó que una foto de aquello sería perfecto pero ir por su celular ocasionaría demasiado movimiento y temía despertar a la chica así que decidió olvidar aquella idea y concentrarse en seguir observando. Su aroma era dulce, y aunque los años habían pasado, asombrosamente aquel aroma que la caracterizaba no se había ido
—Hyunjin...— dijo en un susurro estirándose en su lugar mientras abría los ojos con flojera, de inmediato se encontró con la mirada del pelinegro —Buenos días— respondió él de forma dulce —Buenos días— respondió Eileen sonriendo mientras se estiraba por segunda ocasión
La observó sentarse a lado de él y tallarse un ojo, Hyunjin solo pensaba en volverla a abrazar recordándola entre las cobijas, quería verla dormir tan pacíficamente como hace tan sólo minutos atrás, Eileen se apresuró a ponerse de pie y caminar hacia la única ventana de la cabaña —Todo está hecho lodo afuera— le aviso la castaña mientras lo volteaba a ver, ¿Por qué habría una tormenta tan fuerte estando en pleno verano en Australia? Hyunjin se puso de pie para ver si era cierto lo que tanto alardeaba la chica, y si, efectivamente, la tierra estaba tan mojada que había tomado la consistencia del lodo
Vago la mirada por el suelo hasta notar que Eileen andaba descalza —ponte zapatos, vas a pescar un resfriado— le advirtió caminando hacia el clóset para sacar ropa nueva e irse al baño a cambiar
Eileen se imaginó aquel horrible fango como nieve blanca y delicada. La chica ya comenzaba a extrañar el invierno y la nieve que este traía consigo. Dio unos cuantos pasos hasta llegar a su maleta -la cual estaba sin desempacar- se sentó en el suelo abriendo la maleta de par en par y comenzó a rebuscar entre toda la ropa que había empacado
Hyunjin salió minutos después del baño con el cabello húmedo y una que otra gota de agua escurriendole por los mechones más mojados, la castaña le echo una mirada por detrás del hombro para después seguir buscando lo que ya se había tardado en encontrar
Le sorprendía lo "bien" que se llevaban y la tranquilidad con la que convivían, seguro que si se tratara de dos desconocidos, o si Hyunjin fuera Seungmin, nada sería igual y el ambiente estaría en constante incomodidad. Ambos sabían andar juntos y llevar la fiesta en paz porque habían hecho aquello desde hace años, era como si nuevamente hicieran días de pijamadas.
—Te dije que te pusieras zapatos— le reprendió Hyunjin lanzándole al lado los zapatos de la chica —No seas pesado— le respondió Eileen haciendo de lado los zapatos siguiendo con su búsqueda
Cuánto está finalmente encontró lo que tanto buscaba volteo a ver a Hyunjin con una sonrisa de oreja a oreja —¿Vamos al lago?— le pregunto