La noche de ayer me dejó exahusta pero fue increíble.
Hoy era día de lavar ropa, así que para despabilarme, después de desayunar decidí tomar un baño y sentirme como nueva.
Terminé de vestirme y me dirigí al baño para colgar mi bata, cuando salí al pasillo pude escuchar el piano sonar desde la sala. Me acerqué a las escaleras silenciosamente para prestar atención. Niall nunca había tocado el piano en el tiempo que llevaba aquí, siempre estaba pegado a su guitarra, por eso quería escucharlo.
Parecía que estaba intentando encontrar un ritmo pero no lo lograba, de pronto se detuvo por un rato así que decidí volver a la habitación pero la música comenzó de nuevo, eran otros tonos, otro ritmo y Niall comenzó a cantar. Al escuchar la letra sentí que en cualquier momento me rompería en mil pedazos y más porque su voz transmitía nostalgia.
¿Cómo alguien pudo causarle eso a Niall?
Niall estaba por terminar de grabar su álbum, en las presentaciones que había estado haciendo sólo cantaba "Slow Hands", "This Town", "On The Loose" y algunos covers, pero ya estaba planeando la gira "Flicker Sessions", y sí, estaba segura de que esa canción tenía como título "Flicker".
A pesar de que Niall solía cantar y ensayar en la casa, nunca escuché una canción completa del álbum salvo las conocidas y algunos versos nuevos que nunca memoricé.
Quise darle espacio así que regresé a la habitación y hablé un poco con Alex, después de 15 minutos decidí bajar. Niall había vuelto a esas notas que ensayaba una y otra vez.
-No sabía que podías tocar el piano hasta hace unos meses que subiste una historia a Instagram. -Dije mientras dejaba el bote de ropa sucia en el suelo y Niall me hizo sentar en sus piernas.
-No soy muy bueno, sigo practicando.
-¿Cuándo aprendiste?
-Jon me enseñó durante las giras con One Direction. -Respondió abrazándome por la cintura y le dediqué una sonrisa, pero mi mirada dijo algo más.
-¿Qué sucede preciosa?
-Nada, es sólo que... soy la chica más afortunada por tenerte a mi lado.
-Yo soy el afortunado.
-Niall, hay millones de chicas allá afuera que desearían estar en mi lugar, yo estuve ahí y ahora no puedo terminar de creer todo lo que ha pasado. -Dije ignorando su comentario. -Siempre pensé en esa chica que fuera tu novia, se habría sacado la lotería y si lo desperdiciaba sería demasiado tonta.
No podía olvidar lo que decía en "Flicker" y quería hacerle saber que yo no lo defraudaría ni lo lastimaría.
No estaba celosa o algo parecido por esa persona a quién le escribió tan sentimental canción, un amor es difícil de olvidar, entendía a Niall y no me molestaba que aún estando conmigo, expresara nostalgia al cantarla, pero ahora yo tenía un espacio en su corazón, no lo haría olvidar, pero sí podía darle lo mejor de mí y hacerlo feliz.
-Quién diría que sería yo la que acabaría aquí contigo. -Continué con ironía. Niall me miraba atento con una media sonrisa.
-¿A qué viene todo esto? -Preguntó con la misma sonrisa.
-Te quiero, Niall. Sólo quiero que lo sepas. Y no quiero perderte. -Lo abracé pero él me apartó.
-Nunca me perderás Miranda. -Acarició mi mejilla. -Llegaste a mi vida de una manera que jamás habría imaginado... -Rió. -Me tomaste por sorpresa, una increíble y hermosa sorpresa.
Nos miramos unos segundos, me perdía en ese profundo mar que llevaba en los ojos. Me tomó del cuello y me besó, me sentía en la cima del mundo, me sentía segura.
-¿Qué pasará con nosotros? En cuatro días es el evento en Nueva York y nos separaremos.
-No, jamás estaremos separados, no importa que esté al otro lado del mundo, haré hasta lo imposible por mantener esta relación, por nunca perder la comunicación, iré a verte aunque sea un día o unas horas entre el tour, te lo prometo, nunca te abandonaré. Conseguirás esa beca y vivirás aquí.
-No quiero irme, quisiera quedarme por siempre aquí, porque siento que cuando llegue a Nueva York pensaré que todo fue un sueño o una aventura de verano que tuvo que terminar.
-No no no, lo nuestro es más fuerte que las barreras que se interpondrán, no lo dudes ¿okay? -Sonreí y enseguida lo abracé, me aferré él hasta sentir su corazón latir.
Después de nuestro momento íntimo, lo dejé seguir ensayando y me fui al cuarto de lavado.
La tarde estuvo tranquila, la música de Niall inundaba la casa y transmitía tranquilidad.
-¿Niall?
-Dime. -Contestó sin despegar sus ojos de unas hojas que estaba leyendo.
-El tendedero se cayó otra vez.
-Oh, ya voy. -Se levantó y nos dirigimos al pequeño patio.
-Esto ya tiene muchos hoyos, pronto llamaré a un carpintero porque aunque lo clavo, se vuelve a caer. -Dijo mientras veía la rejilla de madera. -Al parecer no soy tan fuerte como creí.
-Niall, por favor. -Reí y volteó ara mirarme "feo".
Tomó el tendedero y se subió al banquito para alcanzar, luego clavó la cuerda. Acababa de terminar cuando por algún movimiento en falso, se resbaló del banco.
-¡Niall! ¿Niall estás bien? -Le extendí mi mano para ayudarlo.
-Si, si, no te preocupes. -Intentó levantarse. -¡Ah! Mi rodilla.
-Ay no, Niall... -Me espanté pero terminó de levantarse.
-Es normal, tranquila.
-¿Qué?
-Si, por cualquier cosa me lastimo siempre, la caída no me dolió, no fue fuerte pero mi rodilla lo resiente siempre.
-Oh, lo siento. ¿Y cómo puedo ayudarte ahora? -Niall puso su brazo alrededor de mi cuello y caminamos hacia la sala con cuidado.
-Sólo necesito un poco de hielo y en un rato estaré bien.
-¿Seguro?
-Si, no hay de que preocuparse.
Lo dejé acostado en el sillón y fui al refrigerador.
-En ese cajón está la bolsa para el hielo. -Señaló desde su lugar.
Me senté a su lado y antes de poner la pequeña bolsa sobre su rodilla, acaricié con cuidado su cicatriz.
-Te ves tan linda cuando te preocupas por mí y me cuidas. -Dijo suavemente y no pude evitar sonrojarme.
Niall solía hacerme comentarios así, pero no me acostumbraba y siempre me ponía un poco nerviosa.
-Aún recuerdo cuando salieron tus fotos con muletas, sentía la necesidad de venir a cuidarte como a un bebé, así que ahora serás mi bebé, no quiero que te lastimes más, descansa. -Le advertí con un tono de mamá protectora y soltó una carcajada.
-Creo que deberías besarme hasta que me sienta mejor. -Extendió sus brazos e hizo un puchero al cual no pude resistirme. Rodeé los ojos al ver su plan y enseguida me incliné para besarlo.
-Voy a tender la ropa. -Dije mientras me levantaba.
-No no no. -Me tomó de la mano. -No te vayas. -Seguía actuando como un bebé.
-Niall. Comencé a reír. -Tengo que hacerlo, cuando termine volveré y me quedaré contigo ¿okay? Te lo prometo.
-Bueno. -Se resignó.
Cuando volví, la televisión estaba en un canal de deportes pero Niall estaba dormido.
Me senté a su lado y acaricié su cabello, era tan suave y delgado.
Niall despertó gracias a mi tacto, me miró y sonrió.
-¿Cómo sigue el bebé?
-Aún necesito muchos besos tuyos. -Finjió lástima.
-Eres un aprovechado. -Me reí y lo complací con una sesión de besos.
-Amor... -Dijo tomando aire. -He olvidado decirte que hay un serie en Netflix que quiero ver, ¿qué te parece si empezamos a verla allá arriba?
-Claro, prepararé pan francés par cenar mientras la vemos.
-Siiii, adoro el pan francés. -Dijo emocionado como un niño pequeño, sólo que esta vez no estaba actuando. -Subiré a cambiarme.
Se levantó con cuidado y comenzó a caminar.
-Ya me siento mejor, yo puedo sólo, gracias preciosa. -Me dedicó una cálida sonrisa.
-Aún así no te emociones, sigue andando con cuidado, por favor.
-Claro, oh, toma. -Se quitó la playera y me la dió. -Sé que es tu favorita y me encanta verte con mi ropa.
Yo también amaba usar sus playeras, me las prestaba de vez en cuando y era la más feliz.
Niall subió y me la puse de inmediato, luego me dirigí a la cocina para preparar el pan francés.