Capítulo 4

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Después de media hora ya no había movimiento, lo cual me alegraba, pues había recibido varios golpes y ya estaba entumida. Pero también me emocionaba porque ya podía salir.
Con lentitud fui abriendo la caja, estaba un poco oscuro, pude sacar la cabeza por completo y entonces entré en pánico. Estaba dentro de un avión, en la zona de equipaje.
No se suponía que eso pasara, ¡Tenía que haber llegado al hotel!.
El avión se puso en marcha, hacía su carrera para emprender el vuelo. Ya no podía hacer nada.

(...)

El movimiento hizo que me golpeara la cabeza contra la caja y entonces desperté. Quise mirar la hora pero la batería de mi celular estaba agotada.
El movimiento continuó por casi una hora, al parecer, ahora me encontraba en un auto, dirigiéndose a otro destino.
El auto paró y sentí cómo me bajaron y me llevaron a otro lado. Escuché que abrían algunas cajas del equipaje y yo moría de nervios porque estaban a punto de descubrirme, sería alguien del staff y me sacarían de inmediato, sin siquiera poder ver a Niall por última vez, ¿lo peor? No sabía en dónde estaba y no podría regresar a mi casa, ni siquiera traía dinero.

-Bien Niall, toda esta ropa se quedará aquí para que mañana te la pruebes. La de esa caja ya la has usado y ya puedes llevártela a tu casa. -Dijo una mujer.

-Excelente, muchas gracias. -Respondió Niall y mi corazón casi se sale de mi pecho.

¿Sería la caja en la que yo me encontraba de la que hablaban? Es decir, sí traía ropa pero quizás hablaban de otra.

(...)

Después de media hora más de movimiento y recorrido en auto, de nuevo hubo tranquilidad. Escuché que cerraron una puerta y lanzaron las llaves. Luego de unos minutos pude escuchar el televisor, al parecer estaban transmitiendo un partido de fútbol, entonces supe que ya estaba en la casa de Niall.

Estaba nerviosa, angustiada y tenía miedo de cómo reaccionaría Niall, pero también estaba demasiado adolorida, necesitaba salir. Así que me armé de valor.

Abrí silenciosamente la caja, podía ver a Niall sentado en su cómodo sofá frente al televisor, tenía una cerveza en la mano.
Comencé a salir pero estaba tan entumida que mis piernas no tenían fuerza y me caí.

- ¡Ay no!. -Dije. Y se escuchó un vidrio romperse. Había tirado su cerveza a consecuencia del susto.

Alcé la mirada para encontrarme con un Niall paralizado, tenía los ojos totalmente abiertos. Su mirada mostraba sorpresa pero luego frunció el ceño y pude sentir su enojo.

-Yo... yo... pu... puedo explicarlo. -Mi quijada temblaba. -Por favor, antes de que me saques déjame explicar lo que ha pasado, por favor, por favor.

Le rogué mientras intentaba levantarme.
Seguía con el ceño fruncido pero ahora se mostraba confundido, cómo si no supiera si darme la palabra o no.

-Habla rápido. -Me dijo serio.

Comencé por contarle desde mi encuentro con Oscar hasta llegar a su casa, Niall no decía nada, me miraba atento.

-Yo no quería ni pensaba llegar a esto, incluso en el hotel... sólo quería saludarte. No invadiría tu privacidad, no quiero tus prendas, ni saber cómo es tu vida privada, tampoco hacerla de paparazzi, lo juro. -Dije a punto de estallar en llanto.

Niall miraba al vacío y en sus ojos se notaba confusión, preocupación y compasión.

Me quedé parada, esperando su respuesta.

-¿Cuál es tu comida favorita?. -Suspiró.

-¿Perdón?. -Ahora era yo la confundida.

-Llevas más 20 horas sin comer, dime cuál es tu comida favorita. -Aún estaba serio pero tranquilo y el enojo ya había desaparecido.

-Amm... spaguetti. -Contesté en voz baja, insegura y tímida. ¿Qué estaba pasando?

Niall tomó su teléfono y llamó a lo que parecía ser un restaurante o algo parecido.

A ESCONDIDAS (Niall Horan)Where stories live. Discover now