BamBam y YuGyeom junto a Mark llegaron un rato después, reuniéndose los siete chicos al rededor de las 8 en punto en el departamento de JinYoung y Jackson.
— Woah, hay muchos regalos. — dijo Jackson viendo el árbol de Navidad repleto de cajas y bolsas de regalo.
YoungJae estaba en crisis viendo todos y cada uno de los regalos, excepto el suyo para JaeBum.
Aquel que con tanto esfuerzo había creado.
— Vengan acá, babosos. — musitó YoungJae entre dientes, jalando a BamBam y a YuGyeom a la cocina. — ¿Dónde ... está ... el ... bendito ... regalo ... de ... Bumie?
— Cálmate, nutria rabiosa. — se quejó BamBam zafándose del agarre de YoungJae. — Trajimos los regalos que estaban en nuestro árbol.
— ¡¿Entonces dónde demonios está el de Bumie?!
YuGyeom y BamBam ahogaron un grito.
— Se está volviendo salvaje.
— Les pedí que por favor no fueran a olvidarlo, ya que si me lo llevaba conmigo quizá Bumie lo vería.
— No olvidamos ningún regalo, todos los que estaban debajo de nuestro árbol ahora están ahí. — explicó BamBam señalando con su cabeza la sala de estar. — Quizá te lo llevaste y no lo recuerdas.
— No ... no pude habérmelo llevado. — negó YoungJae, tratando de recordar qué había hecho con el obsequio. — ¿Qué le diré a Bumie? Todos abrirán un regalo y yo quiero que Bumie abra el mío.
— Dile algo así como "yo soy tu regalo", te aseguro que será el mejor regalo que le hayan dado.
YuGyeom decidió marcharse de la cocina después de la penetrante mirada de su mejor amigo.
— No te preocupes, Jae. Sólo dile la verdad, que olvidaste el regalo en casa pero que se lo darás en cuanto puedas ... aunque, pensándolo bien, la idea de YuGyeom no es tan mala.
— ¡Bamie! — chilló YoungJae, avergonzado de tan sólo imaginarse a sí mismo diciendo algo así.
— Ya, ya. Sólo bromeo.
Después de que YoungJae y BamBam volvieran a la sala de estar, los siete chicos se reunieron alrededor de la mesa de centro, sentándose en la alfombra para iniciar una partida de aquel juego de mesa que tanto les gustaba jugar juntos.
— ¡Uno! — exclamó BamBam.
— ¿Cómo es que BamBam siempre es el primero en quedarse con una carta? — resopló Jackson.
— ¿Cómo es que tú siempre eres el que acaba como con veinte? — dijo JaeBum riendo, haciendo reír a los demás.
Llegó el turno de YoungJae, miró a su novio antes de hacer un pequeño puchero.
— Perdóname, Bumie. Pero tú tienes más poquitas cartas que yo. — se disculpó el rubio antes de lanzar un "+4" a su novio.
Los demás chicos sisearon.
— Si YuGyeom me hace eso, lo corro de la casa. — dijo BamBam.
— No te preocupes, mi cielo. — le respondió JB a su novio antes de mirar a JinYoung. — Toma, Dumbito. — sonrió con malicia antes de lanzar otro "+4", salvándose del de YoungJae.
— JinYoung-ah, no me hagas esto. — rogó Jackson al ver que JinYoung en vez de acercarse a jalar las cartas, hacía ademán de lanzar una.
— ¿No tienes ningún "+" 2 o 4?
Jackson negó con un pequeño puchero, JinYoung suspiró antes de jalar las 8 cartas que correspondían.
— Si eso no es amor, no sé que es. — dijo Mark, riendo junto a los demás al ver como Jackson llenaba de besos las redonditas mejillas de JinYoung.
El juego transcurrió hasta que JaeBum lanzó su última carta, ganando la partida.
— ¡Woah, Bumie! Hiciste muy buenas jugadas.
— ¡Aguarden! — exclamó Jackson, estrellando sus (muchas) cartas contra la mesa. — JaeBum ... ¡no dijo "Uno"!
— ¿¡Qué!? ¡Sí lo hice! — se defendió JB, asustado de lo que vendría si no lograba convencer a sus amigos.
No era agradable recibir seis bofetadas en el trasero, todas con una fuerza sobrehumana.
Exceptuando a YoungJae, quien sólo dejaba caer su mano sin mucho esfuerzo (pero con mucha vergüenza) en el trasero del mayor.
— No recuerdo haberte escuchado decirlo. — se unió BamBam a la difamación del chino.
JB era hombre muerto.
Lo supo cuando vio a los chicos levantarse y ser arrojado al suelo por Jackson, quien lo obligo a darse vuelta.
— ¡Si dije "Uno", babosos! ¡Al primero que me toque el trasero le voy a sacar la mier- ¡ay!
El ruido sordo de la pesada y fuerte mano de JinYoung contra el trasero de JB fue lo único que se escuchó en la sala después de que las quejas de éste último fueran interrumpidas.
— Bumie sí dijo "Uno", no le peguen. — intervino YoungJae, sentándose en el trasero de JB.
La rubia cabellera de YoungJae perdió su perfecto peinado después del zape que recibió por parte de BamBam.
— Hágase para allá, nutria.
— ¡¿Por qué me pegas?! — se quejó YoungJae, sobándose la cabeza.
— Por no dejarnos pegarle a JB hyung.
— ¡Pero si es injusto!
— ¡La vida es injusta! Ahora muévete. — BamBam intentó quitar a YoungJae, pero éste lo hizo caer en la alfombra.
— ¿Quieres que me ponga rudo, eh? — murmuró YuGyeom acercándose a YoungJae, después de ver como tiraba a su chico al suelo.
YuGyeom colocó su pie descalzo en el pecho de YoungJae, empujándolo hacia atrás. Pero YoungJae logró mantenerse sobre su novio, tomando a YuGyeom del tobillo y jalonearlo hasta que el menor perdió el equilibrio y cayó también al suelo.
— ¡No dejaré que le peguen a Bumie!
JB sentía más golpeado su corazón que su trasero. Su bebé era tan tierno intentando protegerlo con su ceño fruncido y su labio inferior encorvado levemente hacia afuera.
— Échenle agua.
— YoungJae es una nutria acuática, aumentaríamos su poder. — dijo YuGyeom, para este momento ya todos se encontraban divertidos por la situación, siguiendo con el juego.
— Hagamos esto, si logramos golpear tan siquiera una vez a JB hyung en el trasero, ganamos y ustedes dos tendrán que cumplir una penitencia.
— Dos contra cinco, come popis.
— Con ese tipo de insultos, me dan ganas de aporrearte de una vez. — murmuró YuGyeom, llevándose una mano a la frente. — ¿Aceptan?
JB miró a YoungJae, asintiendo mientras reía.
JinYoung, Jackson, BamBam, YuGyeom y Mark se colocaron en fila horizontal de un lado de la mesa, mientras que JB y YoungJae del otro.
— ¡Empieza! — exclamó Mark.
YoungJae tomó de la mano a su novio, comenzado a correr con él hacia cualquier sitio donde pudiera mantener seguro a JB.
— ¡Vuelve aquí, baboso! — exclamó JinYoung tomando de la muñeca a JB, jalándolo hacia atrás.
— ¡No, Bumie! — YoungJae lanzó una patada, haciendo que JinYoung retrocediera y, por ende, soltara a JaeBum.
JaeBum le sacó la lengua a su mejor amigo en forma de burla, corriendo de la mano de YoungJae.
— Aquí, Bumie. — el mayor fue jalado al interior de un tipo armario de la casa, el cual era iluminado únicamente por la luz que entraba por una pequeña ventana.
— ¡Es injusto si se encierran!
— ¡La vida es injusta! — exclamó YoungJae, escuchando la carcajada de BamBam al otro lado de la puerta.
JaeBum estaba a salvo.
O eso creía hasta que éste recordó un detalle.
Uno muy, muy importante.
— Be- bebé debemos salir de aquí.
— ¿Por qué? Te van a golpear, Bumie.
— Distráelos o algo, pero hay que salir de a-
La petición de JB se vio interrumpida por un repentino sonido.
— ¿Fu- fue eso un ladrido? — cuestionó YoungJae confundido y asustado a la vez, tratando de ver en la oscuridad.
— ¿Qué? No, claro que no. — dijo JB buscando el cerrojo de la puerta para quitar el pestillo.
YoungJae no sabía si asustarse o emocionarse.
— ¡Es un ladrido!
JB estaba en crisis.
— ¡Fui yo! Se me sale lo perro en ocasiones, no te asustes.
— ¡Ah! ¡Algo lamió mi mano!
— De-debe haber sido una rata, salgamos de aquí ahora.
JaeBum abrió por fin la puerta, sacando a YoungJae de ahí. Para ese momento, los cinco chicos de afuera ya estaban en la misma crisis que JB.
— Hyung, hay una rata-perro en tu armario. — dijo YoungJae riendo levemente.
YoungJae bajó la vista a sus pies al sentir algo caminar sobre de ellos, quedándose estático al descubrir lo que era. Sintió que su corazón caía directo a sus pies, en donde una pequeña y blanca criaturita jalaba de los cordones de sus zapatos, moviendo alegremente su colita.
— ¡Una perrita! — chilló YoungJae emocionado, como siempre que veía algún perro en la calle o en cualquier lugar. — ¿Es suya, hyungs? — miró a JinYoung y luego a Jackson. — No sabía que habían adoptado una mascota, ¡es tan bonita!
JB comenzaba a considerar seriamente el suicidio, si no es que la mirada de JinYoung lo mataba antes.
Su plan estaba completamente arruinado.
— No es nuestra, Jae. — respondió Jackson.
— ¿Entonces? — preguntó confundido el rubio, mirando de nuevo a Jackson sin dejar de acariciar a la cachorra.
— Es tuya. — dijo JaeBum, arrodillándose junto a YoungJae.
Los chicos rieron al ver como YoungJae veía a la cachorrita, luego a JaeBum, luego a la cachorrita y así sucesivamente por unos segundos.
— ¿Qu- qué?
— Es mi regalo, bebé. ¿Te gusta? — le sonrió JB a su atónito novio, quien aún seguía sin entender como es que esa bonita y alegre cachorra, era suya.
Los seis chicos se quedaron esperando a que YoungJae dijera algo, pero no lo hizo. Se limitó a llevarse ambas manos al rostro, dejando salir su llanto.
— Cielo ... tranquilo, ¿qué pasa?
— E- es que yo si- siempre ha- había querido u- un perrito y me ... me si- siento dema- demasiado feliz. — intentaba explicar entre gimoteos. — Bu- Bumie ...
Sólo Mark, YuGyeom y BamBam entendían al 100% el llanto de emoción del rubio, ya que eran los únicos testigos presentes de que YoungJae había pasado toda su vida esperando a que sus padres le dieran luz verde a una mascota en casa, cosa que nunca sucedió.
— Dime, bebé. — murmuró JB acercándose más a su novio para limpiar sus lágrimas y dejar un beso en su frente.
— No ... no puedo creer que estés dándome una cachorrita, yo ... yo ...
— Dije que haría hasta lo imposible por hacerte feliz, ¿no? Esto no es nada a todo lo que sería capaz de hacer por ti.
Las dulces y sinceras palabras de JaeBum sólo lograron aumentar el llanto en YoungJae, quien conmovido se lanzó a los brazos de su novio, llenándole de cortos y suaves besos el rostro.
— Te amo, te amo tanto. — murmuró YoungJae contra la mejilla sonrosada del mayor, quien sólo podía sonreír ampliamente mientras se dejaba besar y abrazar por su alegre pequeño. — Eres el mejor novio de todo el universo.
YoungJae tomó de las mejillas a su novio, acercándolo lentamente a su rostro hasta que sus labios se tocaron en un corto beso.
— Yo te amo mucho más, mi cielo. — respondió JB con sus ojos aún cerrados, sintiéndose en el cielo con los repetidos y tiernos picos que YoungJae plantaba en sus sonrientes labios.
De pronto, el ladrido de la cachorra resonó en el pasillo.
— Creo que a alguien le gusta la atención. — dijo Jackson riendo levemente, viendo como la nueva mascota de su dongsaeng daba saltitos alrededor de éste, esperando a que volviera a jugar con ella.
YoungJae rió enternecido ante la emoción de su cachorra, quien con su colita alborotada buscaba algo de atención.
— Es idéntica a Coco. — dijo YoungJae moviendo de un lado a otro su mano en la alfombra para que la perrita la siguiera, recordando el peluche que su novio le había dado hacía un año exacto atrás al cual le había puesto aquel nombre.
— Consideré eso al momento de escogerla, además de que el veterinario me aseguró que el tipo de pelaje de la cachorrita no va a causarte alergia, ya que no suele soltarlo.
— Consideraste muchas cosas. — dijo Mark, levantando su pulgar.
YoungJae estaba embebecido viendo a la cachorrita, la cual lo miraba con curiosidad moviendo su colita. Una ola de ternura y emoción llenó el cuerpo del rubio al sentir la pequeña lengua de la perrita lamer su nariz.
— Te llamaré "Coco", ¿te parece bien, preciosa? Sí ... eres preciosa, eres muy linda. — continúo hablando con ella, dejando que ésta continuara dándole besitos en la nariz.
JaeBum no sabía de donde sujetarse para no caer; la imagen de YoungJae junto a la ahora llamada Coco, eran demasiado para su corazón.
Se agradeció y felicitó a sí mismo.
— Woah~, Coco. Eres muy juguetona. — rió al sentir la lengua de Coco en su barbilla.
— Cute. — dijo Jackson seriamente, viendo al menor con su nueva cachorrita.
JaeBum suspiró satisfecho.
A pesar de que las cosas no salieron como había planeado, el hecho de que YoungJae estuviera inmensamente feliz y con uno de sus anhelos más grandes hechos realidad, opacaba ese pequeño detalle.
Habían valido la pena todas y cada una de las dificultades que conllevaron poder adoptar a Coco. Todo se resumía a la amplia sonrisa de YoungJae y a las melodiosas carcajadas que soltaba junto a sus amigos debido a las curiosas acciones de la cachorra.
YoungJae estaba feliz.
Justo como merecía estar.
Y eso, para JaeBum, era más que suficiente.
☀️
— Bueno, ya que JaeBabo hyung arruinó todo ...
— ¡Hey! — se quejó JB.
— ... ¿qué tal si abrimos los demás regalos? — sugirió BamBam.
— Suena bien, después de eso podemos cenar.
De acuerdo con ambas sugerencias, los siete chicos se reunieron alrededor del árbol de Navidad.
— Al igual que el año pasado, nosotros tres decidimos unir nuestro dinero para poder darles un buen regalo a los cuatro. — dijo BamBam, arrodillándose junto a YuGyeom y YoungJae.
— Estos niños siempre me hacen querer llorar en este tipo de fechas. — dijo Jackson llevándose una mano al pecho.
— Este es para JinYoungie hyung, quien aunque actúa como si quisiera lanzarnos al río, en realidad siempre está cuidando de nosotros. — dijo BamBam entregándole una bolsa a JinYoung, quien con una sonrisa en los labios abrazó a cada uno de los menores.
— Woah ... chicos, es genial. — JinYoung sacó de la bolsa de regalo un abrigo color gris oscuro, un color que últimamente al azabache le gustaba vestir, de tela suave y bastante formal. Totalmente su estilo. — Muchas gracias, pequeños. Es increíble.
Los menores le sonrieron en respuesta.
— Este es para Jackson hyung, quien siempre juega con nosotros y nos hace sentir menos estresados. — dijo BamBam extendiéndole una caja cilíndrica y cuadrada, la cual llamó la atención de los presentes.
Jackson chilló al quitar la tapa.
— ¡Una planta! ¡Justo lo que quería! — Jackson sacó una pequeña maceta de suculentas, sencillas pero bonitas plantas de las cuales Jackson había quedado encantado después de verlas en el departamento de los menores.
— No puedo creer que hayan metido una planta en una caja.— le dijo Mark a JB, haciendo reír a éste.
— Recuerda ponerla en un sitio donde le dé suficiente luz solar y riégala 1 o 2 veces por semana, sé constante en ello o no continuará floreciendo. — explicó BamBam, pero Jackson no le prestaba atención, estaba demasiado contemplando a su planta.
— La llamaré "Bob".
— La que se te secó la semana pasada se llamaba así. — dijo JinYoung.
— ¡Será en su honor! Esta vez la cuidaré mejor, más porque es un obsequio de mis pequeños. — Jackson miró a los menores, quienes le sonrieron.
— Este es para Markie hyung, nuestro héroe. — dijo YoungJae tomando una caja, acercándose a Mark. — A quien amamos y cuidaremos siempre, así como él lo ha hecho por nosotros.
— Basta, lloraré. — murmuró Mark abrazando a YoungJae, BamBam y YuGyeom se unieron al abrazo.
— En realidad, este regalo es de parte de nosotros seis. — añadió BamBam.
Mark le sonrió también a sus dongsaengs mayores, quienes le devolvieron el gesto.
Los seis chicos miraron con atención al mayor, quien rompía con cuidado el papel navideño que envolvía la caja. Se quedaron expectantes al siguiente movimiento de Mark al ver como se quedaba quieto con el regalo en la mano.
Lo único que salió de Mark, fueron veloces lágrimas que después de bajar por sus mejillas se perdieron en su cuello.
— El día que fuimos al parque de diversiones, YuGyeom y yo te notamos algo raro, al preguntarte qué te sucedía nos dijiste que el dinero que tus padres habían depositado en tu tarjeta de crédito para tu boleto de avión por alguna razón no aparecía y, por lo tanto, no tenías cómo comprar tu pasaje a L.A. — dijo BamBam, extendiéndole una servilleta al mayor al mismo tiempo que abrazaba uno de los brazos de éste.
— No podíamos permitir que te quedaras sin ir a ver a tu familia, no después de un año entero alejado de ellos. Por eso mismo decidimos hablar con los demás para poder comprarte un boleto. — añadió YuGyeom abrazando con fuerza a Mark, quien lloraba en silencio detrás de sus manos.
JaeBum, JinYoung y Jackson estaban sin palabras. Nunca habían visto a Mark llorar de esa forma, de ninguna en realidad. Les resultaba conmovedor como un chico como Mark dejaba fluir sus emociones y sentimientos alrededor de ellos, a quienes consideraba su familia.
— No llores más, Markie Pooh. — dijo Jackson reposando su cabeza en la del mayor. — Todo está bien ahora.
— Así es, hyung. Podrás viajar a tu hogar, así que puedes estar tranquilo ahora y disfrutar de nuestra primera Navidad juntos. — JinYoung le sonrió suavemente al mayor, apretando con cariño su mano.
— Yo ... mierda, no sé cómo agradecérselos ... sigo sin poder creerlo ... ustedes son increíbles. — decía Mark entre sollozos, aún sin levantar la cabeza. — Gracias, en verdad, muchas gracias.
— No tienes que agradecer, Markie hyung. — dijo YoungJae abrazando a Mark por la espalda, recargando su barbilla en el hombro del mayor. — Es nuestro deber ayudarte, así como tú lo haces siempre con nosotros.
Los cinco chicos asintieron de acuerdo a las palabras de YoungJae, sintiéndose de la misma forma. Ellos sabían muy bien lo unido que era Mark con sus padres y lo ansioso que estaba por ir a casa después de tanto tiempo, no podían permitir que la espera de Mark se alargara aún más.
Mark sonrió viendo el boleto de nuevo, notando un dato importante en él.
— Aguarden, ¿lo compraron directo? — los chicos asintieron, confundidos por la repentina angustia en el mayor. — ¡Es muy costoso, niños! Déjenme pagarles una par-
— Shh, shh, shh. — lo interrumpió JB. — ¿Qué clase de regalo es uno que pagas tú mismo? No alucines. — rió levemente.
— ¿C- cómo pagaron algo así?
— Mis padres accedieron a darme un poco.— dijo YuGyeom.
— Los míos también.— YoungJae alzó su mano.
— Mi mamá igual.— BamBam levantó su mano.
Jackson, JinYoung y JB también.
— Dios ... me siento algo avergonzado ahora. — dijo Mark cubriendo su rostro, apenado de que los padres de sus dongsaengs tuviesen que pagar algo tan costoso, sólo por él. — En verdad, muchas gracias. Muchas, muchas gracias. — repetía secando sus lágrimas, con una cálida sensación en su pecho ante las muestras de afecto de sus dongsaengs, los cuales de alguna forma buscaban cómo reconfortarlo los seis al mismo tiempo.
JB, Jackson, JinYoung, YoungJae, BamBam y YuGyeom, se miraron entre ellos, sonriendo victoriosamente después de ver como Mark volvía a sonreír y su semblante decaído y serio era sustituido por el Mark de siempre, con su rostro iluminado y una sonrisa lista para ser mostrada.
— Ya que yo estaba seguro de que iría a L.A antes de enterarme del incidente del depósito, le pedí a mi madre que comprara sus obsequios en una tienda que suelo visitar cuando voy a Estados Unidos, por lo que van a recibirlos hasta que vuelva. — explicó Mark algo apenado de no poder entregarlos ahora, después de semejante regalo que él había recibido.
— No hay problema, hyung. — respondió JinYoung, los demás chicos asintieron estando de acuerdo con el pelinegro.
Jackson se puso de pie junto a JinYoung, captando la atención de los chicos.
— Ya que JinYoungie y yo ahora somos una dulce pareja en espera del matrimonio — JinYoung lo codeó riendo levemente. —, hemos decidido unir nuestros regalos.
— El año pasado también lo hicieron así. — dijo JB confundido por el anuncio de su amigo.
— Sí, pero no éramos una dulce pareja en espera del matrimonio así que ... shh. — le respondió Jackson a JB, quien rió levemente. — ¡BamBam!
Un dab por parte del tailandés hizo reír a los demás chicos, incluso él mismo rió.
— Este es para ti, dab boy. — dijo Jackson extendiéndole una caja al menor.
— ¡Audífonos, sí! — otro dab antes de abrazar a los mayores. — Gracias, Papi y Mami.
JinYoung le dio un suave zape, haciendo reír levemente al menor.
— ¡YuGyeomie! — lo llamó Jackson.
— Chu chu chu chu!— exclamó YuGyeom sacudiendo la cabeza.
— Nuestro bebé gigante, este es para ti.
— Nuestro, dice el chino. — rió BamBam, señalando al castaño con su pulgar.
YuGyeom abrió su regalo, sonriéndole a JinYoung.
— Te comenté sobre este libro hace mucho tiempo, ¿cómo lo recordaste?
— Yo tampoco lo sé, generalmente no recuerdo ese tipo de cosas. — respondió JinYoung, haciendo reír a YuGyeom. — Debe ser porque me importa lo que me dices, por más estúpido que sea en ocasiones. — YuGyeom rió con más fuerza antes de abrazar cortamente a JinYoung.
YuGyeom sacó el libro del que le había hablado a JinYoung, el único que había leído en su vida pero que, aún así, tenía mucho significado para él. Desafortunadamente lo había perdido en una de las mudanzas que hizo junto a sus padres poco antes de iniciar la preparatoria y nunca lo había vuelto a ver en otra tienda.
JinYoung lo recordó y, como buen conocedor de libros y sus distribuciones, supo donde buscar y encontrar.
— Muchas gracias, JinYoungie hyung. — dijo YuGyeom volviendo a darle un abrazo al mayor. — Prometo ya no pelear tanto contigo.
— Pero si eso es lo que le da sentido a nuestra relación, ¿no? — respondió JinYoung sobando suavemente la cabeza del más alto, haciendo reír a los demás.
— ¡YoungJae!
El menor se puso de pie con una sonrisa.
— Haz un sonido de nutria o algo. — se quejó Jackson, ya que fue el único que no respondió con algo a su llamado. — Pero bueno, ten.
YoungJae sacó confundido el regalo de la bolsa, miró molesto al mayor.
— Sé que parezco nutria, ¡pero no perro! — exclamó apretando el juguete de hule, haciéndolo sonar agudamente.
— Nunca dije eso.— puchereó Jackson.— En realidad es para que juegues con Coco.
YoungJae se sintió avergonzado por su reacción molesta al entender la situación. Coco meneaba su colita mientras veía el juguete fosforescente que su dueño tenía en la mano, éste lo lanzó y Coco fue inmediatamente detrás de él.
— Sólo debes enseñarle a que lo traiga de vuelta. — dijo JinYoung viendo, al igual que los demás, como Coco se quedaba jugando con su huesito de plástico debajo de la mesa.
— ¡Gracias por el juguete! Coco y yo jugaremos mucho. — le sonrió sinceramente el rubio, viendo con adoración a su cachorrita.
— ¿En verdad creíste que ese sería tu regalo? — YoungJae volteó a ver al chino, confundido. — Toma, este sí es para ti. — dijo dándole un objeto rectangular envuelto en papel rojo.
— Genial, premio doble. — dijo JB, sacándole una carcajada a YuGyeom y BamBam.
— JB hyung, deberías dejar de ver tanto la televisión con YoungJae. — sugirió BamBam entre risas.
Mientras JB y los menores reían por las referencias del mayor, YoungJae abría su regalo.
— ¡Una agenda! Oh ... ¡y es de Rilakkuma!
— Podrás ser ordenado como tanto te gusta y ¿qué mejor que con tu personaje favorito? — la voz de locutor de Jackson hizo reír a YoungJae.
— Muchas gracias, me encanta. — YoungJae abrazó a ambos mayores para después volver con su novio y mostrarle su nueva agenda.
— ¡Jota Be!
— Tu amo, patrón y Dios. — dijo el mayor ganándose un puñetazo del chino junto a una bolsita de regalo. — Wow ... — musitó sacando de la envoltura un arete color dorado con negro, en forma de tres estrellas continuas hacia abajo. — Está genial, gracias, chicos. — le sonrió a sus amigos antes de hacer el saludo especial que tenía con ellos.
— ¡Markie Pooh!
— Yes, boy.
— Buen viaje. — dijo Jackson con una sonrisa.
Mark sonrió también. — Gracias, chicos. — miró también a JinYoung, éste le sonrió de vuelta.
— ¡Park-gae! Mi príncipe. — dijo Jackson, tomando las manos de su novio y darle un casto beso a cada una.
— Hola. — se limitó a responder el menor poniéndose tímido de pronto.
— Este es para ti, de mí para ti, con todo mi amor.
JinYoung tomó la caja que Jackson le expendía, sintiendo sus orejas calentarse.
Jackson mordió su labio inferior con una sonrisa, expectante a la reacción de su novio.
JinYoung ahogó un grito al desenvolver el regalo. — ¿¡Cuánto gastaste en esto?!
— ¡¿Eso es lo que dirás en vez de decir "te amo mucho, casémonos, eres el mejor de todos"?!
— E- es que ... ¿no quedaste en bancarrota o algo? ¡Me dará mucha vergüenza si me dices que tus padres la pagaron! — los chicos reían por el intenso color rojo que había coloreado el rostro de JinYoung y el pánico en éste.
Jackson reía también, sabía de antemano que su novio reaccionaría de esa forma. No lo dejaba siquiera pagar por su almuerzo sin antes discutir, ¿cómo no iba a enloquecer con algo así?
Una cámara polaroid, JinYoung había querido una desde hace mucho tiempo; el azabache tenía un gran gusto por la fotografía desde sus años en la secundaria, en los cuales fue miembro de un club de fotografía de su vecindario, dejando relucir su talento en ello. Pero debido a las críticas e inconformidad de su padre, decidió dejarlo.
— Gracias, gracias, gracias. — murmuró JinYoung entre suaves besos que plantaba en los labios de Jackson, sin importarle que los demás chicos lo vieran. — Te amo, eres el mejor.
Jackson sonrió victorioso.
— También te amo, mi príncipe. — respondió antes de besarle la coronilla.
JinYoung deshizo el abrazo, dejando a la vista su sonrojado rostro y su tímido gesto.
A Jackson le encantaba verlo de esa forma.
— Ahora me da pena darte mi regalo, es algo ... simple.
— Cualquier cosa viniendo de ti, será especial para mí.
JB fingió vomitar, al igual que los demás chicos que se divertían burlándose de la pareja.
— Cállense. — los regañó JinYoung. — Toma, es ... co- con todo mi ... mi amor. — aún se le dificultaba decir ese tipo de cosas con la misma naturalidad que Jackson.
Jackson abrió la pequeña cajita que el menor le había entregado, sonriendo en el acto.
— ¿Esto es "simple" para ti? ¡JinYoung-ah, es hermoso! — exclamó sacando el collar de su lugar, el cual poseía un dije en forma del carácter chino "王", el apellido de Jackson.
— Ya sabemos qué vamos a vender cuando nos quedemos sin dinero. — bromeó BamBam viendo de cerca el collar de Jackson, el cual parecía ser de plata.
— ¡Jackson, no llores! — exclamó Mark entre risas, las cuales le fueron seguidas por los demás.
— ¡No estoy llorando! — se quejó. — Te amo, te amo. — murmuró contra la mejilla de su novio antes de dar un corto beso en ella. — Gracias, JinYoung-ah.
— Yo más, yo más. — respondió JinYoung, riendo levemente.
BamBam se levantó de su lugar y fingió toser.
— Ahora sí van a saber lo que es un buen regalo para tu novio.
YuGyeom miró nervioso al tailandés.
— ¿N- no habíamos quedado en que no nos daríamos nada hasta que ambos volviéramos de casa? — musitó YuGyeom.
— No te preocupes, cariño. No gasté en esto. — le guiñó un ojo y YuGyeom presintió algo extraño desde ahí.
BamBam le extendió un sobre. Al abrirlo miró a su novio intentando no reír, pero la risa de éste le hizo imposible no hacerlo.
— Aún hay más. Saca todo, ¡menos lo que ya viste! Eso es sólo para ti.
YuGyeom obedeció, sacando una especie de cupones y al leer por el qué se canjeaban, volvió a carcajear con fuerza.
— Joder, eres el mejor novio del universo. — dijo YuGyeom entre risas, poniéndose de pie para poder besar al tailandés. — Los usaré en cuanto pueda.
— Úsalos sabiamente. — dijo BamBam, riendo también.
— Me da miedo pensar para qué son esos cupones.
— Mejor ni lo pienses. — le respondió JB a Mark, quien veía con la nariz fruncida a los menores.
YoungJae lucía inquieto desde hace rato, cosa que no pasó desapercibida por JaeBum.
— ¿Sucede algo, bebé?
YoungJae asintió con un puchero en los labios.
— Tu regalo, Bumie. No ... no sé dónde está. — murmuró casi audible. — Le dije a BamBamie y YuGyeomie que lo trajeran pero dicen que no estaba en casa y yo no recuerdo haberlo empacado o algo así.
JB sonrió conmovido por la preocupación que el menor ponía en un regalo para él. Se acercó a su rostro hasta besar su mejilla.
— No tienes que preocuparte, mi cielo. Que estés aquí conmigo me es más que suficiente.
YoungJae negó. — ¡Pero puse mucho empeño en ello, Bumie! De verdad ... de verdad quería dártelo.
— Lo único que acabas de darle es un jodido ataque al corazón, alguien dele agua o algo. — se burló Mark del rojísimo rostro de JB, quien había sido bombardeado por los pucheros de su novio.
JaeBum se aclaró la garganta antes de atraer a YoungJae a sus brazos y besar su cabeza.
— Bien, lo entiendo. ¿Qué tal si mañana te llevo a casa para que lo busques y te sientas más tranquilo? — sugirió, ganándose varios asentimientos como respuesta. — O quién sabe, bebé. Quizá sí lo empacaste y no lo recuerdas.
— ¡¿Me estaré volviendo como Dory, Bumie?!
Los cinco chicos carcajearon, más que por el comentario de YoungJae, por el como JB dejó caer dramáticamente su cuerpo a la alfombra con una mano en el pecho.
— ¡Tenemos un 3312! — exclamó BamBam corriendo hacia JaeBum, aplastándolo.
La sala se había llenado de risas y del barullo de los menores jugueteando con JB en la alfombra. De pronto el ladrido de Coco los hizo callar y mirarla.
— En verdad le gusta la atención. — dijo Jackson riendo junto a los demás.
Coco se limitó a mover su colita y sacar su lengua, estaba alegre.
Los siete chicos estaban alegres, como siempre que se encontraban juntos.
☀️
Los chicos, salvo a JinYoung y YoungJae, tomaron asiento en el comedor para esperar la comida. Los mencionados se encargaban de servir equitativamente en los platos una buena porción del bulgogi que habían preparado junto un poco de arroz y sopa.
— Aquí tienes, Bumie. — dijo YoungJae colocando un plato frente a su novio, éste le sonrió tomándolo de la cintura. — ¿Qué pasa?
— Te ves muy lindo en delantal.
YoungJae miró con timidez al mayor, cubriéndole los ojos.
— No me mires así, me da pena.
JB rió. — Pero es que luces encantador. — quitó las manos de YoungJae de su vista, admirando de nuevo lo lindo que éste se miraba con ese delantal blanco y estampado de frutillas. — ¿Me dejas tomarte una foto? — preguntó en broma, sabiendo que eso haría avergonzar más al menor.
— ¡N- no! Bumie~.
Le encantaba hacerlo pucherear.
JinYoung se asomó al comedor, alzando una ceja al ver a su ayudante en pleno coqueteo en lugar de volver junto a él a la cocina.
— Choi YoungJae. — el mencionado se sobresaltó, soltándose del agarre de JB. — ¿Interrumpo?
— N- no, hyung. Lo siento. — se apresuró a responder el menor, caminando de vuelta a la cocina con el mayor.
JinYoung rió levemente al notar el tono carmesí en los pómulos de YoungJae, éste se limitó a reír también antes de cubrir momentáneamente su rostro.
— Tomatito, presente. — bromeó el mayor, aumentando la vergüenza en YoungJae.
— Hyung ... no te burles de mí. — se quejó entre risas antes de tomar los otros platos de comida y llevarlos a los demás chicos.
No mucho tiempo después, los siete ya se encontraban cenando juntos en el comedor del cálido departamento, compartiendo anécdotas no contadas antes y haciendo mención a recuerdos de momentos juntos a lo largo del tiempo que llevaban siendo siete.
— ¿Ya hemos mencionado cuando Jae se peleó a golpes en la secundaria?
JB se atragantó con la sopa.
— ¿¡Te peleaste a golpes, YoungJae!? — JinYoung miró sorprendido a su dongsaeng, quien sólo reía nervioso.
— Hubieran visto como quedó el otro. — dijo BamBam.
— Sí ... pero hasta que llegó Markie hyung, pobre sujeto, casi escupe los intestinos.
JB miró a su novio. — ¿Cómo sucedió, bebé?
— Uhm ... ni siquiera yo lo sé, ¡ni siquiera sabía que iba a pelear!
BamBam carcajeó. — Déjenme contarles los hechos. — se aclaró la garganta. — Lo que sucedió es que había un chico llamado TaeYong de nuestro mismo año, él tenía una chica que le gustaba pero esa chica estaba interesada ¿adivinen en quién? En nuestro Choi.
— Todo un casanovas.
— ¡Markie! — se quejó YoungJae de la burla del mayor.
— El caso es que en nuestra secundaria se utilizaba el "te veo en el parque, a la salida" como sinónimo de "te voy a sacar la mierda en el parque, a la salida", pero bueno ... obviamente YoungJae no lo sabía y se presentó solo en el puto parque ¡joder, Jae! Me dan ganas de patearte con sólo acordarme. — BamBam de pronto cambió de humor, dándole un suave zape al rubio. — Y bueno, cuando YuGyeom y yo nos enteramos que TaeYong había citado a YoungJae en el parque corrimos lo más rápido que pudimos, cuando llegamos ya había docenas de estudiantes ahí listos para ver la pelea.
— En el camino llamamos a Markie hyung. — añadió YuGyeom.
— ¡Ah, sí! Mientras corríamos llamamos a Markie y fue tan gracioso porque lo único que respondió fue un "¡Yah, Choi YoungJae!" y colgó.
Los siete chicos rieron por la imitación de BamBam a la voz de Mark.
— Entonces cuando nos quisimos acercar a YoungJae para sacarlo de ahí nos lo impidieron y ahí, frente a nuestros ojos, TaeYong le reventó el labio a nuestro sol y ¡buscaré a ese estafador y lo patearé!
BamBam estaba en llamas mientras los demás reían a carcajadas.
— El punto es que YoungJae quedó noqueado sin siquiera saber qué sucedía, yo quería golpear a TaeYong pero BamBam no me soltaba. — continuó YuGyeom con la historia. — Pero como siempre, Markie hyung llegó a nuestro rescate.
— Sí, con el rostro rojísimo y quitándose la chaqueta. Me enamoré de hyung por unos segundos. — Mark le guiñó un ojo siguiéndole el juego.
— Eso no lo sabía. — dijo YuGyeom seriamente.
— Datos curiosos. — rió BamBam. — Al parecer TaeYong no sabía que Jae era uno de los tesoros de Mark Tuan ¡el L.A gángster súper mega ultra genial de la escuela!
Mark se llevó una mano al rostro, riendo avergonzado por la emoción en sus dongsaengs al nombrarlo.
— TaeYong trato de huir, pero no pudo.
— Seh, y le sacaron la mierda. — dijo YuGyeom, recordando aquel día y el rostro golpeado del pelirrojo. — Fin.
— Que gran historia. — aplaudió Jackson. — Oye, Jae. ¿Y qué hiciste cuando te diste cuenta que estabas ahí para pelear.
— No me di cuenta que estaba ahí para pelear hasta que mi labio estaba sangrando y mi cara contra el césped. — dijo riendo junto a los demás. — Si me hubiera dado cuenta antes, habría intentado explicarle que yo no tenía interés en la chica.
— ¿No te expulsaron, hyung? — le preguntó JinYoung a Mark.
— No, ya que sucedió fuera de la escuela. — respondió el mayor. — En todo caso, no le convenía reportarme ya que él también había agredido a YoungJae.
— Buen punto. — dijo JinYoung.
— ¿Te comió la lengua el ratón, JB? — se burló JinYoung de su mejor amigo, quien parecía haber visto un fantasma.
— Es que — rió leve. —, no me imagino a YoungJae peleando. Es un bebé tan tierno que no puedo visualizarlo golpeando a alguien.
YoungJae chilló, pegando su silla a la del mayor para besarlo en la mejilla.
— Pues ese bebé tan tierno del que hablas, me pegó con un bate en la espalda a los 8 años.
— ¡Fue accidente!
— ¡Los accidentes no existen, nutria salvaje! Casi me dejas sin columna.
— ¿Quieres que mencione lo que me hiciste a los 10 años en el arcade?
YuGyeom ahogó un grito.
— Suficientes relatos por hoy.
— ¡Dilo, dilo! — exclamó Jackson riendo, siendo seguido por demás.
— YuGyeom, como hasta ahora, no era rival para mí en las maquinitas. — inició YoungJae su historia, con una sonrisa maliciosa en el rostro. — Entonces como no podía ganarme me ató las manos con su bufanda.
YuGyeom se cruzó de brazos, viendo fulminante a su mejor amigo mientras los demás reían a carcajadas.
— Plañirás. — murmuró YuGyeom, obteniendo un beso de consolación por parte de su novio.
— ¡Oh, con ese beso acabo de recordar algo! — dijo JB mientras sobaba la mano de YoungJae. — Jackson, ¿recuerdas cuando JinYoung le tiró su almuerzo encima a la niña que quería tu primer beso?
Jackson estalló agudas risas cuando a JaeBum, ambos siendo observados seriamente por JinYoung.
— Dejen de reírse y cuéntenlo. — dijo Mark entre risas contagiadas por las de sus dongsaengs.
— Estábamos en quinto o sexto grado, no recuerdo bien. — inició JB. — El punto es que había una niña como ... obsesionada, por así decirlo, con Jackson.
— ¡Lo seguía a todos lados! Era tan molesta, a veces me daban ganas de agarrarla de sus coletas y-
— JinYoungie hyung, relájate. Ya pasó. — lo consoló YuGyeom en tono de burla, ganándose un pellizco.
— Entonces un día ella llegó diciendo que era su cumpleaños y Jackson, como siempre tan amable, le dijo "voy a darte un regalo, ¿qué quieres?", ella respondió "tu primer beso" y levantó sus labios y ... levantó sus labios y Jin- y JinYoung ... — JB no podía ni hablar, de sólo recordar aquel suceso las carcajadas se le salían involuntariamente.
— ¡Levantó sus labios y JinYoung le lanzó una cucharada de arroz en la cara! — terminó Jackson, haciendo reír con fuerza a los demás. — JinYoung-ah tenía, y tiene, una apariencia mu~y dulce y con ayuda de ello y un tono de voz quebradizo dijo "lo siento, no fue intencional" y bueno, la niñita lo creyó y se fue a limpiar al rostro al baño.
JinYoung se cubrió el rostro con las manos, avergonzado al recordar su acto de infantiles celos. Pero bueno, era tan sólo un niño. Un niño con un sentimiento totalmente nuevo en él, el cual su mejor amigo estaba apenas despertando en él.
— Fue ahí cuando dije "él será mi hombre".— dijo Jackson llevándose una mano al pecho, cerrando dramáticamente sus ojos mientras se dejaba caer suavemente en el hombro de JinYoung.— Casi seis años después lo logré. Tómenlo como un ejemplo de superación personal, mis pequeños saltamontes.— añadió viendo a sus dongsaengs, quienes como siempre rieron por las ocurrencias que Jackson decía.
— Yo tengo una historia mucho mejor que esa.— habló JinYoung. Jackson y JB compartieron miradas, casi podían jurar que alguno de los dos -o ambos- estarían jodidos si JinYoung hablaba. — Jackson.
— ¿S- sí, mi vida? — los demás rieron por el nerviosismo del chino.
— ¿Recuerdas cuando JB nos dijo que le gustaba YoungJae?
JB pegó el grito en el cielo. — ¡Alto ahí, loco!
— ¡Sí, sí, sí! Jota Be nunca me había parecido adorable hasta ese momento. — dijo Jackson riendo. Podía hacerlo después de saber que él no estaba involucrado.
YoungJae estaba emocionadísimo por escuchar la historia que sus hyungs estaban por contar, todos lo notaron al ver como sus rosadas mejillas se habían elevado en una amplia sonrisa mientras movía sus pies con inquietud.
— ¿Quieres escuchar la historia, Jae?— preguntó JinYoung, sonriendo con inocencia. Claramente falsa desde los fulminantes ojos de JB.
— ¡Claro!
— No es necesario, beb-
— Cállese, usted. — lo apuntó Jackson con su índice. — Prosigue, JinYoung-ah.
JinYoung le sonrió maliciosamente a su mejor amigo antes de iniciar el relato. — Fue en la mañana de San Valentín.
— Que curioso, el mismo día que le robó su primer beso a YoungJae.
Mark escupió el arroz, tosiendo incontrolablemente.
YoungJae se escondió apenado entre sus manos.
JB se limitó a cerrar los ojos, esperando la muerte.
— En fin, esa mañana JB llegó de un pésimo humor al salón de clases. Adivinen porqué.
— Porque estaba solo, friendzoneado y fracasado en San Valentín. — dijo YuGyeom con un falso puchero.
— ¿Quieres una patada navideña?
— Inténtalo, Papá Noel versión Papá Pitufo. — atacó el menor.
JB refunfuñó entre las carcajadas de los demás.
— YuGyeom tiene razón, pero hay otro motivo, el crucial. — dijo JinYoung. — Estaba molesto por los cientos de obsequios que YoungJae estaba recibiendo.
— Se le juntó el ganado a Jae ese día. — dijo BamBam riendo.
— ¿No se te ocurrió darle algo tú también y ya? — cuestionó Mark.
— Bumie me dio un abrazo, ¿verdad, amor? — dijo YoungJae frotando su carita con el hombro de su novio.
JaeBum no sabía si desmayarse o llenar de besos al adorable chico que lo acariciaba con ternura mientras lo abrazaba.
— Sí, te di un abrazo. ¿Y qué más?
— Un ... un besito en la frente.
JB sonrió enternecido (aún más), acercándose a la frente del rubio para dejar un beso en ésta.
— Con razón no le importó que nos comiéramos sus chocolates. — dijo BamBam mirando a su novio, ambos rieron.
— En fin, JB estaba a punto de gritar por la ventana "¡YoungJae es mío, perros!", así que antes de que perdiera la cabeza le preguntamos qué le sucedía aunque, claramente, ya lo sabíamos.
— Obviamente no lo admitió a la primera, pero después de mucha insistencia-
— Burlas, querrás decir. — interrumpió JB a JinYoung, quien rió levemente.
— Como sea, después de un rato dijo "está bien, está bien. Lo acepto".
— "Me gusta Jae, me gusta mucho. Y quisiera-
— Wow wow wow, ¿cómo te acuerdas de todo lo que les dije? — JB volvió a interrumpir a su mejor amigo. — Ya fue suficiente.
— ¿Quién?
— ¿Quién qué? — respondió JaeBum con otra pregunta, confundido por la de Jackson.
— ¿Quién te preguntó?
— La patada que te voy a dar en el cu-
— "Es que es tan putamente adorable, no pude evitar caer por él. Todos caen, pero yo quiero ser por el que él caiga". — lo interrumpió JinYoung, dejando a todos sin habla.
YoungJae se llevó sus manitas hechas puño a las piernas, mirándolas con su rostro intensamente sonrojado y sin saber qué decir. Se limitó a besar la mejilla de su novio repetidamente, hasta que JB giró su rostro y lo hizo besarlo cortamente en los labios.
— ¡Siempre haz sido tan dulce, Bumie!
— Ni tanto, eh. Rompió mi lapicero ese mismo día cuando JinYoung le contó que un chico de tercer año se declaró a ti.
— Era de Bob Esponja, no jodas. — se defendió JB.
— ¡Era de edición limitada, bestia insensible!
JB rió junto a los demás chicos antes de girarse a su novio, enterneciéndose (todavía más) al ver la forma tan linda con la que éste lo miraba, sonriéndole delicadamente con esos labios anchos y naturalmente rosados.
— Y me hiciste caer, Im JaeBum. — murmuró YoungJae contra el oído del mayor, siendo únicamente audible para él debido al barullo de los demás chicos.
JaeBum sonrió ampliamente antes de besar su coronilla.
— Claro, ¿creíste que te iba a dejar a disposición de alguien más? — cuestionó con una coqueta sonrisa, haciendo reír a su novio.
— Te amo, Bumie. — dijo YoungJae acariciando la rojiza mejilla del mayor.
— Y yo a ti, bebé. — respondió para después acercarse a los labios de Jae, depositando un corto pero dulce beso en sus labios.
☀️
JaeBum sonreía ampliamente, escuchando la armoniosa voz de YoungJae cantar la canción que se escuchaba por el radio del auto, en cual se dirigían a la casa del mayor después de una hermosa noche de Navidad junto a sus mejores amigos.
— Hit you with that ddu-du ddu-du! — JaeBum rió ante la forma en que YoungJae apuntó con sus dedos al auto de enfrente y simuló disparar. — Ya no puedo cantar esta parte, sólo BamBamie alcanza a pronunciar todas las palabras.
— ¿Es bueno rapeando?
— ¡Bastante! Un día pídele que rapeé en tailandés, es genial. — respondió YoungJae mientras acariciaba las orejas de su cachorra, la cual dormía sobre sus muslos.
— Lo haré. — JB asintió, mirando de reojo a su novio.
Comenzaba a creer que no sería bueno para su ritmo cardíaco estar viendo a YoungJae junto a Coco. Le parecía tan adorable la forma en que el rubio agudizaba su voz al dirigirse a la cachorrita, murmurándole palabras dulces mientras permitía que Coco lamiera levemente su nariz.
JaeBum nunca había visto tan pero tan feliz a YoungJae, y saber que él había hecho posible esa felicidad en su novio, lo hacía sentir como si se hubiese ganado el premio mayor de la lotería.
— Bienvenido a nuestro nido de amor, joven Choi. — dijo JaeBum, haciendo reír a YoungJae por la extrema formalidad con la que le abrió la puerta de la casa al llegar.
— Gracias, joven Im. — respondió YoungJae siguiéndole el juego a su novio. — Me gustaría saber donde se encuentran mis aposentos para poder proceder a buscar su obsequio, el cual aparentemente se encuentra extraviado.
— Con gusto lo dirijo hacia mi humilde habitación. — JB le sonrió extendiéndole el brazo, el cual YoungJae entrelazó con el suyo mientras reía. — He aquí sus pertenencias. — señaló la pequeña maleta del menor, quien al querer acercarse a ésta fue detenido por los brazos del mayor. — Me complacería recibir un beso como recompensa por mi acto de nobleza al traerlo hasta acá.
YoungJae volvió a reír, tomando al mayor de las mejillas para proceder a besarlo cariñosa y cortamente.
— Ahora si me disculpa, procederé con mi búsqueda. — sonrió el menor sobre los labios de JB, besándolos de nuevo para después sentarse frente a la maleta.
YoungJae movió su ropa, sacándola y volviéndola a meter mientras buscaba el regalo que, él sabía, no encontraría en su maleta.
Suspiró desanimado, limitándose a sobar la cabecita de la cachorra que se encontraba frotándose en su muslo.
— Bebé, ya te dije que no tienes que preocuparte. — dijo JaeBum, abrazando a YoungJae por la espalda al ver como fruncía sus labios. — Tenerte aquí conmigo me es más que suficiente. — lo consoló con palabras sinceras.
YoungJae se quedó quieto entre los brazos de JaeBum, sintiendo su rostro calentarse ante lo que acababa de cruzar por su mente.
Su novio lo amaba, lo amaba tanto que lograba borrar cualquier duda o temor de su mente, llevándoselos como el viento a las hojas secas de otoño.
Sonrió levemente, girándose a su novio. JB lo miró también con una sonrisa.
— Bumie, qué tal ... qué tal si tu regalo ...
— ¿Qué cosa, bebé?
YoungJae tomó de las mejillas a JaeBum, acercándolo a su rostro hasta poder rozar sus labios con los del mayor.
— ¿Qué tal si tu regalo soy yo?— murmuró sintiendo su rostro y su cuerpo entero aumentar de temperatura mientras veía los pequeños ojos de su novio llenos de sorpresa. Una tímida sonrisa se formó en sus labios al sentir los brazos de JaeBum envolverse en sus caderas, atrayéndolo más a él.— Yo seré el regalo de Bumie.
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Hola, bellezas💖 ¿Cómo han estado?
Quiero pedir una disculpa por la tardanza, no fue mi intención desaparecer así como así en esta y en las demás historias. Tuve un problema familiar muy grave, por lo que escribir era lo menos que podía y, sinceramente, quería hacer. Gracias a Dios las cosas ya están bien, yo estoy bien y por lo tanto estoy de vuelta.
Gracias a todas/os los que se tomaron el tiempo de enviarme mensajes tanto por WhatsApp, Wattpad y en mi tablero. Saber que están esperándome es siempre mi inspiración y motivación para volver.
Decidí hacer un capítulo largo como recompensa, espero que lo disfruten, mi animo subió bastante al escribirlo ya que era algo planeado desde los inicios de SUNSHINE.
El próximo capítulo será mi regalo por las 100K lecturas, estoy segura que saben exactamente de qué tratará ¿cierto? Y si no, esperen por ello 💚
Millones de gracias por las 120K lecturas, me desaparezco y aún así el amor sigue llegando. Las/os amo como no se imaginan.
☀️ Gracias por leer☀️