- ¡Taxi! ¡Taxi! -Llama desesperado Seis, luego de lo que acaba de ver y que lo había dejado sin palabras, le urgía salir de allí. Los Tetra o el inspector Carreño podrían llegar en cualquier momento.
- ¡Taxi! ¡Taxi! -Seguía llamando y silbando, pero mientras unos iban ocupados, otros lo ignoraban.
Uno de ellos parece escucharlo, y comienza a desacelerar acercándose a la acera. Solo que no se estaciona frente a él sino a su lado, donde se encuentra una señora.
- Lo siento, pero tengo que irme. -Susurra por lo bajo y acto seguido eleva levemente su mano, borrando de la memoria de la mujer haber parado el carro amarillo, y de la del taxista haberla visto.
- ¡Taxi! -Vuelve a vociferar, esta vez sí siendo escuchado.
- Buenas noches -le saluda al cerrar la puerta -, por favor hasta la urbanización Meagans. -Le indica antes de respirar profundo acariciándose la sien.
- De acuerdo -le contesta el conductor un poco dudoso. Puede notar por medio del espejo retrovisor interno que el aspecto de su pasajero no es normal -. Señor disculpe pero ¿se siente bien?, ¿necesita que lo lleve a un hospital?
- ¿Qué? -Seis oye a lo lejos es la última palabra, sus pensamientos siguen en aquella chica brutalmente asesinada.
- ¿Se siente bien?, si gusta lo puedo llevar al hospital más cercano. -Repite el hombre detrás del volante, mirándolo por el espejo.
- ¡Ah! no, tranquilo, gracias. Solo necesito llegar pronto a la casa. -Le responde sin verlo.
- Muy bien. -Le dice el taxista no muy convencido de sus palabras, pero decide callar y concentrarse en la carretera.
El viaje continúa en un incómodo silencio, y más porque Seis sigue intranquilo en el asiento trasero.
- Después de la plaza, doble a mano izquierda -le indica Seis -, y me deja en la casa de rejas blancas por favor.
El taxista llega al lugar indicado y Seis se baja rápidamente, cancelando el servicio sin esperar el cambio, y murmurando un gracias al cerrar la puerta tras de si.
Con mano temblorosa introduce las llaves en la cerradura y entra a su hogar.
En lo que lo hace, se enciende la luz de la entrada, sorprendiendo a Seis.
- Bonitas horas para llegar señor, ¿se puede saber dónde andaba y con quién? -Lo recibe con burla su hijo, sentado en uno de los sillones de la sala.
- ¡Por Dios Ethan! Me asustaste -le dice con una risa nerviosa -. ¿Qué haces despierto a esta hora?
- Estaba en... -Inicia con una sonrisa en su rostro. Una que se borra en lo que nota un accesorio que tiene su papá en la muñeca - Papá, ¿esto es... -Habla Ethan luego de levantarse y agarrar la mano de su papá y girarla - ¡Es un inhibidor! -Lo suelta con rabia - Estuviste con ellos, ¿cierto? -Espeta con desagrado.
- Demonios, se me olvidó pedirle al guardia que me lo quitara. -Se regaña Seis mentalmente.
- Ethan, cálmate. Dejame explicarte. -Trata de apaciguarlo.
- ¡Me lo prometiste! Me pediste que me acercara a él, esa era mi supuesta misión especial -Ethan hace comillas en el aire -, ¿recuerdas?
- Ethan escúchame, lo hice por tu bien, por el de todos -Seis intenta acercarse a su hijo -. Tu sabes cual es el castigo por traición. Es algo que los Tetra no perdonan.
- ¡Por favor papá! Hace décadas que ya eso no se implementa -pronuncia Ethan alejándose -. Además, solo necesitábamos darle tiempo, ¡es un niño por el amor a Dios! ¿Cómo puedes ser tan egoísta? -Le grita con indignación - Ni siquiera tiene 18 años. Todo esto es algo nuevo para él.
- Sí hijo, eso lo tengo claro pero, ¿qué más querías que hiciera? -Lo enfrenta Seis - Entiende algo Ethan, tu vida y tu seguridad es lo más importante para mí. No soportaría perderte.
De pronto, una estridente alarma comienza a sonar con un sonido peculiar. Para los humanos, ese ruido lo asociarían a una persecución policial, pero para los Naes, significa que deben colocar el canal 9 de inmediato.
- Perfecto. -Pronuncian padre e hijo al mismo tiempo, a diferencia que el primero lo hace mentalmente y el segundo en voz alta con sarcasmo.
Seis bufa y procede a encender el televisor, sintonizando el canal.
La pantalla muestra unas franjas de colores verticales y un ligero pitido que indica que aún no hay señal, y permanece así por alrededor de tres minutos.
Ethan se queda con los brazos cruzados y una cara de pocos amigos todo ese tiempo, y por su parte, Seis se acomoda en el sofá con el control en la mano y con su pierna derecha moviéndola rápidamente como un signo de ansiedad.
Ahora, la imagen cambia, mostrando a dos personas, a Helena Miller y Arturo Novoa, sentados frente a una mesa con un pequeño micrófono para cada uno.
- Buenas noches, reciban todos un cordial saludo de Tetra. Nos disculpamos por no contar con la presencia de Enrique y Gloria McGee para dar este mensaje, pero les podemos asegurar que contamos con su consentimiento. -Comienza hablando Helena.
- De igual forma, queremos decirles que sentimos comunicarnos a esta hora, pero tenemos un aviso importante que hacer. -Añade Arturo.
- Como ya todos saben, en los dos últimos meses, los Naes nos hemos visto amenazados por un ser sin escrúpulos que ha asesinado y desaparecido a nuestra gente. -Prosigue Helena.
- Lamentablemente, aún no tenemos pistas de quién o quiénes son los responsables de estos actos atroces, pero les garantizamos que este asunto está en el tope de nuestras prioridades. -Continua Arturo.
- Es por ello, que tomamos la decisión de implementar una alerta naranja en pro de la seguridad y bienestar de todos, la cual entrará en vigencia a partir de mañana. -Expresa Helena.
- Ésta, se encuentra dividida en tres medidas. La primera es que siempre estén acompañados, no salgan solos, anden en grupos grandes y si poseen habilidades diferentes mucho mejor; la segunda es que las clases prácticas serán obligatorias, las horas se pueden reprogramar para su disponibilidad más no los días; y como última medida, por los momentos, es que se activará un toque de queda, donde después de las 9:00 p.m. no podrán salir, y en caso de incumplir con esto, serán resquisados, sancionados o enviados a una cárcel provisional por un periodo de tiempo que no exceda las 12 horas. -Enumera Arturo.
- Y Tetra, estará al tanto de que todo se cumpla. También contaremos con el apoyo de los guardias y los policías. -Informa Helena.
- Repito, estas normas son tomadas pensando en ustedes, en su seguridad y bienestar. -Manifiesta Arturo.
- Igualmente, si tienen alguna duda o inquietud pueden dirigirse a Coupure Électrique en un horario comprendido entre las 3:00 p.m. y 7:00 p.m., y con gusto los atenderemos. -Dice Helena.
- Sin más nada a que hacer referencia, queremos hacerles un llamado a la calma. Tengan presente que reforzaremos los controles de seguridad y aumentarán los patrullajes en la ciudad. Buenas noches y gracias por su atención. -Concluye Arturo con la transmisión, desapareciendo de nuevo la señal.
Seis se levanta y apaga el televisor, y mira a Ethan en busca de una respuesta.
- ¿Contento? ¿Te fijaste lo que acabas de ocasionar? -Le cuestiona su hijo.
- Ethan créeme, yo no tenía idea de eso. -Seis trata de acercársele otra vez. - ¿Cuándo viste o escuchaste que lo nombraban a él?
- No me importa, sólo aléjate. No quiero verte en estos momentos. -Ethan se aparta dando unas zancadas para dirigirse a la puerta, con su celular vibrando en el bolsillo.
- ¡Ethan! ¡Ethan regresa aquí! -Lo llama su papá - ¡No irás a ninguna parte! -Le sigue gritando pero obtiene como respuesta un portazo. - ¡Ethan! -Seis sale corriendo para alcanzarlo pero ya es tarde, su hijo ya había alzado el vuelo.
- ¡Demonios! -Exclama Seis antes de entrar a su casa y dirigirse a su cuarto. Con rabia revuelve los gabinetes buscando el control que desactiva el inhibidor y se lo quita con premura lanzándolo al piso y pateándolo.
- ¡Demonios!, ¡demonios!, ¡demonios! -Repite en varias ocasiones.
Se arroja a la cama y se pasa ambas manos por la cara hasta echarse el cabello hacia atrás. - ¿Habré hecho lo correcto? -Se cuestiona a si mismo.
Ethan, por otro lado, se detiene en el techo de una de la casas de sus vecinos para apagar su teléfono, pero antes de hacerlo verifica que tiene varios mensajes del grupo de WhatsApp "La tríada sensual" y opta por leerlos primero.
Raian: Muchachos, ¿escucharon a los Tetra? ¡Qué nervios tan nerviosos!
Dixon: Idiota, yo estaba contigo.
Raian: Lo sé idiota, pero no quería ignorarte para que no sientas que no te tomo en cuenta hermanito.
Dixon: ¿Hermanito?, disculpa pero te recuerdo que soy mayor que tú por un minuto.
Raian: Quizás, pero ese uno te lo descontaron en cierta parte de tu cuerpo. -E inserta el emoji de una carita sonrojada tapándose la boca con una mano.
Dixon: ¿Qué insinuas Raian Holloway?
Raian: ¿Yo?, yo nada hermanITO. -Y agrega varias caritas sonrientes.
Dixon: ¡Te voy a matar Holloway!
Los gemelos dejaron de escribir hace poco más de cinco minutos, así que deben estar peleando, como cosa rara.
Ethan se inclina mejor por dejarlos en azul y colocar su celular en silencio. Más tarde corroborará cuál de los dos sobrevivió.
Por ahora, no quería permanecer allí y sabía exactamente a donde ir.
Ethan se eleva y abandona Meagans en la oscuridad de la noche.