Your Lie in April [국민] [Kookm...

By ibreathkookmin

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Conocí al chico debajo de las flores de cerezo y mi destino ha comenzado a cambiar. Jeon Jungkook, un pianist... More

紹介 [Introducción]
モノトーン [Monótono]
カラフル [Colorido]
友人A [Amigo A] I
友人A [Amigo A] II
キラメキ [Chispa]
春の中 [En la primavera]
旅立ち [Viaje] I
旅立ち [Viaje] II
どんてんもよう [Mal tiempo]
曇った空 [Cielo nublado]
帰り道 [El camino a casa] I
帰り道 [El camino a casa] II
カゲささやく[El susurro de la sombra] II
響け [Resuena] I

カゲささやく[El susurro de la sombra] I

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By ibreathkookmin

Esta colorida sinfonía, esta sinfonía de siete colores, es un sonido que me di cuenta que no podemos hacer solos. Llorando, riendo, do-re-mi-fa-sol. Una sinfonía que hace resonar nuestros sentimientos.

🌸

Todo era lo mismo para Jungkook, oscuridad hacia donde viera, izquierda: oscuridad, derecha: oscuridad, la única luz venía de arriba. Donde él se encontraba estaba iluminado. Estaba en un lugar vacío, solamente estaba él sentado en un columpio. El único sonido que podía escuchar era el columpio rechinando cuando él se movía lentamente. Estaba solo, o eso creía.

- Hola.- escuchó una voz desconocida y detuvo su balance en el columpio- ¿Cómo va todo?- trató de ver más allá para ver a quién pertenecía la voz, solo pudo ver unos ojos verdes brillar en medio de tanta oscuridad- Dentro de poco es la competición.- bajó su cabeza viendo en dirección a sus pies, jugó son sus dedos nervioso- No le tengas miedo, no deberías preocuparte, ¿qué mas da si te humillan o si se ríen de ti? De todos modos no van a abandonarte.

La voz se escuchaba cada vez más cerca, esos ojos verdes brillantes se acercaban despacio hasta que por fin llegó a la luz.

Era un gato negro.

- No eres Beethoven. Claro que tampoco eres Chopin - hablaba el pequeño animal.

- Lo sé.- respondió secamente.

- ¿Oh? Entonces... ¿quién eres?- el gato comenzó a rozar su cola entre las piernas del pelinegro, haciéndole estremecer de escalofríos- ¿Dónde estás?- sus profundos ojos verdes se clavaron en los marrones de Jungkook- ¿Y bien? ¿estás listo para que comience tu viaje?

El gato se dio la vuelta y se fue, perdiéndose en la oscuridad de donde había venido, dejando a Jungkook solo de nuevo.

Y entonces despertó.

🌸

El partido de fútbol estaba bastante intenso, los de la escuela enemiga iban ganando por un gol, los gritos de los espectadores y los gruñidos y jadeos de cansancio de los jugadores era lo que podría escucharse en ese lugar.

Jungkook estaba animando a su amigo desde lejos, ya que no quería estar cerca de la "manada de locas" (otro apodo que le tenía a las fans de Taemin) gritando como si Taemin no estuviera lo suficientemente agotado, estaba en un punto en que ya ni siquiera esas chicas que babeaban por él le animaban.

El castaño se veía exhausto, estaba sucio y tenía algunos moretones en sus piernas por lo bruscos que eran los jugadores contrarios. Al ser el capitán del equipo, sentía que todo el peso del partido caía en sus hombros, aparte, este sería su último partido en secundaria, debía ser perfecto.

- ¡TÚ PUEDES, TAEMIN!- gritaron Jimin y Taehyung a la vez, mientras Baekhyun hacía como si no los conocía por la vergüenza.

Taemin llevaba el balón entre sus pies en ese momento, corría con él tratando de llevarlo hasta la portería contraria y anotar el gol que salvaría el partido y que los llevaría a penales.

- ¡Cúbranlo! ¡Va a meterse por la derecha!- gritó uno de los jugadores del equipo contrario, la escuela secundaria Daito.

Taemin esquivó a ambos jugadores que intentaron arrebatarle el balón, siguiendo su camino hasta la portería.

- ¡VE POR ELLOS, TAEMIN!- Taehyung gritaba tan fuerte que Jungkook temía que rompiera sus cuerdas vocales o algo.

El castaño al fin estuvo lo suficientemente cerca como para patear el balón con la fuerza suficiente para entrar en la portería y marcar el anhelado gol, pero sus planes fueron frustrados.

Alguien del equipo contrario le empujó, haciéndole caer al suelo, cosa que el árbitro ni siquiera quiso tomar como falta, en lugar de eso, sonó su silbato anunciando el final del partido.

- ¡Noventa minutos! ¡Fin del partido!- anunció.

El equipo contrario comenzó a gritar en celebración por su victoria, saltando encima unos de otros o gritando eufóricamente.

Taemin estaba paralizado. No sabía qué hacer, había fallado, a él mismo y a su equipo, su último partido de secundaria: arruinado.

Todos los espectadores tenían una expresión de tristeza en sus rostros debido a la derrota del equipo de la escuela, pero sus expresiones no superaban a las del equipo. Estaban apenas respirando por el cansancio, la fatiga, el enojo, la frustación.

- Así que Taemin también ha perdido...- susurró Taehyung con aflicción.

- Qué pena.- respondió Jimin de la misma forma.

Jungkook veía preocupado a su amigo, sabía lo importante que era este partido para él y para el resto de su equipo, pero más para Taemin, era el capitán después de todo.

Pudo ver cómo trataba de animar a uno de sus compañeros de equipo que se encontraba llorando disimuladamente.

- Oye, no llores.- trataba de animarle- Lo hemos hecho lo mejor que hemos podido, ¿verdad?- acariciaba la espalda de su compañero con suavidad, tratando de transmitirle apoyo- Ven, vamos a felicitar a los ganadores, debemos aceptar con honor una derrota.- le dijo, tomándole de la mano para llevarlo hasta donde se encontraba el otro equipo, pero fue interrumpido por un momento por alguien llamando su nombre.

- ¡Taemin!- escuchó la voz de su amigo pelirojo, que estaba junto a Jimin y Jungkook.

- Hola chicos, gracias por venir a apoyarnos.- agradeció con una sonrisa algo cansada.

- Lo han hecho increíble.- dijo el pelinegro.

- Bueno, he perdido mi oportunidad de ser una estrella.- rió un poco- Ahora te toca a ti, Jungkook.- miró a su amigo con una sonrisa burlona pero algo adolorida, este solo se tensó.

Retomó un camino con el chico que aun lloraba por la derrota, jamás habría pensado que su trabajo como capitán también implicaría tener que darle afecto y consuelo a sus compañeros, pero no le molestaba hacerlo.

- Ya, ya, no llores, lo intentaremos de nuevo en el bachillerato.

- En serio eres el mejor capitán, Taemin.- susurró Jungkook, viendo con orgullo a su amigo alejarse para juntarse con el resto del equipo.

🌸

Taemin logró alejarse de su equipo y de toda la multitud de estudiantes que le rodeaban, quería estar solo y en silencio por un rato.

Se fue al baño, el más alejado que encontró y se encerró en el último de los cubículos, apoyándose contra la puerta de este, no queriendo entrar en contacto con el retrete, que no era el más limpio del mundo. Suspiró cansado y cerró sus ojos.

- Así que tendré que esperar hasta bachillerato para convertirme en una estrella, ¿no?- se habló a sí mismo. Sus manos temblaban, se estuvo contiendo delante de su equipo y de todos los que les veían, pero ahora que estaba solo, no quería retenerse más. Comenzó a llorar.

Sentía que su esfuerzó no valió, se sentía como una escoria de capitán, le falló a su equipo, a su escuela, eso era lo que él pensaba.

- ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda!- con cada grito golpeaba de manera no tan fuerte la puerta del cubículo, ya que no quería hacer tanto ruido y ser descubierto.- ¡La próxima vez no perderé! ¡Lo juro!- gritó para si mismo.

Lloró, lloró, y siguió llorando. Necesitaba hacerlo, quería llorar y soltar todas las lágrimas que tanto deseaba soltar, pero la idea de querer mantener su reputación de chico genial e imperturbable le impedía.

Se agachó, enrolló su brazos alrededor de sus piernas y escondió su cabeza en ellas, llorando hasta que las lágrimas quisieran dejar de salir, no queriendo contenerse más.

Taemin no tenía más visión en su vida, quería ser una estrella del fútbol, ese era su deseo, su convicción, por lo que su llanto podría llamarse justificable y no un simple berrinche. Ver su sueño roto de una manera absurda no era fácil, pero no lo abandonaría así como así.

Una vez las lágrimas pararon, se puso de pie, secó sus lágrimas, limpió su rostro y ropa y salió del baño como si nada. La vida debía seguir, al igual que su sueño, y ya se lo había prometido.

🌸

[jungkook pov]

Los últimos campeonatos de secundaria de Taemin y Taehyung ya han acabado, falta exactamente una semana para la competición, no he dejado de practicar en ningún momento, tanto que siento que me he descuidado de mi mismo, aunque no le tomo la importancia suficiente.

A estas alturas, ya conozco mi pieza como la palma de mi mano, pero... eso no me hace escucharla cuando la toco.

En las clases siempre estoy leyendo la partitura a escondidas, practicando con mis dedos sobre mi escritorio, haciendo un ruido muy bajo pero que de todos modos los profesores terminan escuchando, he sido regañado miles de veces por eso.

Al ir caminando hacia casa, leo la partitura, a la mañana siguiente de vuelta a la escuela, vuelvo a hacerlo, ni siquiera debería, me la sé más que la historia de mi vida, pero no puedo evitarlo.

Volviendo al presente, ahora falta solamente un día para la competición, estoy en la clase de deporte, ¿ya mencioné que soy un asco, una escoria, una bazofia en los deportes? ¿No? Entonces se los digo ahora, lo soy.

Nunca me siento en condiciones para hacer deportes, digo, para la único que soy bueno es para estar sentado en un banco y no mover nada más que mis manos y aveces mis pies, no para correr largas distancias; sin embargo, hoy me siento peor que nunca.

- ¡Tres vueltas más!- escucho al profesor gritar.

Tanto Taemin como Taehyung brillaron, al igual que tú, Jimin. Tenías una presencia imponente, ¿he alcanzado ese nivel de entendimiento? ¿He hecho a Chopin parte de mí? ¿Se me puede oír en algún lugar entre las notas que toco?

Estaba por dar mi última vuelta, exhausto, el aire llegaba cada vez en menor cantidad a mis pulmones, mis muslos queman, mis ojos arden por el sol, mis pies me están matando, mi cabeza duele, pero entonces, unos ojos verdes se aparecen en frente de mí. Esos ojos verdes me preguntan "¿Dónde estás tú dentro de todo esto?" y entonces...

Caigo.

Mi cara se estrella contra el suelo, mis rodillas fueron las primeras en recibir el impacto, debido al cansancio y a mi estado casi de inconsciencia no logré amortiguar mi caída y simplemente me estrellé con fuerza, luego ya no puedo ver nada.

- ¡Jeon!- escucho a mis compañeros gritar y acercarse a mi, aunque no puedo verlos.

No lo sé. Esa es mi respuesta a esa mirada verdosa.

- ¡Que alguien le traiga agua!- grita uno de ellos que trata de levantarme del suelo.

- Ve a llamar al enfermero.- le dice el profesor a alguien.

No lo sé.

🌸

[jungkook pov]

Escucho pisadas rápidas que se están acercando al lugar donde me encuentro: la enfermería.

No fue nada grave, simplemente mi cuerpo llegó a su límite, estaba demasiado fatigado y cansado, es todo.

Taehyung llegó antes a verme, me regañó como si no hubiera un mañana, creo que ni mi madre cuando estaba viva me gritó tanto como el exagerado de Tae lo hizo al venir a saber cómo estaba. Se veía realmente preocupado, siempre ha sido así, se preocupa más por mí que por él mismo. Estaba enfadado, creo que no me golpeó por la presencia del enfermero y la enfermera aquí, eso me alivia.

Me trajo comida ya que el enfermero dijo que mi caída también se debió a una mala alimentación, no traté de negarme, tenía mucha hambre y no me había dado cuenta de ello por estar tan sumergido en esa maldita pieza.

Las pisadas se detienen al llegar a la puerta de la enfermería y esta se abre de la forma más escandalosa posible, aunque no me asusta ya que me lo esperaba. Estoy de espaldas a la puerta comiendo la comida que Taehyung me dio hasta que una voz chillona y dulce me llama de una manera a la que ya me empiezo a acostumbrar.

- ¡AMIGO A!- grita Jimin sin aliento por haber corrido tanto, yo simplemente me volteo para verlo.

- ¿Si?

- ¿¡"SI"?!- grita desesperado.

Y ya sé lo que está por venir.

🌸

[jungkook pov]

- ¡No puedo creerlo!- me grita Jimin, yo solamente camino detrás de él mientras leo la partitura y bebo mi leche, vamos camino a casa- Te saltas las comidas, pierdes el conocimiento, ¡tienes que cuidarte más!

- ¿Qué se supone que debo hacer? Estaba demasiado absorto en esto. Me siento mejor ahora que me he comido los sándwiches de huevo que me dio Taehyung, los cinco.

- ¿¡Cinco?! ¡Tendrás una indigestión!

Trato de ignorar un poco las mil y una quejas y regaños de Jimin, aunque el hecho de que se preocupe por mí me hace más feliz de lo que me gustaría.

Sigo mi camino hasta que algo frente a mi me hace detenerme sin siquiera pensar previamente, como un arco reflejo. Un gato negro frente a mí. Con brillantes ojos verdes.

- ¡Un gatito!- chilla Jimin emocionado, pero a mi este gato se me hace familiar, conocido, pero no me agrada para nada la sensación cuando lo veo.

Entonces lo recuerdo.

Es el gato de mi sueño.

De repente siento un fuerte mareo en mi cabeza, la comida que había comido minutos atrás está con muchas ganas de volver a salir de mi cuerpo a través de mi boca, el dolor en mi estómago es insoportable, como agujas clavándose en él. Caigo al piso de rodillas con una mano sosteniendo mi estómago como si eso me calmara el dolor. Jimin al verme tiene una expresión de horror.

- ¡Jungkook! ¿Estás bien? ¿Qué tienes?- me cuestiona con preocupación, cayendo en el suelo, al lado mio, tratando de ayudarme a levantarme- Vamos, debería haber una parque aquí cerca, siéntate y descansa un momento.

Me ayuda a ponerme en pie y, en efecto, había un parque justo frente a nosotros. Entramos en él y descansé en la primera banca que vi, por suerte, el lugar estaba vacío completamente.

Al estar sentado y cómodo, mis malestares se esfuman, tal vez solo fue cansancio de nuevo, Jimin se sienta en la banca siguiente a la que yo estoy. Me ve con una mirada interrogante, como si le debiera una explicación, y supongo que así es.

- Cuando era pequeño tenía una gata negra.- Jimin abre sus ojos como un pequeño niño al que le van a contar un cuento- Intentaba comerse mis golosinas cuando no la miraba, así que la llamé Chelsee, como la marca. Estaba jugando con Chelsee como de costumbre, aunque tal vez la molesté demasiado y la puse nerviosa. Ese día, ella me arañó la mano.

Jimin me vio asustado, obviamente sabe lo valiosas que son las manos para un pianista.

- Mi mano estaba llena de rojo, la sangre no paraba de salir y yo estaba asustado.-continué- Al día siguiente...- tragué saliva algo nervioso- Al día siguiente mi padre se deshizo de ella.

Un silencio pesado se plantó entre ambos.

- "Hago esto por ti", fue lo que me dijo. Las cicatrices que Chelsee me dejó me recuerdan a mi madre, quién habría pensado que este sería uno de los pocos recuerdos que me quedan de ella.- acaricié las cicatrices en mi mano izquierda- Me quedé mirando su espalda sin decir ni una palabra mientras se llevaba a Chelsee de mi lado. Podría haberle dicho que parara, podría haberle dicho que esperara, si hubiera hecho algo, las cosas podrían ser distintas ahora.- me abrazo a mi mismo temblando un poco, Jimin me ve preocupado- He sido la sombra de mi madre desde entonces.

Así di por concluida mi anécdota.

Jimin baja su mirada a sus pies un momento, su silencio me asusta un poco ya que eso solo quiere decir que él quiere decir algo en lo que probablemente tenga razón.

- Te gustan los sandwiches de huevo.- habla al fin, aunque dejándome confundido- Te gusta la leche de la marca Mu-Mu, y ¿quién sabe? También eres algo goloso. No eres bueno en los deportes, no puedes hacerle frente a Taehyung, casi a nadie en realidad, y estás un poco celoso del ligador de Taemin.- guarda silencio por unos segundos, no sé cómo reaccionar a todo lo que dice- No eres una sombra de tu madre. Tú eres tú. No es tan difícil definir quién eres, no importa lo que hagas o cuánto cambies, no importa, tú siempre serás tú.

Me quedo completamente asombrado, no sé qué decir o qué reacción tener, tiene una sonrisa reconfortante en su rostro, una sonrisa que dice "todo está bien, y todo estará mejor ahora". Me encanta esa sonrisa.

- ¡No hemos nacido en Europa ni tenemos ese peinado tan raro! No necesitamos aspirar a ser Chopin.- se levanta de su banca y me dedica una sonrisa al terminar su frase, una sonrisa que oculta sus ojos convirtiéndolos en tiernas rayitas.- ¡Tan solo toca con sinceridad y esfuérzate por hacer que sea la interpretación de tu vida!

Abro mis ojos más que asombrado, Jimin es una caja de sorpresas. Está sonriendo, se ha puesto de pie al decir esas palabras, sin dejar de verme en ningún momento, pero lo que más aprecio son sus ojos. Sus ojitos que desaparecen cuando sonrie, convirtiéndose en dos tiernas rayitas, es como sí sus ojos estuvieran sonriendo también.

- Vaya, a veces tienes un don con las palabras.- es lo único que alcanzo a decir.

- ¿¡Cómo que "a veces"?! ¿¡Así es como me das las gracias por animarte?!- dice en un tono dramático.

Me quedo callado, fijando mi atención en mis manos, las veo tratando de encontrar una respuesta en ellas. Con sinceridad...

Detengo mis pensamientos cuando siento una pequeñas manos tocando lo mías, elevo mi mirada, y es Jimin quien está tocando suavemente con sus dedos los míos propios.

Luego de unos segundos viendo mis manos y tocando mis dedos, eleva mi mano junto con la suya, de manera que nuestras palmas y dedos se juntan, haciendo visible la diferencia de tamaño entre ellas. No puedo evitar sonrojarme, su mirada está fija en la mía.

- "Cuando estás deprimido, apoyar la cabeza en tus brazos es de ayuda, porque a los brazos les gusta sentirse útiles".- me dice, sin separar sus manos de las mías en ningún momento.

- ¿Quién dijo eso?

- Charlie Brown.- responde con sinceridad. Me empiezo a dar cuenta de que es gran fan de Snoopy- Qué manos tan grandes y finas, son manos de pianista.- está viendo mis manos fijamente, acariciándolas un poco. Sus manos se ven increíblemente pequeñas comparadas a las mías- ¿Ves? Lo suponía.

- ¿Qué?- pregunto confundido y sonrojado.

- Tus manos están felices con solo tocar las mías.- me dice riendo.

- ¿Q-Qué?- pregunto nervioso y sonrojándome más si es que es posible.

- ¡Están fuera de sí, deseando tocar el piano!- me sonríe como si estuviera realmente orgulloso de lo que acaba de decir, y nuevamente sus ojitos sonríen al igual que él.

Tras tanto esfuerzo y sufrimiento, tras perder mi camino, la solución a la que he llegado es ridículamente simple.

Estamos tomados de las manos un tiempo más hasta que Jimin se aparta lentamente, casi forzado a hacerlo. Se despide y retoma su camino a casa, minutos después lo hago yo, ya es casi de noche y estoy cansado.

🌸

[jungkook pov]

- Hola.- esa voz junto con esos ojos vuelven a hablarme en medio de la oscuridad, yo estoy de nuevo en el columpio- ¿Cómo va todo?

- Supongo que no va mal.- respondo sonriendo.

- La competición es mañana, aún no puedes oír las notas, ¿verdad?- niego con la cabeza avergonzado- ¿Estarás bien?

- No lo sé.- respondo con sinceridad- Pero hay un chico que cree por completo en el poder de la música, es decir, en verdad lo cree. Tengo la sensación de que yo también debería intentar creerlo.

- Eso no responde a mi pregunta.- me responde el gato negro.

- Supongo que no.- río un poco.

- Pareces estar listo, pero estoy seguro de que ella también estará allí.- sus palabras me tensan un poco, sé a quién se refiere- Deberías darte un tiempo para relajarte, mañana va a ser un día importante para ti.

Sin decir más, el gato se da la vuelta y se pierde en la oscuridad, ya no lo veo más ni a él ni a sus verdes ojos. Estoy solo de nuevo en medio de esta oscuridad y sentado en este columpio ruidoso.

Entonces despierto.

🌸

Los cuatro amigos estaban frente al edificio donde se desarrollaría la competición. Taemin y Taehyung eran un mar de nervios, Jimin estaba sumergido en el folleto que les daban a los espectadores que tenían toda la información de los participantes y sus números de entrada.

- ¿Va a ser aquí?- preguntó Taehyung asombrado.

- Es jodidamente enorme.- le continuó Taemin.

- Bueno, me retiro.- habló el pianista del grupo.

- ¡Oye, Jungkook!- llamó el pelirojo.

- ¡Vas por el camino equivocado!- le gritó el castaño.

- ¿Seguro que estará bien?- preguntó preocupado Taehyung.

- ¡AH! ¡NO PUEDE SER!- habló, o más bien, gritó por primera vez en todo el rato Jimin.

- ¿Q-Qué pasa?- le preguntó a asustado el pelirojo, siendo ignorado por Jimin que salió corriendo tras Jungkook, chocando con él por ir distraído.

Jungkook gritó de dolor por el golpe, Jimin acarició su cabeza por el repentino golpe pero eso no le impidió decirle a su amigo lo que debía decirle.

- ¡Mira esto!- le mostró el folleto que tenía en manos.

- ¿La lista de participantes?- preguntó Jeon confundido.

- Mira tu número, eres el catorceavo participante.- Jimin señaló el lugar donde se encontraba el mayor- Köchel N° 265: Estrellita, ¿dónde estás? de Mozart. ¡Las estrellas brillan por ti!

El rubio sonríe ampliamente y su voz y sus ojos están llenos de emoción, Jungkook ríe a carcajadas por las ocurrencias del menor, ambos ríen juntos y es un momento hermoso para ambos pero que no tienen tiempo para disfrutar más.

Se despiden aún con sonrisas en sus rostros y Jungkook entra por la puerta que le corresponde, Jimin le despide con su mano y el contrario hace lo mismo con una boba sonrisa.

- Estrellas a plena luz del día.- piensa mientras camina hacia el lugar donde deben estar los participantes.

- Oye, ese es...- ciertos individuos que estaban cerca de él logran visualizarlo. Un chico rubio y otro peliplateado.

Ambos chicos ven a Jeon con cierto desagrado, el cual el pelinegro apenas y nota, demasiado perdido en sus pensamientos.

- Este es un encuentro con mi pasado.

Es hora de que mi competición empiece.

  🌸四月は君の嘘🌸  

¿Quiénes serán esos dos jóvenes? Que tengan un buen día.

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