CAPITULO 3- “QUE ME PASA”
El lunes, cuando salí despacho con José, un anciano al cual se negaban a darle una indemnización por el fallecimiento de su esposa, vi a Lara, al que parecía ser su hijo y a su lado estaba un hombre que llamó mi atención. Cuando lo miré note que él también lo hacía, se me puso la piel de gallina, cosa que hasta ahora no entiendo porque, pero rápidamente me di la vuelta y me despedí de mi cliente.
- Bueno ya sabe José, cualquier novedad lo estoy llamando.
- Muchas gracias por tu ayuda Victoria.
- De nada, para eso estoy- le di un beso en la mejilla y se fue.
En todo ese momento note un par de ojos en mi espalda, y al girarme me di cuenta que no eran alucinaciones mías, sino que efectivamente ese hombre continuaba mirándome. Me acerque a ellos saludé a la mujer, quien me presento a Nicolás, su hijo, y a su hermano Manuel Vallejo.
Luego de las presentaciones, pasamos a mi oficina y les expliqué como iba a proceder ante la situación. Ambos estuvieron de acuerdo, pasado un tiempo pedí hablar a solas con su hermano, debía explicarle ciertas cosas de las que, estaba casi segura que su hermana no le había mencionado.
Durante el tiempo que estuve reunida con Manuel, me sentí, raramente, nerviosa. Era un hombre alto, de cabello castaño, bastante fornido pero lo que más me descolocó fueron sus ojos celestes. Tenía una mirada profunda, hasta llegue a pensar que me atravesaría! Si bien no suelo fijarme en el aspecto, pero me llamó la atención, mi sexto sentido me decía que algo no muy agradable iba a pasar.
En fin dejando todo eso de lado, continué y como bien había pensado su hermana no le contó todo. Para mí era fundamental que esté al tanto porque es necesario preservar a Lara y a Nico porque es muy probable que el tal Gastón intentara acercarse a ellos.
Cuando vi a ese niño, sentí una gran compasión, porque alguien tan pequeño, travieso y dulce tiene que pasar por estas situaciones? En estos casos es donde me gustaría agarrar a todos esos malnacidos y ponerlos contra la pared y dispararles. Si tengo mi instinto asesino, aunque soy consciente de que nunca lo llevaría a cabo.
Una vez que termine con la cita y me despedí de ellos me fui directo a tomarme un café, necesitaba despejar mi cabeza antes de seguir trabajando. Me cruce con alguno de mis compañeros de trabajo, los salude y conversamos el tiempo en que nuestras tasas su hubieran vaciado. Volví a mi trabajo hasta que fue mi hora de salida.
Esa noche cuando me recosté en mi cama y me proponía dormir, en mi mente apareció un par de ojos celestes que me miraban. Inmediatamente me levante y me senté, ¿qué fue eso? Pensé para mí misma, sabía exactamente quién era el dueño de aquellos ojos, seguramente fue una mala pasada de mi subconsciente, que cada tanto se mandaba una de las suyas. Sin darle mayor importancia volví a apoyar la cabeza en la almohada y logré conciliar el sueño.
Así los días pasaron y llegó el jueves. Tenía que presentar un nuevo escrito por el caso de Lara y necesitaba de su firma, por lo cual la llame y concrete una cita para esta misma tarde. Cuando se aproximaba la hora de su llegada, estaba nerviosa en mi cabeza sonaba la pregunta ¿Manuel vendrá con ella? Y otra vez estaba mi subconsciente traicionándome, que hacía yo pensando en esas cosas, no debe importarme es el hermano de una de mis clientas y punto.
Cuando me anuncian que la señorita Vallejo está esperándome, salgo de mi despacho y ahí está de nuevo ese hombre. Me acerco a ellos saludo a Lara y cuando me toca saludarlo mi corazón está cardiaco y su perfume me envuelve. Si una cosa que me gusta de los hombres es que estén bien vestidos y su perfume, aunque es la primera vez que quisiera quedarme respirando ese aroma eternamente.
Los hago pasar y una vez adentro les explico porque necesito de su firma.
- Lara necesito que me firmes estos papeles para poder enviar la contestación para que el proceso continúe- le comento que es lo que dice, ella firma y me le entrego una copia.
- Necesitas algo más? – me pregunta.
- Por el momento no, siento que hayas tenido que venir hasta acá solo para firmar, la próxima mandaré a alguien que te lo lleve.
- No hay problema, además el colegio de Nico queda cerca de aquí, es el Roger School.
- Si lo conozco está cerca de mí casa, dicen que es un buen colegio, así que ya nos estaremos viendo por la zona- ella sonríe y continuo- Bueno ya no los molesto más, firmado este papel mañana mismo lo presento y solo quedará esperar a que dicen en el juzgado.
- Muchas gracias, sino es mucha molestia podría utilizar el baño?
- Si claro, vez la puerta que tengo del otro lado del sofá?- ella asiente- ese es mi baño puedes usarlo tranquilamente - me agrade y yo me quedo sola con Manuel.
¿Por qué este hombre me pone tan nerviosa? Lo admito me resulta atractivo, debería estar ciega para no darme cuenta, pero tiene aspecto de ser el típico play boy y ese tipo de hombre no va conmigo. De repente me pregunta si podría tener una charla sobre el tema de su hermana en privado con él, me quedo boquiabierta ¿Qué querrá saber?
- Obviamente si no es mucha molestia, no quiero interrumpir con tus deberes laborales, se lo que es eso, incluso en este momento debería estar en mi trabajo- me dice con una pequeña risita.
- No claro que no, pero en los días de la semana se me hace casi imposible, últimamente no nos dan un respiro.
- Oh entiendo, sería mucho pedir que nos reunamos durante el fin de semana? Sinceramente el tema me tiene preocupado, y no quiero que mi hermana lo sepa- yo ir a ver a un cliente en mis únicos días de descanso? Debo estar loca, pero mi decisión está tomada.
- No tengo ningún problema, pero si puede ser a primera hora de la mañana me vendría mucho mejor- le acabo de decir que sí? Hay Victoria que estas pensando no es una salida con él, es por un tema laboral, se profesional!.
- Perfecto, quizás el sábado a eso de las 9 am?- es mi parecer o está entusiasmado? Ok ya estoy alucinando de nuevo.
- De acuerdo- en ese momento regresa su hermana, me agradece y nos despedimos.
Cuando saludo a Manuel me dice:
- Por favor no le comentes nada a Lara- asiento, sonríe y se van.
La tarde la paso distraída pensando en ¿de qué querrá hablar?, me devano el cerebro para terminar respondiéndome, y de que va a querer hablar, pues obvio de lo que puede pasar con Lara y con Nico.
Llego a mi casa, me cocino un salteado de verduras y me siento a ver un rato de tele. Busco alguna película hasta que encuentro “Diario de una pasión”, es un drama muy hermoso. Cuando termina, lavo los platos y me voy a mi cama, por suerte no tardo mucho en dormirme.
No puede haber soñado lo que soñé, definitivamente me estoy volviendo loca! Manuel y yo? No, eso no puede pasar, yo no soy así nunca un hombre apareció de esa manera en mis sueños! Me niego totalmente. En mi sueño aparecemos en medio de mi departamento, los dos completamente empapados por la lluvia y en un momento dado se acerca a mí, toma mi cara entre sus manos y me comienza a besar y terminamos en mi cuarto! Pueden creerlo?! Como voy a verlo a los ojos después de eso, tengo que olvidarme de ese sueño.
¿Qué me está pasando? No me reconozco, y lo peor es que el sábado quede de verlo, aunque ahora que lo pienso no me dijo donde quizás eso me exime de ir.
Lo bueno es que hoy tengo trabajo hasta las narices, lo que me permite que me olvide de todo lo que paso, aunque sea por un rato, hasta que recibo un mensaje de texto de Manuel diciéndome que mañana nos vemos en el Café San Juan que está enfrente del Roger School a las 9am y me agradece por aceptar ir.
Me quiero morir y ahora que excusa puedo poner? Victoria sé profesional, es un hombre más del montón. Una vez que me convenzo, le envío un ok. Listo ya está hecho, mañana lo veré y actuaré como profesional, nada va a pasar, pero ¿por qué estoy tan nerviosa? Este hombre me causa una sensación extraña…