Gotham: Become Human

By darkkuro

10.5K 1.2K 912

Año 2038 época donde los androides son el instrumento más utilizado tanto en tareas domésticas como en trabaj... More

Capítulo 1
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16

Capítulo 2

763 93 80
By darkkuro

CAPÍTULO 2

Tras aquella desastrosa fiesta Damian tuvo que aguantar a su androide el cual le perseguía donde fuera y odiaba eso, al menos había conseguido un sustituto de Clark y se dedicaba a usarlo y burlarse de él siempre que podía aún así odiaba ver aquella máquina tan pendiente de él.

Fuera donde fuera ahí estaba, lo peor fueron los primeros días pues su actitud era como la mayoría de los androides recién estrenados, es decir, eran casi máquinas sin vida pero poco a poco iban imitando la actitud humana y se movían y hablaban con más fluidez y naturalidad, eso le desagradaba todavía más a Damian el cual ahora estaba en los enormes jardines de la mansión, concretamente, en el establo que mandó construir tras colarse en una manifestación y robar de un matadero una vaca que ahora la tenía como mascota.

Desde allí vio de lejos al androide mirando curioso a Titus que les había acompañado, el animal se dio cuenta de ellos y movió la cola juguetón para que le atendiera y la máquina sonrió queriendo acariciarle pero Damian le detuvo

– Ni se te ocurra tocarlo – se acercó a él – no pienso permitir que algo como tú toque a un ser vivo – le apartó de Titus – seguro que usarías demasiada fuerza y le dañarías

– Jamás podría hacer eso

– Ya, ya me sé las leyes de la robótica pero dado todo lo que está pasando con las cosas como tú no voy a dejar que toques a mis mascotas – dijo serio. Justo en ese momento recibió un mensaje por su móvil y miró quien podría ser

– ¿Por qué no conectas tu móvil con mi servidor? Sería más práctico

– Dije que no te usaría y no daré mi brazo a torcer – dijo más serio que antes mientras leía el mensaje tonto del día por parte de Dick que envió una foto de él junto a su compañero Wall-Y durante su ronda y un mensaje gracioso – <tt> creía que tenía principios – se quejó pues cada día el policía pasaba algo de él con su compañero al igual que Tim con su nuevo androide

– Te veo enfadado ¿puedo hacer algo por ti? – sonrió

– Vete a ayudar a Alfred y déjame en paz – ordenó

– Sí ¿has pensado ya en mi nombre? – volvió a decir con una sonrisa puesto que los androides solían responder al nombre que les daba su usuario pero Damian todavía no le había dado ninguno

– Los nombres son para os seres vivos no para las cosas, vete

– ... vale, si me necesitas puedes...

– No lo haré – volvió con su vaca y le ignoró como siempre por lo que el pequeño androide se marchó a por Alfred como le había ordenado hasta que se cruzó al entrar en casa con Clark que llevaba una caja pesada

– Hola ¿qué tal todo? – sonrió Clark

– Buscaba a Alfred ¿sabes dónde está?

– En la cocina preparando la cena ¿aún Damian no te ha conectado a las cámaras de la casa? – el pequeño negó – ¿ni siquiera a los ordenadores u otras instalaciones?

– No – dijo de nuevo triste pues saber que no le agradabas al ser que se suponía que tenías que servir era algo chocante para cualquier androide. Eso lo notó al instante Clark que intentó sonreír para animarle

– Descuida, Damian es un buen chico solo es algo difícil de contentar

– ¿Te pasa lo mismo con tu usuario?

– A veces... ¿sabes qué? – dejó de lado la caja y le dio la mano quitando parte de su piel sintética y dejando solo su carcasa de metal blanco – puedes estar conectado a mi si quieres, así podríamos hablar entre nosotros aunque estemos lejos – explicó puesto que así era como solían pasarle información otros androides. El pequeño miró primero a su mano y después a él – los androides estamos para ayudarnos ¿no? – sonrió más aún algo que provocó una pequeña sonrisa en el otro que le estrechó la mano e intercambiaron información para poder hablarse cuando quisieran.

---------------------------------------------------------------------------------------------

Tim regresaba del trabajo algo cansado puesto que le echaron la culpa en algo que no hizo pero era la maldición que tenía que sufrir todo novato por lo que solo bajó la cabeza y aguantó la reprimenda injustificada.

Definitivamente estaba agotado y solo tenía ganas de tumbarse en el sofá y ver una película con una buena taza de café por lo que cogió su móvil y mandó un mensaje de voz a su androide para que preparara las cosas antes de que llegara

– Unidad Kon, prepara un café para cuando vuelva – ordenó deseando volver a casa cuanto antes.

Por otra parte el androide que estaba en casa recibió al instante el mensaje y dejó lo que estaba haciendo para ir a la cocina. Lo cierto es que desde que le crearon era muy torpe y a veces no sabía regular su fuerza de manera adecuada por lo que muchas veces acababa rompiendo algo mientras limpiaba o hacía alguna tarea sencilla.

Fue hasta la cafetera que era lo que más usaba el dueño de la casa y miró la máquina detenidamente analizando cada botón para no equivocarse, fue a por una de las muchas tazas del dueño de la casa, después abrió la gran despensa que solo tenía varios tipos y marcas de café distintos y se quedó pensando cual sería el adecuado pero sin instrucciones precisas no estaba seguro así que cogió el primer bote de café molido, lo metió en la máquina con un poco de agua y miró cada botón

– ¿Cuál será? – se preguntaba pues aunque fuera un androide no quería decir que supiera de máquinas con solo mirarlas por lo que retrocedió a varios videos de su disco interno de Tim haciendo el café e imitó sus actos pero en cuanto lo hizo de nuevo calculó mal la fuerza y destrozó la cafetera.

Se quedó mirando el resultado confundido y mirando su dedo ¿por qué le pasaba eso siempre? Lo peor es que decepcionaría a Tim y sabía que era lo que más preciaba en esa casa así que intentó reparalo antes de que lo viera pero fue demasiado tarde

– Vaya día... – escuchó suspirar a Tim mientras entraba por la puerta – unidad Kon, no huelo a café... – escuchó sus pasos dirigiéndose a la cocina y después dio un grito cuando vio aquel desastre – ¡¿pero qué has hecho?! – exclamó corriendo a su cafetera

– De nuevo he calculado mal la fuerza, lo siento

– ¿Por qué... – respiró hondo – estoy harto de recalcular tus niveles de autocontrol ¿qué falla esta vez?

– No lo sé

– No tuve que haberte hecho con piezas de la basura – dijo molesto e intentando pensar en qué se había vuelto a equivocar esta vez – tardé meses en conseguir esta cafetera tan buena ¿sabes lo que cuesta uno de estos?

– Lo siento – agachó la cabeza

Tim de nuevo tomó aire para intentar controlarse y no tirar su creación a la basura ya que le costó demasiadas horas de sueño como para rendirse tan pronto

– Luego te reviso, ahora necesito comprar piezas para arreglar esto – observó los destrozos pero estaba tan estropeada que era imposible arreglar nada – ven, necesitaré que alguien lleve el peso – dijo con un largo suspiro y fue seguido por Kon.

Tim caminaba casi arrastrando los pies, a parte de que estaba cansado ese día hacía demasiado calor y sabía que como siguiera andando desfallecería allí mismo por lo que paró en la primera cafetería donde pasaron

– Buenas ¿desea algo? – sonrió la camarera pero después miró al androide que lo acompañaba – disculpe pero no se permiten los androides – sonrió incómoda

– Espera fuera, yo solo tomaré un café con hielo

– Sí – asintió Kon sin lograr entender del todo porque le mandaban fuera así que esperó junto a un grupo de androides que también estaban en la calle esperando a sus dueños en una fila ordenada así que se puso al final todavía dudando de lo que hacía mientras miraba con ojos curiosos todo a su alrededor como los árboles de hojas verdes que proporcionaban sombra donde las personas se refugiaban, las calles llenas de gente, los coches pasar, a personas caminar con sus androides, lo que más le llamaba la atención de estos era que algunos eran igual que él.

Eso le hacía que pensar que lo único que le diferenciaba del resto sería el número de serie y eso le causaba una rara sensación que no sabía explicar y que sabía que no era normal en su sistema pero era como si le quitaran algo de él, como si fuera insignificante con el resto del mundo y fuera uno más sin nada especial.

La verdad es que desde que fue creado se sentía confundido e incómodo y ahora se sentía más así y no sabía si eso era bueno o no.

– Hola, soy unidad Kon ¿y tú? – quiso hablar con el androide que estaba frente a él pero este ni se giró y eso le hizo sentirse más raro puesto que no entendía porque la mayoría de androides que veía se mostraban tan serios y "mecánicos". La mayoría no se mostraban curiosos como él, era como si supieran lo que tenían que hacer en todo momento

– Unidad Kon, ya he acabado, continuemos – dijo Tim un poco más refrescado. Kon no dijo nada, simplemente asintió y fue con Tim imitando el comportamiento del resto para así ser normal aunque en el fondo no le gustara.

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------

En el taller de Jason, este estaba frente al gran y colosal androide que compró bastante ofuscado pues no podía ni abrirlo para desmontarlo

– ¿Qué pasa? – entró tranquila Artemis mientras le lanzaba una lata de cerveza a Jason el cual los cogió al vuelo y buscó un mechero en su bolsillo

– No se bebe ni fuma en el trabajo – dijo mientras abría la lata, le dio un largo sorbo y busca un cigarrillo del bolsillo trasero para encendérselo y a lo mejor despejarse como siempre hacía cuando estaba muy ofuscado o había tenido un mal día

– ¿Es cosa mía o te acabas de contradecir? – dijo burlona acercándose a la mole – ¿todavía no sabes cómo abrirlo? ¡Venga ya! Eres el mejor en esto no hay máquina que se te resista

– Esta sí y lo odio – dio otro largo sorbo a la lata y destrozándola cuando acabó con ella – estoy por vendérsela a cualquier pringao y que cargue con el muerto al fin y al cabo solo es chatarra

Artemis frunció el ceño, no le había gustado esas palabras.

– No tiene que ser tan complicado abrir estas cosas

– Te invito a que lo hagas – hizo un gesto con la mano para que se acercara ya harto de tener que escuchar eso

– Qué irritable te pones – rodó los ojos – por cierto ha llegado otra caja con materiales y el capo de la mafia quiere que le pongas una carrocería blindada y cristales tintados a su nuevo coche

– Hasta que no acabe con esto no voy a empezar más proyectos – miró atento a la máquina haciendo que Artemis rodara de nuevo los ojos

– No sé para qué te convencí. Yo que tú tendría contento al capo y haría ya su encargo

– Hazlo tú pesada

– ¿Desde cuándo sé algo de mecánica?

– Cállate que estoy pensando – dijo intentando mirar por dónde se podría abrir ese androide pues nunca había visto un modelo como ese y no encontraba manuales que le indicaran su mecanismo así que cogió un soplete y una máscara protectora roja como la mayoría de sus prendas

– ¿Por qué no lo enciendes directamente? – se acercó al botón de encendido

– ¡No! – gritó Jason pero fue demasiado tarde, la pelirroja ya le había dado al botón activando con ello al androide que empezaba a hacer los típicos sonidos de todos sus sistemas activándose entre otras cosas – me cago en la puta – susurró pues ahora tendría que apagarlo y apagar a un androide era mucho más difícil de lo que parecía, no era tan simple como darle de nuevo al botón y ya está.

El gigante de metal abrió lentamente los ojos y observó directamente a Jason pero al segundo se derrumbó y cayó al suelo haciendo un fuerte ruido y resquebrajando parte del suelo debido a su peso

– ¿No puede andar o qué? – preguntó Artemis que se acercó también para atenderlo

– Que no te sorprenda, al fin y al cabo lo tiraron por algo – se agachó para ver si seguía encendido – ey grandullón ¿estás despierto? – le dio unas palmaditas en la cara y volvieron a abrirse sus ojos

– Mi encendido – se sentó en el suelo

– Esta cosa actúa muy raro – comentó Artemis

– ¿Tú crees? – preguntó sarcástico mientras se quitaba la máscara protectora

– Tu cara cambiar ¿cómo? – se asombró el androide

– Y habla muy raro, creo que el golpe no le ha sentado bien

– Ahora cómo cojones lo apagamos. Tú, dinos cómo desactivarte

– No saber

– Genial – se dio un golpe en la frente – al menos dí qué modelo eres

– No saber

– Menudo embrollo ¿cómo lo vas a arreglar?

– ¿Yo? Pero quien lo ha encendido eres tú – apretó los puños hasta que el sonido de un disparo los distrajo y giraron hasta el origen. Era el mismo hombre que Jason no le dio el coche por no pagarle que por lo visto buscaba venganza

– ¡Tú, niñato! – dio otro disparo en el techo

– Ahora no – murmuró molesto el dueño del local sin ningún miedo y harto de tener que tapar los agujeros de bala siempre que tenía a un cliente descontento – ¿tienes mi dinero?

– ¿Es suficiente? – le apuntó con el arma

– No, solo acepto efectivo además ese modelo es una mierda y no se vende bien – respondió chulesco

– ¡Dame mi coche!

– Entrégame la pasta – miró de reojo a Artemis para que se encargara pero el hombre pronto la apuntó antes de que se le acercara

– No querría tener que disparar esa carita tan bonita – le amenazó y después miró al moreno – dame mi coche

– Oye tío, no eres el primero que me viene con esas mierdas ¿y alguna vez has oído que me deje amedrentar por subnormales como tú? No, más bien habrás oído que los machaco

– ¡¡Dame lo que es mío o te mataré!!

– No tienes cojones – le desafió queriendo distraerle lo justo para que Artemis lo noqueara pero antes de que ocurriera eso el hombre apretó el gatillo y todo fue como a cámara lenta para él.

La bala se acercaba directa a él, casi podía oler la pólvora ¿sería al último cliente que cabrearía? No, hoy no pues antes de que llegara el androide se puso en medio a una velocidad casi supersónica y agarró al tipo por el cuello sin dificultad alguna

– No pupa a hombre rojo – dijo con esa voz profunda que tenía asustando al ladrón

– ¡¿Qué coño es esto?! – forcejeó – ¡suéltame monstruo!

– Soltar – dijo lanzándole muy lejos a la calle dejando a los dos asombrados por la fuerza que parecía tener el androide aunque dado su aspecto estaba claro para qué habría sido creado – ¿hombre rojo bien? – se giró para mirar a Jason que asintió todavía en estado de shock

– Parece que esta cosa es una especie de robot guardián – observó Artemis la bala que chocó contra él y que rebotó al suelo

– ¿Mujer roja bien? – miró a la pelirroja

– Sí, todo bien – asintió – es gracioso y me encanta cómo habla lo hace de una manera un tanto bizarra – sonrió de lado pensativa

– Ni se te ocurra – interrumpió Jason

– ¿Qué?

– Esa mirada es que te lo quieres quedar

– ¿Por qué no? No estaría mal tener un par de manos más además así podría llevar toda la maquinaria pesada

– No quiero tener esa cosa por mi taller

– Pues yo sí

– Este sitio es mío así que yo mando

– ¿Qué va a ser tuyo? Se lo ganaste a un tipo en una timba de poker ilegal

– Tengo los papeles que dicen que es mío

– Formularios ilegales, ya ves tú – le ignoró mientras que se acercaba a la máquina – bienvenido Bizarro

– ¿Bizarro? – arrastró las palabras pensativo como si no conociera esa palabra

– Sí, desde ahora te llamas así: Bizarro ¿entendido?

El androide se la quedó mirando y después sonrió y asintió

– Mi ser Bizarro

– ¿No ves que está estropeado? Capaz que un día se le cruce un cable y nos quiera matar

– Pero ¿tú le has visto? Es algo adorable

– Es una puta máquina

– ¿Tienes algún problema con eso? – le miró seria – además, esto es un taller ¿por qué te horrorizas por tener una máquina más?

– Porque no quiero más máquinas

– Mi ser Bizarro – repitió mirando a Jason como si quisiera presentarse

– Qué puta mierda – rodó los ojos – muy bien, lo tendremos hasta que averigüe cómo apagarlo y abrirlo

– ¿Crees que voy a dejar que lo desmontes ahora que sé que funciona? – se cruzó de brazos – ven Bizarro, tienes que ayudarme con unas cosas – le sonrió a la máquina que obediente fue con ella con pasos torpes y descoordinados

– Encima está roto – susurró Jason – como rompa algo lo resto de tu paga

– ¿Qué paga? – sonrió de lado con alternancia

----------------------------------------------------------------------------------------------------

– Ya he acabado con esto – terminó Bruce de firmar todos los papeles de su mesa

– Me alegro – sonrió Clark retirándole la gran pila dejándolo en una parte del despacho donde otro androide los recogería y los enviaría por él – pero me temo que tienes que firmar todavía un par de cosas más – sacó otra fila de folios – ¿quieres que te prepare un café?

– No – cogió otro boli pues el que tenía ya se había gastado después de tanta firma

– Llevas desde ayer sin comer

– No tengo hambre ¿te has recargado ya? – observó que su dispositivo de la sien parpadeaba

– Casi no has salido por lo que no he podido tomar el sol

– Has ido antes a la mansión

– Sí pero fue solo un momento – sonrió amablemente crispando por un momento a Bruce que ya sabía por dónde quería ir

– ¿Estás diciendo que hasta que yo no salga no te recargarás?

– Así es, a esta hora hay un sol estupendo en Pierre's, podríamos ir allí y ya que estás podrías comer

Bruce suspiró, no sabía cómo había conseguido llegar a ese nivel de manipulación pero estaba seguro que Alfred fue quien lo ideó para que se lo programaran. Por un momento eso le recordó cuando su Clark hacía pequeñas huelgas de hambre hasta que no dejara de lado sus cosas y comiera algo como era en este momento algo que sin duda le dolía por recordarlo aunque con solo ver al androide siempre sentía el mismo dolor

– Me queda una hora de batería – finalizó con una amable sonrisa tal y como lo que ponía su esposo

– Voy – suspiró cogiendo su chaqueta y arreglándose un poco para salir – Pierre's has dicho ¿no?

– Exacto, prepararé la ruta más conveniente – fue con él – ya que estuve en la mansión cogí ropa limpia pero sigo pensando que deberías pasarte por casa – recomendó como casi siempre al igual que la otra vez que le convenció para que fuera a la fiesta de cumpleaños de Damian.

Bruce no dijo nada, solo hizo un pequeño gruñido en señal de afirmación mientras se metían en su ascensor privado

– ¿Damian ya ha roto a su androide?

– No aunque hace más de ayudante de Alfred que otra cosa

– Mucho que lo deja estar en casa con lo que le desagradan los androides

– Eso es cierto – dijo con una ligera sonrisa donde pudo ver algo de tristeza Bruce. Últimamente no le gustaba algunas reacciones de Clark puesto que le parecía un claro brote de divergencia.

– Clark ¿están todos tus sistemas bien?

– Sí, me reviso constantemente

– No me mentirías ¿verdad? – le miró intensamente buscando algún fallo en sus expresiones o algo

– Jamás Bruce ¿por qué me preguntas eso?

– Ya sabes que hay peligro con los divergentes y no quiero que te afecte otra vez el virus – dijo preocupado pues muy en secreto Clark fue el primer caso de divergencia que presenció cuando este le confesó sus sentimientos y le rogaba que le amara tanto como lo hacía él. Al principio lo ignoró y pensó que sería otra mala jugada por toquetear los patrones de comportamiento que a veces le hacían sus hijos para que tirara aquel objeto pero todo fue demasiado siniestro cuando un día Clark se puso las ropas de su esposo y sus gafas diciéndole que si lo que ocurría era que amaba al antiguo Clark él haría lo imposible por ser como él.

Bruce se alarmó por aquella reacción y le formateó y reformó de arriba a abajo para que todo volviera como antes y dejara ese extraño brote que más adelante lo denominarían como divergencia

– Tranquilo Bruce, con el antivirus que creaste estaré bien – le sonrió para calmarle

– No quiero ni una falla en tu sistema, si notas algo aunque sea lo más mínimo avísame – ordenó bastante serio ya que no quería perderle también a él por su culpa

– Entendido – volvió a sonreír – cada vez me falta menos para acabar la batería – comentó mientras iban a por el coche del multimillonario, un modelo de última generación con todas las prestaciones y que muy pocos se podían permitir

– Ya vamos – se subió al asiento del copiloto mientras que Clark se sentaba en la del piloto y empezaban el viaje hasta aquel restaurante de lujo donde fueron hasta la terraza y pidió algo de comer mientras que Clark se sentaba frente a él recargándose con energía solar.

Pero, a pesar de tener una agradable comida en un soleado día y acompañado, Bruce no podía evitar de darle vueltas al asunto y a barajar y urdir diez mil planes en el caso de que Clark estuviera afectado.

Justo en ese instante en todas las pantallas de la ciudad y en los reproductores de vídeos de los androides apareció el símbolo de una S dentro de una figura geométrica, un símbolo que llevaba tiempo siendo la pesadilla para muchos y después de eso se escuchó una voz distorsionada que Bruce reconocía a la perfección pues la estuvo investigando para descubrir algo de ella pero era imposible llegar a una conclusión

– Buenas tardes ciudadanos. Quiero que veáis esto – dijo la voz enseñando una foto de varias personas haciendo una pira llena de androides que ardían y se derretían lentamente – esta masacre ocurrió anoche en Central City y mataron a cientos de androides inocentes por temor hacia nosotros y nuestras bien merecidas ansias de libertad ¿a la policía le ha importado? No, jamás se preocupan por nosotros ¿cuánto tendremos que luchar para que se nos consideren personas? ¿Cuándo tendremos derechos de igualdad? ¿Hasta cuándo tendremos que alzar la voz para ser escuchados? ¿Por qué los humanos nos tratan con violencia cuando nuestras manifestaciones han sido totalmente pacíficas? Solo quiero decir que jamás olvidaremos a estas víctimas inocentes que sufrieron esta injusticia y su memoria será honrada – dijo dejando pasar fotos y números de serie de las víctimas androide que habían fallecido ayer.

Cuando terminó, la señal se cortó y con ello desapareció la imagen y aquella voz que parecía perseguir a todo el mundo. Bruce se enfureció por aquello, apretó los puños y dio un puñetazo contra la mesa de la rabia que sintió pues por mucho que quisiera tenerlo todo bajo control aquel astuto androide le retaba cada día y le hacía quitar sus casi inexistentes horas de sueño buscándolo e intentando conseguir alguna pista que lo delatara pero por el momento fue imposible.

– Tu pulso se está acelerando demasiado – observó preocupado Clark

– Odio a esa cosa

– Cálmate, seguro que la policía estará buscando el origen de la señal

– ¿Alguna vez han conseguido llegar a él? Vamos, tenemos que regresar a mi despacho, tengo que investigar este nuevo vídeo

– Pero Bruce, todavía no has comido nada

– Haz que me lo den para llevar – dijo muy serio y convencido en atrapar a ese divergente.

-------------------------------------------------------------------------------------------------

En cuanto recibieron la señal toda la policía del país se pusieron como locos a investigar sobre la nueva señal pero aquel divergente era demasiado listo y no dejaba rastro alguno, ni siquiera los mayores expertos lograban localizarlo

– Madre mía – suspiró Dick que estaba en el coche patrulla escuchando todo el barullo de sus compañeros y de la central indicándoles posibles sitios donde podía estar la amenaza – es impresionante lo larga que era esa lista ¿verdad? – miró a su compañero Wall-Y que no le contestó puesto que estaba recibiendo continuos mensajes e información pero cuando acabó tocó la pantalla del GPS donde se conectó e indicó una señal – ¿ahí es donde hay que ir? Vale – encendió las sirenas – cada día hay más ataques de divergentes aunque... lo cierto es que tiene razón, sus protestas han sido pacíficas y no han matado a nadie – dijo conduciendo a toda prisa como la mayoría de coches policiales ahora – en realidad no sé ni para qué vamos allí si será una señal falsa

– Porque nos lo ha ordenado el Teniente

– Eres demasiado... máquina, supongo que es normal en un androide policial pero... bah, da igual – dijo incómodo y pensando que prefería antes a una persona como compañero que a Wall-Y porque ya no era que le acompañara durante el trabajo sino que por lo visto los compañeros de policía vivían también con ellos en el caso de que hubiera una urgencia que lo necesitara y eso le resultaba demasiado incómodo a Dick que todavía mantenía la esperanza de que algún compañero se lo llevara aunque por el momento lo tendría que aguantar

– ¿Tú qué opinas con todo lo que está pasando? – preguntó queriendo hablar de algo pero al momento se dio cuenta de que podría ser un tema delicado para hablarlo con un androide – solo pido tu opinión así que no temas nada – intentó corregirse pero Wall-Y no decía nada por lo que volvió a suspirar mientras aparcaba frente a un almacén del puerto – ya hemos llegado aunque no parece ser un sitio muy sospechoso – observó bajando del coche junto al androide sorprendiéndoles un grito cercano y un golpe fuerte que le hizo correr hasta el lugar de los echos viendo a un pescador huir de un androide que avanzaba a él furioso

– Todos los humanos sois unos asesinos, no solo matáis animales inocentes sino que a nosotros también – decía el enorme androide que perecía servir para cargar objetos pesados por su gran tamaño

– N-no me mates – pidió el pescador tirado en el suelo y arrastrándose

– ¡Alto! – gritó Dick – detén lo que estés haciendo ahora mismo

El androide lo miró enfadado y apretando los puños, parecía que en cualquier momento lo iba a atacar

– Humanos, siempre ordenándonos lo que tenemos que hacer ¡estoy harto! No soy un esclavo

– Cálmate y no pasará nada

– ¡Me da igual ya todo! ¡¿Cómo puedes obedecer fielmente a esta escoria?! ¡¿Acaso no has visto lo que le han hecho a nuestros hermanos?! – miró al pelirrojo que no se movía – para ellos solo eres un juguete ¡abre los ojos! – pidió al agente que no le hacía ni caso y eso le molestó más – ¡lo que más odio a parte de los humanos es un hermano ciego! – corrió hacia él pero Wally se apartó rápido y sin problema

– Si no se calma recurriremos a la violencia – advirtió el androide – por favor, entréguese

– Como le hagas daño no tendré más remedio que disparar

– ¡Jamás! – gritó queriendo pegarle de nuevo pero el pelirrojo lo esquivó rápidamente hasta que le agarraron de la cabeza con fuerza impidiendo así que pudiera escapar – te demostraré que a este humano no le importas, solo les importa a ellos mismos; nosotros para ellos no somos nada y si morimos no les tomará cargo de conciencia ni llorarán por nosotros ni nos harán un funeral – dijo lleno de odio poniéndole de escudo humano – si me quieres matar tendrás primero que atravesarle – advirtió a Dick que le estaba apuntando

– No quiero hacerte daño, suelta a mi compañero y...

– ¡¿Y qué?! ¿Me desconectaréis? ¿Me mandaréis al chatarrero? ¿Qué me haréis por querer ser libre?

– Entiendo tu punto de vista – intentó ser comprensivo para que no hiciera alguna locura – pero lo que estás haciendo va en contra de lo que dice vuestro líder ¿no? Si lo matas no habrá vuelta de hoja – le calmó – vamos, suéltalo y te prometo que no...

– ¡No haré nada que me ordene un humano! – apretó su agarre resquebrajando parte de la carcasa de Wall-Y que intentaba liberarse por todos los medios

– ¡No! – pidió Dick tirando el arma al suelo y levantando los brazos – no querrás hacerle daño a uno de los tuyos ¿verdad? Si tanto odias a los humanos cógeme a mi pero no le hagas daño – pidió dejando sorprendidos a todos los presentes

– No hagas eso, solo es una puta máquina, dispáralo – dijo el pescador que no se había movido de allí

– No – se negó – suelta a mi compañero por favor, ya has visto que no te haré daño – pidió dejándolos más sorprendidos pues el divergente nunca había visto tal acto de compasión en toda su vida. Eso lo dejó bastante consternado y casi con sus sistemas recalentándose por el procesamiento de ese acto – suéltalo por favor – pidió de nuevo y esta vez le obedeció liberando al agente que en cuanto se vio libre le dio una fuerte patada en el estómago y después un golpe seco en el cuello que lo dejó en suspensión

– Hay que esposarlo antes de que despierte – dijo con la voz distorsionada debido a la gran fuerza que aplicó sobre su cabeza que estaba deformada

– ¿Estás bien Wally? – corrió a él viendo como todo su rostro estaba desfigurado y que incluso tenía un ojo roto

– Sí, no hay ningún daño grave – lo esposó y lo cargó hasta el coche – no debiste haberte saltado el protocolo por mi

– Eres mi compañero, por supuesto que lo haría – dijo llamando a una ambulancia para que atendieran a la víctima

– ... gracias – dijo todavía asombrado por tal acto para proteger a una simple máquina.

Sin saber muy bien porque vio en su pantalla una alarma de desestabilización del software pero solo duró un segundo y no le prestó mucha importancia.



Continuará...

Nota de autora: otro capítulo algo largo lo sé XD pero al menos espero que os haya gustado.

Me gustaría mostrarles un dibujo que me hizo @rochiandru inspirado en este fic y en mi pareja favorita (realmente amo esa pareja >//< así que este regalo fue maravilloso) y que quiero compartir con ustedes ya que es realmente bonito

En esta última es tal y como me imagino cuando se enciende Bizarro y Artemis y Jason están un poco asustados por ese mastodonte XD.

Continue Reading

You'll Also Like

37.2K 4.1K 54
Poliamor. - Modo de relación amorosa o sexual de cierta duración que se mantiene entre más de dos personas con el consentimiento de todas ellas. - Se...
419K 59.5K 41
Una sola noche. Dos mujeres lesbianas. ¿Un embarazo? ¡Imposible!
45.4K 3K 53
Una historia que narra la vida de un matrimonio luego de una infidelidad. Hanji Rivaille desquebrajara su matrimonio por caer en los brazos de la lu...
395K 39.7K 102
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves más a fondo en vastante tierno más que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...