☁¿Es una broma?☁️
La vida jugaba bromas irónicas.
Era cada una mas oscura y absurda que la otra, como que el cordón que te alimento durante 9 meses podía enredarse en tu cuello y asfixiarte, hasta que el proceso de resucitación podía dejarte en coma.
Craig siempre pensó que la vida tenia un extraño sentido del humor.
El chiste que habían preparado para el era irónico y para nada gracioso, pues se habia encargado de hacerlo crecer en una familia con un carácter fuerte, imponente, el no se había quedado atrás, además podía presumir de que era fuerte, su familia era reconocida como la mayor generación de alfas, pues de los Tucker venían esta clase tan reconocida y admirada, su hermana Tricia también era un alfa, varias veces suspendida de la escuela al usar su "voz de mando", ¿cuál era el chiste tan malo entonces?
Craig era un omega.
Era el único omega varón en su familia, en todo su árbol genealógico de hecho.
Sus padres acudieron a varios médicos diferentes para confirmar la información dada en la escuela, ambos sabían que aquello era irremediable, y lo siguiente que hicieron fue afrontarlo, no podían cambiar la clase de su hijo, pero podían prepararlo.
Comprar montones de supresores, enseñarle a pelear, a defenderse, platicar sobre elegir no dejarse marcar, a ser tan imponente y fuerte como un Tucker debía serlo.
Fue así como Craig llegó a considerarse uno de los chicos mas temerarios, incluso había dejado atrás a varios alfas. La mayoría pensaba que se debía a que su familia lo humillaba en casa por su clase, que por eso siempre se metía con alfas a pelear o se les tiraba encima sin darles oportunidad de usar su voz de mando, resultaba gracioso como era todo lo contrario.
Y así como había omegas que desafiaban su estereotipo predispuesto, había alfas mas emocionales y dulces.
Stan Marsh no recibió mas que una felicitación de su padre, pues al ser la mayor parte de su familia Beta, no esperaban que las cosas cambiarán, y vaya que no lo hicieron.
Ser un alfa para Stan era equivalente a saber su signo zodiacal. Podía oler el celo de varios de sus compañeros, lo ponía ansioso y distraído aquel dulce aroma, pero no llegaba a más, tomaba distancia y eso era todo. No acostumbraba juntarse con alfas siempre, le gustaba mas pasarse el día con sus viejos amigos, entre ellos no importaba su clase, esto mientras Kenny no estuviera en celo, ya que podía llegar a ser un poco fastidioso, por eso habían decidido reunirse ese día sin el.
— ¿No huelen a qué algo apesta? — preguntó el alfa robusto de cabello castaño moviendo la nariz de forma exagerada.
— Yo no huelo nada — respondió el beta de cabello pelirrojo.
— ¡Chicos! ¡Chicos! — un pequeño rubio venia corriendo tropezando con sus propios pies y cayendo a la fría nieve, levantandose al instante solo para repetir el proceso.
— Ah, es solo Butters. —
Los tres amigos esperaron a que llegara hasta sus lugares para seguir su conversación.
— ¡Chicos! ¡No van a creer que paso! - se paró delante de ellos tomando una gran bocanada de aire y habló- ¡Craig y Damien van a pelear mañana después de clase! —
— ¿Por qué? — preguntó extrañado el de ushaka verde.
— Porque Damien estaba molestando a Pip y Craig fue a ayudarlo. —
— No, digo ¿por qué nos interesa? —
— ¡Odio a Craig! Es solo un perdedor que por tener un culo omega se siente importante y que no puedes golpearlo, parece una jodida mujer en menstruacion. —
— No entiendo, ¿quién es Craig? —
— ¿No has escuchado hablar de él? — Butters le dirigía una mirada de incredulidad.
— Oh cierto, a Craig lo cambiaron cuando Stan se enfermó.—
—¿Es un omega? — preguntó dudoso- ¿Qué hay con eso? Kenny también lo es. —
— La diferencia es que Kenny se acuesta con todos mientras no lo marquen. —
El único rubio presente tosió.
— Nadie ha visto a Craig en celo, además, no sale con nadie. —
— Ni Cartman ni yo y no es nada especial. —
— Es diferente - explicó el chico pecoso de ojos negros - Me sorprende que tenga que explicarte esto, Un alfa es un lider, un beta es común, un omega es escaso. ¿Si? —
— Okay. —
— ¿Qué pasa si un alfa marca a un omega sin su consentimiento? —
— Em... ¿Marcar? —
— ¡Joder Hippie! ¡No sabes nada! —
— ¡No bromeaba cuando les dije que no me importaba! —
— ¡Yo soy un beta y sé mas que tu! —
— E-Es es cultura general Stan. —
— Ya, ya. ¿Qué pasa? —
— Nada. - dijo el castaño metiendo sus manos a sus bolsillos.
— ¿Nada? ¿Por eso me regañaron? —
— N-no pasa nada, p-porque eso no importa. —
— Esperen, creo que no pasaba nada si el omega no estaba en celo. —
— da igual si un omega queria ser marcado o no, si un alfa lo muerde ya es un zombie. —
— ¿Zombie? —
— E-e-s una buena a-analogia. —
— El punto es que cualquier Alfa que este hasta la madre de Craig puede marcarlo. —
— Espera, e-estoy confundido. —
— Yo lo haría pero, prefiero mejor evitar ensuciarme los dientes. — agregó el de ojos bi- color, cuyo comentario todos pasaron por alto.
— Le preguntaré al señor Mackey mañana. —
— Él es un beta. — acomodó sus castaños cabellos con desdén.
— Yo también gordo estupido, y sé mas que tú. —
— ¡No me digas gordo, pendejo! —
Stan rodó los ojos, era el momento perfecto para irse, sobre todo con ese olor, no iba a esperar mas tiempo, muy en el fondo, sabia que sus amigos tenian razón, tenía que investigar algo del tema, pues quisiera o no era un alfa, y había cosas que no podía ignorar.
— ¡Ya sé! ¡El marica de Butters apesta a Kenny! —
— ¡Oh salchichas! —
(⚠🌹🍀)
La entrada a la escuela fue normal,entro con sus amigos y pronto cada uno se retiro a sus respectivas clases al sonar el timbre, pero Stan habia decidido ya que hacer, caminó tranquilo hasta donde se encontraba el consejero, la puerta estaba cerrada y decidió sentarse en una silla a esperar su turno.
Fue ahí donde un delicioso aroma lo golpeo.
No podía dejar de olfatear, se sentía anseoso, era la primera vez que un olor lo envolvía así, era dulce, suave, embriagante, intentando clasificar el olor lo mas cerca que su mente proceso fue "coco" el olor era igual, olfateó de nuevo y apretó las piernas, su alfa interior estaba desesperado, parecía que su nariz estaba poseida pues no paraba de olisquear con frecuencia, jadeó bajito sacando el aire de sus pulmones, "fresas" el olor también parecía provenir de eso.
Era la primera vez que le pasaba, ¿qué tenía ese olor que lo hacía sentir tan...?
— ¡Ngh! —
Un ahogado gemido lo hizo dar un salto de su lugar, no aguantaba, se dirigió a la puerta tomando el picaporte, pudo escuchar a alguien maldecir, pero el olor también se percibia como vainilla, y a Stan los olores dulces le encantaban. Lo giró desesperado y gruñó con una voz que el mismo desconocía.
— ¿Joven Marsh? —
— ¡Retrocede! —
El señor Garrison lo hizo de manera automatica, se vio obligado a hacerlo, se aparto unos metros y cayó en cuenta de lo que estaba sucediendo.
— Mejor iré por ayuda. —
Corrió lejos mientras a sus espaldas un alfa violento y desesperado pateaba con fuerza la puerta con la clara intención de tirarla abajo, pues un omega en celo se encontraba ahí cautivo, sus planes se vieron frustrados cuando un alfa mayor y mas fuerte corrió hacia el, tacleandolo y ordenandole parar.
— ¡Basta! ¡Es mío! —
— ¡Detente! —
Mordió la parte interna de su mejilla, cedió con desagrado, pataleando cual niño pequeño y peleando por sacarse de encima al hombre de piel oscura, todos los presentes pudieron notar porqué habia surgido el problema.
— Llamaremos a tus padres. —
Le aviso el señor Mackey dirigiendose hacia la oficina del director.
— Stan calmate, esta bien, el omega esta bien. —
Cheff podía percibir el celo al ser un alfa, pero tenía un lazo tan fuerte con su esposa que simplemente el olor no llegaba a atraerle con la fuerza suficiente como para alterarlo, le apenaba de cierta forma ver al chico tan desesperado, pero eso solo era un signo quizá, de que al fin iba a tomar su papel de alfa seriamente.
— ¿Señora Marsh? Ocurrió un incidente en la escuela. —
.
Estaba recostado, siendo su mochila lo único que acunaba su cabeza de la fría silla plastica, le dolía la cabeza, algo dentro de él, se sentía inmensamente frustrado, apretaba sus piernas sintiendo todo su cuerpo caliente, quería ese olor de nuevo, quería saber quién era esa persona.
Parecía un chiste lejano que antes no le interesara en lo mas minimo sobre esos temas y ahora no pudiera estar mas envuelto.
— ¿Stan? —
El nombrado levanto su cabeza viendo a sus padres, ambos le dirigian una mirada cariñosa con algo que no pudo descifrar.
— Nos vamos a casa hijo. —
Asintió.
No podía verse a si mismo un segundo mas en la institución, debía buscar ese olor y saber quien era, pero no podria llevarlo a cabo en tales condiciones.
Su padre tomó su mano, extrañado se dejó hacer, siendo dirigido al carro, dormitó unos segundos para al final caer rendido.
(⚠🍀🌹)
— ¿Dónde estabas ayer amigo? —
— Te fuiste sin decirnos nada. —
Tragó saliva, ¿no se habian enterado?
— ... Mis papás vinieron por mi. —
Ningúno cuestiono nada, y realmente no había mentido, porque si que habían venido temprano por el, además de que paso toda esa tarde al lado de sus padres buscando en internet y haciendole preguntas, también con el medico.
— Igual no te perdiste de nada, Craig se burlo de todos y no fue a pelear. —
— ¡A él le dio miedo! —
— Mmfh mph. —
Voltearon a ver a Kenny, apenas estaban desayunando y ya estaba con sus marranadas.
— ¿Creen que Craig venga hoy? —
— A mi no me importa. —
El pelinegro le dió un sorbo a su cartón de leche achocolatada.
— ¡Por supuesto que no! Eres el único que no sabe quién es. —
— Eso es porque no me interesa. —
Kenny se quitó la capucha de su abrigo, dejando ver su despeinado cabello rubio y aprovecho el momento de distracción para robar papas fritas del plato de su amigo pelinegro.
— Es cierto Stan, yo también estoy arto de escucharte decir que no te importa. —
— ¡Kyle! —
— ¿Lo ves hippie? Vamos con Craig y así podras darle una paliza. —
— ¿Qué? ¡No! —
— Es mejor que ustedes arreglen sus asuntos, la tensión me tiene cansado. —
— ¡Cartman sueltame! —
La mesa estaba entre cerca y lejos de la suya, no había muchas mesas de distancia, pero si que daba pereza cruzar todo aquello, sin embargo Kenny se arriesgaría, porque esta era su oportunidad para robar un poco de la salsa que desde lejos veía a Tweek no comer.
Ayudó a su robusto amigo, tomando del otro brazo a Stan y jalandoló con facilidad a la mesa deseada, ignorando sus forcejeos e insultos.
— Oye Craig — Canturreó Eric alargando la "e" en su llamado. - Mira a quien tenemos aquí. —
Le dieron la vuelta a Stan, mostrando su cara de fastidio, sus ojos se encontraron, y ambos abrieron sus bocas sorprendidos.
Se reconocieron.
— ¡Tú! —
En realidad no.
— ¡Tú! —
Sus olores llegaron a sus fosas nasales, a Craig le recetaron dejar de tomar supresores, pues su uso excesivo estaba causandole daño y Stan, bueno, él se había destapado la nariz hace 10 minutos.
— ¿L- Lo ¡gah! Lo conoces...? —
— No. —
El del chullo tomó sus cosas y abandonó el aula así como su bandeja con comida, el rubio de claros ojos se sentó en el lugar del otro y de forma veloz tomó cuanto sus manos pudieron agarrar.
— ¡E-espera! —
Stanley corrió tras el chico que abandonaba a buen paso el aula, y que incluso intentaba perderlo, ambos eran rápidos.
— Dejame en paz, no te conozco. —
Su omega interior no lo dejaba concentrarse, estaba corriendo pero cuando lograba alejarse y casi perderlo se saboteaba sin razón para que el alfa pudiera verlo, por otro lado, el alfa del chico no lo dejaba parar, estaban recorriendo pasillos tras pasillos e incluso justo ahora atravezando la cancha de deportes y pesé a que no podía correr del todo rápido su alfa lo alentaba a seguir y seguir.
El omega estaba por desaparecer, fue ahí cuando Stan sacó a flote sus dotes como jugador de football y tacleó al chico frenando todas sus posibilidades de escape, ambos rodaron por el sintético pasto quedando el alfa encima suyo.
— ¡Sueltame! —
Sus manos estaban a cada lado de su cabeza siendo tomadas por el pelinegro encima suyo, a su cadera cada pierna del ya nombrado estaba aferrandolo contra el suelo.
— ¡Basta! ¡Escuchame! —
Estaba atareado, nervioso y un poco asustado su olor lo delataba, Stan estaba pidiendole que se calmara pero tenerlo tan cerca a un día de que su celo haya acabado, podía con el.
El omega del adolescente aullaba, parecía que ambos estaban confundidos, el olor lo estaba haciendo sentir culpable, su alfa le reclamaba calmarlo y por puro insisto se inclinó y besó los labios del omega asustado.
Funcionó, el olor se dispersó y no había mas que lo delatara de estar asustado, antes de poder hacer algo el alfa se separó con cuidado y relajó su agarre.
— Esta bien, no pienso hacerte daño. —
La cara del de chullo azul era un poema, sus labios estaban apretados entre sí, su rostro rojo de la verguénza, sus pupilas estaban dilatadas, el chico de pompón rojo al ver aquello se maravillo.
— Bájate . —
— ¿Prometes no escapar? —
Vío sus labios y negó con la cabeza, dudoso dejó libre al chico, mirandolo con atención, lentamente fue sentandose hasta quedar completamente recto, tocó sus labios sintiendolos raros, no sabía cómo explicarlo, o porqué sentía aquello.
— . . . —
— Tú eres quien estaba en la oficina del señor Mackey. —
Su voz suave no le permitía pensar del todo claro, estaba confundido, preguntandose porqué su omega interior estaba tan agitado, estaba obligandolo a prestar toda su atención, incluso abandonó sus planes de escape porque no quería estar lejos de aquel alfa.
— Y tú fuiste el idiota que trató de romper la puerta. —
Se sonrojó, desvió la mirada y rascó su nuca.
— Fue algo caotico el día de ayer. —
Sin poder evitarlo el omega veía insistente los labios del alfa, suspiró bajito y trató de concentrarse.
— ¿Qué intentabas hacer ayer? —
Comenzó a reír nervioso.
— Entrar obviamente. —
— ¿y para qué? —
Sus ojos color esmeralda le miraban, no pudo mentir.
— Para estar contigo. —
El sonrojo en sus mejillas ofendió de una forma particular al omega, y aunque su omega interior se derritió bajo sus palabras su orgullo actuó.
— Claro, porque estaba en celo ¿no? —
— Sí, la puerta estaba atascada así que eso complicó las cosas. —
Su mente tan activa no pudo avisarle de lo hostil de sus palabras, tampoco notó la poca gracia que le estaba causando.
— ¿Complicó las cosas? ¿Así que tu deber era entrar? —
— Bueno, el olor era muy insistente y... —
El ceño del omega estaba fruncido, estaba muy enojado, ofendido, claro que a él también el olor lo había atareado, ¡pero cualquier otro lo hubiera hecho! ¡Ambos estaban en celo!
— ¡Es un jodido celo! Porsupuesto que era insistente. —
— Bueno yo nunca... —
Levantó su dedo medio sobre su cara, ya había escuchado eso antes de su padre.
"Es que el aroma de tu mamá me cautivo"
"Nunca había sentido eso con otra persona"
Y a la mierda.
Todos los alfas tenían ese codigo, lo sabía, todos decían lo mismo.
— Me sacaste de la cafetería, me perseguiste, me besaste sin mi consentimiento y ¿quieres que me trague tu mierda? —
El del pompon rojo comenzaba a sospechar porque la mayoría odiaba a Craig, omega altamente agresivo, quizá estaba frustrado.
— ¡Tu fuiste quien salió corriendo apenas llegue! —
— ¡Intentaste forzar la puerta ayer, tremendo psicópata ! —
Sus dientes rechinaban ¡era el colmo! Otro alfa que pensaba podía adueñarse de su cuerpo, era suyo, no era de nadie más.
El jugador de football estaba confundido, algo molesto por el olor tan hostil del otro, pero el omega parado ya frente suyo, era bastante diferente.
— ¿Te molestó que te besara? —
¿Qué clase de pregunta era esa? No corrió, pues sus piernas temblaban, pero después de ofrecerle una hostil mirada salió a paso veloz de la cancha con la intención de estar solo, biblioteca o baño, era lo mismo.
— Igual ya lo hiciste. —
(🌹 ⚠ 🍀)
— ¿Te tacleó? —
Estaba sentado al lado de su padre, el alfa Thomas Tucker.
Le había relatado toda su mañana, en especial los acontecimientos con dicho alfa pelinegro.
— Sí —
— ¿Y se disculpó? —
— Por supuesto que no. —
Molestó se cruzó de brazos, estaban viendo la novela de la tarde, odiaba ese programa, pero agradecía que su padre estuviera escuchandolo a pesar de que lo considerara tan entretenida.
— ¿Cómo era su olor? —
— Eso no importa. —
Los azules ojos de su padre le insistieron.
— Craig. —
— Ugh, era... Era como romero y pasto recien cortado —
— Ugh, a mi no me gusta el romero. —
— Le queda a él. —
Silencio.
Había dicho demás.
— ¿Qué acabó de oír? —
— Porque su olor es un asco. —
Sudó, estaba ofendido con su omega, había tomado la iniciativa, y rápido tuvo que actuar.
— No suenan a olores desagradables Craig. —
¿Debía admitirlo? Se quedó callado unos segundos, escaparía, no había más hasta que su mente estuviera clara.
— No lo son, pero... A mi no me agradan. —
— Uhm. —
Los comerciales habían cesado y la programación siguió su curso normal, su padre intentó hacerle una pregunta, pero al ver a los protagonistas creando una escena subida de tono mandó a su hijo a su habitación usando el pretexto de que tenía que dormir.
Subió a su cuarto, pero no podía dormir, el aroma del alfa estaba muy presente en su cabeza, en su nariz, los labios aunque fue muy poco tiempo, podía recordar su sabor, no era nada parecido a su olor, su olor fuerte y natural, sus labios tan suaves y con sabor a leche achocolatada.
Estúpido Omega interior.
(🌹 🍀 ⚠)
Tuvo que recurrir a su hermana, Shelly.
Ese omega no se iba de su mente, además recordar su imagen tan vulnerable debajo de el... Bueno, eso no podía contarselo.
— ¿Qué quieres mojón? —
— Hermana, necesito... Necesito algunos consejos. —
— Preguntale a papá o alguno de tus amigos maricas. —
El pelinegro rascó su nuca y se paró con más decisión en la entrada del cuarto de su hermana.
— Es algo privado, por favor. —
La castaña lo pensó un momento, su hermanito facíl podía usar la voz de mando y obligarla a escuchar, pero estaba pidiendoselo, con ojitos de borrego incluso, podía ser malvada y negarse, sería muy divertido.
— Cierra la puerta entonces tarado. —
Lo escuchó atenta, preguntando cada silencio prolongado, manteniendo sus muecas o risas discretas, al responderle de una forma sincera y darle consejos desde puntos de vista personales lo vío irse contento, su pecho se estrujo, su hermanito no era más un niño, pero, parecía tan pequeño a sus ojos, dirigió su mirada al cielo, preguntandose, ¿Por qué el destino se había apresurado?
.
Todos en la cafetería quedaron atónitos.
El problemático omega, el que rechazaba alfas, el que no temía meterse en una pelea con ellos, estaba siendo besado por Stan Marsh. Un Alfa.
Su rostro no era muy distinto al de los otros, sus mejillas de un color rojo intenso y sus verdes ojos siendo grandes de sorpresa.
Al separarse, el chico de pompon rojo no tomó de la mano y en medio de todas las miradas curiosas se llevó una mano al pecho, reafirmando el agarre que tenía con el lindo omega aún en shock.
— ¡A partir de ahora si tienen un problema con Craig Tucker lo tienen también conmigo! —
— ¡No jodas! —
Gritó el castaño robusto apretando su gorrito.
— ¡Estaré en todas sus peleas! ¡Y siempre me verán cuidando que ningún Alfa intente pasarse de listo! —
— ¡Ham-hamburguesas! —
— ¡Porque Craig Tucker no le pertenece a nadie! —
Tomó aire, esta vez jalando la manita del atónito chico que parecía carecer de palabras ahora más que nunca, haciéndolo quedar a su lado.
— ¿P-pero qué haces? —
— ¡Él no es mi omega! ¡Pero yo! ¡Yo soy su Alfa! —
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⚠️—— ¡woohuu! Tiempo sin vernos💖 ¿les ha ido bien con sus clases en línea? ¿La han pasado bien en Casita? —
☘️—— Este cap es viejisimo, casi de los primeros que escribí al gustarme el Staig, quise hacer un omegaverse porque Simplenerv
Tenía la primera historia de este tipo que leí de este ship! Y me inspiró muchísimo a darles una con este mundo pero, invirtiendo los roles ¿verdad que el Stan Alfa es un amor? 💕
🌺——— Siendo sincero, quizá no les vuelva a traer un omegaverse en mucho tiempo, no le entiendo mucho a ciertas cosas y escribirlo es de cuidado, así que mis respetos a quienes si se atreven y pueden hacerlo uwu.
⚠️—— ¿Pueden creer que ya estamos a mitad del camino? :"")
25 caps más y esto termina, pero no nos adelantemos, aún queda un buen camino por recorrer para llegar a los últimos 25 uvu❤️
Los quiero muchísimo! 💖
Cuídense y permanezcan en casa!
Chao! 💕