CAPÍTULO 102
Después de que Lysandro se fuera sentí que mi pecho dolía demasiado. Como si estuviera a punto de perderlo.
¿Y si se va con ella y no vuelve? ¿Y si me dice que en realidad ella es el amor de su vida?
Todas esas dudas se desbanecieron cuando unos fuertes brazos me abrazaron por la espalda. Y unos conocidos labios besaron mi mejilla.
Lysandro: Perdona por la tardanza
Sucrette: ¿Qué pasará con ella? — digo con algo de miedo
Lysandro: Le dije que volviera a su casa
Sucrette: Y... ¿Lo hará?
Lysandro: Eso espero
Sucrette: Eso debería decirlo yo — le golpeo el brazo
Lysandro: Amo tus celos
Nos vamos agarrados de la mano a por un helado y cuando llegamos a la heladería más cercana nos encontramos a dos personas conocidas.
Sucrette: ¿Li? ¿Qué haces con él? — de la sorpresa casi muerdo mi lengua
Li: Ahm... Puedo explicarlo — me invita a sentarme con ellos
Lysandro: Mi amor, no deberíamos interrumpir su cita
Sucrette: Vamos, solo será un momento
Me siento en frente de Li.
Sucrette: Bueno... Haber, lo primero de todo, ni siquiera sabía que le conocías, es decir...
Li: Tampoco sabía que lo conocias — ríe incómoda
Sucrette: Pero sois amigos ¿O algo más?
Li: Sucrette, él y yo somos novios
Sucrette: ¿¡QUÉ?!
Lysandro: Me alegro mucho Li, espero que sean felices — sonríe ajeno a la situación
Sucrette: Pe-pero Li... ¿Por qué él? No puede ser
Li: ¿Recuerdas el chico que me quitó Ámber? Te conté que me sentí usada, triste pero sobre todo y más importante estúpida
Sucrette: Lo recuerdo perféctamente, pero Li, este chico no es para ti... He visto como es y no me parece indicado
Li: Sé que no lo parece pero si lo es, es decir, ha cambiado, es que... Hace unos días me lo encontré por casualidad y al final terminamos hablando sobre el pasado, me pidió perdón y ahora estamos juntos
Sucrette: Pero con que te pida perdón no soluciona todo el daño que te hizo ¿No crees? — miro asesina a aquel repujnante tipo — ¡No te mereces a una chica tan buena como ella maldito!
Estoy a punto de saltar por encima de la mesa para arañarle la cara y arrancarle hasta los pelos de las pestañas. Pero por suerte la mano de Lysandro me detiene.
Lysandro: Mi vida, tranquilízate — me sienta sobre sus piernas y acaricia mi mano — vamos a hablarlo con calma
Respiro profundo y miro a Li.
Sucrette: Perdona por haber reaccionado así, ha estado fatal de mi parte, pero incluso así tengo una pregunta
Li: Claro
Sucrette: ¿Por qué ese tipo? ¿Por qué tenía que ser...? — antes de que pueda terminar aparece otra pareja cogida de las manos ¡No puede ser!
Lysandro: Ey Iris ¿También estás por aquí?
Miro a Iris incrédula ¿Acaso no soy lo suficientemente de confianza como para que me digan que tienen novio?
Sucrette: Joder... ¿Por qué no me dijeron nada? — intento mantenerme en calma
Iris: No sabíamos como te lo tomarías, lo lamento... No quise hacerte daño Su
Li: ¡Fue culpa mía! Cuando me encontré con él, estaba con Iris y mi novio estaba con su amigo, como quería hablar con él pero no quería ir sola convencí a Iris para que viniera conmigo y bueno, terminamos así
Sucrette: Pe-pero ellos no son... Es decir, la última vez ellos...
Iris: Perdóname por favor, en serio
Sucrette: Iris — me río — si hubieras accedido a ayudarme aquella vez lo hubieras conocido antes — señalo al chico — Roberto, cuida de mi amiga
Roberto: Sí, y perdona pro la última vez, me comporté como un verdadero idiota
Sucrette: Ya noté eso
Li: Su... ¿Me perdonas a mí también?
Suspiro y miro a Li.
Sucrette: ¿Por qué tenía que ser Dake? Él me hizo mucho daño y lo sabes...
Li: Sí, lo sé, pero lo amo, me prometió cambiar y dijo que se disculparía contigo, va a cambiar, por favor perdónale
Miro a Dake que hasta ahora ha estado en silencio.
Dake: Sucrette, ya se lo imbécil que fui, es que joder, desde que lo dejé con Li y me fui con aquella rubia no dejaba de culparme por todo, estaba muy enfadado y no quería que nadie jugara conmigo, tampoco me gustaba ver parejas felices. Y tú y ese chico me recordaban a mi antigua relación. Por eso hice aquello — agacha la cabeza — lo lamento
Lysandro: ¿A qué chico te refieres? — frunce el ceño y aprieta mi mano
Sucrette: Te perdono — sonrío — ahora entiendo todo, pero chicas deberían confiar más en mí
Iris y Li: ¡Lo sentimos!
Me levanto del regazo de Lys y abrazo a las chicas las cuales me corresponden felices.
Dake: Bueeeno, todo acabó bien
Roberto: ¡Sí!
Lysandro: ¿A qué chico te referías?