Capítulo Treinta y Tres: Búsqueda del Tesoro (Parte Dos).
Trent, una vez que se le fue el enojo se acercó a la chica que aún seguía botada en el suelo y le extendió la mano sonriéndole amablemente. La chica lo vio impresionada, Trent era el chico más solitario de la isla, casi ni se hablaba con nadie. Solo se la paraba observando, no era nada comparado con sus hermanas que si eran muy ruidosa.
—A veces Channel es algo exagerada, créeme, vivo con ella—sonrió amablemente—. Sé que a ti te gusta Jacob y que Bill es solo un idiota ¿No?
—Sigo aquí, cuñado.
—Me vale un carajo.
Alex rio un poco y tomó su mano para levantarse e intentar quitar la suciedad de su ropa, ahora mismo se encontraba pegajosa. Al llegar a la casa tendría que darse un buen baño.
—Así que... en total has besado a tres chicas de la isla. Eso está mal—bromeó Logan.
—Prefiero besar a chicas que a chicos—se defendió el rubio haciendo sonrojar a su amigo azabache.
—Oigan, chicos—habló Thomas viendo hacia una esquina de la cueva—. ¡Creo que encontré la llave!
—¿¡Dónde!? ¡Llevamos demasiada desventaja! —chilló Will corriendo hacia donde el chico señalaba—. Ah, por la puta madre.
—¡William! Nuestra madre es sagrada.
—Cierto... Billgard, ven aquí—el rubio asintió y corrió hacia su hermano—. Yo peso menos, así que cárgame.
—¿Disculpa? ¿Me estás diciendo gordo?
—No... pero de los dos tú comes más.
—¿¡Ah!?
—¡Álzame!
—No hasta que te rectifiques.
—¡Puta madre, Billgard! ¡Solo súbeme!
Mientras los gemelos discutían, Trent se acercaba lentamente hacia Thomas para tomarlo de la cintura, haciendo jadear a este de sorpresa, y empezar a alzarlo para que este tome la llave.
—No estoy gordo, solo tengo más músculos que tú.
—Músculos en la pansa, dirás.
—¡Por lo menos mi novia es más bonita que la tuya!
—¡Nuestras novias tienen la misma cara!
—¡Y tú eres el chofer! —y sin decir más Bill se giró haciendo un sonido de indignación y empezó a caminar.
Will viró los ojos y agarró el mapa para seguir leyéndolo y caminar por donde las chicas se habían ido. Mientras tanto, Alex se seguía sorprendiendo por la cortesía de Trent no sabía porque lo hacía pero la hacía sentir cómoda y en confianza, aunque no podía evitar sentir las mejillas calientes por su cercanía.
—Oye, Alex—la chica miró al rubio que le hablaba—. ¿En serio soy uno de los chicos más atractivos de la isla?
—N-No lo dije yo, lo dijeron Isabella y Eiza.
—¿En serio? —Intervino Will—. ¿Y para ellas quién es el más guapo de la isla?
—Uh...—la mirada de Alex se posó de frente en Logan que le sonreía a una luciérnaga—. Pues, casi todas estábamos de acuerdo en que Logan era el más guapo de la isla.
—¿¡Logan!? —exclamaron todos los chicos a lo que este reacciono.
—¿Yo qué?
—Las chicas piensan que eres el más atractivo de la isla—habló Thomas poniéndolo al día.
—Oh, que lindas. Gracias... pero yo solo tengo ojos para Namie—Alex sonrió dulcemente, ojala algún día su amiga le diera la oportunidad de...
—¿Qué más dijeron?
—¿En serio a los chicos también les interesa este tipo de cosas?
—¡Obvio! No por algo cuidamos nuestra apariencia—sonrió coqueto el rubio—. ¿Qué dijeron de mí?
—Bueno... les gustaba tu actitud de patán y pensabas que eras ardiente, también hablaron de Jacob—Alex no pudo evitar suspirar—. Dijeron que era dulce, al igual que Thomas. Y Will—el chico abrió sus ojos ilusionado—. Tus celos dan miedo—y su sonrisa que se formaba se borró a la par que Bill soltaba una gran carcajada.
—Podré ser gordo, pero tú eres feo.
—Tenemos la misma cara, Bill.
—¡No! Yo soy ardieeenteee—habló moviendo sus cejas coquetamente.
Mientras tanto las chicas, que iban mucho más adelante, se acercaban mucho más a la meta. Channel seguía renegando y maldiciendo entre dientes mientras que Charlie y Namie se encontraban preocupadas ya que hasta ahorita Alex no daba señales de vida.
Obvio que sabían que estaba viva, pero esto era "Drama en la Isla" y claramente debía haber drama, mucho drama. Aparte que, si perdían, no querían que Channel convenza a las demás chicas para que la eliminaran. Aunque... solo podría convencer a Paige, eso era algo reconfortante.
—Channel...
—¿¡Qué!? —volteó furiosa la chica viendo como Charlie se sobresaltaba—. Ugh... ¿Qué quieres?
—Pues... Namie dice que tenemos que subir al volcán.
La chica giró su cabeza hacia el mencionado y viró los ojos. ¿En serio? ¿De nuevo tenían un reto en el volcán? ¿Qué sucede producción? ¿No se les ocurren mejores ideas?
—Ugh ¿Qué tienes Cam con los volcanes? —se quejó Megan apegándose al grupo para ver el mapa.
—Supuestamente allá arriba está el tesoro—aclaró Namie señalando el mismo y todas asintieron—. ¿Tienes la llave, Channel?
—Aquí—habló la chica sacándola y todas asintieron nuevamente.
Era hora de demostrar quién era el verdadero sexo fuerte. Poniéndose en marcha todas las chicas empezaron a subir el caliente volcán, que gracias a Dios estaba desactivado, claramente el personal de producción no iba a dejar que algo les pasará a sus participantes... por lo menos nada grave.
El grito de los chicos las alteró por lo que empezaron a correr cada vez más pero... lo que no sabían ellas era que los chicos tenían un plan perfecto para acabar con ellas.
—¡Channel!
—¡Lárgate, Bill! ¡No quiero hablar contigo!
—¡Quiero hablar contigo acerca de lo que pasó!
—¡No es momen...!—la chica no pudo seguir hablando porque el chico la había tomado de la mano—. Bill...
Su cuerpo se estremeció al verlo respirar tan agitado, se encontraba con la cabeza agachada y con la frente ligeramente sudada; era asqueroso pero no podía evitar seguir queriéndole. El chico alzó la cabeza y se acercó a ella muy lentamente viéndola a los ojos.
—No quiero seguir teniendo peleas absurdas contigo, Channel. Alex se tropezó.
—Eso dicen todos.
—¿En serio ese es el nivel de confianza que tienes hacia mí? —La chica hizo una mueca—. Me gustas demasiado, creo que lo que a ti te gusta es verme sufrir ¿Verdad? Te encanta que me esté disculpando a cada rato ¿No? —murmuró acercándose a ella haciéndola sonrojar—. ¿Acerté?
—Cierra el pico.
—Ciérramelo—bromeó tomándola del mentón—. Tienes unos ojos preciosos ¿Te lo he dicho? —Sonrió de lado al ver como la chica cerraba los ojos para acercarse a sus labios—. Lástima que no ven que esto es una trampa.
Y en un hábil movimiento le quitó la llave a la chica para tirársela a su gemelo que ya estaba yendo detrás de Paige. Channel estaba a punto de gritarle a su hermana pero la mano de su novio tapó sus labios, empujándola bruscamente hacia un muro. Era gracioso verla intentar escapar pero era obvio que no podría, media como dos metros más que ella.
—Ya, nena. Ríndete, caíste ante mis encantos.
—Eres hombre muerto ¿Lo sabes?
—Tal vez, pero ahora estamos solos ¿Sabes lo que eso significa?
—¿Qué no habrá testigos de tu muerte?
—Ah, ah~ —negó pícaramente sonriéndose complicemente con su chica.
Trent se acercó caminando a la pequeña Charlie que corría con todas sus fuerzas volcán, rio levemente y se apegó a ella mordiendo sus labios.
—Tienes una peculiar forma de correr.
—C-Cállate, nunca he sido buena en los deportes.
—Pero tienes buen físico—la chica miró hacia otro lado sonrojándose—. ¿Sabes? Siempre he pensado que eres una de las chicas más hermosas de la isla. Hasta he empezado a sentir celos de Thomas.
—¿Celos?¿Por qué?
—Porque él puede tenerte—Charlie lo miró sorprendida—. Me da envidia que él pueda besarte.
¿Besarla? ¿Era una especie de broma? Thomas casi ni había tocado sus labios y eso la hacía sentir muy mal ya que lo que ella sentía por él era real. O por lo menos eso pensaba hasta ahora, porque ahora todo lo que decía el guapísimo Trent O'Brien hacía que su corazón se descontrolara. ¿Será que estaba sintiendo cosas por él?
—Él... hasta ahora no ha hecho nada para intentar besarme.
Trent abrió mucho los ojos fingiendo sorpresa y sonrió internamente acercándose a la chica de manera intimidante pero a la vez "inocente" haciéndola retroceder. Él sabía muy bien lo que podía causar en una chica a pesar de que él no sintiera nada por ellas.
—¿En serio? ¿Es idiota o algo parecido? —Charlie hizo una mueca—. Bueno... ahora que me has afirmado que no son nada... ¿Podría... yo...?—carraspeó nervioso—. ¿Podría besarte?
—¿¡Q-Qué!?
—¡S-Si no quieres está bien! Pero como seguramente seguirás enamorada de Thomas... así que me gustaría que me dejaras besarte aunque sea una vez.
Lo pensó unos segundos, pero es que la belleza del chico la había cegado. No pudo negarse, también le parecía deseable la idea de poder probar los labios de aquel pelirrojo tan atractivo. Sus ojos se cerraron y su cuerpo se acercó al del chico hasta sentirlo muy cerca.
Aunque su sorpresa se dio cuando se dio cuenta que el beso nunca llegó, él simplemente la había tomado a la cintura y la había empujado hacia un lugar. Cuando abrió los ojos se dio cuenta de que había caído en una trampa.
—Pero que...
—¡Lo siento, preciosa! ¡Deberías aprender a no confiar en desconocidos! —se burló el pelirrojo alejándose de ella—. ¡Y a ser fiel!
—¡Trent! ¡Espe...!—intentó correr pero abrió mucho los ojos al ver que no podía mover sus pies, se había quedado pegada en una especie de viscosidad de color gris—. ¡Demonios, Trent yo...!
Y la campanilla sonó.
...
Mierda.
Charlie: Mi pobre corazón está muy enredado—cantó cerrando los ojos
Paige: Oh enredado—siguió mientras corría hacia la cima del volcán.
Charlie: Late tan rápido se saldrá de mi pecho.
Channel: Oh pecho—rio apegándose más a su novio.
Charlie: Quise meter a dos chicos en mi alma—intentó sacar los pies del suelo.
Megan: Oh alma—siguió subiendo el volcán.
Charlie: ¡Y terminé al suelo pegada! —se quejó jalándose los cabellos.
Paige, Channel y Megan: Quedó pegada, debió saber, que mala pata. Pegada, pegada al suelo~ —cantaron siguiendo en lo suyo.
Charlie: Creí en todo lo que él me contó—hizo una mueca de tristeza.
Paige: Oh contó—abrió mucho los ojos al ver a Will a su lado.
Charlie: Pero de pronto él se fue y escapó—cantó avergonzada.
Channel: Oh escapó—besó los labios de su novio.
Charlie: Él se fue y yo quedé atrapada—miró sus pies.
Megan: Oh atrapada—gruñó al ver a Trent.
Charlie: ¡Que alguien me eché agua fría a la cara!—chilló tocándose el rostro.
Paige, Channel y Megan: Quedó pegada, debió saber, que mala pata. Pegada, pegada al suelo~ Pegada al suelo.
Paige entrecerró los ojos viendo como su novio sonreía con arrogancia. Algo planeaba y no iba a caer, por alguna razón en la carrera solo quedaban en pie, de las chicas, Megan y Namie. ¿Pero qué demonios había pasado allá atrás?
—¿Por qué no te rindes de una vez, nena? —Se burló el chico—. Así llegues a la cima no podrás abrir el cofre—la chica abrió mucho los ojos.
—¿Por qué lo dices?
—¡Paige! —gritó la gemela—. ¡Will tiene la llave del cofre!
Will giró a ver a la chica y como su hermano llegaba cojeando y con un puchero en labios. ¿Pero qué demonios...?
Giró para seguir corriendo pero Namie lo tomó de los brazos, por la espalda y lo aprisionó impidiendo que se moviera. Maldita sea, en estos momento se maldecía por no haber tomado las clases de defensa personal que su padre le había recomendado.
—¿¡Pero que pasó Bill!? —gritaba Will sintiendo como las manos de su novia rebuscaban por sus bolsillos la llave—. ¿¡Cómo se liberó!?
—Pues...
La chica repartió algunos besos en el cuello del rubio haciéndolo estremecer torpemente.
—¿Te gusta aquí?
—Sabes que sí.
—¿Puedo seguir?
Los ojos del chico se abrieron del golpe al sentir la rodilla de la castaña en cierta zona. ¿En serio había corrompido a aquella castaña que se avergonzaba que la vieran en ropa interior?
—Bueno yo...—y un gran grito salió de su garganta al sentir como los dientes de la castaña se clavaban en su cuello—. ¡Channel! ¡Eso dolió, jo...!—y otro gritó salió cuando esta le dio una patada en su miembro que lo obligó a separarse.
—¡Conmigo no juegas, idiota! —y se fue corriendo.
—... No quiero hablar de eso—concluyó avergonzado.
—¡Ugh! ¡Eres un inútil!
—¡La tengo! —Celebró Paige agarrando la llave—. Lo siento, cielo. Te adoro pero prefiero esos deliciosos millones—se burló tirándole la llave a Megan para seguir corriendo.
Trent se acercó a los dos gemelos y les dio una palmada a ambos en la nuca para luego cruzarse de brazos y negar varias veces.
—Son unos idiotas, por otro lado... estoy orgulloso de mis hermanas.
—No me sorprendería que le hayas enseñado todo lo que sabes, cuñadito—viró los ojos Will.
—Es mi bendición, mi maldición—negó el chico—. Thomas, dame la llave.
El pequeño asintió sacando la llave de su bolsillo y dándosela al apuesto chico. Suspiró pesadamente viendo hacia otro lado. Había presenciado bien lo que había pasado con Charlie, se sentía de lo peor ya que ella se había dejado llevar por el chico gracias a que él no tenía el valor de poder declararse correctamente.
Maldita sea, si tan solo fuera como Bill o Will o hasta inclusive Logan... todo sería mucho más fácil. Pero no era nada más que un cobarde que no se dejaba llevar por sus sentimientos.
Mientras tanto los chicos seguían corriendo hasta llegar a la cima del volcán. Al llegar todos se quedaron fríos al ver una alta roca en donde había un cóndor con su nido.
Namie frunció el ceño algo confundida viendo a los dos conductores que sonreían complicemente.
—¿Qué hace un cóndor viviendo a temperaturas tan altas?
—Solo hay una respuesta para eso, Namie—sonrió Cam cerrando y abriendo las manos formando un arco al decir—: Que te importa.
La chica hizo un puchero y abrió mucho los ojos al ver como un pequeño huevo se tambaleaba del nido.
—No puede ser...—chilló un poco y se tiró al suelo para agarrar al pequeño huevo que estaba a punto de estrellarse—. Te tengo, pequeño.
Todos soltaron un "awww" al percatarse del noble acto de Namie. La chica sonrió sinceramente y vio como el cascaron se rompía para dejar salir al pequeño polluelo que tenía pocas plumas.
—No puede ser... ¡Somos padres! —chilló Logan, emocionado—. Ahora si tienes que aceptar casarte conmigo.
—Cierra el pico, Logan—espetó haciendo que el chico la mire indignado.
—No hables así en frente de Logan dos.
—Si va a tener un nombre se lo pondré yo—dijo la chica moviendo su dedo un poco y viendo al polluelo—. Será Namie dos.
—¡Me encanta! —chilló el azabache aplaudiendo.
—Uh, es bastante feo ¿No?
Todos se quedaron callados viendo como Megan se apoyaba en sus rodillas viendo al cóndor bebé que seguía en su cascaron. Extendió su dedo y acaricio la cabeza de este un poco.
—¡Asco! ¡Está mojado!
—Duh, acaba de nacer—viró los ojos Paige.
Lamentablemente ese primer tacto que había tenido Megan con el polluelo hizo que este se encariñara con ella de manera instantánea. Debía ser una maldita broma, ahora tendría al pajarraco persiguiéndola por todos lados.
—¡Bien, concursantes! —Habló Blaineley—. El cofre del tesoro se encuentra oculto entre el nido del cóndor. El que lo abra primero hará que su equipo gane y ganará la inmunidad. Lo que significa que no podrá ser eliminado esta noche en la fogata. Elijan a sus dos concursantes por cada equipo.
Todos hicieron una ronda, por equipos y empezaron a conversar entre ellos quien era el indicado para subir aquella alta y riscosa piedra.
—Bien, admito que he hecho alpinismo y algunos otros deportes con mi padre—dijo Megan viendo la roca.
—Yo quisiera devolver a Namie dos—habló la japonesa y las gemelas asintieron.
—De acuerdo, ustedes van entonces.
—Tengan cuidado.
—De acuerdo, por las chicas irán Megan y Namie—anunció Blaineley.
—Y por los chicos irán Trent y Thomas.
—Suerte que tengo mi mascarilla endurecedora—presumió Trent poniéndosela en la cara.
Y la campanita sonó.
Trent: Soy alto, bronceado, joven y apuesto—cantó arrogantemente caminando hacia la roca—. Vine a ganar el juego. Ten calma ya, cóndor. Déjame ganar, sí—empezó a escalar hasta verse cara a cara contra el animal—. Ahora me atacas, pero estoy protegido—señaló su crema endurecedora que protegía su rostro—. No siento tu pico, así que... fuera objeción. ¡Calma mi cóndor! Quiero ir a la final.
Desgraciadamente el cóndor movió su ala haciéndole caer de espalda al suelo.
—¡Oh no! —y ahora la llave la tenía Thomas.
Thomas: Yo, oh~ Tengo problemas, mi cóndor. Problemas, mi cóndor—cantó avergonzado por la situación de Charlie—. ¿Por qué, oh por qué? En casa no estoy, me pregunto—dijo con pesar—. Créeme, oh créeme, tu mejor amigo seré. Huevos no volveré a comer—el gran cóndor le dio un cabezazo haciéndole perder el equilibrio y caer de espalda.
—Ugh, eso dolió.
Namie: También soy madre, así que al grano voy—cantó enojada—. Mi primer polluelo salió, de su cascaron. Así que al grano voy... mi primer polluelo salió, de su cascaron. Así que no fastidies, querida. Déjame ser finalista—se apoyó en el nido en intentó poner al polluelo pero este al ver a Megan se fue volando, muy torpemente, hasta ella.
—¡Namie dos, no! ¡No a la tía Megan! ¡No! —y calló por una picadora del cóndor.
Megan: Oh, como oh, a estos pájaros detesto y quiero salir viva de esto—miró al animal que tenía posado en su cabeza mientras escalaba—. Estos monstruos emplumados, canas verdes me han sacado y Namie dos ¡No soy tu mamá! ¡Por última vez! ¡Vete ya! —sacudió su cabello y el cóndor se acercó a ella para quitarse al bebé, dejándosela libre—. ¡Si! Gracias dulce cóndor, en la gran final ya estoy—y metió la llave en el cofre.
—Premio, ven a mí~ —celebró la pelinegra al igual que las chicas pero al ver el premio su sonrisa se borró—. ¿Qué es esto? —chilló viendo una foto de Cam en un diminuto traje de baño.
—¡Tu recompensa! ¿Acaso no es grandiosa?
—¡Púdrete, Cam! —gruñó tirando la foto al suelo.
—Esperen, si el cofre de las chicas tenía una foto de Cam en traje de baño ¿S-Significa que en la de los chicos había una de Blaineley? —sonrió Bill ampliamente viendo hacia el nido.
Channel abrió la boca indignada y giró el rostro frunciendo el ceño.
—No, había la misma foto—se burló Cam.
—Ow, hubiera sido genial verla en biki...
—Bill... creo que olvidaste que tenías novia...—murmuró Logan señalando a Channel que lo miraba mal.
—¿Novia? ¿Cuál novia? Él no tiene ninguna novia, puede seguir hablando sus barbaridades si es que lo desea—hizo un desdén con su mano la castaña—. Porque que yo sepa... yo no soy su novia.
Y un silencio profundo se hizo en el lugar.
—... Bueno, las ganadoras de esta competencia fueron las chicas. Chicos, los espero en el muelle de la vergüenza hoy en la noche.
[...]
—¿En serio creíste que Trent sentía algo por ti? —abrió mucho los ojos Alex viendo a su amiga.
—P-Pues...
No pudo responder porque una gran risa se escuchó en el cuarto de las chicas.
—¿Trent? ¿Enamorado de ti? ¡Pero si él es ga...!—una almohada en el rostro hizo que Channel cerrara la boca—. ¡Paige!
—Perdón... se me resbaló—rio inocente la castaña menor ganándose la mirada de molestia de su hermana.
Mientras tanto los chicos ya se encontraban en el muelle de la vergüenza. Ya estaban agarrando la mala racha de perder y esto no podía seguir así.
—Joder, la cagué.
—Terriblemente.
—No duramos ni un puto día, joder.
—Es que eres un idiota.
—Debe odiarme.
—Seguro que sí.
—Will, no me ayudas.
—Es que en serio me das vergüenza.
—... ¿Crees que en verdad haya terminado conmigo?
—No lo sé... pero la vi muy convencida.
—¡Silencio! —Exclamó Cam—. Me dan vergüenza, muchachos. Cada vez quedan menos hombres—negó el pelinegro—. Me gustaría ver a las mujeres en el reto de mañana.
Todos bajaron la cabeza avergonzados.
—Y el primer malvavisco es para... ¡Trent! —Sonrió tirando el malvavisco—. ¡Logan y Will!
Bill y Thomas abrieron mucho los ojos.
—¡No puede ser! ¿De nuevo? —chilló el más pequeño.
—Y el último malvavisco es para...—y la música de suspenso se escuchaba por las pantallas—. ¡Bill!
—¡Uff!
—Thomas... me das vergüenza. Jacob se sacrificó por ti pero no supiste aprovecharlo. Eres de lo peor—se burló Cam y el menor agachó la cabeza.
—No tanto como Bill, él le coqueteó a otra mujer en frente de su novia—mencionó Logan empezando a reír con fuerza pero al ver la mirada del rubio dejo de reír.
—Bueno, eso fue todo hoy. Te iras por la mañana, Thomas.
—¿Qué? Pero...
—Tal vez debas despedirte de alguien.
El pequeño hizo una mueca viendo a la gran casa blanca, debía aprovechar esta última vez para declararse a Charlie.