-¡Corre Jean!¡Queda poco para llegar!-Eren estaba sobre el caballo-¡Jean!-
-No quiero ir... bajate...-De un salto, lanzo al castaño-¿Quieres subirte?-Le dijo a la chica de cabello azabache.
-No... prefiero seguir con mi maldición de ser una casa...-
-¿Cual es tu nombre?-Jean trataba de poner un gesto coqueto.
-Eso no te importa...-Fruncio el ceño.
-Hola...-
La chica volteo y sus ojos se abrieron ampliamente al ver a ese castaño.
Era como un sueño, el castaño caminaba lentamente, el viento reboloteaba su cabellera castaña.
-H-hola...-se sonrojo-¿C-como te llamas?-pregunto tímida.
-Eren Jeager... Príncipe de...-
-¡Ya me tienes harto con eso, bastardo!-Jean se acerco molesto, empujando con su trasero a la azabache.
-¿Que?¿De que hablas, Jean?-
-Deja de presentarte con todos...-
-¿Por que? Si ellos me lo preguntan, yo solo respondo...-cruzo sus brazos.
-¡Pero siempre te llevas toda la atención!-
-¡No es mi culpa de ser tan hermoso!-Se miro en un espejo-¡¿Quien es el más hermoso de todo el puto reino, Reiner?!-
-¡Tu lo eres, Eren!¡Pero no me hagas daño, por favor!-
-¡Lo oiste!-Lanzo el espejo a quien sabe donde-No lo digo yo... ¡Lo dice un puto espejo magico!-
El caballo y el castaño siguieron discutiendo.
-¿Me puedes ayudar...?-Nile se acerco a la bruja.
-¿En que te puedo ayudar?-Cruzo sus piernas.
-Quiero...-Le susurro el el oído.
-¡Jugar!¡Jugar!-El lobo se acerco-¿Jugar?-dejo la rama pero no veía al pelinegro.
Sus orejas se bajaron, su cola se puso entre sus patas, pensaba que lo habían abandonado.