Hyunjin le estaba enseñando algunos acordes simples para que el rubio pudiera tocar alguna melodía. Aprendió cada acorde por separado bastante rápido, el único problema fue que le costaba un poco trasladar sus dedos de unas teclas a otras sin equivocarse.
Mientras Hyunjin reía porque el menor no lograba hacer que todo sonara fluido, Felix se cruzó de brazos e hizo un puchero. "Definitivamente esto no es lo mío."
"Oh vamos, es simple mira." Hyunjin se levantó de donde estaba sentado -junto al rubio- y se paró detrás de este. Ubicó cada uno de los dedos de Felix en cada tecla correspondiente y con la ayuda de su propia mano hizo presión para que el piano hiciera el correspondiente sonido, luego imitó lo mismo con el siguiente acorde, y el subsiguiente, y así hasta terminar. "¿Ya entiendes cómo es?"
"Sí, pero si lo intento yo solo definitivamente saldrá algo distinto."
El de pelo oscuro rio nuevamente, posó su mentón sobre la cabeza de Felix y en esa misma posición le apretó las mejillas con cada una de sus manos. Luego volvió a cubrir las manos del rubio con las suyas y nuevamente le ayudó a tocar de mejor manera el instrumento.
"Felix tus manos son más pequeñas de lo que creí" tomó la muñeca de la mano izquierda del menor y puso su mano sobre esta, juntando ambas palmas y poder medirlas. Las dejaron así en esa posición por unos -largos- segundos, sólo mirando la diferencia de tamaños.
"Bueno ya" Felix cerró su mano en un puño pero sin despegarla de la mano de Hyunjin. "Ya sé que mis manos son pequeñas y las tuyas enormes pero déjame ser." El peli negro se rio y cubrió el puño cerrado de Felix con su propia mano casi por completo, tamborileó sus dedos sobre esta un rato más mientras hablaban y la soltó recién cuando se levantó para ir por algo para comer.
Antes de volver donde Felix, la madre de Hyunjin lo llamó desde su habitación. El rubio tuvo que esperar por más de diez minutos antes de que los dos salieran de esta, ambos inexpresivos. La mujer, a paso rápido salió de la casa mientras que el peli negro entró a su habitación casi corriendo. Felix se quedó solo en la sala frente al piano por unos segundos, sin saber qué hacer.
No se dio cuenta en qué momento ni cómo, pero se encontraba subiendo las escaleras con una dirección determinada. Al abrir la puerta de la habitación se encontró con Hyunjin sentado en el piso, con la espalda apoyada en la pared y sus brazos abrazando sus piernas.
"Felix..."
"Ven aquí" Se sentó a su lado y lo enrolló en un abrazo.
"Cada vez me cuesta más mantenerme fuerte ante ella y mi hermano. Debo ser yo quien los proteja en estos momentos, pero no estoy siento lo suficientemente fuerte... ni valiente." Estuvo con los ojos cerrados desde el momento en que Felix entró a la habitación, intentaba mantener las lágrimas dentro.
Felix comprendió un poco lo que sucedía. Los problemas familiares de Hyunjin lo estaban agobiando y él debía hacer algo al respecto.
"Hyunjin, eres una persona maravillosa. No te rebajes a ti mismo." Felix lo retuvo en un abrazo. Lo sujetó firmemente, quería protegerlo, quería ayudarlo, quería demostrarle que lo apoyaba y que lo quería. "Necesito ver esa sonrisa tuya tan hermosa" le secó con sus pulgares el camino de lágrimas que había en sus mejillas y depositó un muy suave beso en una de ellas "¿Puedo hacer algo para que sonrías nuevamente? Las cosquillas podrían ayudar." Hyunjin empinó muy poquito la comisura de sus labios y Felix con sus pulgares que aún se encontraban en la cara del mayor, trató de marcar aún más su sonrisa empinando los bordes de su boca un poquito más, cuando logró hacer que el de pelo oscuro lograra mantener en su cara una expresión tan linda como su sonrisa; le besó la nariz. No sabía por qué estaba haciendo esas cosas pero sabía que no debía excederse, así que acunó la cabeza de su amigo entre su cuello y volvió a contenerlo para que se sintiera acompañado.
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"¿T-te quedarás a dormir?" No quería que se fuera, pero a la vez no quería que se sintiera obligado a acompañarlo.
"¿Quieres que lo haga?" Hyunjin asintió muy despacio y tímidamente mientras miraba el suelo. "Entonces claro que lo haré."
El de pelo oscuro le entregó a Felix un buzo y una camiseta -lo suficientemente cómodos para descansar sin problemas- junto con un saco de dormir y un par de mantas.
"Hyunjin, ¿te encuentras mejor?"
"¿Es mucho si... pido que duermas conmigo...?" lo dijo extremadamente despacio, tan despacio que Felix se tomó un tiempo en lograr entender la pregunta del todo pero aun así se acercó al castaño oscuro recostándose en la cama y cubriéndose con las sábanas. Por un momento comenzó a acercarse a Hyunjin para abrazarlo pero no quiso molestar y se alejó un poco, pero Hyunjin le sujetó la muñeca y con tan sólo una mirada le pidió que lo abrazara, lo necesitaba más que nada.
Había pasado un corto tiempo y Felix notó que Hyunjin no podía conciliar el sueño, este soltaba largos suspiros de vez en cuando sin lograr quedarse dormido. Al cabo de un rato el rubio le habló con la intención de conversar por unos minutos y así lograr que se tranquilizara aunque sea un poco.
El peli negro hablaba, tenía los ojos cerrados y unos pocos de sus pelos negros chocaban con sus párpados cerrados. Felix veía completamente atento como sus labios se movían suavemente cada vez que una palabra salía de su boca. Los rosados y voluptuosos labios de Hyunjin estaban sumamente cerca de los suyos y sin pensarlo bien se acercó un poco más, apenas un par de centímetros, ya casi no había espacio que los separara cuando Felix se arrepintió. Se alejó rápido, no podía hacerlo, no podía besar al peli negro. ¿En qué estaba pensando? Hyunjin era su amigo, confió en él cuando más lo necesito y no podía arriesgarse a arruinarlo todo, el pelinegro lo necesitaba.
Así, sin más, esperó a que el mayor terminara de hablar para dedicarle una cálida sonrisa y desearle las buenas noches mientras acariciaba su cabello, Hyunjin le sonrió de vuelva cerrando los ojos como reflejo a las caricias que el rubio le entregaba. Tras unos pocos minutos ya estaban ambos completamente dormidos a muy poca distancia y muy cómodamente.
Hyunjin al despertar se encontró con la cara de Felix aún muy cerca de la suya. Debido a semejante cercanía y agregándole el hecho de que algunos rayos de sol chocaban justo en la cara del rubio, sus pecas se notaban demasiado. Sacando su mano de entre las sabanas, y con su dedo índice comenzó a contar una por una las pecas que se encontraban en la parte superior de sus mejillas y en su nariz, a su parecer, aquellas pecas eran una de las cosas más adorable que el rubio tenía. Perdió la cuenta unas veces y se rindió luego de la tercera vez de intentarlo, sin duda Felix tenía más de treinta pequitas esparcidas por su rostro. Al ser aún tempranas horas de la mañana, Hyunjin volvió a pegar los ojos luego de haber pasado unos minutos mirando a su amigo dormir.
"Buenos días" salió un murmuro de la boca del rubio apenas notó como Hyunjin se removía bajo las sabanas junto a él. Felix no había abierto su ojos aún, por lo que, cuando lo hizo, se sorprendió un poco por la escasa distancia entre ellos. Inhaló profundamente y mientras exhalaba por la nariz corrió su cara hacia atrás, tan poca distancia entre ellos lo ponía nervioso.
No lo había notado antes, pero Felix sintió una muy leve presión en su mano, se concentró unos segundos y en ese momento notó como su mano derecha con la izquierda de Hyunjin estaban unidas y con sus dedos delicadamente entrelazados, cualquier pequeño movimiento podía hacer que ambos se separaran, y eso no era lo que el rubio quería.
Un resoplido salió por la nariz de Hyunjin con una sonrisa en su cara, era como una risa tratando de pasar desapercibida, "¿Qué ocurre?" cuestionó el australiano.
"Intenté contar tus pecas mientras dormías, son muy bonitas." un puchero se asomó en los labios del menor mientras se cubría con las mantas dejando solo una pequeña porción de sus ojos a la vista.
"No me gustan"
"¡Cómo no si son lo más bonito que he visto! Podría besar cada una de ellas." Tras decir eso sus mejillas se tornaron rojizas al igual que las de Felix. Haberlo mencionado fue un impulso, realmente deseaba hacerlo pero no era necesario confesarlo en voz alta, ahora Hyunjin estaba nervioso por las palabras que el mismo había dicho.
"No nací con pecas, sólo que desde pequeño me gustaba tomar siestas al sol, es por eso que ahora las tengo. Debí de haberme protegido de los rayos, quizá así ahora no las tendría."
"¿Acaso de verdad quieres que bese una por una de tus pecas para que entiendas lo lindas que son?" El nerviosismo aumentó en el cuerpo de Felix, estaba claro que Hyunjin lo hacía bromeado pero algo dentro del rubio deseaba con todas sus fuerzas a que esas no fueran solo palabras al aire.
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tengo un problema y es que no recuerdo si en algún momento puse si la casa de hyunjin tenía dos pisos o no y ahora estoy en el colegio así que no puedo revisar, sooo si alguien lo recuerda por favor díganme así lo corrijo lo antes posible.
jsjsj gracias y perdón ♡