— Si tanto la defiendes, y ella te defiende a tí. ¿Por qué no se besan? -Gritó-.
No sabía que hacer. ¿Besar a Louis? Por alguien que ni si quiera conozco. ¿Por qué demostrarle cosas a ella? Pero bueno, interrumpió todo eso, el susurro de Louis.
— ¿Solo hazlo, sí? Déjate llevar. -Susurró Louis-.
Me tomó de la cintura, y me apegó a él, le tomé la nuca y lo besé, lo besé por primera vez en la vida. Fue el beso más hermoso que existía, hasta podría decir que sentí flash, de seguro nos estaban tomando fotografías, ya que tenía los ojos cerrados poco pude notarlo. Tal véz donde aparecería mañana. Pero al besarlo sentí una corriente eléctrica recorrer toda mi espalda, todo mi cuerpo. Creo que Louis también lo sintió por que tembló al momento. No sé cuanto duró el beso, yo solo estaba pensando.
— Vamonos ____. No quiero seguir viendo a esta tarada. -Me jaló del brazo y me llevó dentro del auto, comenzó a conducir pero se detuvo en un parque alejado de allí-. Lo siento, ya no quería seguir viéndola.
— No importa, ni yo, aunque no la conozca. ¿tu hermana?
— Se quedará allá. Seguro la vendrá a dejar Jake, yo creo que serán novios, pero nada dice.
— Ah, debes dejarla, tiene 16.
— Sí, pero me preocupa.
— ¿Celos? -Reí-.
— No. -Fingió-.
— Ambos sabemos que sí.
— Que no.
— Que sí y punto. Tu lo sabes, todos lo sabemos. -Sonreí-.
— ¿Puedo hacerte una pregunta?
— Claro.
— ¿Sentiste algo? ¿Una chispa, o como sea.. una.. corriente eléctrica, algo parecido?
— Eh.. sí. ¿Por qué?
— No lo sé. Sentí lo mismo. Es extraño.
— Ajá. Algo extraño estaba sucediendo.
— Sí, pero ya. Tú solo no le hagas caso a esa Vanessa. ¿sí? Es solo una envidiosa que trata de arruinarle la vida a los demás siempre.
— Tranquilo, no te preocupes. -Sonreí-.
— Debo preocuparme.
— ¿Por qué?
— Por nada. ¿Nos vamos a casa? Mañana debemos trabajar.
— Ah, es cierto, claro.
Louis comenzó a conducir nuevamente, y llegamos a casa.
— Hola chicas. -Respondí-.
— ¿Qué ocurrió? -Preguntó Perrie-.
— Mañana les digo. Ahora no tengo ganas.
— Está bien. -Dijo Jade-.
— Pueden quedarse aquí. Es demasiado tarde. ¿Tienen sueño?
— No, planeamos con las pequeñas hacer pijamada. -Mencionó Jade-.
— Oh, está bien. -Dijo Louis y se fue a la habitación, igual que yo a mi cuarto-.
Dormí demasiado en la mañana pensando que ese día iba a ser perfecto o algo así. Me cambié el vestido manchado y me puse mi pijama. Bueno, solo no podía dormirme. Y al parecer Louis tampoco.
— ¿Sigues despierta? -Entró a mi habitación-.
— Sí. ¿Tú puedes dormir? -Pregunté-.
— No. Apenas desperté fuí por tí a tu habitación en la mañana.
— Ah.
— ¿Puedo dormir aquí? -Preguntó-.
— Pero.. -Dije asustada-. Hay solo una cama.
— Ah, sí, no importa. -Bromeó-.
— ¿Pretendes.. dormir.. ya sabes, así, juntos?
— No. -Rió-. Son de esas camas que tienen un tipo de ''cama secreta'' bajo la misma. -Abrió el cajón donde salía un colchón de debajo de la cama-.
— Ah, entonces está bien. -Sonreí-. ¿Y Charlotte no ha llegado?
— No, debe estar por llegar, yo pien.. -Justo se escuchó un ruido afuera y Louis miró por la ventana del segundo piso-.
— Es Charlotte, déjala tranquila.
— Está muy cerca del chico.
— Déjala.
— Pero que tal si la besa.
— ¿Y qué? Tiene 16. Louis por favor.
— No puedo permitir esto.
— ¡Louis! -Lo tomé de la mano-. ¡Ven! -Lo jalé y cayó encima de mi cama-.
— ¿Qué.. haces? -Preguntó-.
— Deja a tu hermana en paz. -Miré por la ventana y se besaba con el chico así que decidí distraer a Louis-.
— ¡Oh, que cómoda es la cama! ¿No crees? -Dije-.
— Sí, estoy acostumbrado.
— Claro, él, tiene dinero.
— Tienes más que yo.
— Bueno, pero.. igual. -Reí-. ¡Ahí viene Charlotte! Actua natural. -Dije tirándolo en el colchón de debajo de la cama-.
— Que suave. -Mencionó-.
— Actua natura.. -Entró Charlotte-.
— ¿Qué hacen? -Preguntó-.
— Nada. Jugamos a las cartas. -Respondió Louis-.
— No tienen cartas.
— Es que.. es un nuevo juego de cartas imaginarias. ¿No lo has jugado? -Volvió a decir Louis-.
— No. -Respondió confundida-. Me voy a dormir. Adiós. -Se despidió y se dirigió a su cuarto-.
— ¿Cartas imaginarias? -Reí-.
— Es lo único que se me ocurrió. Además seguiste el juego.
— Oh, que querías. Observábamos por la ventana que estabas abajo, traté de distraer a Louis mientras te besabas con ese chico.
— ¿Qué?
— Nada.
— ¿Qué dijiste?
— Nada.
— Pero ____. ¿Se besó con el chico?
— No.
— Lo dijiste recién.
— Lo sé. Me confundí. -Respondí desesperada-. Es tarde. ¿Sabes? Descansa. -Apagué la luz-.
— ____. -Encendió la luz-.
— ¿¡Qué!? -Pregunté-. Apaga la luz, tengo sueño.
— Respondeme.
— ¿Qué harás si te digo la verdad? -Pregunté-.
— Hablar con ella.
— Entonces no se besaron.
— ___..
— Louis.. Tiene el mismo derecho que tú. Tu me besaste.
— Fue por la tal Vanessa.
— ¿Osea que no querías? -Reí-.
— Tengo sueño. -Apagó la luz-.
— Ahora tu tienes sueño. -Encendí la luz-.
— Se va a quemar la ampolleta. -Advirtió-.
— ¿Y qué? -Pregunté-. Responde.
— Sí. Me encantó besarte. -Apagó la luz-.
— ''Oh por Dios'' Pensé. Bueno, descansa. -Dije y cerré mis ojos-.
Más me demoré en dormirme, pensando en que a Louis le gustó besarme, denuevo me venció el sueño de una vez por todas y me dormí. Al despertarme, poco hablabamos con Louis, es obvio que recordabamos lo de ayer. Desayunamos con Jade, Perrie, toda la familia Tomlinson y yo. En el desayuno fue cuando le conté a las chicas lo que había pasado ayer en la boda. Ahora por alguna extraña razón odian a ''Vanessa''. Creo que es por lo que pasó ayer. Las chicas se fueron, Lottie se fue al trabajo, y las pequeñas se irían con nosotros a la disquería. Llegó la hora de irnos y nos subimos al auto. Llegamos, me cambié y salí, ví que habían nuevos empleados o por lo menos no los había visto.
— ___ ellos son Liam y Ryan.
— Hola ___. -Saludó Liam sonriendo-.
— Hola. -Saludé-.
— Hola hermosura. -Saludó Ryan-.
— Hola. ¿Ryan? -Dije sin ninguna expresión en la cara, a mí al menos, no me gusta que me traten así ¿qué se cree?-.
— Así es. -Sonrió-.
— Ah.
Ví la cara de celoso de Louis, pero creo que se alivió al notar que yo no lo tomaba en cuenta, comenzamos a atender, y empezé a hablar con Liam.
— ¿Hace cuánto trabajas aquí? -Pregunté-.
— Dos años. Es bastante, canto con Louis por diversión con otros amigos. -Respondió-.
— Ah, Louis me mencionó eso. -Respondí-.
— ¿Y para cada día son dos empleados?
— Sí, pero para la caja es una persona fija o pocas veces va variando. ¿Tú atiendes la caja, no?
— Sí, prefería eso que aprenderme todos los precios de los productos.
— No es tan difícil. -Dijo Liam-. Después te acostumbras.
— Ah. -Reí-.
Comenzé a hablar mucho con Liam y me agradó bastante, hasta que llegó ''Ryan'' que me desagradó desde un principio.
— Hola preciosa.
— Ya me saludaste. -Respondí-.
— ¿Hay algo malo en saludar dos veces?
— Siendo tú, sí.
— ¿Por qué el mal trato?
— Por que sí.
— ¿Tienes algún problema bonita?
— Sí. ¿Quién te crees para llamarme bonita, preciosa, hermosura o cosas así? Así no se le trata a las mujeres, tal véz tu las trates así a cualquiera que se te cruza y ellas lo acepten pero yo no, no soy de las chicas de una noche.
— ¿Crees que busco chicas por una noche?
— Te ves así, pero no puedo juzgarte no te conozco.
— Ay, vamos lindura, no te haré nada. -Me tomó de la cintura-.
— Suéltame tarado. -Grité-.
— ¡Suéltala Ryan! -Gritó Louis-.
— ¿Y por qué te involucras?
— Es mi novia imbécil.