No me conoces, pero soy tu me...

By CataKaoe

1.3M 146K 47.2K

¡GANADORA WATTYS! ¡A la venta las mejores librerías de Chile! ¡Regresa a Wattpad COMPLETA por tiempo limitad... More

#NMC ¡Regresa a Wattpad!
Sinopsis
. . .
1. Día Cero
2. ¿Qué está pasando?
3. Ley del hielo
4. Disculpas
5. Investigación
7. Trampa
8. Búsqueda
9. Entrando en calor
10. A prueba
11. La excusa perfecta
12. Encuentros cercanos
13. Retirada
14. ¿Más que amigos?
15. Apariencias
16. Tomando la iniciativa (primera parte)
16. Tomando la iniciativa (segunda parte)
17. Persona non grata
18. Leña al fuego
19. Efectos secundarios
20. Desolación
21. Elefante en la habitación
22. Reacción Química
23. Trinidad (primera parte)
23. Trinidad (segunda parte)
24. Reacción Física
25. Día Cero
26. Levántate (y anda)
27. Punto ciego (primera parte)
27. Punto ciego (segunda parte)
28. Verdad o consecuencias
29. Número desconocido (primera parte)
29. Número desconocido (segunda parte)
30. Café con leche
31. Beneficio de la duda
32. A escondidas (primera parte)
32. A escondidas (segunda parte)
33. Deseos ocultos
34. Despertando sospechas
35. Miradas indiscretas (primera parte)
35. Miradas indiscretas (segunda parte)
36. Pensamiento recurrente (primera parte)
36. Pensamiento recurrente (segunda parte)
37. Opuestos equivalentes
38. Gran hermano
39. Fashion Emergency
40. El Tri
41. Ruleta rusa
42. Déjate llevar
43. Lo que me hiciste hacer (primera parte)
43. Lo que me hiciste hacer (segunda parte)
44. Pieza oscura
45. Ahora o nunca
46. No te vayas
47. ¿Dónde estás? (primera parte)
47. ¿Dónde estás? (segunda parte)
48. Revelaciones
49. Lo que nunca te dije
50. Todo lo que siempre quise oír
51. Cuenta regresiva
. . .
52. Reset (primera parte)
52. Reset (segunda parte)
Epílogo
Fanarts I
Fanarts II
Fanarts III
Fanarts IV
Fanarts V
* ¡NMC SE PUBLICARÁ EN FÍSICO! *
Fanarts VI y Recomendaciones
¡"NMC" Ya está disponible en librerías de todo Chile!
¡LANZAMIENTO DE NMC!

6. Evidencia

24.5K 2.7K 507
By CataKaoe

Historia publicada en papel por Penguin Random House Grupo Editorial. Puedes encontrarla en las mejores librerías de Chile


Apenas llegué a la casa, lancé mi mochila en el sillón de la entrada, anuncié mi presencia a gritos y entré corriendo a mi habitación, dejando atrás la voz de mi hermana que gritaba algo que no logré, ni me molesté en entender.

Subí a mi cama para alcanzar la repisa más alta de la estantería donde guardaba cosas que rara vez utilizaba del colegio. Sin duda tenían que estar ahí.

—¿Buscas algo? —La voz de mi hermana, quien me había seguido hasta mi habitación, sonaba molesta. Seguramente por la forma en que entré sin apenas saludar.

Sin girarme siquiera, ignoré su pregunta y continué con mi búsqueda. No me gustaba responder preguntas obvias. Necesitaba encontrar los anuarios y para eso necesitaba privacidad y concentración.

—No te hagas el sordo, sé que me escuchaste. —me increpó, acercándose a mí.

—Si no te respondí, es porque estoy ocupado, Paula. —Devolví de un golpe los libros que estaba revisando. Había terminado de inspeccionar visualmente la repisa superior, pero los anuarios no parecían estar ahí.

Me bajé de la cama y empecé a abrir y cerrar cajones, cuando sentí un fuerte portazo detrás de mí. Pude imaginar a Paula escupiendo fuego por la boca.

Estuve cerca de una hora buscando los condenados anuarios, sin éxito. Fue mi estómago el que me suplicó que hiciera una pausa para comer algo y retomar después, a lo que me vi obligado a acceder. Cuando bajé a la cocina, Paula ya había terminado de tomar su té y guardaba los comestibles. Quise reclamarle por no haberme esperado, pero tuve que tragarme mi queja. Después de todo, no había sido un modelo de amabilidad con ella. En silencio empecé a sacar de nuevo las cosas del refrigerador y de la despensa, cuando Paula me volvió a hablar.

—¿Pasó algo con Solae? ¿Cómo es que no estás con ella?

Me volteé y la miré atónito, desafiándola a que me repitiera la pregunta. ¿Acaso Paula sí recordaba mi amistad con Solae?

—¿Qué te pasa que estás tan raro? ¿Por qué me miras así? —me preguntó, con una mueca de disgusto al ver mi expresión. Con mi hermana menor no éramos precisamente muy unidos ni comunicativos.

—¿Estás hablando de Solae, mi mejor amiga, verdad? —le pregunté poniéndome frente a ella, ilusionado de por fin encontrar a alguien que me entendiera.

—Tu única amiga, querrás decir. —respondió, pero ignoré su sarcasmo.

—¡No, en serio, Paula! Necesito que me digas que Solae es mi mejor amiga. —le pedí poniendo mis manos sobre sus hombros, con cara suplicante.

—¿Me estás tomando el pelo, verdad? —dijo zafándose de mí y dirigiéndose a la salida de la cocina. —Ahora yo no tengo tiempo para tus tonteras.

Odiaba admitirlo, pero necesitaba la ayuda de mi hermana y al parecer tendría que tragarme un poco de mi orgullo si quería conseguir su cooperación.

—Los anuarios. Estoy buscando los anuarios. —le grité, cediendo al fin. Mi hermana era súper cotilla. Sabía que si le entregaba información más personal podría hacerla colaborar. Y no me equivoqué. Logré que se volteara y sus ojos se agrandaran brillantes de curiosidad.

—¿Y para qué necesitas los anuarios con tanta urgencia? —Había empezado su interrogatorio.

—Si me ayudas a encontrarlos y me respondes algunas preguntas sobre Solae, te cuento.

—¡Ahá! Ahora entiendo todo. Por fin te diste cuenta que estás enamorado de ella. Aunque todo esto de los anuarios... ¿Es para preparar una especie de confesión?

—¿Qu- Qué? ¡No sé de qué hablas! Ya sabes cuánto me fastidia Solae. —Su expresión con ceja levantada y brazos cruzados me decía que nada de lo que le dijera la sacaría de su convicción.

—Me dijiste que me ibas a decir la verdad y yo pensé que por fin lo confesarías. Si vas a inventarte algo, no me interesa ayudarte. —Paula otra vez intentaba esquivarme, sabiendo que la necesitaba.

—Deja de hacerte la interesante. Lo que te voy a decir es mucho más extraño y confidencial que algo que solo está en tu imaginación.

—Algún día tendrás que admitirlo, pero te lo dejaré pasar esta vez. —me dijo después de pensarlo un momento. A continuación me pidió que la acompañara a su cuarto.

Ir a su habitación era algo que siempre que era posible, evitaba. Ver toda su ropa tirada sobre una silla, cosas sobre la cama, e incluso tazones abandonados con líquidos de caducidad indefinida, me provocaba tics nerviosos. Sin embargo, ella sabía ubicarse dentro de su desastre. Apenas entró, despejó un par de cosas de debajo de la cama y sacó una caja donde estaban todos los anuarios, incluidos los de cuando yo era pequeño y ella aún no estaba en el colegio.

—¿Esos no son mis anuarios? —pregunté al ver que de algunos tenía dos copias.

—Tú mismo me los diste —me respondió frunciendo el ceño ante mi acusación. —De todas formas, acá están si los necesitas. —me dijo, mientras me pasaba una copia de los más antiguos hasta el más reciente.

Casi sentí ganas de abrazarla, pero por supuesto que no lo hice. Ni con mi hermana ni con nadie solía tener ese tipo de impulsos tan cariñosos.

Me apresuré a abrir el primero a mi alcance, que era el más antiguo y lo hojeé entusiasmado. Paula me miraba intrigada, seguramente preguntándose qué podía interesarme tanto en un impreso tan añejo.

—¡Ajá! ¡Lo sabía! —exclamé triunfante. Paula miraba la página donde salíamos todos los de mi curso cuando pequeños, sin entender nada. Su mirada me exigía explicaciones.

—¿Ves a ese tal Anton Rissey por alguna parte? —le pregunté exaltado, poniéndole el anuario abierto prácticamente en su cara.

—¿Anton qué? —Me quitó el anuario y lo alejó para poder ver bien de qué le estaba hablando. Yo solo quería que se apurara en confirmar que sus ojos veían lo mismo que yo. –Acá no sale ningún Anton. ¿Quién es ese?

—¡Exacto, no es nadie y me acabas de ayudar a confirmarlo! —respondí satisfecho. Anton no salía en la lista de alumnos. Y ciertamente tampoco figuraba en la foto oficial. Para asegurarme, también revisé las fotos de los otros cursos de ese mismo año, pero para mi alivio tampoco aparecía. Uno a uno, fui tomando los otros anuarios, repitiendo la misma búsqueda, mientras Paula me ayudaba con los otros ejemplares haciendo lo mismo, sin entender por completo por qué era tan importante para mí.

Luego de terminar de revisarlos todos, pudimos comprobar que efectivamente el rubio amigo de Solae no figuraba en el registro de ninguno de los anuarios. El famoso Anton Rissey era totalmente una farsa y esta era la prueba.

—¿Viste? ¡No estoy loco! —exclamé nuevamente, con energías renovadas, pero estoy seguro que en ese momento Paula no estaba muy de acuerdo.

—¿Ahora sí me vas a explicar? —me exigió mirándome de brazos cruzados. Me tocaba cumplir con mi parte del trato y contarle quién era Anton. Durante mi relato, Paula me escuchó con atención, extrañadísima. Ciertamente ella, que por tener catorce años estaba dos cursos más abajo que nosotros, tampoco había oído nunca antes acerca de él y según me dijo, ya deseaba conocer en persona al impostor que tenía a todos engañados.


—Hay otra cosa que me preocupa. —añadí, una vez que ya tenía a Paula como mi aliada—. No solo la aparición de Anton es extraña, sino que desde que llegó, Solae ya no me reconoce como su mejor amigo.

Paula soltó un bufido, intentando ahogar su risa. —¿En serio? ¿Solae desconociéndote? —Su impresión era genuina.

—Sí, aunque suene increíble —añadí un poco irritado. Mi hermana conocía tan bien como yo la intensa relación de acoso constante que recibía de Solae cada día.

—Pero ¿Y no deberías estar contento? Después de todo, lo único que haces es quejarte de Solae. Si es verdad que no te gusta, es como si tus deseo por fin se hubiese hecho realidad. ¿O no?

Era lo que yo pensaba. Miré la foto del anuario que yacía abierto sobre la mesa, donde aparecíamos Solae y yo a los trece años. Ella siempre mostrándose alegre, como si nunca nada malo ocurriera en el mundo, mientras que yo posaba con expresión de oler algo que estaba podrido. No podíamos ser más distintos y no era precisamente un secreto que varias veces deseé que Solae dejara de ser tan intensa y me dejara en paz.

Al parecer, ese anhelado día finalmente había llegado.


Para más información sobre como comprar el libro en tu país en físico y/o digital: www.catakaoe.com y mis redes sociales: @CataKaoe

Continue Reading

You'll Also Like

2.3M 141K 105
Libro uno de la Duología [Dominantes] Damon. Un hombre frío, amante de los retos, calculador... decidido. Se adentra en un mundo desconocido, donde l...
»Delilah« By Yud

Short Story

17.5K 2.5K 7
»Muy rápido para la libertad.« |Jude 2015|
946K 81.8K 40
¿Y si por accidente te ganas el odio del cantante más famoso del país? *♫* Kale es el cantante juvenil más amado de la década, pero está cansado de s...
250K 9.7K 41
Se llama Marcos. Se apellida Cooper. Y toca la guitarra. Jude Brown es una estudiante de periodismo, tras un largo camino en su vida, tiene que busc...