Respuestas, respuestas que necesitaba buscar, respuestas que necesitaba escuchar, respuestas a mis preguntas "¿Por qué tuviste que ser así?" "¿Por qué tuve que ser yo y no alguien más?" y el "¿Qué hice yo para merecer esto?" respuestas que ni el tarot me podría hacer y solo preguntaba: «Anza, ¿Estas segura que no puedes ver nada? » y ella solo asentía con la cabeza – Necesitas relajarte un poco más, So, así no llegaremos a ninguna parte – respondió – Sabes que necesito respuestas, urgentes, ya no puedo esperar – dije bastante alterada - ¿Sabes, So? Más bien, o tal vez, soy yo la que no está inspirada, y con esa negatividad no vamos a llegar a la respuesta, la sesión de hoy va por mi cuenta, nos vemos – tomó todas las cartas poniéndolas en su recipiente, tomo su bolsa, se paró de la mesa y salió de la habitación. Mis ojos simplemente seguían su paso y al cerrar la puerta, me di cuenta, me di cuenta que tal vez no necesitaba a una médium, psicóloga, o alguna otra persona para llegar a la respuesta, a la mejor la respuesta estaba en mí, o la sabia, pero no quería darme cuenta.
«Calma el alma, que la vida se encarga de explicar las cosas que hoy no tienen respuesta♡»
≈ Cinco meses antes ≈
Han:
"¿Dónde estás, So?"
Somin:
"Ya casi llego, Han, dame 10 min"
El trafico terrible, siempre arruinando mis citas, si es que así podría llamarlo, Han y yo habíamos sido muy buenos amigos desde hace un año desde que nos conocimos en el trabajo, nos había tocado hacer varias campañas publicitarias juntos, compartíamos todo, él había estado conmigo en momentos difíciles y yo con él, el me cubría en mis resacas y yo en las suyas para evitar que descubrieran en la oficina que realmente no estábamos, el llevaba más de un año soltero, y él me apoyaba en mis citas, me ayudaba a escoger outfits para mis citas en tinder y me ayudo cuando tuve que superar la app por tantas fallas, después de tanto tiempo Han y yo notamos que estábamos conviviendo más de lo normal y decidimos intentar, o más bien tratar de intentar salir, tratar de vernos como algo más, después de 15 minutos en el trafico... llegué al restaurante donde nos habíamos citado y lo único que pude ver a la distancia era un Han apagado, serio, que cuando me vio, su mirada cambio, me sonrió a la distancia y saltó de la mesa para darme un fuerte abrazo cuando la distancia entre nosotros terminara y así fue, había medio metro de distancia entre nosotros y él se encargó de terminarla con un fuerte abrazo.
-Entonces, primera cita, So – Me dijo inquieto y con una gran sonrisa.
- Hagamos esto, Han, pero mira que ansioso estas ¿está todo bien? – Y ahí fue donde su sonrisa se apagó
- Debes de sentarte, So – Rompió el abrazo y jaló mi silla para que pudiera sentarme, me acomodó y prosiguió a sentarse en la suya.
- So, no quería decir esto en esta cita, no en la primera, pero ya que me conoces demasiado, te diré... - bajó la mirada misterioso.
- Sabes que nunca puedes ocultarme nada, dime, para eso estoy – respondí
- Tengo algo que enseñarte... - volteó su cara a su maletín para buscar una sobre, un sobre amarillo tamaño carta, sobre que puso sobre la mesa y arrastró hacia mi
- ¿Qué es? – respondí confundida.
- Mi renuncia, pero, ábrelo – No dudé en tomarlo en mis manos y abrirlo, realmente estaba confundida, lo saqué del sobre y comencé a leer
- Pero esto no está redactado por ti, no estoy entendiendo nada...
- No, ellos me hicieron firmarlo
- oye, pero eso es muy injusto – dije disgustada.
- No, So, cálmate... - respondió mientras se tocaba la cabeza
-¿Cómo voy a calmarme? ¡Te corrieron injustificadamente! – respondí, esos hijos de puta habían sacado a Han de la empresa sin justificación alguna
-No es lo que piensas... me hicieron firmarlo porque... me ascendieron – respondió nervioso y bajó la cabeza.
- ¿Qué? ¡Eso es jodidamente asombroso! ¡Felicidades, Han! – respondí, estaba muy contenta por él, aunque esto de cambiar de humor en segundos me estaba ya causando jaqueca.
- Pero eso no es todo, So...
- ¿Qué más está pasando?
- Me transfirieron... a República dominicana.
-¿Qué? ¿Estas bromeando? – realmente estaba muy desconcertada
- No, So, es verdad...
- No sé qué decirte, me refiero a que estoy emocionada por ti, aunque... ahora no sé qué va a pasar, digo... - lo miré directamente a los ojos
- Yo sé, pero no debes de preocuparte, lo nuestro no va a cambiar – respondió con una sonrisa que me dio confianza, si él lo pensaba y decía así, debe ser porque él no va a cambiar, y lo nuestro tampoco, realmente confío en el y en nuestra amistad por tantos meses, esa tarde Han y yo solo nos disfrutamos, disfrutamos de un buen café, una buena comida y la lluvia, inclusive nos aventuramos a mojarnos juntos, pasaron los días y Han no estaba tanto en la oficina como lo usual, se la pasaba en las oficinas del consulado de república dominicana recaudando todos los requisitos para poder obtener la visa de trabajo y no tener problemas, cada día nos veíamos y hablábamos menos, los días pasaban aún más rápido, el trabajo nos consumía a los dos, las llamadas por la noche y hasta el amanecer mantenían nuestra relación viva, o al menos era lo suficiente para sobrevivir.
-Eres hermosa, So, ya extraño abrazarte, pero no es como que pueda ir por la oficina abrazándote por los únicos 3 minutos que estoy ahí al día – dijo Han con su voz ronca al teléfono.
- No tienes por qué preocuparte, Han, también extraño abrazarte, pero comprendo la situación.
-Eres muy linda, gracias por comprenderme... - apenas iba a complementar la frase cuando me entró otra llamada, era de la oficina.
- Han, debo colgar, me está entrando otra llamada, es de la oficina – interrumpí.
- ¿A esta hora? So, son las 3 am, no contestes – respondió
-Tu sabes que debo de... lo siento – colgué y tomé la llamada.
- Buenas noches – respondí al teléfono.
-Buenas noches, Srita. Somin, soy Tara, la secretaria del Lic. Kim, me pidió que me comunicara con usted para pedirle que se presente en su oficina 6 am en punto, con maleta preparada, ropa para dos semanas, incluyendo ropa formal y su pasaporte, va a salir de viaje a cubrir un evento, cualquier información adicional se la dirá el en el momento, le agradezco, que pase buena noche – Tara simplemente colgó, dejándome atónita ¿Qué habría pasado? ¿Y a donde me mandarían? , sentí el "que pase buena noche" como una vil mentada de madre ¿Cómo podría dormir después de eso? Simplemente me paré de la cama de donde estaba y miré a mi armario para saber que llevar ¿Pero cómo sabría si ni siquiera sé a dónde voy? Así que forme mi maleta de atuendo neutro, colores neutros, cosas para frio y calor, un poco de todo y para toda ocasión, escribí una nota en una hoja para mi asistente Lisa y la metí en mi bolso, ojala no sea alérgica a los gatos, así pueda cuidar de los míos mientras no estoy. Al terminar de arreglar mi maleta, vi el reloj, eran las 04:30 am, tal vez aun me daría tiempo de dormir al menos media hora, arreglarme en media hora y llegar en media hora, lo bueno de salir tan temprano de casa es que no hay ningún alma en la calle y puedes llegar en 5 min sin problemas, así que me tiré en la cama y cerré mis ojos, al intentar dormir, escuche mi celular vibrar... ya tenía 20 mensajes de Han.
Han:
"¿Si te voy a ver mañana?"
"So, recuerda que mi vuelo sale a las 11 am"
"Por favor, desayunemos juntos"
"Estaba por decirte algo, ¿Por qué tuviste que colgar? Maldita sea"
"Me gustas mucho, So"
"Por favor, déjame despedirme de ti"
"So, contestaaameeeeeeeeeee ):"
Entre muchos más, no pude leerlos todos, así que desbloqué el celular liberando mi pantalla de notificaciones y puse el temporizador a 25 minutos, cerré los ojos, realmente no dormí solo descansé un poco, me levante al sonar el temporizador y me duché rápidamente, me hice un maquillaje sencillo, si iba a viajar lejos no quería llegar como mapache al lugar, al igual me puse un atuendo cómodo pero con buen estilo para no dar una mala impresión, tomé mi abrigo y mis maletas, puse un poco de comida a mis gatos y salí de mi apartamento.
Cuando llegué al lugar, puse la nota y copia de las llaves de mi apartamento en el escritorio de mi secretaria, Lisa. Una mano tocó mi espalda y volteé, era el Lic.Kim.
-Llegas temprano, So min, ven a mi oficina – ni un buenos días, él siempre va al punto
- Claro – respondí, tomé la manija de mi maleta y caminé hacia su oficina, al llegar ahí puse mi maleta en uno de los sofás, su oficina es enorme, uno podría vivir ahí sin problema.
-Toma asiento acá, por favor – Señaló una de las sillas frente a su escritorio.
- Claro – atravesé toda la oficina y llegué a el asiento, el simplemente me miró y se giró a su computador para comenzar a escribir, un incómodo silencio llenó la sala, lo cual me confundió demasiado, si no iba a decir nada ¿para qué me llamaba?
- Y bueno... ¿vas a decirme algo? – interrumpí el silencio en la sala, el solamente me miró de reojo preparándose para darme una respuesta
- Ah, ¿no te dije? Estamos esperando a alguien