Dedicado a:
BLOOMPJM
gracias por estar ahí para mi siempre, leyendo mis tontos msjs y ayudarnos mutuamente en nuestros bloqueos.💖
《⏳》
El pálido hombre, ingresaba a la clínica, muy apresurado recibiendo breves saludos de parte de sus compañeros de trabajo. La voz de su mejor amigo le hizo sentirse muy preocupado, así que no dudó en ir a acompañarlo.
En cambio Jimin, por más que también quería ir a ver a su amigo, mejor decidió quedarse en casa cuidando de su bebé. Pidiendo que YoonGi le llamara en cuanto tuviera noticias, pues el clima no estaba para nada agradable como para que él y su bebita salieran.
Llegó con Joy a la recepción preguntando por Taehyung, donde le informó que aún se encontraban dentro de la sala de partos. Se fue en dirección al lugar mencionado esperando con paciencia en uno de los sofá de la sala de espera.
No pasaron ni siete minutos cuando a lo lejos, escuchó el llanto de un bebé. Inconscientemente sonrió, pensando que ese podría ser su nuevo sobrino… o sobrina.
Sacó el celular de su abrigo, para proceder a llamar a su bello esposo e informarle un poco.
—YoonGi… — contestó — ¿Ya estás allá? ¿Ya nació? ¿cómo está Tae? ¿Y el bebé? ¿Y Hoseok? — preguntó desesperado
—Tranquilo, cariño… — rió con ternura — continúan dentro de la sala de parto, no los he visto. Pero…
—¿Pero…?
—Hace un par de minutos, logré escuchar el llanto de un bebé
—¿Crees que podría ser el bebé de ellos? — preguntó emocionado
—Puede ser. Si es así, entonces no tardarán en salir
—Eso espero… — un pequeño quejido de la bebé se escuchó — Oh… tranquila mi bebé…
El pálido sonrió al escuchar a su amado hablar con su hija. Que más quisiera, que estar con sus dos tesoros. Pero en este momento, Hoseok su mejor amigo, necesita de su apoyo.
—¿Qué tiene, SunMi?
—No es nada, sólo… un segundo — se escuchó ruido de la otra línea y a Jimin murmurar con voz dulce, logrando calmar los quejiditos de la niña — …listo, estaba en la cama así que la tomé en brazos… ¡Oh, despertó!
—¡Pon el altavoz! Quiero hablar con ella — la risita de Jimin se escuchó
—De acuerdo… — quitó el teléfono de su oreja y presionó el altavoz, dejando el celular sobre el colchón — listo, puedes hablarle
—SunMi-ah~ ¿Has despertado, muñequita? — dijo con voz dulce — ¿Me extrañas?, Papá volverá pronto a casa…
Del otro lado de la línea, Jimin sonreía con ternura, viendo como SunMi parpadeaba, dejando ver sus bellos orbes oscuros y sus lindas pestañas que comenzaban a crecer.
Por otra parte, Min Namjoon desde el otro lado del corredor, observaba a su hermano menor, hablar con amor, dirigiéndose a su hija.
—Mi hermanito ha crecido tanto… — murmuró para si mismo muy orgulloso
Unos minutos después, vió como colgó la llamada y se acercó de manera sigilosa.
—YoonGi, ¿Qué haces aquí? — preguntó sentándose a su lado
—¡Nam! — el pálido se sorprendió — Oh, Taehyung está dando a luz, Hope me llamó
—¿Qué?, ¿De verdad? — el menor de los dos asintió — entonces el parto se adelantó…
—Sí, Hoseok me llamó muy asustado
—Me lo imagino… — hizo una mueca rascando su nuca
—Oye por cierto, ¿Jin y Yeri ya se han recuperado del resfriado?
—Ya casi — rió — están que se mueren por ir a tu hogar, sólo han visto a SunMi el día que nació
Se enfrascaron en una cómoda charla, contando todo lo que sucedió durante la semana que acababa de pasar. YoonGi le contó a su hermano mayor, que ya sabía preparar un biberón y que aprendió a cambiar un pañal, Namjoon le felicitó muchas veces, hasta que su móvil timbró, dando a entender que lo necesitaban en su área.
Namjoon se despidió con rapidez de su hermano, yéndose con prisa. YoonGi estaba por sentarse de nuevo cuando vio a Hoseok salir, prácticamente arrancándose el cubre bocas y gorrito.
—¿Hoseok? — habló, llamando completamente la atención del nombrado. — ¿Cómo salió todo?
YoonGi se acercó a su mejor amigo, que se había quedado de pie al verlo. Cuando el pálido se acercó a su amigo, notó que este, tenía sus ojos algo irritados y cubiertos de lágrimas.
—¿Por qué lloras? — se preocupó — Por favor, dime que son lágrimas de felicidad…
La expresión en el rostro de Hoseok era todo, menos de felicidad. Eso encendió mil alarmas en YoonGi
—Hoseok — puso sus manos en sus hombros — dime que pasó, hombre me estás preocupando, no me hagas creer lo que estoy pensando, amigo
Un silencioso sollozo salió de Jung y en un suspiro, había abrazado fuertemente al pálido, sorprendiéndole ante el acto, sin embargo correspondió.
Hoseok no sabía cómo sentirse con exactitud, su niña, su pequeñita hija estaba enferma... sentía el dolor en su pecho presionarle de una manera horrible, como si estuviera recibiendo punzadas directamente hacia su corazón, sí, así se sentía. Sus manos no paraban de temblar, sentía que su respiración se iba de momentos y diablos, estaba tan angustiado, tan preocupado.
—Tu-Tuvimos... — el pálido prestó suma atención a la rota voz de su amigo y tragó en seco —...n-nosotros…
—Espera, Hoseok, debes sentarte, te vas a desmayar — la voz de YoonGi sonó muy preocupada y lo estaba, verlo así lo estaba inquietando bastante
Dirigió a su amigo hacia el sofá en donde hace un momento estaba sentado, divisó un dispensador de agua, llenó un vaso plástico, para después entregárselo a Hoseok, obligándolo a tomarlo todo y luego a respirar profundo, muy profundo. Min, acariciaba su espalda de arriba hacia abajo con la intensión de calmarlo, veía su pie golpetear contra el suelo, sus manos temblar y negaba con su cabeza sucesivamente, estaba ansioso y lo sabía, se notaba claramente.
—Hope… ahora dime, ¿Qué fue lo que ocurrió?, ¿Taehyung está bien?, ¿Tú bebé...?
Hoseok relamió sus labios, dejando salir un suspiro frustrado — Nosotros… tuvimos gemelos, YoonGi. Un niño y... una niñita…
—¿Qué? — se sorprendió — ¿Cómo-…?
Le interrumpió — Por el momento no importa el “como sucedió” — el pálido asintió muy confundido — están muy pequeños...
—Eso es completamente normal en los bebés prematuros, Hoseok, todos llegan a recuperarse... — intentó calmarlo
—No lo entiendes, Yoon —dijo entre dientes, halando de su pelo con angustia — Mi niña está muy mal... es más pequeña que mi hijo, a pesar de que ambos sean prematuros. Mi niño, afortunadamente nació bien, saludable. Pero ella… la tienen conectada a una maldita máquina, dentro de una maldita incubadora, hay muchos cables en su cuerpecito y rostro… no me permiten ver con claridad su carita
YoonGi había quedado en shock ante tal información, no sabía que decir.
—Hoseok…
—Y Taehyung… se desmayó al momento de dar a luz al último bebé…
—Eso es comprensible… Sucedió lo mismo con Jimin, había quedado agotado y cayó inconsciente. No me imagino lo cansado que quedó Taehyung al traer a dos bebés al mundo
Hoseok negó silenciosamente.
—YoonGi… se suponía que este momento tenía que ser de completa felicidad… ¿Por qué no me siento feliz?
—Amigo… — lo estrechó entre sus brazos, permitiéndole llorar en su hombro
—No es justo… ella es apenas un bebé, no es justo que sufra así… — sollozó bajito
—Se va a recuperar, hermano… no hay que perder la esperanza…
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Min YoonGi ingresó a su hogar, siendo recibido por la pequeña gatita, restregándose en sus piernas. Sonrió un poco iniciándose a acariciarla, escuchando su fuerte ronronear.
Se puso de pie, colgando su abrigo en el perchero, caminó a la cocina, para beber un vaso de agua y lavarse las manos, para después subir las escaleras en busca de sus dos tesoros.
No sabe como reaccionará Jimin con la noticia, no quiere que se ponga mal, pero tarde o temprano tendrá que enterarse.
Al caminar por el pasillo, escuchó la voz de Jimin. Sonrió al darse cuenta de que le hacía cariñitos a su bebé y a la vez cantaba. Abrió la puerta de la habitación de ambos encontrándose con la bella escena de Jimin con música instrumental de una canción muy conocida en su celular, bailando lado a lado con su hija.
Now I know I have meet an angel in person… and she looks perfect... I don't deserve this… You look perfect... all the time… — Jimin terminó de cantar cambiando la última línea de la canción, sin dejar de ver los ojitos de su hija. Sonrió y la abrazó amorosamente contra su pecho.
El mayor sonrió enternecido al presenciar tan bella escena, la voz de Jimin cantando, era lo más bello que YoonGi podría escuchar. YoonGi ama de verdad la voz de esposo.
—Siempre lo diré, cariño… — se adentró a la habitación, haciendo dar un pequeño salto de susto a Jimin — …amo demasiado tu voz, cantas precioso
—YoonGi… — sus mejillas se ruborizaron — No te escuché llegar…
—Llegué justo a tiempo… — se acercó, posando sus manos en las bonitas caderas, para después dejar un corto beso en esos gruesos labios — …para ver el final de esta bella interpretación… — frotó sus narices, deslizó una mano a la mejilla ruborizada, acariciando con su pulgar — tenía mucho tiempo sin escucharte cantar, cariño…
—S-sí… yo, quise cantar un poco para SunMi…
—Ya veo — sonrió dirigiendo su vista a su hija, que mantenía sus hermosos ojitos abiertos — SunMi-ah~ ¿verdad que papi canta precioso? — la pequeña parpadeó — ¿Lo ves? SunMi, dice que sí
—Tonto… — rió avergonzado. Caminó hasta la cama, sentándose en la orilla — Entonces, ¿Qué sucedió?, ¿Ya nació el bebé? — preguntó emocionado
—Pues… — rascó su nuca, pensando como decirle todo de manera sutil — ¿Puedo sostener a SunMi?
—Oh, no necesitas preguntarlo… — un poco confundido por la actitud de su esposo, extendió sus brazos entregándole a la bebé
El mayor sostuvo a su hija con muchísima delicadeza. Tocando sus manitas y acariciando la pequeña carita. Jimin estaba enamorado de la forma en que YoonGi observaba a su hija.
Pero había algo… Jimin notó algo raro en su pareja. En la forma en que abrazaba a su hija y murmuraba cuanto la ama.
—Te amo mucho, mi niña… — repartía besitos en la pequeña frente y rebosantes mejillas. La acomodó contra su pecho, acariciando su espaldita y besando su cabecita
—YoonGi… ¿Sucedió algo? — cuestionó mordiendo su labio
—Jimin… — suspiró bajito acomodando bien a su hija entre sus brazos. Se acercó a su esposo sentándose a su lado — sucedió algo, inesperado...
—¿Inesperado? — se asustó cubriendo su boca — YoonGi, no me digas que el bebé de Tae-…
—¡No, no! — alzó la voz, causando un quejidito en su hija. La meció lado a lado y reguló su voz — No es lo que piensas…
—¿E-entonces? — se relajó un poco — ¿Qué quieres decir con inesperado?, me asustas
—Tuvieron un niño, fuerte y saludable… — los ojos de Jimin se iluminaron — …también tuvieron una pequeña niña…
—¿Qué? — abrió enormemente sus ojos — Taehyung… ¿Tu-tuvo dos… bebés?
Asintió observando a su hija quedándose dormida — Al parecer, la pequeña estaba siendo escondida por su hermanito ahí dentro… a causa de eso… — suspiró y acarició la mejilla de su bebé con ternura — No se desarrolló bien… nació aún más pequeña que el niño y… con problemas respiratorios. Sus pulmoncitos no han madurado, así que está conectada con oxígeno, para ayudarle a respirar en lo que terminan de madurar…
YoonGi levantó su vista, dirigiendo ahora su atención a su pequeño esposo, grande fue su sorpresa al verlo con los ojos cubiertos de lágrimas.
—¿Minnie?
—¿P-por qué? Tae y Hobie no merecen esto… por dios, ¡Taehyung! — talló sus ojos — ¿cómo está, Taehyung? ¿lo viste?
Negó despacio — Él… aún no despierta, cariño
—N-no puedo imaginar como se pondrá cuando se entere de lo de su bebita — negó preocupado. Pero un sollozó le distrajo.
Observo a su esposo que no quitaba la vista de su hija, mientras delicadas lágrimas caían
—YoonGi… e-estás llorando…
Eso le sorprendió a Jimin de verdad. YoonGi es muy sensible, pero jamás llora con facilidad. Han sido contadas las veces en las que Jimin ha visto a YoonGi llorar y sólo han sido situaciones de felicidad y otras en las que el dolor le supera. Y ésta al parecer es una de ellas…
—Sentí impotencia cuando vi a la pequeña… en esa incubadora, cubierta de cables, sondas en su cuerpecito y en su diminuta nariz… — sollozó sin dejar de observar a SunMi — de inmediato pensé en nuestra hija… no quiero ni imaginar como estaríamos tú y yo si nuestra niña, estuviera en ese lugar. No soportaría verla así…
—YoonGi no… — lloró hundiéndose en su pecho. Min rodeó la espalda de su amado con su brazo libre
—Jimin… tú y mi hija son lo más importante que tengo. Por ustedes haría todo, con tal de mantenerles con bien, te lo juro… no soportaría que estén mal
—Te amamos, YoonGi… — murmuró contra su pecho
—Ustedes son mi vida, los amo más que a nada… — suspiró
Pasaron los minutos en los que se mantenían abrazados… escuchando el palpitar y respirar del otro, mientras observaban a su pequeña hija dormir… no pasó mucho tiempo para que la bebé comenzara a removerse. Su hora de comer había llegado
Jimin se puso de pie y tomó el pequeño biberón que tenía preparado minutos antes de ponerse a cantar y bailar con su hija. YoonGi lucía ansioso de consentir a su bebé, así que le entregó el biberón para que él la alimentara.
El pálido se acomodó en la cama y procedió a alimentar a su hija. Jimin aprovechó para ir a darse una ducha rápida. Pues desde que SunHee se fue, no han tenido oportunidad de darse sus típicos baños juntos, ninguno quiere dejar a su hija sola. Aún si esté dormida, no alejarán la vista de ella.
En lo que Jimin se daba una ducha caliente, YoonGi admiraba a su hija, se sentía afortunado de tener a su pequeña saludable y completamente a salvo en sus brazos.
No puede evitar pensar en su mejor amigo y lo que debe estar sintiendo. YoonGi jamás había visto a Jung Hoseok así, le preocupa bastante. Quería quedarse con el y apoyarlo, pero el nuevo padre, le pidió que por favor se fuera, necesitaba estar a solas con Taehyung aún si el aún no despertaba. Además de que iba a ver a su hijo a los cuneros y a su niña en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales.
El pobre hombre iba y venía de un lado a otro sin parar. Min, le pidió que, por favor le llamara si necesitaba algo, cualquier cosa.
YoonGi acunaba a su hija en sus brazos, después de palmear su espaldita. La pequeña mantenía sus ojitos abiertos y el pálido sentía que su hija lo estaba viendo directo a los ojos. Cosa que es imposible ya que aún no es capaz de enfocar… pero él lo percibía así y eso le hacía sentir tranquilo.
SunMi cerró sus ojitos, formando un par de medias lunas, idénticos a los de Jimin. Movió su boquita y en un letárgico movimiento sus rosados labios, se curvaron, dando forma a una pequeña sonrisa.
Eso sorprendió al pálido, pues se supone que los bebés aún no sonríen genuinamente, simplemente son pequeños gestos que hacen inconscientemente. Aún así, eso no quita el hecho de que eso hiciera sentir su corazón cálido, su hija se veía muy bonita así y esa sonrisa en sus ojitos, era igual a la de su amado esposo.
No pasó mucho tiempo para que Jimin, saliera envuelto en su blanca bata de baño, con una toalla secando su cabello. Sonrió con ternura al ver a YoonGi con la cabeza de lado, quedándose dormido, soltando pequeños ronquidos. Echó un vistazo a su hija, notando que mantenía sus ojitos abiertos, mientras su padre dormía
El castaño dejó la toalla en la cama y se acercó para tomar a su hija. Al momento de alejarla un poco del otro, la pequeña comenzó a llorar, así despertando al pálido.
—¿Qué?... ¿Qué pasó? ¿Por qué llora? — preguntó un poco desorientado
—Creo que… esta vez no se quiere alejar de ti — rió bajito dejándola de nuevo en los brazos de su padre. De inmediato su llanto disminuyó — ¿Lo ves?
—Oh… ¿Es cierto, SunMi? — besó su frente y acarició sus cabellitos, dejando escapar un bostezo — ¿No te quieres alejar de papá?
El menor rió al escuchar a su esposo charlar con su hija. Abrió el clóset y sacó unas cuantas prendas, comenzando a vestirse ante la atenta mirada de su pareja. Sintió sus mejillas calentarse, pues claramente YoonGi tenía la mirada clavada en él.
Ya había acabado de vestirse, sólo estaba terminando de ponerse su suéter rojo con rayas negras. Volteó a ver a YoonGi, quien de inmediato dirigió toda su atención a su hija, intentando disimular que casi se comía a Jimin con la mirada.
Tomó con cuidado a la bebé con sus dos manos, levantándola frente a su rostro.
—¿Quién es la niña de papá? — habló con voz aguda, balanceándola arriba y abajo
—¡No hagas eso, YoonGi!
—¿Eh? — abrió su boca confundido
—¡SunMi acaba de comer! Si haces eso ella podría vomi-tar...
YoonGi no se lo esperaba, pero la leche que SunMi había ingerido minutos antes, había terminado en su pecho y parte de su rostro.
Jimin se acercó conteniendo su risa, tomó a SunMi de las manos de su esposo, quien mantenía su ceño fruncido y ojos fuertemente cerrados, en una extraña mueca de incomodidad.
—Creo… — se levantó sin abrir mucho la boca — …creo que iré a darme una ducha
Y Jimin se deshizo en carcajadas.
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Sus oscuros ojos se abrieron de golpe, y sintió como si todo el oxigeno volviera a sus pulmones en ese solo segundo, incorporándose de manera fugaz en la incómoda cama en la que se encontraba. Le tomó unos largos y eternos segundos darse cuenta de dónde se encontraba, y aquello solamente hizo confundirlo mucho más.
Sus ojos se movieron rápidamente, mirando a su alrededor con atención, paredes verdes, una ventana frente a él, un pequeño sofá marrón a su lado izquierdo, y a su derecha, un atril de acero, que sostenía la bolsa con el suero que se le era transferido a su cuerpo.
Al darse cuenta de ello, levantó con temor su mano derecha, viéndola temblar, girándola para ahora observar la intravenosa en su dorso, con cinta adhesiva encima para que no se fuera a salir. Frunció el ceño, y solamente se asustó, ¿qué hacía en el hospital? ¿por qué estaba ahí? ¿dónde estaba su esposo?
Con su mano izquierda violentamente arrancó la intravenosa, dejando salir un gemido de dolor. Tocó su rostro y con molestia quitó la mascarilla que le proporcionaba oxígeno y apartó las sabanas que cubrían la mitad de su cuerpo.
De repente, su cuerpo impacta con el frío suelo en cuanto hace el intento de pararse de la cama, un grito de dolor sale de sus labios y pronto las lágrimas comenzaron a deslizarse por sus pálidas mejillas que poco a poco volvían a su color natural.
Cerró los ojos con fuerza al sentir repentinamente una punzada en las sienes y de pronto, todo volvió a él. Recordó las contracciones, recordó el parto, un niño, había tenido un hermoso niño, completamente sano...
Pero pronto recordó a su segundo bebé, había dado a luz a otro bebé… una niña, pero ella no respiraba, se la llevaron sin siquiera dejarle verla, la separaron de él.
Llevó sus brazos hacia su ahora inflado vientre, todo su cuerpo temblaba, sus ojos totalmente abiertos, sintiendo su respiración irregular y un fuerte dolor en su pecho.
Necesitaba ver a sus bebés… necesitaba ver a su bebita.
La presión en su pecho se hacía cada vez más fuerte, complicando su respirar cada vez más. Oh no, ese no era momento para tener otro ataque de asma, no ahora que necesita tomar fuerzas e ir en busca de sus bebés.
Jadeando, tomó entre sus manos el atril metálico que sostenía la bolsa de suero. Pero al intentar levantarse este cayó logrando un fuerte ruido y haciendo que él también terminara cayendo de nueva cuenta. Alterarse sólo empeoraba su estado y asustado llevó sus manos a su pecho, su respiración estaba cada vez peor.
Su inhalador, necesita su inhalador ahora.
—Ho-…bie…
•●•
Jung Hoseok, tenía el rostro demacrado y unas notorias ojeras bajos sus ojos. Estos días han estado acabando con él… El tiempo pasó en un parpadear. Pasaron los días tan rápido haciendo parecer que todo sucedió ayer, cuando no es así.
Su hijo ya podía abandonar la clínica, Pero Hoseok no quería irse a su hogar sólo con su bebé… él quiere regresar a casa con su esposo y su lindo par de gemelitos juntos… con su niña sana.
Han pasado tres días desde el agotador e inesperado parto. Tres días desde que Taehyung dio a luz. Tres días desde que sorpresivamente llegaron dos angelitos a su vida. Tres días desde que su pequeña niña se encontraba en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, luchando por su vida. Tres días desde que Taehyung no despertaba...
Hoseok había establecido una rutina durante estos días: Dormía en el sofá-cama que estaba en la habitación, despertaba muy temprano, revisaba los signos vitales de Taehyung, besaba su frente e iba a visitar a su hijo, lo alimentaba y hablaba con él. Luego iba con su niña, se abría la camisa y con ayuda, le recostaban — con cuidado de no desconectar los cables y sondas — a la pequeña en su pecho desnudo, para que sintiera su calor y escuchara su corazón.
Era tan pequeñita, que Hoseok podía sostenerla perfectamente con una sola mano. Besaba su cabecita con amor y acariciaba la pequeña espaldita. Cuando se removía inquieta, la acomodaba en sus brazos y una enfermera, le proporcionaba un gotero, con el cual la alimentaba.
Las enfermeras que trabajaban en esa área, estaban embelesadas con la forma en que Hoseok, cuidaba de su hija. Él al ser médico pediatra, podía ayudar a su hija, pero es más complicado hacerlo cuando tu paciente se convierte en alguien que es de tu propia sangre.
El mismo fue el que comenzó a poner a su hija sobre su pecho, es una técnica a la cual muchos le llaman “mamá canguro”. Pues al sacar a la pequeña del cálido vientre, de su zona de confort, de manera inesperada, le hacía mal y como Taehyung estaba inconsciente, a Hoseok le correspondía proporcionarle un poco de su calor. Es un buen método, que ayuda a los bebés prematuros a recuperarse.
Necesita sentirse cálida, sentir amor y Hoseok iba y hacía eso, cuatro veces al día. Mientras tanto, sólo se quedaba viendo a su niña, luchando por sobrevivir dentro de esa incubadora, viendo su pechito, subir y bajar con dificultad, tocando su pequeñísima manita por uno de los huecos. A veces la pequeña, rodeaba con todas su fuerzas, el dedo meñique de su padre, aferrándose a él, esa simple acción, hacía doler el frágil corazón de Hoseok…
Ahora, caminaba por los pasillos, en dirección a la habitación, donde yacía su amado esposo aún inconsciente. Se sintió muy preocupado por Taehyung, cuando pasaron diez horas después del parto y aún no despertaba.
Lo atribuyeron a su agotamiento, pues traer dos bebés al mundo es bastante agotador. Si para las mujeres, es demasiado cansado, dar a luz a un bebé por parto natural. Para un hombre que es capaz de concebir lo es aún más, ahora tratándose de dos…
Han revisado los signos vitales de Taehyung, encontrando todo estable. Su frecuencia cardíaca y respiración compasada, da a entender que simplemente está “dormido”. También creen que esto puede suceder por su problema respiratorio, quieren creer que él oxígeno que le han administrado, lo adormece aún más, como si fuera anestesia.
Observó la hora en su reloj de muñeca, dándose cuenta de que va justo a tiempo, pues en unos minutos más, le llevarán a su hijo. Ama sostenerlo entre sus brazos y verlo abrir sus ojitos… ojitos idénticos a los de Taehyung. Se dio cuenta que su pequeño niño, se estaba comenzando a parecer a su bello esposo y eso lo ponía feliz.
Supone que su niña, también se parece a Taehyung, pues los bebés son gemelos, yacían ambos muy juntos en la misma bolsa, así que se deben de parecer mucho, por no decir que tal vez sean idénticos.
Lástima que no la puede ver con claridad, las sondas en su naricita y cables en su cabecita, cubrían parte de su rostro. Además, tenían sus ojitos cubiertos con una cinta de papel, color piel, para que la luz no le lastimara.
Al detenerse frente a la habitación número 231… no estaba preparado para lo que se encontraría ahí dentro...
Su amado esposo, yacía en el suelo consciente. Con una mano en su pecho, respirando agitadamente.
—¡¡Taehyung!! — gritó con una mezcla de miedo, nervios y alegría… alegría porque, finalmente había despertado
—H-Hob… — su voz se cortó, comenzando a toser
El pelinegro, acudió a su llamado de inmediato, completamente preocupado, sosteniéndole de la espalda.
—D-dios, Taehyung, ¿Cómo llegaste aquí abajo? — mortificado, se puso de pie con sumo cuidado, sosteniéndolo entre sus brazos, hasta acostarlo en la cama.
—Ho…
—Shh, no hables, mi amor… — buscó la mascarilla de oxígeno, colocándosela con prisa. — Eso es, respira… profundo. — se sentó a su lado acariciando su hombro, sin dejar de besar su cabello — vuelve a hacerlo… eso es… una vez más, muy bien…
A pesar del horrible susto que se llevó, no puede evitar sentirse muy feliz. Pues, su amado Taehyung, había despertado al fin.
Tomó la delgada mano, notando sangre en ella. Negó al darse cuenta de la herida, en donde se suponía que la intravenosa tenía que estar. Supuso que en su desespero, la arrancó.
Acarició sus lacios cabellos, dejando otro beso en estos. La situación anímica del mayor, mejoró notablemente, de verdad necesitaba a su ruidoso Taehyung, de vuelta…
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Min Jimin, desvestía a su bebé con suavidad, mientras que YoonGi, regulaba el agua de la pequeña tina que tenían sobre un mueble en el baño, donde finalmente le darían el primer baño a su hija.
El menor tomó a su niña en brazos, que se mantenía despierta, moviendo su boquita y suspirando, sonrió dejando un besito en la sonrosada mejilla. Entró al baño donde vio a su esposo tocando el agua, midiendo la temperatura con un termómetro, muy concentrado.
—¿Está lista, Yoonie? — preguntó provocando un saltito del nombrado
—Eso creo… — señaló con su cabeza la tinita — ¿Qué dices?
—Uhm… — se acercó y sumergió su mano al agua probando la temperatura — está perfecta
Con mucho cuidado, Jimin introdujo a su hija en la pequeña tina de plástico. Indicándole a YoonGi como sostenerla, lo cual acató de inmediato. Sus manos eran lo bastante grandes, así que sólo con una, sostenía la espaldita y con la otra la cabecita, evitando que el agua llegue a sus pequeñas orejas.
—YoonGi… tus manos están temblando — observó Jimin divertido
—¿Y si se me resbala y se golpea y se ahoga? — dijo rápido sin dejar de ver a su hija en el agua — ¿Seguro que está bien que ya la bañemos?
El menor no pudo evitar reír con ternura. Su esposo de verdad se encontraba muy nervioso.
—Claro que ya es momento de su primer baño, tú mismo viste cuando hace dos días, su cordón umbilical se cayó…
Y como olvidar eso. Una de estas madrugadas, a YoonGi le tocó levantarse e ir a cambiar el pañal de SunMi. Jimin se despertó con el “¡¡Oh por dios!!” de YoonGi. Pues al quitarle el pañal, el cordón umbilical también había caído. El pálido se asustó creyendo que era tal vez un bicho, hasta que lo observó bien. Jimin casi se hacía pipí de la risa.
—Si quieres, yo la sostengo y tú la bañas, ¿Qué te parece?
—¡No!, no sabría como hacerlo… yo la sostendré
—Eres su padre, YoonGi — se acercó dejándole un besito en sus labios — Sé que jamás la soltarías…
Poco a poco, Jimin comenzó a ir mojando el cuerpecito de su bebé, ante la atenta mirada de YoonGi.
Al parecer, la pequeña se sentía cómoda y relajada, pues prácticamente se había quedado dormida.
Lo último que procedió a lavar fue, la carita y cabello. Lo hizo con extrema precaución, no quería despertarla.
Cuando el baño terminó, YoonGi le entregó a la pequeña a su amado, quien la envolvió en una suave toalla amarilla, comenzando a secarla.
El pálido con prisa, sacó su celular de su bolsillo y comenzó a fotografiar a ambos, sobre todo a su niña. Él quería inmortalizar en fotografías, el primer baño de su hija.
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Después de que Taehyung lograra estabilizarse y que vinieran a revisarlo, verificando que se encontraba bien. Aún así, lo mantendrán en observación. Hoseok se mantenía abrazado a él desde que despertó, dedicándole caricias y besitos en su rostro, murmurándole dulces palabras.
—Hobie… — murmuró con voz débil y ronca
—¿Sí, amorcito? — su corazón se sacudió de felicidad. Dios, de verdad extrañaba la voz de su pareja, que ese simple “Hobie” le hizo sentirse sumamente feliz.
—Quiero ver a mis-…
Unos toques en la puerta y ésta siendo abierta, le interrumpieron dando paso a una enfermera con un bultito en una manta azul cielo en sus brazos.
Hoseok observó su reloj en su muñeca. Cierto, era la hora en la traían a su hijo, junto con un pequeño biberón para que pudiera alimentarlo.
—Buenas tardes, Doctor Jung — habló la enfermera entrando. Hoseok se puso de pie — aquí le traigo a su lindo gemelito… ¡Oh, ya despertó! — se sorprendió refiriéndose a Taehyung y entregándole el bebé a Hoseok — entonces, creo que me llevaré esto — señaló el biberón en su mano
—No, no — extendió un poco su mano para que se lo entregara — Taehyung aún está débil, no creo que le haga bien darle pecho al bebé todavía...
La enfermera asintió con una pequeña sonrisa. Después de entregarle el biberón, salió, dejando a los nuevos padres solos.
Hoseok volteó a ver a Taehyung, quien lo observaba con ojitos cansados pero muy abiertos. El pelinegro sonrió, sentándose a su lado, viendo como toda la atención del menor, se iba directo a el bebé en sus brazos.
—Es nuestro hijo, Taehyung… ¿Lo recuerdas? Se está pareciendo a ti… — dijo con voz calma.
Taehyung acercó una de sus manos y tocó la tersa mejilla de su bebé. Sus lágrimas brotaron al instante en que las yemas de sus dedos, sintieron la suavecita piel.
Hoseok relamió sus labios al ver como su pequeño hijo abría los ojos y con estos entre-cerrados, intentaba observar el rostro de su padre. Todo fue tan despacio, la manera en que lentamente llevó a su hijo a los brazos de Taehyung y la manera en que éste los sostenía con sus brazos temblando y aún débiles.
Su niño era tan pequeño, sus manos se encontraban cerca de su carita, de vez en cuando parpadeaba, continuando con un bostezo. Sus ojitos comenzaban a observar en distintas direcciones, intentando distinguir su alrededor.
Las lágrimas habían comenzado a caer, mientras no dejaba de observar cada facción de su bebé y veía cada pequeño gesto.
—Hobie… — llamó — q-quítame la mascarilla
—¿Eh?... de acuerdo, pero primero inhala profundo
Taehyung asintió, acatando lo pedido. Después de eso, con lentitud, el mayor quitó la mascarilla, viéndolo respirar despacito y con precaución.
—¿Estás bien?
Asintió abriendo sus ojos — Estoy bien… — ahora, dirigió su atención a su bebé que continuaba con sus ojitos abiertos y moviendo su boquita — Hola, bebé… — su voz se quebró y tomó la manita — soy Papi… tenía tantas ganas de conocerte…
Hoseok sonrió, sintiendo como sus lágrimas bajaban. Durante estos días, había esperado tanto por ver a Taehyung con su bebé. El día del nacimiento, sólo logró verlo unos cortos segundos, pues las contracciones del segundo bebé, le atacaron, haciéndole encorvarse de dolor.
—Eres tan pequeñito… — suspiró, acercando su nariz a los negros cabellitos, aspirando su bonito aroma y dejando pequeños besitos. — Te amo bebé…
Veía como su bebé cerraba sus ojitos, mientras le dedicaba pequeñas caricias en su suave mejilla. Tan concentrado estaba en el pequeño en sus brazos, que por poco y olvidaba un pequeño detalle, pero muy importante…
—Hobie… — llamó a su esposo que yacía enternecido viendo a su niño quedarse dormido
—¿Sí? — acarició los cabellos del menor dejando un besito
—Y… ¿mi bebé? — Hoseok lo observó confundido — mi bebita, Hobie… ¿Dónde está ella? ¿Por qué no los trajeron juntos?
—Tú… ¿Cómo supiste que fue una niña? Te desmayaste justo después de dar a luz — se sorprendió
—Y-yo… logré escuchar algo antes de perder la conciencia...
—¿Qué escuchaste? — relamió sus labios nervioso. Rogaba que su pareja no escuchase lo mal que estaba su niña, él mismo quería decírselo con calma, para que no se pusiera mal con la noticia.
—Ella… ella no respiraba, ¿Verdad? — intentó contener su llanto, mordiendo su labio — Hoseok, por… por favor dime que… que ella está bien — la primera lágrima bajó dolorosamente — ...dime que sobrevivió y que no está muer-…
—¡No! No, no, no… — lo tomó del rostro, pasando sus pulgares por las gruesas lágrimas, haciendo que lo mirara — Ella está viva, mi amor… viva
—¿D-de verdad? — un pequeño brillo en sus ojos nació — ¿Por qué no la trajeron? Q-quiero verla, Hobie
—Escucha, Taehyung… — relamió sus labios nervioso, llevando una de sus manos a la cabecita de su niño, observándolo detenidamente — ella… necesita pasar un tiempo dentro de una incubadora, para que sus pulmoncitos se fortalezcan… tiene muchos cables en su cuerpecito y no es posible traerla aquí…
Hoseok levantó su vista, dirigiendo toda su atención a su pareja. Taehyung negaba en silencio, amenazando con soltar en llanto, mientras las lágrimas bajaban sin tregua alguna por sus aún pálidas mejillas.
—Tae…
—No… Hoseok… — sollozó — No es justo… e-es mi culpa, ¡Es mi culpa!
—¿Q-qué dices? No es tu culpa, mi amor — tomó a su bebé en brazos, para después dejarlo en la pequeña cunita de plástico transparente, que estaba en la habitación
—Sí lo es… ella aún necesitaba estar esos dos meses más dentro de mi y yo no pude mantenerla ahí — sollozó cubriendo su rostro — Ella podría haber nacido bien para ese entonces, pero no fui lo suficiente fuerte para tenerla por más tiempo en mi interior
—No es tu culpa, Taehyung — quitó las manos de su rostro. Su corazón dolió al ver su cara deformada en tristeza pura — Ninguno de los dos esperaba que esto sucediera, fue algo que se nos fue de las manos
—Pero mi hija…
—Ella se recuperará, amor mío — besó los bonitos labios — Pronto nuestros gemelitos estarán juntos, haciendo de las suyas, tenlo por seguro
—¿Me lo prometes?
—Te lo prometo, Taehyung — tomó sus mejillas entre sus manos y besó su rostro incontables veces, logrando sacarle una pequeña risita.
Estaban por continuar con sus besitos y arrumacos que tanto hablan extrañado, cuando un suave llanto les hizo separarse.
—Uh oh… creo que alguien tiene hambre…
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Lalalalala~ ¿Mucho Vhope? ;--; en el próximo habrá más Yoonmin, lo prometo:")
Mis bellezas... ¿Sabían que tienen a una escritora que se enferma muy seguido? 💔 esa es otra de las razones por las que tardo en actualizar:"c este capítulo estaba casi listo para publicar el domingo pasado, pero desde ese día enfermé y no pude arreglar detalles, hasta hoy ;--; perdonen ;--;
Pero weno... AAAAAAAAA ¿CÓMO ESTÁN? ¿Ya les dije que les amo mucho mucho MUCHOooOoo? Pues mucho lof para ustedes -3-💕💖💜💕💖💕💜💖💕💜💖💕💜💕
¿QUÉ LES PARECIÓ EL CAPÍTULOOOOOOOO? Algo que no les gustara, alguna duda(?
¡¡GRACIAS POR CONTINUAR CONMIGO Y CON SEGUNDOS!!
Aquí yo ggg~ Les mando besitos, abrazos y gatitos a todoooossshh💕💖💜💕💜💖💕💖💜💕💖💜💕
Sony~♡