Lo que un día fue » Justin Bi...

By hope-less

848K 27.3K 2.6K

❝Las promesas están para cumplirse, a pesar de lo que un día fue❞ Créditos tráiler: @/bieberfanficsof y @/pr... More

Sinopsis.
1. Invitación
2. Fiesta
3. Un baile caliente
4. Recuerdos dolorosos
5. Llamada telefónica
6. Viaje a California
7. Dejarlo con las ganas
8. Asientos compartidos
9. Los Ángeles, California
10. Aléjate de ella
11. ¡Vamos a surfear!
✖012.
✖13.
✖14.
✖15.
✖16.
✖17.
✖18.
✖19.
✖20. Maratón 1/5
✖21. Maratón 2/5
✖22. Maratón 3/5
✖23. Maratón 4/5
✖24. Maratón 5/5
✖25.
✖26.
✖27.
✖28.
✖29.
✖30.
✖31.
✖32.
✖33.
✖34.
✖35.
✖36.
✖37.
✖38.
✖39.
✖Capítulo final.
Epílogo
Aviso segunda temporada
Promesas (Segunda temporada)
Prefacio
1. De vuelta en donde todo empezó
2. Sospechas
✖3. ''Todo me recuerda a él''
✖4. "Despedida de soltero"
✖5. {Parte dos}
✖6. "Nuestra canción"
✖7. "¿Qué haces aquí?"
✖8. ''Cena para tres''
✖9. "Las palabras pueden abrir viejas heridas"
✖10. "Mis brazos siempre te abrigarán"
✖11. "Aléjate de mí"
✖12. "Seducirla"
✖13. "Muévete así para mí, nena"
✖14. "Niña de mis ojos"
✖15. "Dulce o truco"
✖16. "Labios tentativos"
✖17. ''Celos"
✖18. "Juego de seducción"
✖19. "Lo que siento por ti"
✖20. "Descubriendo verdades"
✖ 21. "Fue bueno mientras duró"
✖22. "Quédate conmigo esta noche"
✖ 23. "El corazón nunca se equivoca"
✖24. "No está en mis planes dejarla ir"
✖25. "Mi corazón no puede con tanto"
✖26. "Estoy aquí contigo, ángel"
✖26. Segunda parte.
✖27. "Pero te amo a ti"
✖28."Hasta nunca, Justin"
¿ELIMINADA?
✖29. "Mi futura esposa"

✖5. ''El reencuentro"

7.5K 309 58
By hope-less

                                                           05.

Miró a su amiga que estaba fascinada por cómo se veía, la castaña sonrió de oreja a oreja y la rubia la miró de soslayo, ambas no esperaban éste momento. Jamás les pasó por la cabeza que algún día una de las dos se casaría, formarían una familia y se separarían, nunca lo pensaron ya que juraron nunca separarse una de la otra. 

Hasta que surgió ese pequeño percance que las obligó a estar distanciadas por un no tan largo período, la amistad nunca se desvaneció. Todo lo contrario. 

Sabrina, la madre de Camila, se encontraba mirándola con admiración y orgullo, las lágrimas se aproximaban por sus ojos azules y las demás mujeres —amigas de Kelsey y Camila—, estaban llenándola de halagos. El modista estaba orgulloso por haber un buen trabajo, el maquillaje le quedó precioso y el peinado le daba un toque sostificado a toda su vestimenta. 

Ambas se miraron unos largos segundos cara a cara, sonriendo como si fuesen unas adolescentes que están a punto de tener su primera cita con el chico guapo de la preparatoria o el que le gusta.

Y de pronto, sin nadie esperarlo, estallaron en carcajadas. 

Los demás rieron con ellas y terminaron abrazándose y dando saltos como niñas de siete años, sentían la misma emoción, el mismo entusiasmo y el mismo sentimiento. Así como si fuesen a casarse juntas en la misma iglesia pero con diferentes hombres. 

Una vez planearon que se casarían juntas, el mismo día y por la Iglesia, pero eso no pasaría. Kelsey aún no estaba preparada para casarse con Logan, le quiere y bastante, se enamoró de él... pero algo le impedía dar el siguiente paso, el cual consistía en dejar el pasado. Tachar, doblar, borrar y arrancar la página para comenzar otra muy distinta. 

Y hoy, exactamente, hoy volvería a ver el causante de sus noches trasnochadas, de sus días lluviosos nostálgicos y de lo que no podía, y quizás no quería borrar de su corazón, ni de su vida. 

Ni ella misma entendía el porqué no olvidar todo aquello, lo que la hizo feliz e infeliz, los años no habían sido de gran ayuda. 

—¡Perra infeliz, quería que te casaras conmigo! —hizo puchero separándose de la castaña. Alrededor de ellas se escucharon unas carcajadas, siempre se insultaban, pero de una forma cariñosa. 

—Te adelantaste Cami, no es mi culpa —alzó sus cejas. —Tenías que esperarme, egoísta —bromeó nuevamente, soltando una pequeña risita. 

—Si te esperaba, cariño, me casaba a los cincuenta —alzó ambas cejas, posando sus manos en su cadera. —Aunque sí... aún estamos jóvenes para el matrimonio. Pero quiero y deseo casarme. 

—Eres increíble —negó con la cabeza carcajeando. —Estoy tan, tan emocionada Camila. No me esperaba éste momento tan pronto. 

—¡Yo tampoco! —chilló. —Pero aquí me tienes, a punto de casarme con el hombre más hermoso y ardiente de todos. 

—Joder, estás preciosa. ¿Sabes la envidia que le tengo a Chaz? —bromeó con un tono de diversión. 

—Hey no dejes salir tu lado lésbico delante de todos —murmuró lo suficientemente alto para que todos escucharan. —Soy toda tuya, me gustaría tenerte como amante. 

Rieron a más no poder por el último comentario de Camila, Kelsey sonrió con diversión y negó con la cabeza alejándose de la novia. 

—Claro, claro. Pero será secreto, eh —rió y tomó su bolso. —Ahora tengo que irme. No quiero perderme tu fabulosa entrada y a Chaz babeando cuando te vea llegar —le guiñó el ojo, besó su mejilla y se abrazaron por última vez. 

Al cerrar la puerta saludó a Sebastián —padre de Camila—, y éste le devolvió el saludo amigablemente. 

Se introdujo en su auto acomodándose el vestido color celeste que le llegaba por los tobillos, sus tacones negros y el cabello recogido en una alta coleta dejando algunos mechones fuera, y el maquillaje era bastante simple. 

Cualquiera que la viese, se quedaría embobado mirándole, porque realmente estaba hermosa y destacaba entre cualquier multitud. 

Logan llegaría unos minutos más tarde antes de que la boda empezase, ya que había tenido un pequeño percance en el trabajo y no estaba todavía listo, Kelsey se sentía un poco angustiada por entrar sola al lugar en donde se organizó todo. Sacudió su cabeza alejando esos absortos pensamientos.

Se preocupó de que su novio no llegase a tiempo, no se casarían en una Iglesia y el lugar no quedaba muy cerca de la ciudad. Camila había pensado en el lugar perfecto para su boda y Kelsey quedó encantada al ver las fotos, pero quedó más deslumbrada ver todo personalmente. 

Estacionó su auto en el estacionamiento con los demás autos, la brisa golpeó suavemente su rostro haciéndole aspirar el refrescante aire, y cerró la puerta detrás suyo. 

Maldeció en voz baja por llevar unos tacones tan altos, nunca debió fiarse de su mejor amiga que le había dicho que los utilizara, aún no se acostumbraba totalmente a usar tacones tan altos. Siempre preferiría esos vans ó converse que suele usar. 

Miró a su alrededor cautelosamente, como si se estuviese escondiendo de algo o mejor dicho, alguien. Tomó una larga y pausada bocanada de aire, cerrando sus ojos por unos milésimos segundos. 

Alzó la vista admirando con determinación el hermoso lugar que estaba en frente a sus ojos, la pequeña entrada al gran jardín consistía de muchas flores en forma de un gran corazón, algunas personas yacían sentados en las decoradas sillas en filas, una gran alfombra roja se dirigía hacia el gran altar decorado por flores de colores. Lo más impresionante de todo ese lugar, es el gran lago que se expande por todo el alrededor y dando frente a los invitados y novios, un precioso paisaje. 

Todo se veía como una película romántica, tan exclusivo como lo había planeado Camila,, que estuvo algo alarmante cuando las flores que pidió aún no estaban listas, dándole un humor algo histérico. La castaña meditó durante unos largos minutos para no gritarle a la rubia de su mejor amiga que se calmara de una buena maldita vez, que todo saldría a la perfección.

Caminó hacia la entrada del lugar, al acercarse no se podía ver muy el jardín ya que había que subir unas largas escaleras para llegar a los asientos. Sus oídos captaron música alegre y armónica —una banda de músicos brindaban aquellas melodías—, risas resonaban por encima de la música, adultos conversado tranquilamente y otras personas permanecían sentadas. 

Kelsey está bastante segura de que la boda saldría perfecta, tan perfecta que ella quedaría encantada con todo y probablemente le den ganas de casarse luego. Pero algo, en cierto modo, pensar en aquello le causaba escalofríos por todo el cuerpo, pensó que estaría preparada mentalmente para volver a verle. Y ciertamente estaba equivocada. 

Soltó un bufido de frustración por el esfuerzo que estaba ejerciendo al tratar de no caerse hacia atrás, tropezar con sus tacones o enredarse con su propio vestido. Pero, al parecer, la mala suerte estaba de su parte.

En un movimiento brusco sus tacones le hicieron una mala jugada y tropezó con el antepenúltimo escalón —a pocos pasos del primer escalón—, y un grito ahogado se estancó en su garganta. 

—Demonios —masculló cerrando fuertemente sus ojos y esperando el impacto. 

Antes de que su cuerpo impactara de espalda contra el suelo, unos fuertes brazos impidieron la caída sosteniéndola con fuerza y firmeza sin perder el equilibrio de ambos, la castaña se aferró a los fuertes brazos del supuesto desconocido. 

{....} 

El ojimiel se encontraba diciéndole piropos y halagos a su mejor amigo amigo, Ryan y Chris le seguían el coro y Chaz los miraba mal pero a la vez con un toque de humor. Todos estaban listos con aquellos trajes negros y blanco, el que usa el novio por supuesto. 

Nunca se llegaron a imaginar una situación así, ni siquiera se les acercaba una idea y ahí estaban, dándoles ánimos a su mejor amigo que estaba a punto de casarse. 

Siempre se dijeron que irían por la vida conquistando chicas guapas, comprando autos deportivos y bebiendo hasta no saber ni sus nombres en cualquier bar que encontrasen. 

El destino les hizo ver que no sería de esa forma, les hizo ver cuan equivocados estaban esos cuatro adolescentes que ya se estaban convirtiendo en adultos responsables y los suficientes maduros para tomar decisiones propias. 

Y así es la vida... está llena de sorpresas que nunca estarás preparado para recibirlas, llegan de repente y no sabes qué hacer realmente, piensas que será malo y nuevamente estás equivocado en eso. Ninguno de ellos esperaba encontrar algún día el amor de su vida, no creían demasiado en esas cosas cursis y dos de ellos ya habían experimentado esas sensaciones. 

Porque nadie está a salvo de caer eso llamado «amor», ni siquiera podrás esquivarlo, no puedes contradecir lo que escribió el destino para ti. 

—Joder tío —palmeó repetidas veces su hombro. —Te vas a casar, pero no quiero tener sobrinos tan pronto eh. Así que cuando estén en la luna de miel, usen condones y si es necesario, utiliza tres de una sola vez... nunca se sabe. 

Christian se rió entredientes negando con la cabeza observando con atención cada estupidez que se les ocurriera decir, las carcajadas de Justin resonaban por toda la habitación formando ecos. 

—Ryan no le digas esas cosas —sonrió con diversión. —Chaz sabe perfectamente todo lo que debe hacer. 

—Solo le estoy recordando que debe ser precavido, nada más —se defendió, tomó el saco del perchero y se lo volvió a colocar arreglando su impecable cabello. 

—Tampoco es que fuese a fabricar niños como si fuese una maldita máquina —rodeó los ojos. Tomó las llaves que su padre, George, le había dejado para que llegasen al jardín. 

—Aún no puedo creerme que te vayas a casar Chaz —comentó el ojimiel pasando su brazo por sus hombros, se encaminaron hacia el auto y los otros dos les seguían atrás. —Es algo loco. 

—Pues yo tampoco, pero aquí me tienes Bieber. Estoy muy, muy feliz y emocionado, completamente seguro de lo que voy hacer —sonrió, abrió la puerta del auto y miró a unos de sus mejores amigos con expresiones 

—Y me alegro mucho por ti bro —palmeó su hombro. —Sabes que si me necesitas, siempre estaré a tu disposición. Nunca lo dudes, Sommers. 

—No lo hago Bieber —rió bajo. —Gracias por todo, tu apoyo me sirvió bastante. 

Se abrazaron de la forma que únicamente ellos sabían abrazarse, se montaron en el auto a excepción del ojimiel que iba en su propio auto. Su chica, Natalie, ya había llegado hace un buen rato y estaba esperando a que llegase. 

Al llegar observó nuevamente todo el lugar, impresionado por que presenciaba y se veía como si estuviese buscando a una persona en particular. Con un deje de esperanza a que fuese ver a la persona que ha robado cualquier intento de conciliar el sueño por las noches, teniendo esa pequeña ilusión de contemplar una vez más su angelical rostro. 

Suspiró pesadamente cerrando sus ojos y abriéndolos rápidamente, bajó del auto y guardó las llaves en su bolsillo delantero, caminó sin ninguna prisa y le sonrió a algunas personas que le saludaban, conocidos lejanos. 

Recorrió el lugar enfocando la vista en cada persona que se movía, negó con la cabeza tratando de alejar todos esos pensamientos y se concentró en su novia, Natalie, que estaba muy entretenida hablando con una mujer de más o menos su edad. Mientras él se perdía en su propio mundo. 

Natalie lo observó llegar y le sonrió como solo ella sabía, le devolvió el gesto pero con una sonrisa casi forzosa, entró las manos en sus bolsillos delanteros y empezó a caminar por el exterior donde se encontraba la mayoría de las personas. 

Miró hacia el cielo que estaba totalmente azul, con pequeñas nubes y el sol sobresaliendo entre ellas, un día perfecto como muchos lo llamarían. Se dio vuelta alejándose de sus alrededores, caminando hacia las escaleras con pasos lentos pero seguros. 

Enfocó su vista en una mujer — exactamente de su edad o uno o dos años menor que él—, subiendo las escaleras con tanto cuidado causándole cierta gracia. La observó mejor e inconscientemente se estremeció al ver esa figura tan conocida, quizás estaba delirando pero algo dentro de él gritaba «Ahí está». Justin no sabía con exactitud si es su imaginación o algo parecido, se encontraba petrificado sin mover ni un solo dedo. 

Un grito diminuto irrumpió en sus tímpanos, frunció el ceño y se fijó que la mujer con un buen parecido a la persona que ha estado pensando en todo el día, estaba a punto de caerse por las escaleras. 

Reaccionó antes de que fuera demasiado tarde, corriendo con una rapidez increíble hacia ella y evitando su trágica caída. Sostuvo con fuerza aquel pequeño cuerpo y éste se aferró como un niño pequeño a sus brazos, aquel olor tan conocido se impregnó en sus fosas nasales, volviendo a dejarlo desconcertado. Y sabía que no tenía que dudar o suponer, ni siquiera pensar en algo que le es demasiado obvio. 

Bajó la mirada encontrándose con una cabellera muy conocida, aunque no se le veía la cara, estaba escondida entre su pecho como un cachorro indefenso, sintió como el cuerpo de la joven temblaba bajo el suyo a causa de lo que pudo haber pasado. No hubiese sido nada lindo que cayese ya que podría haberse pegado en la cabeza e inmediatamente eso provocaría que sangrara o algo peor. 

El ojimiel agradeció mentalmente que estuvo allí justo a tiempo para evitar un incidente como el que por poco ocurre. 

Después de unos pocos segundos tratando de calmarse y mantenerse firme, la castaña levantó la vista encontrándose con aquellos ojos mieles, sus piernas flaquearon y su piel se puso pálida, tan blanca como la nieve. Contuvo todo el aire que entraba por sus pulmones, el sudor detrás de su cuello, el jadeo de sorpresa se le escapa de la garganta y siente desfallecer en ese preciso instante. 

Y todo a sus alrededores ya no importaba, el tiempo se detuvo por esos eternos segundos que se miraron a los ojos, ninguno de los dos hablaba, solo se limitaban a mirarse a los ojos. Anonadados por ese reencuentro repentino y sorpresivo, no se llegaron a imaginar que fuese de esa manera, incluso no creían estar lo suficientemente preparados para enfrentarse cara a cara. 

Cada uno de sus sentidos estaban dispersados, fuera de órbita y eso les asustaba, ya que podrían actuar con sus impulsos y no con el uso de razón. Realmente la situación en que se encontraban los dejaba petrificados, sin palabras, sin poder esquivar la mirada uno del otro, envueltos en su propio mundo. 

Y al parecer el tiempo no fue lo suficientemente largo para disminuir todas esas emociones que, en ese momento de impacto, inundaban cada partícula de sus cuerpos. 

Dos años desde que nunca más se habían vuelto a ver y ahí estaban, más cerca que de lo debido, con muy poca distancia. Ninguno de los dos reaccionaba. La sangre recorría con fuerza por sus venas, el corazón les bombeaba con fiereza, tratando de mantener sus actitudes semblantes. De todos modos eso no les ayudaría mucho. 

—Ángel —susurró apenas inaudible, la apretó contra su cuerpo llenándose de una inexplicable ansiedad. Su pulso está acelerado, sus respiraciones son agitadas y los latidos del corazón aumentaban por cada intercambio de mirada. Es un momento de impacto para ambos.

***

¿Se pasan por mi nueva adaptación? es un oneshoot de Justin: ''Speak now'' & por mi otra adaptación que está terminada c:

Más rato les subo la segunda parte del capítulo c: c: c:

 ✖Voten y comenten si les está gustando✖

↓Contáctame↓

{twitter}☞ @biebsxbangerz

{ask}☞ @CarooCyrus

Continue Reading

You'll Also Like

196K 16.7K 35
|𝐀𝐑𝐓𝐈𝐒𝐓𝐒 𝐋𝐎𝐕𝐄| «El amor es el arte de crear por la sensación misma, sin esperar nada a cambio,más allá del placer mismo del acto creativo...
512K 52.4K 131
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves más a fondo en vastante tierno más que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...
49.2K 7.3K 17
Max Verstappen es el dueño del mundo, es el jefe de una de las mafias más poderosas, lo controla todo, es rey, el amo y señor, tiene a todos a sus pi...
161K 22.5K 65
nacido en una familia llena de talentos aparece un miembro sin mucho que destacar siendo olvidado sin saber que ese niño puede elegir entre salvar o...