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Yoongi conducia por la calle, tarareando una canción, moviendo su cabeza de lado a lado, más tarde, iba en camino a casa de Jungkook.
Se detuvo en una tienda, no quería llegar con las manos vacías así que tomó una botella.
Al pagar, iba a salir cuando vio un anuncio de “se busca” pegado en la puerta.
Y era el chico de Jungkook.
“Carajo”. Pensó al reconocer al chico de la foto.
Vio bajo de eso otro igual, lo tomó y lo guardó en su chaqueta.
Se quedó viéndolo unos momentos en shock cuando una chica le habló.
—¿Lo haz visto?—
Yoongi volteó a verla rápido.
Min no tenía ni idea de quién era, y ella no se presentó, pero era Hania pues estaba pegándolos por todas partes.
—¿Eh?, No.—
Ella lo observó, tenía un aspecto parecido al de Jungkook, frío, ropa elegante, cara y muerta.
—¿Estás seguro? Porque eso es muy importante inclusive se ofrece recompensa a cambio de información...—
—Muy seguro, con permiso.— Min abrió la puerta y salió.
Sin duda pensó que ella era muy rara, parecía que sabia algo, pero él ni siquiera la conocía.
Subió a su auto, pensando las cosas.
Taehyung y Jungkook estaban en el patio.
Jungkook prendía el asador y Taehyung arrglaba la mesa que el mayor había montado hace unos minutos atrás.
Esperaban la llegada de Yoongi.
En fin, todo estuvo listo y Min llegó, quería llegar gritándolo pero no podía, tenía que ser prudente y sólo decírselo a Jungkook pues entendía el problema que conllevaba decírselo a Kim.
—¿Cómo van las cosas en el trabajo?— Jeon preguntó, empezando a hacer la carne en el asador.
—Van bien, por cierto, hubo una renuncia.— Yoongi se sentó frente a Taehyung.
—¿Quién renunció?— Jungkook lo miró de inmediato.
—Kim Seok Jin, señor.—
Taehyung alzó las cejas y miró a Jungkook con una sonrisa sin mostrar los dientes.
—¿Por qué?—
—Mi primo NamJoon sólo venía de vacaciones y como ellos estaban saliendo, Jin quiso regresarse con él.—
—Wow, ni siquiera llamó. — Jungkook comentó confundido.
Miró a Tae quien lo estaba viendo de mala manera.
Y reparó.
—Digo, que bueno, no importa.—Se giró a cocinar.
Yoongi estalló en risa al ver eso, tan sumiso. —Dominado.— agregó.
Jungkook lo volteó a ver, mierda tenía razón, pero ¿podía negarlo? No. Estaba a los pies de Kim Taehyung.
Taehyung sólo le sonrió, sin negarlo.
—Bueno, pero eres feliz así.—
—Demasiado.— Jeon dijo, provocando una sonrisa de kim y que Yoongi se trabara más al pensar en cómo decírselo.
Yoongi miró al rededor del patio, se sentía paz, tranquilidad y felicidad por la parte de ambos.
Pues Taehyung se había levantado y había ido a abrazar a Jungkook mientras este solamente tenía una mano libre para tomar su cadera y pegarlo a él, pero sin acercarlo al asador.
—Quedan perfectos, sólo hace falta un perro, dos hijos suyos, sus anillos de boda, un esposo para mí y mis hijos, para que esto sea una escena de una típica película estadounidense. —
La pareja sonrió pensando en eso.
Jungkook le guiñó un ojo.
Tae se giró a Yoongi. —¿Jugamos cartas?—
Min asintió.
Tae fue adentro, las cartas estaban sobre su mesa de noche así que bajó.
Min al ver la figura de Tae desaparecer se giró a Jungkook, quien también seguía con la vista a Taehyung.
—Jungkook nece ...—
—Yoongi, necesito decírtelo, pronto le pediré a Taehyung ser mi novio, digo algo oficial.— dijo emocionado. Procurando que Kim no escuchara.
Yoongi abrió más los ojos. —Necesito decirte algo.—
—Sería el paso a muchas cosas más.—
—¿No piensas que es peligroso?—
Jungkook frunció el ceño. —¿Por qué sería peligroso?—
—Ten veelo más tarde, cuando estés sólo. —
Le dio el papel, Jungkook lo tomó, miró a Yoongi confundido pero lo guardo rápido en su pantalón pues Tae se aproximaba.
Jungkook se puso a seguir haciendo la carne.
Yoongi y Tae empezaron a jugar.
Min le estaba ganando al menor, todas las rondas, ni una perdía.
Jungkook los vio tan entretenidos que no quiso interrumpir y el preparó las hamburguesas, se las llevó a la mesa.
—Jungkook tu no eres tan servicial, Taehyung debe dejarte cogerlo muy bien como para tenerte tan contento.— Dijo mientras veía sus cartas.
Jungkook se rió sentándose al lado de Kim sin negarlo.
Taehyung agregó. —También me lo cojo bien yo.— sonrió y bajó una carta, orgulloso.
Yoongi se quedó boquiabierto. —¿Fue tu pasivo?—
Jungkook negó.
Tae asintió.
Jeon sintió como sus mejillas ardían de pena y la risa de Min resonaba.