Brooklyn, 23 Agosto de 2016
001 | THE BEGINNING
| o m n i s c i e n t e |
—¡Oye, mira por dónde vas! — Al oír la voz de su hermana, Olivia levantó la mirada y vio a un rubio repleto de tatuajes.
—¿Puedes verme? — Preguntó el chico incrédulo.
OCHO HORAS ANTES
Las mellizas tomaron un taxi directo a la escuela de artes de Brooklyn, Clary hoy iba a presentarse a las pruebas de dibujo.
Se abrazaron y Olivia esperó fuera sentada en las escaleras mientras comía un gofre.
Clarissa tardó aproximadamente unos 10 minutos, tiempo suficiente para que Olivia se acabase el bollo e imaginase el ritmo de vida de al menos unas 7 personas que pasaron por ahí. Al girarse levemente y ver la cara de su hermana "mayor" supo que algo no iba bien.
— Tranquila... Ellos no saben lo que han dejado escapar. — Intentó animar envolviéndola en un abrazo.
— Después te cuento cuando estemos con Simon... me muero de hambre. ¿Te queda gofre? — Pregunta con una gran sonrisa, y al ver que niega, ella bufa rodando los ojos.
༄
Al llegar a la cafetería Simon estaba de pie esperando, ya había pedido algo de comida.
— Dame los nombres de los profesores y acabo con ellos. — Habló Simon al ver la cara de su mejor amiga. — Con un email muy serio al decano.
— Déjalo. — Contestó ella con dejadez mientras depositaba la mochila en el suelo y le entregó un papel a Olivia.
— ¡Mira esa cara, casi cuela! — Alzó la voz su hermana mientras que Simon y Clary chocaban los puños.
— ¡Bien jugado! Deberías presentarte también a artes escénicas, quedarías genial como actriz.
— Gracias, ha sido raro... les gustó lo que me encargaron, ¡pero fliparon con los bocetos para la novela gráfica!— Respondió Clarissa entusiasmada. —Este día pasará a la historia como mi mejor decimoctavo cumpleaños.
— Y por eso vamos a celebrarlo esta noche, con Maureen, después de cantar. — Aseguró Simon cogiendo la taza para beber.
— Yo iré solo al Pandemónium... tengo que ensayar para la competición de baile. — Explicó Olivia después de morder la galleta.
Fray llevaba yendo a clases de danza desde los once años.
— Tranquila, te va a salir genial. — Apoyó su hermana con una sonrisa y apretando levemente su mano.
— Bueno Simon, ¿Qué pasa entre Maureen y tú? —Olivia quiso saber subiendo y bajando las cejas.
— ¿Qué pasa? Pues nada, que cantamos juntos. — Las mellizas se miraron aguantando la risa.
— ¿De verdad no sabes que le gustas desde el principio? Eres listo y perspicaz... ¿Cómo puedes no darte cuenta de que la persona que tienes justo al lado está enamorada de ti? — Clary dejó caer.
Simon sonrió leve y le contestó—: te garantizo no soy el único listo y perspicaz al que le pasa. — Olivia bebía de su chocolate y no aguantó el reír; se atragantó y Clary le dio golpes suaves en la espalda.
—Perdón. — Sonrío cómplice y miró a su hermana, la cual tenía una cara extraña.
Lo que se le pasaba a Olivia por la cabeza era: ¿cómo no se podía dar cuenta de que Simon está coladito por ella?
—Juraría que tenía una galleta. — Clary la buscaba, sin embargo; había un dibujo de una galleta en la mesa.
—Te la habrás comido sin darte cuenta, a mí me pasa continuamente. — Explicaba Simon encogiéndose de hombros. Le dio la suya muy al pesar de Clary, que se negaba a aceptarla, y brindaron con las tazas de chocolate.
༄
Las mellizas volvieron de nuevo a casa, fuera hay un letrero que dice "Antigüedades Greenpoint".
Al entrar se encontraron a Dot colocando un par de objetos en una mesa.
Ella es como una hermana mayor para las mellizas. Trabaja para Jocelyn como su asistente aparte de ser su amiga y confidente. Además, tiene una cabina de lectura del Tarot en la propia tienda.
—Hola, Dot. — Ambas saludaron sonrientes.
Ella levantó la mirada y sonrió de forma involuntaria. —Hola, chicas.
—¿Cómo se ve tu futuro? — Olivia le preguntó con gracia.
—No tan bueno como el vuestro. Las cartas del Tarot me dicen que Clary ha entrado en la escuela de arte.
— Y por las cartas del Tarot te refieres a la cuenta de Twitter de Simon. — Clary acompañó sus palabras con una carcajada.
— Vale, me has pillado... resulta que predecir el futuro con cartas de Tarot es muy complicado, pero... veo unos regalos de cumpleaños en los vuestros. — Dot se agachó y sacó dos bolsas de regalos.
— Dot... no era necesario, de verdad. — Olivia sonrió y abrió el regalo, era una camiseta negra que llega hasta el ombligo.
— Solo os voy a pedir que las escondáis bien, vuestra madre es mi jefa y no quiero que flipe. —Explicó Dot.
Olivia hizo el gesto de que sus labios están sellados y tiró una llave imaginaria.
Dot se acercó a ellas y las abrazó. — Feliz cumpleaños chicas, os quiero.
— ¿Estás bien? — Olivia la notó un poco ida. Ella es muy observadora.
Dot estaba preocupada sobre el futuro de aquellas niñas.
— ¡Sí, claro! Venga subid a ver a vuestra madre.
Ambas cogieron los regalos y subieron a toda prisa.
Clary alzó la voz al entrar—: ¡Mamá ya estamos aquí!
—¡Lo has conseguido, bien! — Exclamó riendo y dejando el cesto de la colada en la mesa para abrazar a sus hijas.
— ¿Tú también sigues a Simon? — Objetó Olivia con dificultad ya que estaba abrazándolas efusivamente.
—Sólo tiene noventa y dos seguidores, necesita mis retweets. —se excusó Jocelyn cortando el abrazo. —Enhorabuena cielo.
Clarissa rodó los ojos con una sonrisa. — Gracias, hashtag mamá acosadora.
—Feliz cumpleaños. — Felicitó con dos cajas alargadas en sus manos. Las mellizas se sentaron en el sofá y las abrieron. — Es una Estela.
—¿Qué es? ¿Un pisapapeles? — Preguntó Clary intrigada.
Olivia admiraba el obsequio. — Tiene pinta de ser un bolígrafo.
— No chicas, es mucho más que eso. Es muy antiguo y debéis llevarlo siempre encima. Es una reliquia familiar. —Explicó con una mirada profunda.
Clary miró a su madre con el ceño fruncido—: ¿Los Fray tenemos reliquias? Lo cierto es que he dibujado un símbolo como éste esta mañana... —Susurró confusa mirando los extraños trazados que tenía la estela.
Mirando las Runas.
— Cielo, tengo que deciros que...
Clarissa interrumpió, su teléfono comenzó a sonar. —Es Simon, viene ya a buscarme. — Explicó levantándose.
— Pero tenemos que hablar...— Jocelyn contestó apenada.
Necesitaba hablar en cuanto antes sobre su antigua vida ya que, sus hijas son partícipes de ella.
— Es que tengo que cambiarme, voy al concierto de Enema de Champagne. — Informó Clary y su madre la miró extrañada. — Si... es el nombre nuevo del grupo. Luego saldré con Olivia, Simon y Maureen.
Jocelyn miró a su otra hija y ella no dudó en escaquearse. — Yo me tengo que ir, tengo ensayo.
— Pero es... — Se calló por un momento. — Es vuestro decimoctavo cumpleaños y... ahora todo va a cambiar.
— Mamá, ya hablamos de eso las tres... todo irá bien. —Agregó Olivia.
— Tenemos que hablar de algo distinto y más importante.
— Lo haremos. — Añadió Clarissa. — ¿Puede ser desayunando? Por favor — Le dio un beso en su frente y Olivia imitó el gesto. — Te queremos.
— Gracias por la reliquia, ¡te quiero por si me muero! — Boceó la pequeña de las Fray mientras iba a su habitación con prisa.
༄
Clarissa se miró por última vez en el espejo mientras se ponía una sudadera para tapar la camiseta que Dot le regaló, guardó la estela en el bolsillo delantero izquierdo de su pantalón y salió de su habitación.
— ¡Hey Luke! ¿Qué hay? —Saludó a la pareja de su madre mientras llegaba a la cocina.
— Bonitos dibujos. —Le sonrió sin apartar la mirada de sus pintadas. — ¿Y tu hermana?
— Oh, ella ya se ha ido... tenía que ensayar.
— Entiendo... os he traído esto. — Luke sacó de una bolsa una caja de espray de pintura. Clary, al ver aquello, abrió la boca de par en par ilusionada. — Si veo esa pintura en una pared os tendré que detener.
— Es para la furgoneta de Simon, Olivia y yo vamos a hacer que cambien de nombre.
— Si por favor. — Pidió su madre resignada.
— ¿Os ha hablado tu madre de eso? — Preguntó Luke mirando lo que sobresale del bolsillo de la pelirroja.
— ¿De la reliquia? Es preciosa.
Luke y Jocelyn compartieron una mirada.
— Clary, tienes dieciocho años y...
La pelirroja le interrumpió sin dudarlo—: ¿Qué os pasa a los dos? — Los miró frustrada, al fondo se oyó una puerta abrirse. — Cumplo dieciocho años no me voy de viaje al fin del mundo.
— Pero sí que vas a...
Simon apareció interrumpiendo a Luke de nuevo—: Vas a venirte al Lombardis a celebrar tu cumpleaños después del bolo. — Afirmó y los adolescentes rieron.
— Deberíais venir las dos en cuanto acabéis, la ciudad no es muy segura ahora mismo. — Dijo Jocelyn con semblante serio.
— Ya... Gracias mamá, pero es el plan. — Cogió las pinturas y le sonrió.
— Sí, lo dejamos para otro día. — Continuó Simon. —Espera... ¿Huele a Pollo a la Cacciatore? — Señaló el horno y Jocelyn sonrió asintiendo.
— Simon, el bolo... — Canturreó recordándole a su mejor amigo.
— ¿Vas a cantar? — Quiso saber Luke.
— ¡Si, Brutal! o no tanto... —Replicó Lewis.
Jocelyn se acercó a Clary y le abrazó.
— Me cortas la respiración. — Habló con dificultad.
— Mañana desayunamos las tres juntas, recuérdaselo a tu hermana cuando la veas. — Respondió aún sin apartarse.
Cuando lo hicieron, besó su mejilla y la pelirroja se subió en la espalda de Simon, dispuestos a marcharse.