―Cuenta todo de una vez― Sunmi cierra la puerta de un golpe y literal me empuja a la cama― escúpelo todo, vengo sedienta de chisme.
Suelto una risilla y cruzo mis piernas en posición de indio y ella toma la misma posición que yo, solo que está frente a mí. Puedo notar como sus pupilas brillan, deseosa de saber todo lo que hizo su mejor amiga en la semana sin ella.
―Yoongi y yo tuvimos sexo.
Lo escupí, así sin más. No la preparé para lo que venía, se la deje ir sin previo aviso.
Su boca forma una "o" y se queda así por un rato, parece no reaccionar, su cerebro está carburando lo que acabo de confesarle.
― ¿La tiene grande?
Busco la almohada y le golpeo, ella se queja y sé que estoy roja de la vergüenza. Me puede preguntar tantas cosas y se le ocurre decirme eso.
―Por dios, necesitas un baño de agua bendita.
―Siempre se rumoreaba sobre el tipo de chico que era Min Yoongi en la cama, así que tú siendo mi mejor amiga me puedes confirmar la duda sobre si es verdad de que es un gran semental.
Sus cejas suben arriba y abajo, esperando la respuesta hacia su duda indecorosa.
―Es muy bueno haciendo lo que hace ―pega un grito y chilla como niña pequeña― pero dejemos de eso a un lado, tienes que saber más.
― ¿Hay más? Pues dilo que te estás tardando.
Lo que quedó de la tarde Sunmi y yo estuvimos encerradas en mi habitación poniéndonos al día sobre lo sucedido tanto en su viaje con los chicos cómo yo y mis aventuras a lado de Yoongi.
― ¿Qué creas que deba hacer?
Las dos ya estamos afuera de mi casa, los padres de Sunmi vinieron a recogerle y solo tenemos poco tiempo para despedirnos.
―Lo hablaremos mañana, ¿vale? ―me abraza y acaricia mi espalda― encontraremos la solución a todo este embrollo.
―Te amo, ¿lo sabías?
―Sí, ya lo sabía.
Ambas soltamos unas carcajadas y veo como se aleja hacia el coche de sus padres, me despido con la mano y entro a la casa. Noto la presencia de Jimin al pie de la escalera, se acaba de bañar puesto que su cabello está húmedo.
― ¿Todo bien?
Pregunta acortando la distancia y quedando frente a mí. Sus pequeñas manos sujetan mi rostro y acaricia mis mejillas.
―Todo perfecto ―sonrío de la manera más sincera que puedo― ¿tu estás bien?
― ¿Por qué cambias de tema? ―arruga la nariz y golpetea mi frente― conozco a la Yun mentirosa.
―Tonterías tuyas, estoy bien ―rodeo su torso con mis brazos y su suave aroma se filtra por mis más agudos sentidos― hay helado en la nevera y han salido nuevos episodios de nuestras series favoritas, ¿te gustaría que las veamos?
Levanto la cabeza para intercambiar miradas y sus pupilas viajan por todo mi rostro, como buscando alguna pista de mi estabilidad emocional actual. Su rostro se pone serio de un momento a otro y besa mi frente.
―Si algo llega a romperte, me lo puedes decir Yun, y más si fui yo quién hizo que tu corazón quedase destrozado.
Por un momento no entiendo qué quiso decir con lo último pero prefiero evadir las dudas como siempre hago y mejor arrastro a Jimin al living y pasamos una noche cómo en los viejos tiempos.
...
Terminaba de calzarme los zapatos y envolvía mi cuello en una caliente bufanda para salir sin enfermarme. Tenía dinero, las llaves y mi celular en un pequeño bolso.
―Llega antes de las cinco.
Dice Jimin posicionándose a mi lado. Su pijama de ositos y su cabello revuelto le da ese aire de niño inocente y también de esos que salen en los comerciales de cereales.
―Estaré con Sunmi, uhm, ¿traigo el pastel de moras o de chocolate?
Se lo piensa pero llega la conclusión de que yo decida el sabor. Me despido y salgo de la casa, mi amiga me espera estacionada en la cerca, estrenando el automóvil familiar que sus padres compraron hace 2 semanas. Es la primera vez que le dejaban el coche, así que la notaba feliz y un tanto nerviosa.
―Hola ―me monto en el coche y me abrocho el cinturón de seguridad― ¿has desayunado?
―No, de los nervios el hambre se me ha ido. No creí que mis papás me dejaran el coche tan fácil.
―De seguro confían en ti... yo no tanto ―me mira asombrada― prefiero decírtelo para que tengas doble precaución al manejar. Si me matas, vendré por tu alma, sépalo.
Rueda la mirada y da marcha. Me doy el lujo de examinar la posición de Sunmi detrás del volante y es que es muy chistoso, su espalda está recta, sujeta el volante con ambas manos y no despega la mirada del camino, es más, me ha prohibido poner música por qué no quiere distracciones. No conversamos ni nada pero le ayudo como el buen copiloto que soy.
―Pero mira cuan separada estás de la escarpa. No sabes estacionarte.
―Cállate.
Suelto una carcajada y entramos a la cafetería. Sunmi se aleja para buscar una mesa, mientras que yo ordeno. Por suerte no había mucha gente y no tardo en que tomen mi orden, pero me llevo la sorpresa de mi vida al ver a...
― ¿Taehyung? ―el chico me mira y deja salir esa sonrisa cuadrada que tanto lo caracteriza― ¿Qué haces aquí?
―Trabajo de verano Yun ―eleva sus hombros― ¿viniste con alguien?
―Con Sunmi
Un señor con apariencia de "el jefe soy yo y mis empleados son mis esclavos" se posiciona detrás de Tae poniéndole nervioso, debo suponer que es el gerente.
― ¿Es tu amiga? ―pregunta el desconocido. Se fija en mi de pies a cabeza y regresa la mirada a mi amigo― te recuerdo que vienes a trabajar y no a socializar. Date prisa que hay gente esperando.
Se aleja y es notable que la tensión en el cuerpo del chico desaparezca.
―Dos americanos y 3 panecillos de nuez.
Suelto el pedido y asiente anotando todo en la computadora, me da el total de la compra y pago dejándole una buena propina. Me agradece en susurro y voy hacía mi amiga, quién se está tomando selcas, nada nuevo.
―Te noto más bronceada ―digo tomando asiento― de hecho, luces más bonita... ¿te hiciste algo?
Se ha sonrojado ante mis palabras y juguetea con la taza de café para luego negar repetidas veces.
― ¿Ha pasado algo con Jungkook?
De solo mencionar su nombre de atraganta y me pide que le golpee la espalda para que pueda hablar y respirar al mismo tiempo.
― ¿Qué te hace pensar que ha pasado algo?
―Tienes de fondo de bloqueo una selca de ustedes dos ―elevo mis cejas― ¿Qué tanto pasó en ese viaje?
Suelta un suspiro pesado, se cruza de brazos y deja caer su peso en el respaldo de la silla. Eso significa una cosa... está molesta, triste y decepcionada.
―Es un idiota.
Tenía razón.
―Todo iba de maravilla los tres primeros días Yun, parecía que estábamos como en una luna de miel o algo así. No nos despegábamos, nos besábamos y actuábamos como pareja aunque nunca me lo haya pedido ―se muerde el labio y fija la vista en la pantalla de su teléfono― al cuarto día nos tomamos esa foto en una fiesta que organizaron otros viajeros que conocimos, pero él se la pasó más con las extranjeras que conmigo. Discutimos y no hemos vuelto a hablar.
Quiere llorar, su mirada esta vidriosa pero se lo fuerte que es ella y aparte no permitiría que el rímel se le corriese.
―Te escuchaba tan feliz la última vez que hablamos por teléfono... ¿Por qué no me lo dijiste?
―No quería fastidiarte con mis dramas, además que sabría que le llamarías a Jeon para reclamarle, te conozco.
―Cierto.
Sorbo de mi café y quedamos en silencio. Desvío la mirada a la calle y el cielo se ha nublado, me parecía raro ya que no anunciaron lluvias para hoy.
―Dejando a un lado lo mío ―carraspea y se inclina hacia adelante― ¿ya pensaste en qué hacer con respecto a Yoongi?
Dibujo una mueca y el nudo en mi estomago ha regresado. Había olvidado para que nos habíamos reunido en primer lugar.
―Lo estuve meditando... y creo terminaré con él, aunque no se que terminar si nunca iniciamos nada.
Me he puesto sentimental y frágil, quiero llorar como la bebé que soy, es una mierda que esté sufriendo por alguien que no quiere mis sentimientos.
―Sería bueno irnos Yun ―interrumpe mis pensamientos― recordé que debo uhm... recoger algo a la tintorería.
―Pero aún no me termino el café.
Ella está de pie y agarrando su cosas a una velocidad exorbitante. Tuve que tragarme el café de un sopetón, agarre mis cosas y nos pusimos de pie. Al momento que yo giro para salir, la mano de Sunmi agarra la mía y me quedo como estatua al verlo.
Yoongi se ha tinturado el cabello por enésima vez y lo trae de color gris cenizo, se ha hecho una perforación en la ceja y trae un arito en esa área, sus labios están rosados y aún mantiene esa mirada felina.
Se da cuenta de mi presencia y queda estático por unos segundos, que no duran mucho ya que pasa de mi y toma asiento en una de las mesas más alejadas, sin embargo eso es lo que no me sorprende, si no que Sulgi lleva dos cafés en su mano y me mira, sonriente y feliz, dice unas cuantas palabras y veo que ella vino con Yoongi ya que se sienta a su lado.
― ¿Qué demonios? Yun, ¿Qué hace Sulgi con ese cabeza de anciano?
Elevo mis hombros restándole importancia, como si me diese igual verles juntos y solo sean unos desconocidos para mí.
No indaga más y preferimos ir a tomar un helado y perdernos en lo que resta del día. En definitiva agradecía tener a Sunmi de amiga, siempre me sacaba de esos apuros e intentaba distraerme cuándo algo andaba mal.
―Mi madre me ha pedido que vaya por ella a su trabajo, así que no podré acompañarte a la pastelería, ¿puedes regresar a casa?
―Suenas como mi mamá ―salgo del coche y asomo mi cabeza por la ventanilla― estaré bien, hablamos luego. Te quiero y gracias por todo.
―No las des, cuando llegues a casa manda un mensaje.
―Vale.
Acelera y se pierde entre las transitadas calles de Daegu. Mis padres celebraban su aniversario hoy, así que Jimin y yo tuvimos la idea de comprarles un pastel para celebrar y regalarles unos pases a un hotel para que hagan cosas de adultos que no pienso mencionar ya que me traumaré.
Conecto los audífonos a mi teléfono y me enfundo los auriculares, no presto a la canción que está sonando porque voy distraída, más bien... perdida en mis pensamientos negativos e infernales.
Pensaba en qué manera pedirle a Yoongi que se aleje de mí, no sabía si enfrentarle o mandarle un mensaje, tal vez lo último sea de cobardes pero esa siempre es la salida más fácil, aunque el verdadero problema era si en verdad quería que se fuese de mi vida.
Sé que sueno como si él y yo llevásemos años juntos cuándo solo fueron dos días de sexo intenso y besos, pero para mí los momentos con él duran más que unas horas, lo siento una eternidad, el tiempo no pasa a su lado. Por eso duele imaginarme un futuro sin unos segundos compartiendo el mismo ambiente
Pateo una piedra gris y el color de cabello del pálido viene a mi mente, si tan solo esta piedra fuese su cabeza me sentiría mejor.
Después de unas cuadras llego a la pastelería, y camino directo al mostrador dónde hay varios pasteles decorados de distinta forma y sabores variados. Jimin me dio la opción de que yo elija el sabor, entonces... pago por el de relleno de moras, agradezco al vendedor y salgo, pero choco con alguien y me tambaleo, por suerte el pastel no se cae y la bola de insultos que quería soltar ante la persona descuidada desaparece, ya que es Taehyung quién ha chocado conmigo.
―Perdona Yun, no fue mi intención.
Sonríe nervioso y me ayuda con el pastel. Noto que ya no lleva puesto el uniforme de la cafetería y solo usa una camisa negras y los pitillos del mismo color.
―No te preocupes, ¿te dijo algo tu jefe por lo de hace rato?
―Solo me llamó la atención, le ignoré porque es un verdadero idiota ―arruga la nariz y mira curioso el pastel― ¿alguien está de cumpleaños?
―No realmente, es más el aniversario de bodas de mis padres. Por cierto, ¿a dónde vas? Si es que puedo saber.
―Iba a visitar a unos amigos pero no tardará en llover ―fija la vista al cielo y tiene razón, ya todo está grisáceo y los truenos se comienzan a escuchar― te acompañaré a casa, ¿bien?
―Cómo quieras.
Damos inicio a nuestra caminata con destino a mi hogar, en el trayecto nos contamos sobre nuestra primera semana de vacaciones, dónde claramente emito la aventura con Yoongi y le digo cosas banales, como por ejemplo que me la pase encerrada haciendo stream a mi grupo favorito y solo comer, dormir y comer.
Tae explica que igual la semana en las aguas termales fueron buenas pero no tan buenas, que sin mí el grupo de amigos no era lo mismo.
Al llegar a la estación del metro, pasamos nuestras tarjetas y esperamos a que aparezca el que nos deja más cerca de nuestro vecindario. Aún eran las cuatro, así que el tiempo es lo que tenía de sobra.
― ¿Tienes algo que hacer mañana?
Nuestras miradas chocan y un rubor ligero se ha apoderado de sus adorables mejillas.
―No, ¿Por qué?
Se rasca la nuca y juguetea con sus piernas, cielos, está nervioso. Algo que caracteriza a Tae es que es muy fácil de leer, en el sentido que sabemos si está feliz, triste o enojado con solo verle sus acciones y gestos.
―Nos han invitado a una boda pero no quiero aburrirme, además que me pondrán de niñero de Choi y tu eres mejor cuidando a mi hermanito que yo.
―Así que iría más en plan de niñera que de acompañante, ¿no? Quiero que sepas que mis servicios no son gratis.
―Hazme un descuento, soy tu mejor amigo, además me gasté todo en el viaje.
―Estoy bromeando, acepto ir contigo.
Sin esperarlo, Tae me envuelve en sus brazos y contrae todo mi cuerpo hacía su cercanía. Huele a café y la tela de su ropa es suave, no espero mucho y le correspondo.
―Te extrañé mucho.
Susurra y asiento queriéndole decir que yo también lo había extrañado y es que en verdad me hizo mucha falta, tanto él como Sunmi son mis dos pilares, sin ellos me derrumbaría con facilidad.
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Yoongi.
―No puedo ayudarte ―sentencia Sulgi cruzándose de brazos― es información confidencial lo que quieres saber.
―Sólo te estoy pidiendo el nombre del lugar dónde será la boda de tu prima.
Alza las cejas y bufa, hace esas misma expresiones que Yang Mi, al parecer viene de familia.
― ¿Vas a impedir la boda?
―No es de tu incumbencia.
Revira los ojos y se frota el puente de la nariz. Me mira de nuevo y creo intenta leer mis verdaderas intenciones.
―Si no me dices, no te diré.
Bien, harto ya me tiene esta situación. Me levanto de la mesa y mejor me retiro de la cafetería. Mi celular vibra y es un mensaje de Jimin.
"¿Conseguiste hacer hablar a Sulgi?"
Recibido a las 6:15 pm
"No. Cerró bien el pico la bocaza esa"
Enviado a las 6:16 pm
"¿Qué harás entonces?"
Recibido a las 6:16 pm
"No lo sé, ella es la única que sabe sobre dónde será la boda de Yang Mi"
Enviado a las 6:17 pm
"¿Ni sus amigas saben?"
Recibido a las 6:18 pm
Dejé el mensaje leído por qué recordé que Sulgi habló con Yun en la cafetería... tal vez no sea yo quién le tenga que sacar la información a Sulgi.
"Voy a tu casa en 10 minutos. Hablemos Yun."
Enviado a las 6:18 pm.
...
Hola uwu
Perdonenme la vida por no actualizar en un mes, es que había CB y los conciertos y no tenía cabeza para bad boy :c igual gracias por esperar pacientemente actualización.
Les agradezco mucho las 12K leidas, enserio que me alegra mucho que les guste, de igual forma los votos y comentarios valen muchisimo para mi. Ya regresaré a actualizar cada semana, lo prometo. Eso es todo.
LES QUIERE MUCHISIMO MOON.