SUNSHINE ☀️ EXTRA

By ChoiHoSeok94

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La historia de JaeBum y YoungJae, dos chicos que se aman con la misma intensidad de un rayo de Sol, ¡no puede... More

☀️ EXTRA ☀️
☀️ EXTRA // Meme7 ☀️
☀️ EXTRA // App ☀️
☀️ EXTRA // Gatito ☀️
☀️ Spin-off // Primera cita ☀️
☀️ Spin-off // Moras ☀️
☀️ EXTRA // Cuaderno ☀️
☀️ EXTRA // Out ☀️
☀️ EXTRA // Bye, Bumie ☀️
☀️ Spin-off // Amorcito ☀️
☀️ ESPECIAL 500K // San Valentín Pt. 1 ☀️
☀️ ESPECIAL 500K // San Valentín Pt. 2 ☀️
☀️ ESPECIAL 500K // San Valentín Pt. 3 ☀️
☀️ ESPECIAL 500K // EXTRA ☀️
☀️ EXTRA // Osito Bumie ☀️
☀️ EXTRA // Flor ☀️
☀️ EXTRA // Among Us ☀️
☀️ EXTRA // Bebé ☀️
☀️ EXTRA // Bebé 2.0 ☀️
☀️ EXTRA // Universo paralelo ☀️
☀️ EXTRA // Guapo ☀️
☀️ EXTRA // SUNSET ☀️

☀️ EXTRA // ¡¡Achú!! ☀️

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By ChoiHoSeok94

JaeBum estornudó por milésima vez en lo que iba de la mañana. Había despertado con un resfriado que no le permitió asistir a clases.

Después de avisarle a JinYoung y Jackson que no se presentaría a clases, se desplomó en su cama.

A pesar de la molestia que le provocaba la fiebre junto a un terrible dolor de garganta, no tenía fuerzas para prepararse un remedio casero.

Un rato después despertó de su siesta a causa del sonido que emitía su celular, lo cual le indicaba una llamada entrante.

Con algo de molestia y dificultad, se inclinó en su cama para tomar el teléfono y contestar sin siquiera ver el destinatario.

  — ¿Uh? — un extraño sonido fue lo único que pudo emitir como repuesta.

  — ¡Bumie! — JaeBum agradeció no ignorar la llamada como había pensado fugazmente. — JinYoungie hyung me dijo que estás resfriado, ¿te sientes bien? ¡No te preocupes! Bebé irá a cuidarte.

JaeBum sonrió, estaba por responder pero un estornudo interrumpió sus palabras.

  — Bebé ... que dulce eres. — otro estornudo. — No tienes que venir, podría contagiarte.

  — Mi sistema inmunológico es de envidiar. — respondió YoungJae, haciendo sonreír al resfriado pelinegro.

  — No quiero quejas después, cerebrito.

JaeBum volvió a sonreír al escuchar la risa del menor.

  — Bien, en unos 10 minutos llego.

  — Te esperaré en la sala.

  — ¡No! Mejor déjame la llave en algún sitio, no será bueno para ti estar fuera de cama.

JB rió un poco. De cierta forma le recordaba a las exigencias de su madre.

  — La dejaré dentro de la lámpara, la que está junto a la puerta.

  — Está bien, Bumie. Ahora trata de dormir un poco más, te prepararé una sopita.

YoungJae hablando con diminutivos era la perdición de JaeBum.

  — ¿De besos?

  — ¡Bumie!

JaeBum casi podía ver las mejillas encendidas de YoungJae junto a un adorable mohín.

  — Apresúrate, bebé. Necesito abrazarte.

YoungJae sonrió, recargando su cabeza en la ventanilla del metro.

  — Estaré ahí pronto, Bumie. — respondió antes de colgar.

JB estornudó por milésima vez, sintiendo la cabeza darle vueltas y la nariz hormiguearle al hacerlo.

Se levantó de la cama envuelto en una cobija, arrastrándola hasta llegar a la sala y tomar las llaves de la mesa. Abrió ligeramente la puerta para sacar su mano y colocarlas en donde le había indicado a su novio.

El clima afuera era muy, muy frío.

JB supuso que YoungJae estaba viajando en metro. Si su suposición era cierta, significaría que el menor tendría que caminar unas ocho o nueve cuadras desde la estación hasta su casa.

YoungJae era sumamente sensible al frío, por lo que JaeBum sintió su pecho encogerse al imaginarse a su pequeño caminando contra el frío viento hasta llegar a casa, todo por cuidarlo de un simple resfriado.

  — Oh, pobre de mi bebé. Soy un monstruo por hacerlo pasar por esto. — JB se jalo ligeramente el cabello. Se volvía dramático cuando se enfermaba. — Le prepararé un chocolate caliente para cuando llegue.

Dicho esto al aire, se dirigió a la cocina, arrastrando sus pies y su cálida cobija. Sacó un traste, vertió leche en él y puso ésta a hervir.

El vapor que la pequeña olla emanaba le resultó relajante, cerró sus ojos colocando sus manos sobre la estufa, dejando que la temperatura de ésta las calentara y le quitara un poco el frío.

Después de un rato la leche comenzó a burbujear, indicando que había terminado de hervir. JaeBum apagó la estufa y dejó que enfriara un poco antes de tomar la olla y colocarla en la mesa. Abrió un sobre de chocolate en polvo y lo vertió por completo en la leche, revolvió con una cuchara y después de asegurarse que estuviera lo suficientemente dulce para el gusto de YoungJae volvió a la habitación, no sin antes meter dos tazas con la leche chocolatada al microondas para evitar que se enfriaran demasiado.

  — Oh, mierda. Quiero vomitar. — jadeó mareado, sintiendo como si el techo estuviese a centímetros de su rostro y la cama absorbiéndolo hacia abajo.

Cerró sus ojos con fuerza después de que una punzada en la parte trasera de su cabeza le sacara un gruñido.

Odiaba enfermarse, ya que era sensible a cualquier malestar físico.

El sonido de las llaves sobre la mesa lo hicieron abrir uno de sus ojos, pasos apresurados se escucharon en el pasillo hasta que la puerta de su habitación fue abierta.

Tenía la vista borrosa, pero podía asegurar que YoungJae se veía lindísimo con ese suéter color rojo debajo de una chamarra negra. Su cabeza estaba cubierta por un gorro del mismo color que su suéter al igual que sus manos por unos guantes. Sus ojos eran lo único visible de su rostro, ya que la parte inferior de éste se encontraba detrás de un cubre bocas negro.

  — ¿Puedes moverte con todo lo que llevas encima?

YoungJae rió.

  — Sí, y tú también podrías hacerlo si me hubieras hecho caso cuando te dije que te abrigaras bien.

  — Y tú podrías haberme hecho caso cuando te dije que no te juntaras tanto con JinYoung, ahora me hablas como él.

YoungJae volvió a reír. Se sentó junto al cuerpo recostado de su novio y acarició su mejilla.

  — Estás caliente.

  — ¿Disculpa? — JB miró asombrado al menor. — Aguarda, entendí mal.

  — ¿Qué cosa?

Bendita su inocencia. JB la agradecía en ciertos momentos.

  — Nada, bebé. — respondió tomando la mano que YoungJae había colocado en su mejilla. Deslizó el guante de éste hacia afuera hasta que pudo sentir la cálida y tersa piel del menor entre sus dedos. Joder, que excelente sensación. — Me alegra que hayas venido.

YoungJae sonrió, acercándose a la frente del mayor hasta besarla.

  — No iba a dejarte solo. — respondió besando esta vez su mejilla.

  — Amo tus besos, bebé. — dijo JB cerrando sus ojos, disfrutando de la suavidad de los labios del menor en diversos sitios de su rostro. — Pero a este paso en verdad vas a contagiarte.

  — Ya te lo dije, soy inmunológicamente fuerte.

  — Inmuno ¿qué?

YoungJae rió.

  — Olvídalo, Bumie. Sólo déjame cuidarte y mimarte ¿sí? — sacudió sus pestañas, sacándole una sonrisa al mayor. — Siempre estás cuidándome ... quisiera poder hacer lo mismo por ti.

JaeBum estaba por responder, pero un estornudo se llevó lejos el dulce ambiente.

  — Iré por el termómetro. — dijo YoungJae dándole una última caricia al rostro rojizo y caliente del mayor.

Entró al baño de la habitación de su novio y sacó de un pequeño clóset una caja similar a un botiquín de primeros auxilios, volvió con ella a la habitación y al sentarse de nuevo en la cama sacó el termómetro digital.

  — Bumie, levanta el brazo. — pidió YoungJae

JB obedeció, levantando con debilidad su brazo para permitirle a YoungJae colocar el aparato en su axila.

  — ¡Ay! Está frío. — JB dio un respingo, sacándole una risa al menor. JaeBum lucía tan adorable. — ¿Hace cuánto saliste de la escuela?

  — Uhm, ¿2 horas? O un poquito menos.

JB suspiró.

  — JYP me fusilará por faltar a la práctica.

  — Nunca faltas a las prácticas, Bumie. Un día no afectará en nada.

El termómetro emitió un repetitivo pitido, indicando que había terminado de tomar la temperatura corporal de JaeBum. YoungJae verificó el número que el termómetro marcaba, ahogando un leve grito.

  — ¿Cuánto me queda de vida, bebé? — bromeó JB, ganándose un débil golpe en el brazo.

  — Tienes 38.2 de temperatura. — dijo el menor levantándose de la cama para dirigirse de nuevo al baño de la habitación.

  — ¿Y eso es malo?

  — Si no la hacemos bajar, lo será. — respondió YoungJae. — Una ducha fría va a ayudarte, ven aquí.

  — Cálmate, mamá.

YoungJae rió. — No quiero que la temperatura siga aumentando, Bumie. Así que ven, por favor.

  — ¿Ves que diferencia? — dijo JB sentándose en la cama, notando que a su malestar había sido añadido un ligero dolor muscular.

Al ver la dificultad que JaeBum estaba teniendo para levantarse de la cama, YoungJae se acercó rápidamente a él.

  — Sostente de mí, Bumie.

JB lo hizo, enrrollado sus brazos en los hombros del pequeño mientras que éste lo sostenía de la cintura y lo ayudaba a avanzar hacia el baño.

  — Mientras tú tomas un baño yo iré a prepararte una sopa. — dijo YoungJae antes de darse vuelta para salir del baño, pero JB lo detuvo antes.

  — ¿Y si me desmayo y del golpe que me dé en la cabeza me muero?

YoungJae rió.

  — Bien, te esperaré aquí pero antes de que te desvis- ¡Bumie, espera! — no alcanzó a terminar su oración antes de que JaeBum se quitara la sudadera, dejando su fornido pecho al descubierto. YoungJae no tardó en cubrir sus ojos con una toalla.

A JaeBum le encantaba hacerlo avergonzar; ni un resfriado lo haría desaprovechar la oportunidad.

  — Ah, no recordaba que no te gusta verme así. — dijo JB bajando intencionalmente la voz, fingiendo estar triste. — Siento no tener un cuerpo digno de ver.

YoungJae cayó en la trampa, quitándose de inmediato la toalla del rostro. Por la tonalidad de su piel parecía que el de la temperatura elevada era él.

  — ¡N- no es eso, Bumie! Es que ... es que me da pena porque- ¡Yah, hyung! — exclamó alarmado al ver como JaeBum se bajaba el pantalón de pijama. YoungJae cerró sus ojos.

Le ardía la garganta pero aún así no se limitaba a sí mismo a reír por las adorables acciones de su pequeño.

  — Ya, ya. Me terminaré de desvestir en la regadera. — dijo JaeBum entrando a ésta, cerrando la cortina para después quitarse la ropa interior. — Que llorón eres, Jae.

  — Y tú que pesado. — JB rió por el tono infantil en que YoungJae había pronunciado aquellas palabras. — Se supone que estás resfriado pero estás muy animado. — dijo YoungJae sentándose en la tapa del retrete.

  — Eso es porque estás aquí.

YoungJae sonrió.

  — No podía dejar a Bumie solo.

  — Presentía que vendrías. — dijo JB. — Me alegro que hayas venido primero que JinYoung, él es un salvaje, me hubiera echado un balde de agua helada en la cama y obligado a comer un horrible caldo de no sé qué.

YoungJae rió, sabiendo que quizá era verdad.

  — Yo seré un amable y dulce enfermero.

  — Privado, sólo para mí.

  — Sólo para Bumie. — respondió YoungJae sonriendo. — Por cierto, ¿por qué no abres la llave?

  — Ah, es cierto. — rió JB. — Carajo, ¿a fuerzas tiene que estar helada?

  — Pues sí, Bumie. ¿De qué serviría un baño caliente si lo que queremos es bajar tu temperatura?

  — Más despacio, cerebrito. — YoungJae rió. — Tengo mucho frío, Jae. Me voy a morir con una gota helada.

  — ¿Y yo soy el llorón?

  — Ñiñiñi.

YoungJae rió.

  — Toma el baño frío y te daré un premio.

  — Mmm, ¿qué clase de premio?

  — Lo que quieras.

JB se sintió un depravado ante el pensamiento que le llegó a la mente.

La fiebre estaba afectándolo, quizá.

  — Eh ... uh ... e- está bien.

El sonido del chorro de agua acompañado de las maldiciones que JB soltaba a ratos era lo único que se escuchaba en el baño mientras que YoungJae se encargaba de sacar un cambio de ropa adecuado para el mayor y ropa interior nueva.

  — Está bien, Bumie. Puedes salir. — JB cerró inmediatamente la llave, temblando sin parar. — Aquí una toalla. — dijo YoungJae extendiéndosela por un lado de la cortina.

JaeBum tomó la toalla, enrollándose en ella de inmediato.

  — Jo- joder, Ja- Jae. No sa- sabía que m- me odi- odiabas. — la mandíbula de JB temblaba, imposibilitando que hablara con normalidad. — M- me mu- muero ...

YoungJae rodó los ojos riendo. JaeBum era como un niño pequeño, quejumbroso e indefenso.

  — Ponte esto. — pidió YoungJae extendiéndole un boxer a JB por un costado de la cortina. JaeBum lo tomó y con dificultad obedeció a su novio. — Sal, te ayudaré a vestirte, Bumie.

JaeBum no pudo evitar sonreír detrás de sus manos antes de cubrirse el rostro con la toalla. Después de calmarse un poco, corrió la cortina y con pasos temblorosos caminó hacia la habitación, la cual estaba mucho más cálida el baño.

YoungJae se encontraba ahí esperándolo con otra toalla. Tomó asiento en su cama y YoungJae se posó frente a él, con la toalla que éste tenía en las manos secó lo más que pudo el exceso de agua en el oscuro cabello del mayor, esto mientras JB se secaba el torso con la toalla que traía consigo.

  — Estás muy rojito, Bumie. Creo que deberíamos llevarte al doctor.

JB rió un poco. Sabía que su rostro se encontraba rojizo, pero no era por la fiebre. Sino por la extrema cercanía de YoungJae y la forma en que, indirectamente, lo tocaba para secarle los brazos y el torso.

  — No es para tanto, bebé. Comienzo a sentirme mejor. — dijo sinceramente. La verdad es que ese baño lo había hecho sentir un poco mejor, sentía su cabeza menos pesada y su piel ligeramente menos caliente que antes. Eso sumado a la presencia de su pequeño, tan lleno de vida y amor.

YoungJae sonrió mientras le colocaba una camiseta al mayor y sobre ésta un suéter no muy grueso para prevenir que la temperatura de JaeBum volviera a aumentar. Seguido de esto lo ayudó a colocarse unos pantalones de lana que JB tuvo que ponerse por su cuenta desde las rodillas, ya que era demasiado para el avergonzado castaño.

  — No te pongas calcetines, Bumie. — lo detuvo. — Mamá dice que la temperatura baja más rápido cuando tenemos los pies fríos.

JB comenzaba a creer que YoungJae era casi igual de radical que JinYoung con sus métodos caseros.

Con la diferencia de que a YoungJae no le diría "deja de joder y dame un jarabe", obteniendo como respuesta un zape y un trapo heladísimo en la frente.

  — Acuéstate, Bumie. Iré a hacer tu sopita. — dijo YoungJae destendiendo la cama. JaeBum asintió y se metió debajo de las frazadas, siendo arropado hasta los hombros por el menor. — Si me necesitas, llámame.

  — Te necesito.

YoungJae se derritió por dentro, enternecido por la adorable carita rojiza de JaeBum. Se inclinó sobre la cama hasta llegar a los labios del mayor, dejando un casto beso en ellos.

  — Vas a contagiarte, niño terco.

  — ¿Yo soy el terco? — rió YoungJae. — Ya te dije que no me enfermaré. — dicho esto besó una vez más a su novio. — Volveré rápido.

YoungJae salió a la cocina en donde había dejado una bolsa de supermercado al llegar, llena de verduras y una pechuga de pollo. Se sabía de memoria el caldo de verduras y pollo que su madre le hacía cuando se resfriaba, ya que él se lo había preparado varias veces a sus amigos cuando se encontraban en la misma situación. Mayormente a Mark, un chico fuerte físicamente pero débil ante los resfriados.

Mientras tanto, JB tomó su celular para revisar los mensajes que tenía en su buzón de notificaciones, sonriendo al leerlos.

Chino (4)

» ¿Cómo te sientes, Jota Be?

» Le comenté a JYP sobre tu estado, dice que no hay problema que no hayas venido, que te enfoques en mejorarte.

» Por cierto, a YoungJae casi le da un infarto cuando supo que estás enfermito.

» Le sugerí que vaya a verte. De nada 😘

Mark hyung (3)

» Mejórate pronto, JB 🤘

» A BamBam y a YuGyeom les quitaron sus celulares en clase, así que te diré un mensaje que tienen para ti.

» "Hierba mala nunca muere", eso y que te mejores.

Junior (2)

» YoungJae irá a cuidarte, llorón.

» No te mueras, Jackson y yo iremos a visitarte mañana.

Con una sonrisa en el rostro le respondió a sus tres amigos, sintiéndose cada vez mejor ante los ánimos de éstos.

Pasados unos 15 minutos, YoungJae apareció de nuevo en la habitación con una charola y un plato hondo sobre esta.

  — La sopita de Bumie está aquí.

JB mandó a volar su teléfono, sentándose lo más rápido que pudo en la cama al percibir en delicioso aroma que el plato desprendía.

  — Se ve delicioso. — dijo JB viendo las bien cocidas verduras junto a los cuadritos de pollo, de un color dorado apetitoso.

YoungJae sonrió, tomando una cucharada de la sopa y acercarla a JB.

  — Bumie, di ah ~

JaeBum diría adiós mundo en poco tiempo si YoungJae continuaba actuando tan dulce frente a él, tratándolo con tanto cuidado y cariño.

Tomó el bocado que YoungJae le extendía, saboreando el delicioso sabor del pollo con calabazas y papas perfectamente cocidas.

Y de pronto recordó a su madre. Cálida y suave en cualquier momento, acariciándole el cabello para tranquilizarlo y preparándole su platillo favorito siempre que podía.

Oh, como la echaba de menos.

  — Es ... deliciosa, bebé. — dijo JaeBum anticipando la segunda cucharada. YoungJae se la dio en cuanto terminó de masticar.

Y así hasta que JB tomó el plato de las manos de YoungJae y bebió el caldo sobrante.

YoungJae no podía estar más feliz. A su novio le había encantado la sopa que le había hecho con tanto amor.

  — Eres un mentiroso, Jae.

  — Oh, ¿por qué lo dices?

  — Me dijiste que no sabías cocinar.

YoungJae rió.

  — Esto es lo único que sé, en verdad. — dijo quitando la charola de las piernas de JaeBum para que pudiese recostarse de nuevo. — ¿Te gustó, Bumie?

  — Sí, bebé. Estuvo delicioso. — respondió JaeBum, entrelazando su mano con la del menor. — Gracias.

YoungJae sonrió.

  — Me alegra que te haya gustado.— dijo antes de besar la frente del mayor.— Oh, te siento menos caliente que antes. Aún así te daré un antibiótico que siempre tomo para la fiebre.

JaeBum estaba encantado con el papel de enfermero de YoungJae. Tan lindo. Tan dulce. Tan ... YoungJae. 

  — Ten, Bumie.— le extendió una pastilla y un vaso de agua. JaeBum tomó ambas cosas, pasándose la pastilla con ayuda del agua.— Ahora descansa, la pastilla hace efecto un poco lento pero es muy eficaz.

  — Gracias, bebé.— dijo JaeBum con una sonrisa.— Acuéstate conmigo ¿sí?

YoungJae asintió, rodeando la cama para acostarse junto a JaeBum.

  — Deberías dormir una siesta.

  — ¿Otra?

  — No me digas que no tienes sueño.

  — Bueno sí ... pero estás aquí, quiero estar contigo.— dijo enterneciendo a YoungJae.

  — Estaré aquí un buen rato, no te preocupes.— insistió YoungJae, viendo como los ojitos de JaeBum luchaban por quedarse abiertos.— Duerme.

JaeBum se dio por vencido, acomodándose entre los cálidos brazos de su pequeño, recargando su rostro en el suave abdomen de éste. No tardó mucho tiempo en sentir los dedos de YoungJae acariciarle el cabello, dándole más relajación y facilitándole el quedarse dormido.

☀️

El azabache abrió con pesadez sus ojos, desorientado. ¿Cuánto había pasado dormido? Seguramente mucho, ya que la iluminación en su habitación era casi nula, signo de que había oscurecido y no había luz que entrara por su ventana.

Se levantó con pereza de la cama, sintiéndose mucho mejor que antes de la siesta. Su nariz aún picaba, pero no tenía la sensación de necesitar estornudar cada cinco segundos como antes. Además de que el dolor de cabeza había desaparecido casi por completo.

Salió de su habitación esperando encontrar a YoungJae en la sala o en la cocina, teniendo éxito al entrar a ésta última.

  — Pero que lindo chico me acabo de encontrar. — dijo JaeBum, con su voz menos rasposa que hace unas horas.

YoungJae miró a JaeBum, sonriendo al ver la piel de éste menos rojiza que antes.

  — Bumie, despertaste. — sonrió acercándose al mayor, abrazándolo por el cuello. — Te ves tan tierno con tu carita hinchada por tanto dormir.

  — ¿Qué me diste en la sopa, eh? Casi quedo en coma.

YoungJae rió.

  — Fue la pastilla que te di, Bumie. Provoca mucho sueño, pero te sientes mejor ¿cierto?

  — Cierto.

JB sonrió, acercándose al rostro de YoungJae para besar su frente.

  — La mejor medicina fuiste tú, bebé. — dijo abrazándolo por la cintura. — Eres el niño favorito de hyung, lo sabes ¿verdad?

YoungJae chilló, abrazando con más fuerza al mayor.

  — Lo sé ... ¡y tú eres el favorito de bebé!

JaeBum se había olvidado por completo de su resfriado. Esos gestos y palabras adorables provenientes de su novio eran suficientes para hacerlo sentir mejor.

¿Antibióticos? ¿Remedios? ¿Inyecciones? No.

  — ¿Qué tal unos mimos de recompensa, enfermero Choi?

  — ¡El enfermero Choi los recibirá con gusto!

JaeBum había encontrado una cura mejor.

☀️

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