Solo faltaban cinco minutos para las nueve y estaba terminando de arreglarme cuando mi celular comenzó a sonar, veo el nombre de Iván en la pantalla, deslizo mi dedo sobre esta contestando la llamada
— ¿Hola?
— ¡Tienes que ayudarme Daira! — Alejo rápidamente el celular de mi oído y cuando creo que ha dejado de gritar lo vuelvo a acercar — Y es que la he cagado me deje llevar... ¡Pero es que es tan hermosa, tan perfecta! Y yo he comenzado a sentir algo más por ella, pero en el fondo sé que solo me ve como su amigo y que siempre será así pero hoy todo se me ha salido de las manos y... ¡Agh! ¡Lo he jodido! — suspira con frustración
— Primero quiero que te calmes ¿está bien? — Pronuncia un casi inaudible si y lo oigo respirar tranquilamente — Ahora dime ¿para que necesitas mi ayuda, porque estas tan preocupado y dices que la has cagado? Y lo más importante ¿quién es la tan hermosa y perfecta mujer por quien has comenzado a sentir algo?
— Esa mujer tan hermosa y bella es... ¡Oh, dios solo de recordar su nombre sé que lo he jodido todo como nunca antes!
— ¡Iván ya déjate de rodeos y dime quien es la chica!
— ¡Es Abril! Ella es la chica de la que estoy enamorado — mis ojos se abren de par en par al escuchar el nombre de mi mejor amiga y contengo la respiración — Hace poco comencé a sentir algo diferente por ella, algo que para nada se trataba de amor hacia una amiga. Muchas veces al estar a solas con ella luche contra la enorme necesidad de besarla, de decirle cuando me gustaba pero no lo hice me contuve por más difícil que esto me resultara. Hasta el día de hoy intente resistirme y por más que luche no pude contenerme y la bese, ¡la bese Daira! ¿Puedes creerlo? y después lo único que hice fue pedirle disculpas, tomar mis cosas he irme a casa ¡fui un completo idiota! y sé que con lo que he hecho ya he jodido nuestra relación solo porque mi estúpido corazón creyó que era lo mejor el enamorarme de mi mejor amiga ¡y ahora no sé qué carajo hacer!
— Yo... — no sé qué decirle pues el hecho de que mis mejores amigos queden juntos es algo sorprendente ya que nunca me imaginé que sintieran algo así uno por el otro— empecemos por ¿desde cuándo comenzó a gustarte Abril? — es lo único que logro formular
— Creo que desde siempre sentí algo diferente por ella pero poco después de que tú te mudaste comencé a pasar más tiempo con ella y la verdad no sé cuándo o cómo fue que sucedió pero el día menos esperado al verla fue como si algo se activara dentro de mí, como si un interruptor se encendiera y un gran letrero de luces de neón se colocara encima de ella diciendo "No busques mas" y me hiciera ver lo fabulosa que era y que no tenía que buscar en otro lado porque la mujer de mis sueños estaba ahí, frente a mi
— La forma en la que me hablas sobre lo que sientes por ella es hermosa pero en mi opinión el error aquí no fue el besarla sino el haberte ido de esa manera porque te aseguro que lo único que lograste fue confundirla y ella en ese momento necesitaba una explicación necesitaba saber la razón por la que la besaste ¡Y aquel era el momento para que tú le confesaras lo que sientes por ella!
— ¿Y ahora qué es lo que debo hacer?
— Ir a su casa y decirle lo que sientes por ella
— ¡No puedo! Creo que a ella le gusta alguien más y si voy y le digo todo esto que siento y ella solo me dice que no está interesada en mí, eso solo me destro... — Iván no logra terminar la frase y del otro lado del teléfono se escucha como una puerta se abre y la voz de alguien dice su nombre por lo que la respiración de mi amigo se acelera
— ¿Que está pasando, Iván? — Preguntó preocupada pero él no contesta — ¿Iván está todo bien?
— Da-Daira creo que ya no será necesario ir a la casa de Abril
— ¿Porque lo dices?
— Porque ahora mismo está parada frente a mí — ¡Joder! sí que esto cada vez se ponía mucho más interesante
— Es hora de colgar entonces, por cualquier cosa sabes que puedes contar conmigo
— Gracias, Daira. Hablamos luego — dice antes de colgar y al momento recibo un mensaje de Dylan indicando que ya está afuera
Salgo de mi recamara y bajo rápidamente, donde como es costumbre encuentro a mi padre acostado cómodamente en el sofá viendo una película en el televisor
— Papá, saldré con Dylan te prometo que no regresare muy tarde — me mira de arriba a abajo y al final dice
— Esto de hacer planes he informarme de ellos a última hora se te está haciendo una mala costumbre Daira — me mira mal — Por esta vez te dejare ir pero espero y sea la última vez que vuelve a suceder esto ¿entendiste? — Asiento — Ahora ¿me prometes que no harás ningún tipo de tontería y que de ahora en adelante me avisaras a donde tienes planeado ir?
— Lo prometo, papá — digo con mi mano derecha levantada a manera de promesa
— Ahora te puedes ir señorita — beso sonriente su mejilla y me dirijo a la puerta y antes de salir de la casa mi padre me grita — ¡Regresa temprano que te estaré esperando!
— ¡Esta bien! — grito de vuelta, cierro la puerta y me dirijo hacia donde Dylan se encuentra montado en su reluciente moto
— Al parecer le han dado un toque de queda a la princesa — ríe y le doy un pequeño golpe en el hombro
— Oh, cállate y vámonos ya — vuelve a reír y me extiende su mano entregándome un casco.
(...)
Llegamos rápidamente a La Perdición y aparcamos cerca de la entrada para después acercamos hacia esta ignorando la enorme fila que hay, Dylan intercambia unas palabras con Jasón él gran hombre vestido completamente de negro que se encuentra en la entrada él cual nos sonríe y quita la cadena que impide el paso permitiéndonos entrar por lo que muchos de los chicos que se encuentran en la fila comienzan a gritar y a protestar a lo que Jasón les responde con un gruñido haciendo que se callen de inmediato
— Vamos, Daira — entro detrás de Dylan donde caminamos por un pasillo de brillantes luces azules, conforme nos acercamos al final de este la música se hace cada vez más fuerte y al salir logro ver en el centro del gran lugar a un tumulto de personas moviéndose sin parar al ritmo de la música y luces de diversos colores inundando el lugar
Nos dirigimos hacia el otro lado del lugar esquivando a muchas personas en nuestro camino y al llegar haya nos acercamos a una pequeña sala iluminada por mas luces azules y custodiada por dos hombres altos y fornidos
— Hola, muchachos — Dylan se acerca y se da un fuerte apretón de manos con ellos — ¿Ya ha llegado Jordan?
— Ya está aquí pero se está "divirtiendo" aunque no debe de tarda en regresar — habla el chico pelinegro — ¿Él sabe que vendrías?
— Claro he hablado con él por la tarde
— ¿Para qué has venido? — habla ahora el chico rubio mirándome de arriba abajo
— Bueno, pues le traigo una nueva participante — dice haciéndose a un lado dejándome ante la mirada curiosa de los chicos — Daira, ellos son David — señala al pelinegro — y Mateo — señala al rubio — son los guardaespaldas de Jordan y chicos ella es Daira una buena amiga
— Hola — saludo a los dos hombres con una sonrisa a lo que ellos responden con el mismo gesto
— ¿Podemos pasar? — Dylan señala hacia la sala
— Claro — se hacen a un lado y entramos al lugar sentándonos en un cómodo sillón rojo
— ¿Así que planeas entrar a las peleas? — David se gira en mi dirección
— Si, es lo que planeo hacer
— ¿La has obligado? — habla Mateo
— ¡Claro que no la he obligado! y créanme cuando esta mujer se propone algo no descansa hasta que lo consigue y si no le decía que la traería con Jordan no me hubiese dejado de molestar — río y le guiño un ojo a los chicos a lo que ellos sonríen
— ¿A quién tenemos aquí? — dice una gruesa voz detrás de los fornidos chicos y estos rápidamente se hacen a un lado para dejar pasar a un alto chico de negro pelo largo y una barba de candado vestido con un traje color vino que se amolda a su fuerte cuerpo quien lleva a una escultural rubia colgada de su brazo derecho — ¡Dylan! perdón por hacerte esperar pero tenía que encargarme de un asunto de suma importancia — se gira hacia la rubia y le susurra algo al oído y ella ríe chillonamente, ruedo los ojos y Jordan se gira en mi dirección, me sonríe, se separa de la rubia y camina hacia mí — Y tú debes ser Daira — toma mi mano y besa el dorso de esta — la chica que planea entrar en las peleas clandestinas, mucho gusto — sonrió y deslizo mi mano fuera de la suya, la rubia gruñe y aleja a Jordan de mi lado pero él la mira mal y enojado se suelta de su agarre — Ya te puedes ir, Karla — le dice con indiferencia y la chica gruñe enojada
— ¿Estás seguro que quieres que me vaya? — le dice indignada
— Sí, estoy completamente seguro — responde sonriente sin mirarla
— Eres un hijo de puta, Jordan — lo golpea en el pecho — te vas a arrepentir de botarme asi nada más
— Muchachos escoltenla a la salida por favor — David y Mateo toman a la chica por los brazos y la sacan de la sala
— ¡Te juro que te arrepentirás! — grita la rubia y Jordan solo le manda un beso
— Disculpen el pequeño drama pero ¡siguen sin entender! Soy sincero con ellas y saben perfectamente que solo se trata de una noche pero creen que alguna de ellas lograra cambiarme y seré diferente y para nada es asi ¡esto es lo que hay! — suelta una carcajada — pero bueno dejando eso atrás, vamos a hacernos cargo de lo que quieren — se sienta en un sillón frente a nosotros — como sabes querida Daira para poder entrar a las peleas clandestinas necesito hacerte una prueba, en la que me demostraras si eres buena para estar dentro de estas peleas, ahora ¿estas segura que deseas hacer mi pequeña prueba?
— Estoy segura
— ¿Ahora mismo? — respiro hondo
— Si, ahora mismo — los guardaespaldas vuelven a aparecer
— Perfecto, David llama a Adrián y por favor pide unas bebidas — este asiente y se va — Entonces mis queridos amigos — se levanta del sillón y aplaude — síganme —comienza a caminar hacia un lado de la sala y se para frente a una puerta custodiada por otros tipos, quien al verlo la abren y entramos. Me sorprendo al ver que detrás de esta se encuentra un pequeño departamento, pues en este hay una recamara — en donde la cama se encuentra completamente desecha, claramente obra de la diversión que brindo Karla — una cocina y una sala de estar — Bienvenidos a mi pequeño departamento, aquí me quedo a dormir algunas veces
— O traes a tus conquistas — dice Dylan riéndose
— Exacto, pero también aquí traigo a mis nuevos participantes para su pruebas ¿recuerdas cuando tu hiciste tu prueba? — Le guiña un ojo y Dylan asiente sonriente. Jordan sigue caminando y gira a la derecha donde se detiene frente a un pequeño espacio en el que se encuentra un improvisado ring, la puerta se abre y escuchamos como alguien se acerca — Ahora, Daira pelearas contra Adrián uno de mis mejores peleadores y quiero que nos muestren que tanto daño le puedes hacer — entran al lugar Mateo acompañado de un gran chico de piel bronceada, ojos y pelo negro quien se es Adrián y una chica morena de grandes ojos cafés y pelo negro con una bandeja repleta de bebidas quien me mira y sonríe tímidamente — Adrián — señala Jordan al chico — Daira — me señala a mí — echas las presentaciones es hora de prepararse — asiento, me recojo el pelo en una coleta, me quito mi chaqueta de cuero quedando solamente en una ligera blusa azul, estiro mis brazos, cierro mis manos en puños y los coloco frente a mí, protegiéndome. En cambio Adrián mueve su cuello hacia los lados y aprieta sus dedos logrando que estos truenen y sonría en mi dirección para después ponerse en posición de combate — recuerda Daira solo los mejores se quedan — asiento y veo a Dylan quien me sonríe — ¡Ahora!
Comienzo a moverme alrededor del pequeño espacio sin dejar de mirar a mi objetivo quien decide hablar
— Que es lo que pasa princesita. ¿Es que acaso ya te ha dado miedo? — se ríe de mi
— Claro que no, guapo — sonrió y sin que lo venga venir me acerco a él y le doy un fuerte puñetazo en la mandíbula y sin permitir que se restablezca le doy otros fuertes puñetazos en el abdomen y en la cara, él se tambalea he intentado centrarse mueve su cabeza hacia los lados y me mira furioso acercándose a mi dispuesto a propiciarme un puñetazo pero soy más rápida y lo esquivo pero no logro ver venir uno que me da directamente en el abdomen lo que hace que me retuerza pero tan pronto como logro recuperarme rápidamente le doy un puñetazo en el abdomen y de nuevo otro en la mandíbula con el cual logro hacerlo sangrar y que un intenso dolor se apodere de mi mano la cual sacudo intentando quitar el dolor — escucho los gritos de apoyo y los quejidos de dolor que hace nuestra audiencia cada vez que nos golpeamos — Él vuelve a atacarme y me da tres puñetazos los que dejan detrás de ellos un gran dolor en mi cara y costillas, paso mi lengua por mis labios y saboreo algo metálico dentro de mi boca asi que limpio mi labio con el dorso de mi mano y miro que hay sangre en este, sonrió y miro mal a Adrián para inmediatamente lanzarme a él y golpearlo y claro que él no se queda atrás pues los dos comenzamos a golpearnos con todas nuestras fuerzas gimiendo del dolor y siento como cada uno de los golpes de Adrián impactan contra mi cuerpo
— ¡Basta! — El grito que ha dado Jordan hace que nos separemos de inmediato y lo miremos con la respiración agitada y completamente sudados — ¡No quiero terminar con un cadáver aquí! Parecía que estaban a punto de matarse — Dylan se acerca a mi he inspecciona mi cara
— Te saldrán unos hematomas espantosos — me entrega una toalla y seco el sudor en mi cara
— Lo sé, pero eso fue emocionante — miro mis manos y veo que mis nudillos están hinchados, rojos y llenos de sangre aunque me es difícil decir si es mía o de Adrián pues ahora a causa de la adrenalina no siento dolor sin en cambio más tarde estaré sufriendo
— Sí que lo ha sido ¡Eres genial! — ríe
— Daira — Jordan me llama y voy hacia donde esta — lo has hecho fantástico, eres demasiado fuerte y rápida ¡La combinación perfecta! Asi que... — toma dos pequeños vasos de la bandeja que sostiene la chica que ahora me mira sorprendida y me da uno de ellos y el otro lo sostiene en alto. Choca su vaso con el mío y dice aquello que me hace sonreír y olvidarme por un momento del dolor que ya comienza a aparecer— Bienvenida a las peleas clandestinas.