Cancion: Celine Dion - Ashes
El sonido de las maquinas hace que vuelva al estado en el que solo puedo escuchar voces, porque mis ojos sigo sin poderlos abrir.
- Le daré lo que quiere a Fiore, le daré mi puesto y mis negocios – escucho la voz de Bruno.
- ¿Señor ha enloquecido acaso? Aún no sabemos si fue él, usted tiene muchos enemigos, si le deja el puesto a Fiore será peor.
- ¿Peor Simone? ¿Peor que perder a Camila? ¿Peor que verla en una cama con todos esos tubos porque ni siquiera puede respirar por su cuenta? Yo ya no tengo nada que perder.
Oh Bruno, cuanto daría por poder despertar y hablarte.
- Cuando la señora Camila despierte, porque lo hará, debe ver el hombre fuerte que siempre ha sido, el que le ofrece sus brazos para protegerla, no el hombre triste y con la mirada perdida que estoy viendo ahora.
- Debí dejar este mundo de mierda hace mucho, siempre sale lastimada por mi culpa, no importa lo que haga, siempre será ella la que salga herida ¿Qué clase de hombre que ama a una mujer le ofrece esta vida?
- Uno que la ama con todo su corazón, ¿que no la ha visto? Ella es feliz a su lado, ríe cuando esta con usted, hasta lo hace cambiar de parecer en sus decisiones, si eso no es amor, entonces no sé qué es lo que describen las personas cuando se enamoran, ella no es de las que lo dejaría. Solo pienselo.
Escucho como la puerta se cierra y posterior a eso una fuerte mano sostiene la mía.
- ¿Porqué? ¿Porque lo hiciste? ¿Porque solo no me dejaste morir? El auto tenía que matarme a mí.
Porque te amo – quisiera contestarle.
- Sigues siendo la misma niña rebelde ¿cierto? Hoy llegaron las fotos de la boda, lucias radiante, lucias tan hermosa en ese vestido blanco.
Bruno..
- Jamás te dije del día en que descubrí que te amaba, te lo voy a decir. Fue aquella noche en que me esperaste y te abalanzaste a abrazarme cerciorándote de que estuviera bien, no te importo desvelarte por esperarme, no te importo llorar por mí, solo estabas feliz de verme cruzar la puerta, y yo ahora estoy pasando lo mismo por lo que siempre pasas.
Siempre te esperaría Bruno, siempre...
- Prometiste no dejarme, entonces.. ¿porque ahora no lo estas cumpliendo? ¡Te prohíbo que te vayas! Es la única regla que no puedes romper – dice estallando en llanto, mientras siento como sus lágrimas caen en mis manos.
Se que lo prometí pero ni siquiera yo misma se si viviré mi consuelo es al menos puedo escuchar su voz.
- Pero si decides irte, si decides dejarme,ven por mí, llévame contigo.
Eso jamás, si yo me voy, él debe hacer su vida, como me lo pedía a mí.
- ¿Estas llorando? ¿Me escuchas? Camila, por favor no te vayas.
- Señor debe salir, debemos hacer la rutina de todos los días.
- No. Ella estaba llorando. Eso es una señal ¿no?
- Algunos pacientes en coma, lo hacen.
- ¡Ya lleva cinco malditos días así y solo me dicen eso!
¿Cinco días?
- Le voy a pedir por treceava vez que se calme, su esposa está controlada y monitoreada todos los días.
- Si es así ¿porque aún no despierta?
- El golpe fue fuerte, tuvieron que inducirla a ese estado o de lo contrario hubiera muerto. Ahora por favor salga.
- No se demore.
No sé cuánto tiempo trascurre, en lo que haga la enfermera, o quien sea quien se encargue de hacer el procedimiento, para que Bruno vuelva a entrar, pero esta vez seguido de otra persona.
- Hueles horrible, vete a bañar a la maldita casa – esa voz es de Giorgio.
- Ni iré a ningún puto lado.
- Que terco eres.
- Don, el señor Bonatti tiene razón.
- ¡Nadie me da órdenes! además acá hay un baño, si apesto, entonces tráiganme ropa y me cambiare acá.
- Debes ir a descansar jodido imbécil, cuidaremos a Camila.
- Ni mierda, no me iré.
- Todos estamos acá, su amiga, nosotros, hasta Dimitri que nunca viene.
- Hijo – la voz de Elisabetta se hace presente en la habitación.
- Mamma – dice con las palabras entrecortadas.
- Ves, hasta tu madre esta acá.
- Déjenos solos – pide Bruno.
- Le he fallado mamma.
- Oh no. Tú nunca le fallarías a ella.
- No pude hacer nada. No pude protegerla.
- Porque ella fue quien te protegió, tú siempre lo haces y ella quiso hacerlo esta vez.
- No soy un hombre que la merezca.
- Cualquier mujer quisiera tenerte a su lado, tú siempre me decías "No me casaré hasta que encuentre a una mujer que sea tan opuesta a mí, que me de miedo amarla" y entonces apareció ella.
- Creo que ella es más fuerte que yo, porque ahora mismo estoy muerto en vida.
- Lo sé hijo. En la vida hay momentos que son tan dolorosos que no estamos preparados para afrontarlos, pero nunca debemos perder la fé. A ustedes les falta mucho por cumplir, sólo dale tiempo.
- Yo no puedo..simplemente no puedo..
- Hola, lamento interrumpir
Laurent está aca también, es bueno escucharla.
- Adelante señorita Davis.
- Camila es fuerte, ella saldrá de esta.
- Los dejo un momento a solas - Dice Elisabetta.
- Sabes Bruno,ella siempre te mencionaba, creo que no hay día en que no lo haga,en verdad te ama, y se que quizás pienses que no es el mundo que ella quisiera, pero no la había visto tan feliz desde hace mucho tiempo, ella en verdad es feliz contigo.
- Gracias por sus palabras.
- Debería ir a descansar, yo la cuidaré.
- Iré por un café, sólo por eso. Así este cuarto se vuelva mi casa, no me iré de su lado, con permiso.
- Si que es terco ¿no? ¿Cómo haces para mantenerlo calmado?
Rio internamente.
- Debes despertar o ¿acaso quieres que otra mujer se lleve a tu esposo? He visto a algunas enfermeras mirandolo, anda, despierta y dejales claro quien es su esposa - Dice en torno burlón.
Laurent siempre con su sentido del humor.
- ¿Recuerdas cuando en séptimo grado Oliver Reeds me dijo que era una niña fea y comencé a llorar y me dijiste que no lo hiciera porque no soportabas ver llorar a una persona porque también llorarias? Creo que si vieras a Bruno en este instante, no sabria decirte quien de los dos lloraria más al ver al otro si tú o él. Debes volver y decirle que no es su culpa, que todo va estar bien, porque ese hombre se lamenta todos los días.
- He vuelto - dice él de nuevo.
- Estábamos hablando, creo que ya dije,lo que tenía que decirle.
- Gracias por venir.
- Es mi mejor amiga, es como una hermana para mí.
Laurent suena tan honesta, quisiera volver, pero no puedo ni mover mis manos, no puedo hacer nada, y el escuchar a todos sólo me parte el corazón.
- Pedoname, sólo perdóname Camila, por siempre exponerte. Ya he tomado una decisión, le daré el poder a ese hombre, le daré lo que quiere, si a cambio de eso, puedo evitar tanto sufrimiento lo haré.
No Bruno. Si lo haces, te matará.
- Soy yo el que ahora quiere dejar este mundo y ofrecerte lo mejor. Hasta comere cosas que no sean italianas. Iré hoy mismo a hablar con él. Es acá en la parte en la que me dices "Ten cuidado" y en donde yo te respondo "No me esperes". Hoy te pido que si me esperes, que tan sólo... Oh Dios.. lo que realmente quiero es que vuelvas, que vuelvas a mi, que si me ves en tus sueños o si ves que te pido que vengas conmigo lo hagas, no te ofrezco una mano para que la tomes y me elijas, te ofrezco mis dos manos para que te sujetes fuerte de ellas y regreses junto a mí, porque mi mundo ahora es un caos. Jamás me había sentido tan perdido y desorientado como ahora - siento como sujeta mis manos con las de él.
Me da un dulce beso en mi frente y como si mi labor fuera detenerlo siempre que va a cometer una barbaridad, mis manos se mueven y sostengo fuerte la suya.
Poco a poco todo se hace visible y lo veo allí.
Oh Dios luce tan mal, pero sigue siendo él, el mismo hombre del que me enamoré.
Sus ojos se abren dejando escapar lágrimas y su acto es abrazarme.
- Dime que no es un sueño - susurra en mi oído, mientras estalla en lágrimas.
Sólo paso mis manos suavemente por sus cabellos para consolarlo.
No es un sueño. Soy yo de vuelta.
¿Team Bruno?⚘
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