- No deberías estar acá – Wonwoo lo esperaba apoyado en la blanca pared frente a la puerta del baño.
- Hola – dijo con recelo, la mirada del otro le decía todo, esa era una habilidad propia de Wonwoo.
- Hoy desperté un poco acido – habló con prepotencia – nunca me gustaste para él, creo que eso lo sabes en un principio esperaba que su relación fuese pasajera, pero poco a poco todo fue volviéndose más serio. Aunque no me creas de cierto modo te fui tomando cariño con el tiempo, pero continuaba esperando que todo fuese pasajero, hasta hoy – ambos mantuvieron una postura dominante, sin despegarse los ojos de encima. A Jeonghan su confesión no le sorprendía ni un poco – Y con estos años también aprendí a conocerte – el contrario rodó sus ojos, simplemente como mecanismo de defensa. Ambos se querían, de una manera extraña, pero al menos se estimaban o eso creían- Sé que odias compartirlo, eso es lo que más te enloquece. Verlo elegir y saber que no eres la primera opción – Wonwoo sonrió con ironía – Y es por esa misma razón, que estás aquí hoy jodiendole la vida otra vez – Jeonghan se cruzó de brazos, pero siguió escuchando – nunca te ha importado nada más que tú mismo, ahora deberías dejar de mentirte, tu no lo amas. Lo elegiste a él por puro ego, el mismo que tienes dañado en este momento, lo veo en tus ojos cristalinos – sí, el semblante de Jeonghan decía ''voy a llorar en este preciso momento'' había sido un día demasiado emocional, pero no lo haría – Vuelves a Joshua porque es la única persona que hizo y haría hasta lo imposible por ti. ¿Por qué no lo dejas ser feliz de una vez?
- Eres inteligente Wonwoo, pero sabes leer a tu mejor amigo – dijo luego cuando dejó de escuchar su voz, al fin, suspiró.
- Mejor vete Jeonghan – hizo caso omiso a lo que acababa de decir - haz tu salida dramática, esa que solo tú sabes hacer, haciéndome creer que he sido cruel y te he dañado. Pero en el fondo sabes que no es más que la verdad.
Y así fue, solo que sin una gran salida dramática. Jeonghan simplemente tomó el orgullo que le quedaba y desapareció sin que nadie lo notara, bueno excepto una persona.
Joshua: ¡Hey! ¿Dónde te has metido?
9:53
Joshua: ¿Por qué te has ido sin avisar? ¿ocurre algo? 9:53
Jeonghan: Está todo bien, disfruta tu noche. 10:00
Jeonghan: No quise enfrentarme a comer la comida de tu novio, solo eso. 10:03
Joshua: bobo.
10:03
Joshua: Quiero que estés aquí.
00:17
A la mañana siguiente había sobre la mesa una nota y debajo de ella una bandeja con abundante pastel ''Que los disfrutes - tu primito''. Tomó la bandeja e hizo lo que mejor pudo con toda la ira que había acumulado el día anterior, lo tiró a la basura. En el fondo, el mensaje real de Jihoon era ese, ambos se conocían muy bien.
El domingo decidió dedicárselo por completo a su amigo Seungkwan. Ambos necesitaban liberar todo de una vez, ambos se encontraban con incontinencia verbal. Cosa que no ayudaba a ninguno a aclararse, pero se la pasan estupendo. Mientras Joshua simplemente continúo festejando con su novio.
La semana o el mes había sido demasiado emocional para el mayor, necesitaba alejarse un poco de su exnovio.
La semana pasó, todo muy digno de diciembre. Caos y descontrol. Sus cuerpos realmente ansiaban las vacaciones de enero o parar el tiempo por un momento, cualquier opción era tentadora.
Para año nuevo, todo fue un poco injusto para Jeonghan, pero aseguró a si mismo que no, que estaba bien así, lo necesitaba. El grupo y sus parejas irían a algún bar de la ciudad, para luego rematar en el Karaoke, la premisa ''parejas'' incluía a Jun con todas sus letras, a lo que el mayor se negó ceder participar. No se iba a torturar el primer día de año siendo mal tercio, el se consideraba un poco más digno que ello. Así es como no le quedó de otra que pasarla con su hermana y la familia de su cuñado, un fiasco. A pesar de las insistencias de Joshua, el se negó una y otra vez, y de todas las formas posibles, no.
Para Jihoon era una sorpresa que su primo no armara un escandalo y lo hiciera elegir, pero la conversación con él le había abierto un poco lo sentido y a su pesar tenía razón, después de todo lo que había hecho, no era digno ni de haber aparecido en su vida, aunque lo hizo igual. Muy de Jeonghan.
Joshua: Estas a tiempo de arrepentirte.
Jeonghan: Lo lamento, pero Seokmin me ha rogado que lo ayude a mantener a todos despiertos hasta por lo menos después de las doce.
Joshua: Tú odias a las personas.
Jeonghan: Es mi propósito de año nuevo.
Jeonghan: Disfruten y no dejen de mi primo beba tanto.
Jeonghan: Ah y diles a todos que no quiero video llamadas después de las 12
Jeonghan: O esas cosas ridículas que se le ocurren a Mingyu.
Joshua: Suerte con la tercera edad.
Jeonghan: Seré uno más, no te preocupes Jajajaja.
- Hola – Sabía perfectamente quien era, la pantalla de su celular lo indicaba.
- Feliz año nuevo – A penas se escuchaba la voz del castaño debido al bullicio.
- Pensé que había dicho ''no llamadas'' – habló suave en medio del silencio.
- Creí no entrar en esa categoría – su voz era mucho más animada que la del mayor, pero aun así se podía sentir la compasión en sus palabras y es lo que no quería.
- Feliz año nuevo – respondió ignorando lo anterior. El silencio reinó.
- Jeonghan yo... - no alcanzó a terminar, lo interrumpió dejándolo con un te quiero, te quiero aquí a medio confesar, justo lo que el mayor necesitaba para tener un poco de esperanza.
- Estoy manejando a casa en estos momentos, hablamos luego – Era verdad, pero a la vez quería dejar el estado de angustia en el que estaba entrando, odiaba esa sensación, porque una vez que llegaba a su vida no se quería ir.
- Está bien, maneja con cuidado y avísame cuando llegues.
- Pásenselo bien, adiós – cortó.
La sensación de que simplemente no encajaban en la vida del otro. Caer en la realidad de que las cosas no eran las mismas y difícilmente volverían a ser lo que un día fueron, ambos la sentían y dolía, si que dolía haberla cagado tanto y no poder resolverlo.
- Te está manipulando – le dijo Wonwoo al oído, esquivando el bullicio.
- ¿Ah? – su amigo pasó un brazo alrededor de los hombros, lo había tomado de sorpresa.
- Jeonghan - ¿Por qué hablar de Jeonghan en estos momentos? Pensó – hace todo esto para hacerte sentir mal y generar culpa en ti, para que después tú los busques – Joshua se cayó, sin querer profundizar en el tema, odiaba que siempre todos opinaran de su vida sin preguntar. Aun así él nunca se quejaba al respecto.
Eran casi las seis de la madrugada. Mientras Jeonghan dormía, no tan a gusto como quisiera, sintió como su cuerpo salía de un estado de relajo, debido a algunos ruidos en la habitación. Abrió levemente los ojos y pudo ver que aún quedaba rastro de la noche, por lo que hizo el intento de volver a dormir, acción que se vio interrumpida por un ligero peso sobre su cama, acompañado de unos brazos colarse entre sus costados. Era una situación para echarse a correr y entrar en desesperación, pero el estaba lo suficientemente adormilado como para reaccionar tan rápido. Sintió un beso en su cabeza, lo que lo llevó a dar media vuelta.
- ¡hey! – Se quejó suave al ver a penas la figura de su ex novio.
- Shhh – el contrario lo cayó atrayéndolo más a su cuerpo.
- ¿En que año estamos? – Joshua rio suave en su oído.
- En la prehistoria, duerme – dijo besando su mejilla, rozando con la punta de la nariz su cara.
- Estas frio – se quejó tomando las manos contrarias en su abdomen.
- Duerme – respondió frotando sus manos.
A la mañana siguiente el mayor fue el primero en interrumpir su sueño. Hacía tiempo que no sentía tanta calidez en su cama, hacía mucho tiempo que no sentía ese calor tan familiar. Ambos continuaban en la misma posición, como si se hubiese congelado el tiempo en ese instante. Jeonghan con suavidad y procurando no despertar al castaño, se giró para poder ver su cara. Eso era lo que había deseado, aunque fuese lo ultimo que tuviera. Que gran regalo del 2018, después de tanta cagada igual salgo premiado, pensó.
Frente a frente acarició cada una de las facciones visibles. Pasó la yema de sus dedos por las cejas, los parpados, el puente de su puntiaguda nariz, los pómulos marcados, los labios, las orejas, la quijada. Con ambos ojos cerrados tocó como si estuviese memorizando el cuerpo de su amante, o más bien recordando que tan similar al pasado se encontraba. Luego de ello besó cada parte que sus manos recorrieron. Y es que, aunque no supiera como, el tenía un fuerte deseo por curarlo y reármalo del daño que el mismo había hecho. Traer al Joshua de siempre de vuelta, el Joshua antes de conocerlo a él.
Realmente esperaba su exnovio no llegase borracho, porque eso haría despertar desorientado e intentando huir de su lado. Activó sus sentidos, no había rastro de alcohol en el ambiente, pero aun así no se confiaba del todo.
Al abrir los ojos, el castaño se encontró con la imagen de su exnovio observándolo. No había sido un sueño, pensó.
- Hola – habló Jeonghan con una expresión neutra, mientras el menor se frotaba un ojo debido a los rayos de sol.
- Buen día – Joshua sonrió estirando su cuerpo, provocando que sus extremidades se entrelazaron aún más – Buen día – repitió mientras tomaba el rostro contrario para unir sus labios en un casto beso, Jeonghan lo recibió más que feliz.
- Buen día – ahora el mayor es quien robaba otro beso - ¿Cómo has dormido? – Joshua nunca lo había confesado, pero para él, el momento en que Jeonghan se veía más hermoso, era en las mañanas, cuando su piel se encontraba más pálida y sus ojeras un poco marcadas, eso le fascinaba.
- Excelente – respondió luego de un fugaz pensamiento.
- ¿Y tú? – Jeonghan simplemente asintió. Tenías que conocerlo muy bien para saber que eso significaba que también había dormido excelente. No le gustaba hablar demasiado en las mañanas. Simplemente odiaba las mañanas y a las personas animadas en las mañanas.
Ninguno haría más preguntas de las debidas, porque se conocían muy bien o por miedo quizás. Miedo a abrir un portal de dudas y cuestionamientos que solo causaría dolor.
– Me quedaría aquí todo el día, pero necesito una ducha con urgencia ¿me harías el favor de prestarme el baño? – Jeonghan asintió robándole un beso - Y una toalla si no es mucha la molestia.
- Te la llevo enseguida – sonrío, se sentía tan familiar. Como si el tiempo no hubiese pasado-
Mientras el menor se duchaba, decidió ir hasta la cocina y encontrar algo decente que desayunar. Comprobó la hora y eran las pasado las 10 de la mañana, una hora prudente, pensó. De pura curiosidad fue hasta la habitación de su primo para comprobar su estado y hallar la forma de darle un sermón, solo por diversión. Pero no se encontraba ahí, tampoco en la sala, ni en el baño. Ahora sí que tendría que preparar un gran sermón y eso le alegraba aún más el día.
Por eso y la presencia del castaño se dispuso a preparar un desayuno al más puro estilo de los viejos tiempo. Puso un poco de música, algo que solo hacía Jihoon en ese lugar desde que había llegado.
El castaño demoró más de lo esperado, dándole tiempo a al mayor para terminar el desayuno y servirlo de una manera linda. Se sentía bien, demasiado bien el estar haciendo algo por otra persona de manera genuina.
- Wow que olor – Joshua ingresó a la cocina sobresaltando un poco al mayor – desayuno americano – habló con la voz animada tomándolo por la cintura mientras se entretenía con el cuello contrario.
- Te vez muy bien con mi ropa – bromeó, pero hablaba en serio.
- Gracias – sonrió y lo besó, estaba vez era un beso de verdad. No como los de la mañana.
- Tengo una duda ¿Se puede saber dónde está Jihoon? – preguntó de inmediato y un poco más serio.
- Uf que hambre que tengo, porque... - intentó esquivar el tema en tono de broma, alejándose.
- Joshua – acusó apretándolo a su cuerpo – te dije que no bebiera mucho.
- Bueno es un hombre adulto ya y debería aprender a cuidarse solo. Igual yo lo vi bien – se defendió - él no llegó simplemente para hacernos el favor – elevó ambas cejas coquetamente abrazándolo por la cintura- deberías estar agradecido – tomó una tostada detrás de su exnovio y la llevó hasta los labios contrarios, avisando que el tema terminaba ahí. Además, realmente tenía hambre.
- Ajá ¿con quien se ha ido?
- No lo sé, no lo vi – dijo esquivando los ojos de su amante exnovio.
- Mentiroso – dijo apagando el fuego de la cocina.
- En serio, me pasó las llaves y se fue – realmente mentía, excepto con que se veía en un buen estado - ¿Por qué no me besas un poco? – dijo sobre los labios de Jeonghan, siendo correspondido – no vamos a gastar nuestra energía hablando de Jihoon – rodó los ojos y tema terminado. No existe mejor medicina que un buen beso.
Desayunaron, se besaron, rieron de cualquier tontería, se besaron, escucharon música, se besaron, se mimaron y se besaron, durante toda la mañana.
Durante la tarde, el mejor panorama fue hace el amor, en libertad y sin enredos de por medio. Solo ellos dos. Fue diferente a todas las otras veces, había sido suave, lento y tranquilo. Como si el tiempo no existiese por aquel día, se concentraron en el otro, sin revisar redes sociales y sin ver la televisión, con suerte abrieron las cortinas para un poco de luz. Podían tener cientos de llamas perdidas o el mundo se podía estar cayendo a pedazos, pero eso no era prioridad en ese preciso momento.
- Jeonghan, Por... – preguntó el castaño pasando sus yemas suavemente por los costados de su ex novio, ahí donde había varias cicatrices, algunas a medio sanar y otras a rojo vivo. También las había en sus muñecas y muslos. Algunas profundas y otras superficiales.
- No preguntes – lo cortó alejando su mano. Joshua besó una de sus costillas con cuidado – son viejas, antes de volver aquí – respondió con culpa en su voz. El castaño continúo besando desde sus muslos hasta sus pies, mientras Jeonghan se mordió la lengua para no llorar o reír, o ambas.
- No perecen tan viejas – dijo incrédulo pasando la yema de sus dedos por las cicatrices más rojas.
- Lo son – se limitó a decir, evitando mirar – me tatuaré una vez que sanen – habló intentando sonar entusiasta.
- ¿Así? – respondió emocionado mientras acariciaba su rostro. No quería llevar la emoción del día a un extremo melancólico – me parece estupendo ¿has pensado en algo en especial?
- Las taparé todas con tu nombre, cien veces tu nombre – ambos estallaron en risa ante su comentario.
- Si no viniera de ti, lo encontraría descabellado, pero sé que eres capaz – desnudos bajo las sabanas sus cuerpos se tocaban con cada movimiento, creando una sensación exquisita.
- Ya lo pensé – su voz se volvió más chillona- letras coreanas, japonesas, chinas, americanas – dijo haciendo formas en el aire. La verdad es que es ultima idea, la del nombre, se le acababa de ocurrir, pero era una buen idea.
- Suena tentador, envíame una foto – habló besando la piel visible de su cuello.
- Tienes que acompañarme – sonrió.