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Bajo las escaleras de a dos con una enorme sonrisa en su rostro, algunas manchas de pintura en las manos. El timbre resonó por toda la casa, causando que Shinsou escondiera las orejas bajo su espeso pelo. Actualmente, se encontraba en la cocina tomando una taza de café. Lleva puesto unos jeans que le quedan enormes y una camiseta blanca, (T/n) había reído ante su elección de ropa, aclarando que es una versión híbrida de L.
—¡Tsuyu! ¡Uraraka! —escucho su grito de alegría, y desde el pasillo observo como se tiraba a los brazos de esas dos chicas.
La híbrida de rana llevaba una sonrisa, correspondiendo el gesto con cariño. Sus enormes manos posicionadas sobre la espalda de (T/n). Tras mirar por encima de ella lo suficiente, divisó al rubio y las plumas de Tokoyami brillando de un tono violáceo oscuro gracias a la luz del sol.
Dejó la taza en algún mueble, la cola moviéndose con tanta rapidez que algunos pelos volaban alrededor.
La casa se llenó de ruido apenas ingresaron, mayormente las voces de las chicas llenando el vacío que antes reinaba. Los chicos cargaban con bolsas y una que otra mochila en el hombro, lo mas seguro es que trajeran sus propios materiales para trabajar. Shinsou decidió acercarse, quedándose a una distancia calculada en caso de que necesitara correr.
Bakugou llevó sus ojos rubí sobre su figura, la nariz arrugada. Antes de poder decir algo, Uraraka le dio un codazo con una mirada que él no supo descifrar. Lo escucho chasquear la lengua, reformulando sus palabras.
—Tu eres su maldito híbrido, ¿verdad? —cada persona presente suspiro al momento de oír sus palabras.
(T/n) tenía una mano en su rostro, negando con la cabeza. Hitoshi con toda la tranquilidad del mundo se posiciono a su lado, una mano sobre su hombro. Sabe que se esforzó preparando la habitación para que sus amigos pudieran trabajar allí, incluso colgó esas luces navideñas en el techo a modo de decoración para dar un ambiente agradable.
Con las orejas rectas, respondió.
—Lo soy —se apoyó sobre (T/n), una sonrisa ladina—. ¿Tu eres el perro de departamento?
Ochako palideció al mismo tiempo que (T/n), a la vez que Tsuyu era apartada a un lado por un amable Tokoyami. Antes de que Katsuki pudiera abalanzarse sobre el cabellos violáceos, ambas chicas lo taclearon como jugadoras profesionales de Rugby.
—¡Sueltenme! ¡Borrare esa sonrisa de mierda de su rostro! —juraban que el rubio lanzaba fuego por la boca igual que un dragón.
Shinsou se encogió de hombros, fingiendo inocencia. Mientras las chicas lidiaban con el Pomerania furioso, el chico Darks y la rana decidieron presentarse con el felino. Tokoyami fue el primero en estrechar su mano, y el ojos violáceos pudo sentir oler algo parecido a los nervios.
—Uh...lamento si te provocó nervios —murmuró el felino.
—Esta bien, no es tu culpa —Tokoyami se cruzó de brazos, luciendo cool—. Somos presa y depredador, eh.
Asui soltó un sonido característico de las ranas.
—Lamentamos el comportamiento de Bakugou-kun, tiene problemas para socializar.
Hitoshi creyó escuchar un «demasiados» de parte de Ochako.
El Pomerania parecía haberse calmado, aunque por las venas marcadas en su frente no estaba del todo seguro. Prefirió no decir nada al respecto, ayudando a los demás a cargar los bolsos. Subió las escaleras con facilidad, sintiendo una mirada sobre su nuca y al mirar por encima de su hombro, pudo ver a (T/n) sonriendo con calidez en su dirección.
Sabe que el híbrido se está esforzando para ser amable y socializar con ellos, cosa que aprecia muchísimo.
Mientras Tokoyami apreciaba las distintas pinturas que están en los pasillos —la mayoría fueron realizadas por (T/n)— junto con Bakugou que murmuraba maldiciones por lo bajo, ella mantuvo una pequeña conversación entre susurros con sus dos preciadas amigas.
—¿De verdad vivió en el bosque? —cuestiono Ochako, recibiendo una afirmación con la cabeza—. Es increíble, creí que estaría más delgado...
—Oh, sé a qué te refieres, kero —Asui apoyó el dedo índice sobre su mentón—. Es bastante musculoso, ¿no?
(T/n) vio que Shinsou movió la oreja izquierda un par de veces. La artista sintió el calor esparcirse por sus mejillas, ¡las está escuchando!
—Uh...¿podemos hablar de otra cosa? —ante la mirada que le dedicaron sus amigas, el sonrojo aumento de tonalidad—. ¡No me miren así!
—Vamos (T/n), desde lo que sucedió con Tenya...no seas tan dura contigo misma —la mano de Ochako se posiciono sobre su hombro—. ¡Está bien enamorarse!
En ese momento, ella levantó la vista en dirección a Shinsou, que dejaba los bolsos frente a la puerta de su estudio. Le pareció ver un tono rosado en sus mejillas, sumado a la pequeña mueca nerviosa que carga en sus labios. El contacto visual duró apenas unos segundos, antes de que él mirase hacia otro lado.
(T/n) carraspeo sin decir nada, abriendo la puerta al momento en que el híbrido se apartó.
El aroma característico de humedad, pintura y madera llegó a la nariz de Hitoshi, que solo inspeccionó la habitación desde la puerta. Se había mantenido lejos del estudio porque sabe que hay cosas valiosas para (T/n) allí, y por más que la curiosidad lo esté matando, sabe que su instinto felino cada tanto tiende a aparecer.
Eso significa empujar objetos y ver como caen.
Y con toda la cantidad de pinceles, pinturas, cuadros y demás cosas, temía romper algo importante para ella.
Alguien empujó su hombro al pasar; fue Bakugou. Le dedicó una larga mirada antes de girarse para apreciar la habitación junto con la decoración. Hitoshi se daba una ligera idea de porque le caía mal —además de porque son perro y gato, básicamente—, ambos tienen actitud territorial. Ahora mismo, aunque no le guste, Katsuki está en su territorio. En resumen, Shinsou es el líder aquí, cada parte de la casa está impregnada con su aroma.
Incluyendo (T/n).
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Tokoyami se ubicó en una esquina de la habitación, amando la oscuridad que le brinda una de las cortinas. Mientras que Ochako decidió que del otro lado estaría bien, ya que después de todo, aún debía bocetar el trabajo y luego moldearlo. (T/n) se mantuvo en su lugar de siempre, frente a la ventana con el lienzo blanco listo para ser llenado de colores vibrantes.
Tsuyu estuvo a su lado todo el rato, hablando de su trabajo, cada tanto mencionando algún pequeño detalle de Tokoyami, cosa que provocaba una sonrisa burlesca en los labios de su mejor amiga.
Se conocen desde la secundaria, siendo la híbrida rana su primera amiga. Habían mantenido su amistad oculta del padre de (T/n) por obvias razones, Tsuyu tan amable y comprensiva, acepto cada cláusula para poder estar con ella. Su cariño, lealtad y amistad brindo a (T/n) a finalmente confesarle a su padre sobre su amistad. Tanto así que no le importo sus gritos, insultos ni amenazas.
Ahora que lo pensaba bien, su padre había dejado de importarle hace mucho.
—¿(T/n)? —la azabache está sentada a su lado, procurando no empujar los pinceles y tarros de pintura cada vez que se mueve—. Ya estás volando, kero.
Desde arriba de un armario viejo, muy parecido al de Narnia —solo que este no te lleva a otro mundo— Shinsou soltó un bufido, llamando la atención de la mayoría. Desde allí, el híbrido podía tener en control a todos, saber que están haciendo individualmente. De cierta forma, le brinda tranquilidad. Nadie le dijo nada al respecto, después de todo, conocen breves detalles de su vida gracias a (T/n).
—Tierra llamando a (T/n) —la cola se movía con lentitud, colgando del mueble—. Intenta hablando de comida, tal vez reaccione así.
—¿Disculpa? —ante su comentario, la artista lo señalo con el pincel—. Nunca interrumpas a alguien que está mirando un punto indefinido, podría estar tramando la mejor idea del mundo.
—O un asesinato —replicó Katsuki desde unas almohadas instaladas en el suelo, estaba tirado de forma perezosa boca arriba.
Tokoyami corrió la cortina que le impedía que cualquier rastro de luz llegue a su rincón, con las plumas ligeramente erizadas. La suave música Jazz que hay de fondo, junto con las luces de diferentes colores crean una atmósfera digna de una película. A Shinsou le gustaba observar todo desde allí, porque las luces creaban sombras hermosas sobre el rostro de (T/n).
El día transcurrió con tranquilidad, más de lo esperado. Katsuki dormito sobre la pila de almohadones, cada tanto Ochako acariciando su cabello con una sonrisa gentil en sus labios. Tsuyu se ubicó con Tokoyami —¡finalmente!— después de que (T/n) le hubiera insistido tanto. Cada tanto los oía hablar en voz baja, como si temieran que pudieran interrumpir a los demás.
Bajo el pincel cuando algo suave paso por su rostro, la cola de Shinsou la tomó por sorpresa brevemente. Antes de poder decirle algo, pudo ver su mirada concentrada en lo que ella pintaba. Era la escena de la otra vez, con Hitoshi de protagonista. Los copos de nieve lo rodeaban como si se sintieran atraídos ante su presencia, las prendas blancas con tonos dorados se mezclaban perfectamente y la forma en la que mezcló el color violáceo de su cabello y ojos de cierta forma quedaba bien.
(T/n) se vio tentada a tirarse encima de la pintura y taparla con su cuerpo, debido a la vergüenza.
—Lo siento —se disculpó—. Debí haberte preguntado antes si podia retratarte.
Hitoshi se ubicó en el asiento libre, donde anteriormente estaba Tsuyu. Sus ojos violetas se posicionaron sobre la lista de reproducción, buscando alguna que pudiera elegir.
—No me molesta —comenzó, evitando mirarla—, me haces sentir halagado. Nunca nadie me eligió como modelo —una canción de los años ochenta comenzó—. Gracias.
Finalizó la conversación con sequedad, pero si lo miraba mejor, podía ver un brillo en sus ojos. Ella levantó el pincel, volviendo a pintar, arreglando zonas que no quedaron tan bien. Shinsou permaneció a su lado hasta que llegó la hora de la cena y entre todos, decidieron cocinar algo.
Cuando todos salían de la habitación, él decidió quedarse frente a la pintura.
Pasó una mano sobre su nuca, bajo la cabeza, y sonrió.
De cierta forma, estaba aceptando esta nueva forma de vida.
Levantó las orejas cuando escuchó varios gritos proveniente del piso de abajo, y minutos después apareció un agitado Taiga, las pupilas dilatadas.
—«¡Shin! ¡Se trata de Parda!» —nunca vio al atigrado tan asustado como ahora.
El violáceo se agacho a su altura, con los ojos entrecerrados. Cada pelo de su larga cola erizado.
—¿Qué sucedió? ¿Dónde está Parda?
Escucho pasos provenientes de las escaleras y (T/n) apareció seguida de Tsuyu. Las chicas solo oían maullidos nerviosos de parte del atigrado, que poseía una mirada angustiada.
—«¡Dos perros entraron al campamento!» —cada pelo de su cuerpo está erizado—. «Parda logró distraerlos y hacer que la persigan a ella antes de que causarán desastres. Pero ahora no se donde esta»
Hitoshi cruzó mirada con (T/n), bajo las orejas, tirandolas hacia atrás.
—Es Parda, la persiguen unos perros. Debo ir a buscarla —la vio palidecer y ante su preocupación, Hitoshi sintio alivio. Sea lo que sea, no estaría solo.
Ochako apareció de la nada, arrastrando a Katsuki por el collar de su cuello. Que simplemente se tapaba el rostro, maldiciendo a un atigrado de ojos dorados.
—¡Llévate a Katsuki! ¡Tiene buen olfato!
—¿¡Hah!? ¡Ese maldito gato me araño la cara! —el rubio señalo a Taiga, que bufó detrás de las piernas de Shinsou.
—«Si no me hubiera asustado con ella...» —maullo.
(T/n) tenía el celular en la mano y en la otra un abrigo —Te ayudaré, está anocheciendo.
Las chicas pegaron un pequeño saltito cuando Katsuki gruño, aclarando que iría el.
—Un ave, una rana y dos idiotas con poca orientación —chasqueo la lengua—. Solo van a arruinar el rastro.
Puede que tuviera una herida en la mejilla izquierda ahora mismo, pero cada palabra fue dicha con seriedad. No le agrada Hitoshi porque parece de esos que saben donde pinchar para ponerlo en estado histérico.
—Katsuki, eres tan Tsundere —murmuró Ochako, pronto sintiendo como el rubio estiraba sus mejillas.
Shinsou hizo una mueca, no del todo convencido. Taiga a sus pies maullo nuevamente y con ello, aceptó la ayuda del rubio. Cuanto más rápido encuentren a Parda mejor.
Por alguna razón, tenía un mal presentimiento.
Porque por esa zona nunca hubo perros.
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Continuará~
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Creo que este es el capítulo más largo hasta ahora, lo cual es bueno (?
He de aclarar que en los siguientes días no estaré actualizando, además de que ya se como finalizara esta historia y calculo alrededor de cinco capítulos más <3 o tal vez cuatro + el epílogo~
Aunque obviamente, me tardare en publicar porque en unas dos semanas iniciare las clases de nuevo, lo cual significa Hiatus. ;;;
Casi me olvido de decirles la razón por la que Midoriya no saldrá en esta historia y eso es porque; básicamente Deku tenía una relación con Ochako (si, los shippeo, cualquier queja y las golpeo) sin embargo...saben como es la vida, esa persona puede ser tu gran amor pero a veces las cosas no funcionan. Allí aparece Bakugou, me gustaría explicarlo con más detalle en la historia, así que espero poder hablar de ello en el próximo capítulo~
¡Espero les haya gustado!
¡Nos vemos la próxima!
♥♥♥