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Taehyung se sorprendió, eso, más bien, esas, son palabras fuertes, pero como dije, Jungkook no estaba pensando mucho.
—Me gusta tu piel, es tan suave.— pasó su mano desde su pecho hasta bajo su ombligo.
Bajo, ahora a sus piernas, ya descubiertas.
Beso ambas. —Tus piernas me gustan, tu cuerpo es tan rico.— las acarició.
Se acomodó hacia arriba , sobre él, sin aplastarlo, respirando sobre su abdomen, se hizo hacia arriba un poco.
—Me gusta tu pecho.— depósito un beso sobre él —tus claviculas.— también las besó —tu color, damn, tú color de piel es precioso.— dijo acerca de que él, sea algo bronceado.
Bueno y aunque después de ver la piel de Yoongi. Todo el resto del mundo parece moreno.
Tae no podía creer lo que escuchaba, esto es totalmente nuevo para él, Jungkook siendo lindo, no estaba siendo agresivo, tan extraño. —Jung ... — trató de hablar con miedo pero la mirada sobre sus ojos de Jungkook lo intimidó, callándolo.
Se hizo hacia arriba, para quedar cara a cara.
—Perdón, ¿cómo estoy hablando de la belleza de tu cuerpo? Sin ponerle atención a tu lindo rostro.— oliendo a alcohol.
Tae lo miraba con melancolía.
—Me gustan tus ojos Tae, son tan alegres e inocentes, cada lunar de tu rostro es precioso, pero tu boca Taehyung, tú boca es lo mejor de esto ..— tomó su barbilla con sólo dos dedos.
Antes de que alguno pudiera mencionar palabra Jungkook lo besó.
Y mierda que si Taehyung quería ese beso, su corazón dolía más, no comprendía nada, el comportamiento de Jungkook es tan complejo y complicado que no podía entenderlo, ahora mismo quería besarlo, pero tal vez mañana hará que lo odie, con Jungkook todo es incierto.
Se besaron bastante tiempo, pero es que ¿cómo no hacerlo? Si ambos encajaban perfecto, si ambos deseaban no separarse nunca, sus besos siempre eran distintos al anterior, siempre se sentía diferente pero muy bien todos, Jungkook sentía la necesidad de besarlo más que nada en el mundo, de saber que así, estaba cerca de él, que no lo odiaba, que Kook no necesitaba nada más que a él. Y para Taehyung era igual, lo hacia perder la cabeza, Jungkook es una adicción ahora, tan tóxico, tiene sus sentimientos jugando, subiendo y bajando a cada momento.
Jeon no podía hacer más que sostenerse con una mano para no caer sobre él y con la otra sostener su mejilla.
Sus lenguas hacian un gran trabajo, Jungkook amaba lamer de esa forma la lengua de Tae, por más sucio que sonara, era rico, casi sin incluir baba, limpio y ardiente.
Tae mordía los labios de Jungkook, levemente, lo suficiente para hacerlo sentir, pero no tanto como para herirlo, Jungkook amaba eso y Taehyung también amaba hacerlo.
Estando tan tranquilo y sin hacer algo más, se empezó a cansar y apagar.
Deseaba estar despierto aún, seguir besando y tocando a Kim, pero su borrachera no se lo permitía. Sus ojitos se cerraban, separó sus labios de los de kim, colocó su rostro de lado, sobre el pecho de Kim.
Trató de tomar fuerzas para moverse pero ya no podía más, estaba agotado.
Se quedó sobre él, acurrucado, durmiéndose.
Taehyung miraba al techo, la imagen de Jungkook abrazado de él, dormido cual niño indefenso, lo volvía loco de remate nada de esto tenía sentido.
Sí le gustaba, ¿por qué se comporta y hace lo que hace? No entendía por qué le rompía el corazón y luego venía a hacer esto.
Todo lo que dijo Jungkook, es tan, extraño y tierno, pero ¿por qué era así?, después de lo de los anteriores días.
Igualmente, se cansó de tratar de descifrarlo y prefirió no pensarlo mas, durmió igual.
Durante la madrugada, Jeon se levantó de golpe, doliéndole la cabeza, se paró de Taehyung, se sentó en la cama tocando su frente apretando los ojos.
Se levantó y fue hacia arriba.
Tomó una pastilla para la cabeza y un poco de agua.
Fue hacia el baño, se miró al espejo e hizo su cabello hacia atrás de frustración.
Pues Jungkook no es como las personas normales, eso nos queda claro, así qué, recordaba cada palabra que le dijo a Taehyung, cada cosa que hizo hace unas horas, no lo olvidó.
"¿qué hiciste jungkook?" se dijo a sí mismo.
Digo, no se suponía que debería haber dicho eso, pero no estaba en sí, no debió haberle dicho nada. Fue hacia abajo, deteniéndose en los últimos escalones.
Se sentó en ellos y lo miró, sentado, con los codos en las rodillas, recargando su barbilla en sus manos, observándolo.
Y es que sí, es hermoso, y sí le gustan sus piernas, sus ojos, su cuerpo, le gusta Taehyung.
Pero no puede dejar de ser firme con la promesa de su cumpleaños, lamentablemente.
Bueno, disfrutará lo que pueda con él, igual el viernes es su cumpleaños, y apenas al amanecer sería miércoles.
Así que se levantó, quitó su camisa mientras caminaba hacia él, se lo follaría toda la semana, y en este momento le debe la follada del martes.