Narra Sucrette
Llaman a la puerta y voy corriendo algo emocionada.
Sucrette: Si si, ya voy
Al abrir veo dos bonitas sonrisas.
Sucrette: ¡Chicas!
Iris: ¿Alguien pidió dos pivonazos?
Sucrette: Imbécil jaja — le doy un codazo y luego le cedo una bonita sonrisa a Li quién la responde gustósamente
Li: Esto... ¿Y quién va a venir?
Sucrette: Uhm, Lys, Castiel, Ken, Nath, Armín y Jade
Iris: Tengo la sensación de que la vamos a pasar muy bien — saca de detrás suya una bolsa llena de materiales para bromas
Li: ¿Pe-pero acaso eso lo llevabas todo el camino? — la pobre chica pone cara de arrepentimiento por no haberse dado cuenta
Sucrette: ¿No va a ser un poco cruel?
Iris: Ahh ¿Cruel? Para nada para nada
Nath: ¿Iris?
Iris: Oh jeje - guarda rápidamente las cosas a su espalda y se mete en la casa léntamente hasta llegar a pie de la escalera y subir corriendo
Nath: ¿Pero qué le pasa a esa chica? Cada día está más cara
Sucrette: Jeje ¿Quién sabe? — disimulo una sonrisa mientras maldito a Iris entre dientes
Nath: ¿Qué hace aquí Li?
Al escuchar esa pregunta la chica se esconde un poco detrás de mí, al parecer el tono con el que lo dijo Nath es algo molesto.
Nath: ¿Ya no estás con mi hermana haciendo vuestros planes malvados?
Sucrette: Nath, no seas maleducado, la he invitado yo
Nath: ¿Ehh? ¿Sabes acaso todo lo que ha hecho?
Sucrette: Pues claro que si lo se
Nath: ¿Entonces a que viene esa actitud con ella?
Sucrette: ¡Ha cambiado!
Castiel pone una mano en su hombro y lo mira durámente mientras Nath se relaja.
Nath: Pe... Perdona es solo que al verla aquí me pareció bastante hipócrita
Li: Yo... Ya he aprendido, no volveré con ella...
Nath: Me alegra de que hayas recapacitado — le sonrie de la preciosa forma que él sabe
Li se esconde un poco más detrás mía y se sonroja un poco, supongo que no acostumbra desde hace tiempo a que un chico la sonria sinceramente.
Sucrette: Bueno vamos a pasarlo bien, entrad yo esperaré fuera de mi casa a los demás
Ken: Vale — entra y al pasar al lado de Li le pone una mano en el hombro en símbolo de que no se preocupe
Espero por unos minutos y llegan los demás corriendo, yo les saludo tranquílamente con la mano pero al llegar a mí me toman de los brazos y me entran rápidamente a casa cerrando la puerta.
Sucrette: ¡Auch, auch! ¿Pero qué...?
Jade: Cu... — se detiene a tomar aire — cuando veníamos hacia aquí un perro nos comenzó a perseguir
Armín: Fue horrible, un perro de un metro del alto
Jade: ¡DE DOS METROS!
Armín: ¡No! ¡DE CIEN!
Sucrette: Si si, muy interesante
Jade: ¡Además corría como una gazela!
Armín: ¡O como un leopardo!
Sucrette: Si si — afirmo algo incrédula — ¿Donde está Lys?
Jade y Armín: ¿Lys?... ¡¡¡LYS!!! ¡SE LO HA COMIDO EL PERRO MONSTRUO!
Sucrette: ¡Nadie se ha comido a nadie! Se abrá perdido como de costumbre, voy a buscarlo — coloco mi mano en el pomo de la puerta pero los chicos me detienen
Jade: ¿Acaso quieres morir?
Armín: No vayas t-te comerá — dice agarrándome de la camiseta mientras tiembla
Sucrette: Bueno pues venid conmigo y así puedo usaros de carnada mientras huyo
Los chicos me miran aterrados y comienzo a reir fuertemente.
Sucrette: Solo era broma, anda entrad volveré con Lysandro
Abro la puerta y al abrirla un perro me salta encima, de la impresión grito.
Jade y Armín: ¡¡¡EL PERRO MONSTRUO SE ESTÁ COMIENTO A SU!!!
Todos los que están en casa aparecen corriendo y aterrados, escucho los gritos de las chicas y yo solo trato de zafarme aterrada.
¿Perro monstruo? ¿De verdad estos dos tontos tenían razón?