Internet [EvexSou]

By indigosou

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Como es habitual, Sou utiliza la computadora para hacer nada. Un día, le habla un desconocido que cambiará su... More

Internet
Espectáculo
¿Sentimientos encontrados?
La videollamada
No lo esperaba
Agencia
¿Audición?
Estoy bien
Teléfono
El número
Desconocido conocido
Eve
Gustar, ¿Y el sentido?
Indirectas, transporte y ¿un nuevo amor?
Malentendidos
¡No me metas en esto!
Dulce escondite
El premio
Estamos bien, ¿Verdad?
Exhausto
Viaje
Los años
¿Y ahora qué?
Comienzo

¡Me gustas!

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By indigosou

-Sou-kun...¿Qué has visto exactamente? Creo que no estoy entendiendo...

-¡Eve...!- mi voz se quebró, pero aún así, quería expresarme correctamente.- ¡Realmente me gustas! ¡Me ha dolido verte en esa situación con él!- comencé a llorar sin calma alguna frente a él.

-Sou...kun...

-Me duele mucho, Eve, ¡Demasiado! ¡Desde que te he conocido, todo esto ha sido un problema para mi! ¡Sufro todo el tiempo cuando pienso en ti! ¡Me duele el pecho!- toqué el lugar mencionado.- ¡¿A ti no?! ¿Soy...el único que está sufriendo? ¡Dime!

No quiero escuchar respuesta alguna que pueda hacerme sentir peor de lo que estoy, la mejor decisión será que por hoy, descanse en casa...
Me di la vuelta y me digné a parar un taxi, que llegó rápidamente.
Pero cuando abrí la puerta, sentí un agarre en la muñeca, sin mirar a quien ya sabía que hacia esa acción, dije:

-Suéltame, por favor.- aún lloraba.

Él no contestaba, sólo me agarraba.

-¡Suéltame!- jalé mi brazo de un tirón y entré al taxi.

Eve se pegó en la ventanilla pidiendo que la baje, pero no le hice caso y ordené arrancar.
Como en cámara lenta, me alejaba de la horrible escena que había vivido hace menos de diez segundos.

Una vez en la entrada de casa, pagué el taxi y caminé hasta la puerta, saqué las llaves y...¿Eh? ¿Y las llaves? ¡Agh! ¡Este día sólo sabe empeorar!

Lo peor, es que son las 18:30, está anocheciendo, como es común en invierno, oscurece temprano y las noches son notablemente más frías.

Toqué el timbre y la puerta hasta cansarme, al parecer, mi madre aún no había llegado. Me senté rendido y saqué mi teléfono para marcar a Kradness, tal vez él las habrá visto por allí.

-Kradness...- hablé dudoso hasta que contestó. - ¿Has visto mis llaves por allí? No puedo entrar a casa...

-Vaya suerte, Sou, ya me he ido de la agencia, lo siento...

-Oh...¿Qué haré?

-¿A qué hora vuelve tu madre?

-No lo sé, le preguntaré ahora, espera ahí, ¿Bien?

-Está bien.

Fui directamente a crear un nuevo chat con mi madre.

Sou: ¿A qué hora volverás hoy?

-Estoy esperando a que conteste...

-¿Tardará mucho? Debo ordenar mi habitación, así podré jugar en la computadora tranquilamente...

-Lo siento...¡Oh! Me ha llegado un mensaje, espera, lo leeré.

Eme: Más o menos a la madrugada, ¿Por qué?

Oh, mierda...

Sou: Creo que me he dejado las llaves en casa...

Eme: ¿Realmente? No tienes remedio, hijo. ¿Qué harás ahora?

Sou: ¡No lo sé!

Eme: Espera.

-Mi madre me ha dejado en espera...ah...¿Kradness sigues allí? Oye, vago, te has ido a jugar a la computadora?

-Sou...puedes venir a dormir aquí. Tu madre acaba de llamar y habló con mi madre.

-¿En serio? ¿No es molestia para ti?

-¡Por supuesto que no! Ven ahora.

Espero el autobús, que hasta ahora no he podido tomar.
¿Cuántos grados hacen? ¿10? Y yo sólo estoy usando una campera fina y una bufanda ligera.
Se está tomando su tiempo...

Intenté soplar mis manos y poder juntar aire caliente, pero aún así tenía frío.

Mi celular comenzó a vibrar, me alarmé, ya que está muy oscuro y parece ser un ambiente silenciosamente peligroso.

-¿Qu-quién es?- pregunté.

-¡Soy Eve! ¿Has llegado bien a tu casa?

-Sí.

-Ah~, no me mientas, Sou-kun...no tienes llaves, ¿Verdad?

-¿C-cómo lo sabes? ¡¿Tú las tienes?!

Al otro lado de la línea, escuché un tintineo como el que las llaves saben emitir.

-Sí, cuando volví a la agencia, me crucé con Isubokuro y él las tenía, ¿Se las diste tú?

-¿I-Isubokuro?

¿Pero cómo? ¿Cuándo?

-Ya veo, tú no se las has dado...

-¡Las iré a buscar!

-Pero Sou-kun, son casi las 19:20...es peligroso.

Yo sólo quiero no involucrarme por ahora con él, más que nada, porque lo de recién...mi-mi confesión...ah~ fue vergonzosa...

-Bien, déjalas a Kradness o Luz-san...yo las iré a buscar luego.

-...¿Tratas de evitarme?

-No...sólo que es más fácil encontrarme con ellos.

Un suspiro se escuchó al otro lado, creo que fui muy obvio.

-Si así lo quieres... entonces dejaré las llaves con Kradness, adiós.

Luego de la llamada, por fin, el autobús se dignó a venir. Subí y pagué, el amable conductor me deseó buenas noches y partió hacia el destino indicado.

Caminé temblando hacia la casa de Kradness, y si tengo suerte, allí debe haber calefacción que me haga entrar en calor.

Una vez en la puerta, toqué el timbre y rápidamente la madre de Kradness abrió.

-¡Sou-kun! ¡He hablado con tu madre, pasa!- tocó mi espalda haciéndome pasar.- ¡Oh, vaya! ¿Tienes frío?

-Un poco...gracias.

-En la habitación de Kradness hay calefacción, ve allí, luego les traeré algo de comer.

-¡Muchas gracias!- dije con el pie subiendo un escalón.

-¡Oh, sí, Sou-kun! Hay un amigo de Kradness, vino de visita hace unos minutos antes que tú.

¿U-un amigo? ¿Quién? ¿Luz-san? Kradness no es de tener muchos amigos...hombres, es más común que esté rodeado de chicas...

-Ah...b-bien...- seguí pisando escalones hasta llegar a su puerta.

No, Luz-san no puede ser, él está en su casa...¿o no?

-Kradness, voy a pasar...- abrí lentamente la puerta para evitar interrumpir lo que esté pasando.

-Entonces le he dicho que para hacer eso, habría que ser un despistado~- la voz juguetona de Kradness fue lo primero en escucharse.

-Oh, vaya, realmente lo es~.- una risa fue acompañando su anécdota.

Allí estaba Kradness sentado alrededor del kotatsu e Eve a un lado contrario.

-¡Hey Sou, has llegado!- exclamó Kradness.

-E-Eve...

-Mira...- metió la mano en su bolsillo, para luego sacarla junto con las llaves de mi casa.- las he traído~.

-Gr-gracias...

-Ven, ven, siéntate.

No podía sentarme junto a Kradness, porque guardó esas esquinas del kotatsu, no tuve opción, me senté junto a Eve, pero guardando distancia.

-En realidad...puedo irme ya, te-tengo las llaves...

-No, no, quédate, si los tres dormimos aquí, será más entretenido~.- agregó un tono juguetón.

-¿Qué?- miré a Eve.- ¡¿Te quedarás?!

Eve asintió y posó los codos en la mesilla.

Me he decidido a quedarme, ya era muy tarde para irme, además de que mi madre tuvo que tomarse las molestias de llamar aquí...ah~ ¿Qué opción tengo?

Por suerte todo está muy tranquilo por ahora.

Por ahora.

Cuando posé mi mano sobre el suelo alfombrado, sentí un roce cálido, no le tomé importancia, pero luego, vi que Eve también posó su mano en el suelo mientras escuchaba a Kradness contando otra anécdota.
Sus dedos tocaron los míos y por reflejo los alejé un poco fingiendo que no me di cuenta de tal acción.
Qué suerte que Kradness no puede ver esto, ¡Gracias kotatsu!

Estornudé y mis cabellos se salieron de lugar, tomé eso como excusa para sacar mi mano y acomodarmelos nuevamente.
Eso funcionó, qué alivio~.

¿Qué tratas hacer con tu mano, Eve?

Las anécdotas de Kradness seguían y nuevamente los dedos de Eve intentando realizar la acción que antes no pudieron, ¿Por qué soy tan despistado de volver a la misma posición?
Ésta vez, Eve sacó su mano para acomodar su barbijo, y la mía, fue libre de volver correctamente a su posición.
Eve bajó su mano y con un dedo, tocó mi mano como si apretara un botón. No hice ninguna acción al respecto, y seguí escuchando atentamente a mi amigo.

Su mano...sus dedos delgados...estos comenzaron a entrelazarse con los míos, intenté librarme pero jaló suavemente de ellos...ah~, soy tan tonto que le seguí el juego...me dejé llevar.

La puerta de la habitación de Kradness se abrió repentinamente, dando paso a su madre.
Rápidamente desenlazamos nuestras manos que yacían juntas.

Apoyé mis dos manos en mis piernas e Eve sobre la mesa.

-Les he traído algo de té~.

-Mu-muchas gracias...

-Mamá...toca la puerta...

Posó las pequeñas tazas y una tetera en la mesilla y acomodando la bandeja dijo:

-Oh, lo siento~.- y se retiró.

Uff~ por poco...
Escuché una risilla proviniendo de Eve y Kradness lo siguió.

¿En qué estabas pensando, Sou?
No debería involucrarme con Eve...me meteré en problemas...

-¿Sou? ¿Estás bien? Estás todo rojo...- la voz de Kradness interrumpió mis pensamientos.- ¿Quieres que le baje a la calefacción?

-Ah...n-no, deja, está bien así.

-¿Seguro?- agregó Eve.

-S-sí.

-¡Tu rostro empezó a arder más! Iré a decirle a mi madre que baje la temperatura de aquí, ¡Ya vuelvo!

Kradness salió por la puerta dejándome aquí solo con Eve.

El lugar está completamente en silencio. Silencio que fue interrumpido por la voz de Eve.

-También me gustas.

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