Un nuevo día había comenzado, y como cualquier otro me levanté con Matt a desayunar.
Aquella mañana, no podía pensar claramente en lo que hacía, Matt me miraba extraño y confundido al verme tan despistado.
—Dylan ¿Estás bien?— preguntó tocando mi hombro, mientras su rostro mostraba su preocupación.
—Sí sí, estoy bien— dije sonrojado por la vergüenza de aquel momento.
Le comenté a Matt que no me sucedía nada, pero si que me pasaba algo, solo que no quería que se enterara, porque si no se empezaría a preocupar por mí.
En cuanto al motivo de mi despiste, se trataba de Luke. No sabía que tenía que hacer con él... si perdonarle o simplemente ignorarlo. Matt podría tener razón, a pesar de que observé lo triste que se encontraba.
Cuando subí a mi habitación, mientras Matt estaba en el salón viendo la televisión, vi el papel que nos dio Percy el día anterior, con el nuevo número de teléfono de Luke.
Estuve unos 15 minutos intentando decidir que haría, hasta que finalmente decidí hablar con él, y que él mismo me contara el motivo por el cual, decidió pedir perdón.
Cogí el número de teléfono de Luke, lo apunté en mis contactos, y le envié un mensaje de texto.
—Hola Luke... soy Dylan— escribí en el teclado.
Instantáneamente a mi envío del mensaje, Luke estaba en línea esperando para contestar.
—Hola Dylan— envío un primer mensaje— gracias por querer hablar conmigo— contestó en su segundo mensaje.
—Me gustaría hablar contigo por lo que pasó ayer— dije en un primer mensaje— ¿Porque ayer? ¿Porque no antes?— pregunté en un segundo mensaje.
—Porque... —envío Luke el mensaje dejándome con intriga por su respuesta.
Tardaba bastante en contestar, es como si sintiera vergüenza por decírmelo. Así que, intentando meterle presión aparenté querer irme.
—Si no me vas a contestar, me voy— dije con intención de que contestase.
Hasta que finalmente, tras unos segundos después de mi mensaje, contestó.
—Porque yo también soy gay... Y se burlaron de mí por serlo, por eso entendí como te sentiste, y también recordé todo lo que habíamos vivido juntos, y nunca me perdonaré lo que te hice, eras mi mejor amigo... Y te desprecié como si no fueras nadie... — interrumpió triste la conversación— lo siento— contestó seguidamente en otro mensaje.
—Luke ¿Qué te pasó? Dímelo, por favor— le pedí en un primer mensaje.
—Pues...— envío aquel mensaje, y detuvo la conversación.
—Luke, puedes decírmelo, no te preocupes... Lo pasado, pasado está— dije esperando su respuesta.
Comenzó a escribir, y a escribir, me estaba empezando a aburrir y comencé a dibujar mientras observaba el teléfono. Hasta que, tras unos 7 minutos, aquel texto explicándolo todo, llegó.
—Pues... Todo comenzó a ocurrir cuando os vi a ti y los demás, en el parque de atracciones.
Me marché triste del lugar por no haberme podido disculparme, quería hacerlo, pero me encontré con Percy antes que con vosotros.
Estuvimos hablando antes de que pidiera ayuda, y me estuvo comentando que no estabais muy bien, y que necesitabais un tiempo alejados de mí, y tenía razón, no era un buen momento, así que le entregué un papel con mi número de teléfono nuevo, y entristecido, me marché con paso ligero. Y supongo que Percy, al verme arrepentido, decidió poder darme una oportunidad para intentar arreglarlo todo, y por eso me invitó a vuestra fiesta.
Cuando llegué a mi casa con mis amigos en el autobús, tenía una expresión triste por no haberme podido disculpar, y porque sentía que había conseguido alejarme de mis verdaderos y únicos amigos, que fueron los únicos que me querían de verdad - acabó el primer párrafo de su gran texto.
Retiré los ojos unos instantes del teléfono móvil para rehidratarlos y no quedarme ciego en el intento y continué leyendo el mensaje.
—Entonces, al día siguiente, me dirigí hacia tu casa con intención de intentar explicártelo todo en persona y de disculparme de una vez por todas, ya que tu eras la única que me hacía sentir bien, solo que no supe verlo hasta muy tarde, y sigo pidiéndote perdón por lo que hice.
En resumen, cuando llamé a la puerta de tu casa, ni tú ni Matt estabais, y la figura de tu madre abriéndome la puerta, me contestó que no estabais en casa, pero cuando abrió la puerta, me contestó que ibais a venir de un momento para otro, y que esperase en tu cuarto si quieres, así que, obedeciéndola, eso hice.
Subí por las escaleras de color grisáceo de tu casa y tras recorrer todo el pasillo, finalmente, terminé llegando a tu habitación, la más lejana de las escaleras, la cuál estaba al final del pasillo, y tenía una gran pegatina de no pasar en la puerta.
Cuando abrí la puerta, algo me sorprendió bastante, encontré a un chico sentado en tu cama, era de piel pálida, rubio, de ojos marrones y de estatura media. Yo, confuso y extrañado, no sabia quién era, así que le saludé con voz tímida.
—Ho...Hola— dije tartamudeando.
—Hola, ¿Quién eres?— me preguntó aquel chico de manera amable.
—Soy Luke Flynn, soy amigo de Matt y Dylan— le contesté.
—Ah, ya sé quién eres— contestó el joven— yo soy Richard Garret, el primo de Sofia, pero puedes llamarme Richy, todos me llaman así— explicó.
—Vale Richy— contesté sonriendo y sonrojado.
—¿Que haces aquí?— pregunté tímidamente.
—Había venido para devolver un videojuego a Dylan, pero como no estaba, su madre me dijo que le esperase en su habitación— explicó con todo detalle— ¿Y tú?— me preguntó.
—Es una larga historia— le contesté con intención de no contarle la razón de mi visita.
Ese instante marcó mi vida fuertemente, noté un leve pinchazo en el corazón y sentí el vuelo de mil mariposas introducidas en mi estómago.
Richy y yo, estuvimos hablando un buen rato, y mientras os esperábamos, nos estuvimos conociendo, y creo que... A cada palabra que Richy decía, me iba sintiendo más encariñado con él.
Finalmente, al ver que no llegabais nos fuimos cada uno a nuestra casa, y desde aquel día, empecé a tener sentimientos por Richy, y quería verlo todos los días y a todas horas. Quería decirle lo mucho que me importaba, hasta que llegó un día en el que, un recuerdo de lo que le hice a Dylan en su posición, y supe que tenía que disculparme contigo.
Pero las ganas y los nervios de estar con él me podían, lentamente iban en aumento, y día a día, sentía que iba controlando menos mis sentimientos, y tras mucho tiempo con él, quise decirle lo que sentía y besarle de una vez por todas.
Pero cuando lo fui a intentar, una risa burlesca lleno su rostro, y supe que se estaba riendo de mí.
Me llamó de todo mientras reía a carcajadas: mariquita, gay, afeminado, etc...
*FIN DEL CAPÍTULO*
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Hasta aquí el capítulo de hoy ¿Qué pasará a continuación? Lo averiguaremos en el siguiente capítulo. Espero que os este gustando la historia. Si te gusta o no este capitulo o la historia por favor vota o comentarlo, esos mensajes me sirven para saber en que mejorar o no. Hasta la próxima lectores, gracias por apoyar y hacer la historia posible y gracias por seguirme y darme una oportunidad, un saludo.
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