Canción: My boy - Billie Eilish
- ¿Qué está sucediendo acá? - el sonido de la puerta abriéndose de golpe deja que lo vea entrar. Bruno cruza su mirada con la de Oksana. - Baje el arma Oksana.
- ¿Porque la amas? - Dice esta.
- Escúchame, si eres inteligente dejarás de apuntarle a Camila, porque si le disparas, iré por Lukyan y me encargare de él, de la peor manera.
- No metas a mi padre en esto - dice apuntándole a él.
- Bruno,es peligroso.
- Señor - dice Simone apareciendo, junto a los otros chicos.
- Déjame a mi Simone. Si no quieres que mate a tu padre, baja el arma y dámela - dice dirigiéndose a ella.
- Yo quería ofrecerte una vida contigo - dice llorando.
- Oksana, jamás me interesaste, dame el arma.
- ¿Esa mujer es tan importante para ti?- dice volviéndome a apuntar.
- Lo es, y lo será siempre.
- Entonces ya no tendrá importancia para ti.
Va a disparar, cierro los ojos porque justo ahora no sé qué suceda.
- ¡No! - escucho la voz de Bruno y posterior a eso un disparo.
Abro mis ojos y los veo en el suelo, Bruno le ha quitado el arma y ella esta inmóvil, petrificada, en shock.
Corro hacia donde está él.
- ¿Estás bien?
- Yo si ¿tú lo estás?
Asiento con la cabeza.
- Simone, sácala de aquí.
- Sí señor.
Simone se lleva a Oksana, ella sigue sin pronunciar una palabra.
- Esa mujer esta demente, obsesionada contigo.
- No te preocupes, no volverá a molestarnos.
- Quiero ir a casa.
- Iremos, te lo prometo - dice abrazándome.
Ambos salimos de mi oficina y una vez en la recepción nos encontramos con policías. Sostengo fuerte su mano y ellos se acercan hasta donde estamos.
- Señor Lombardi ¿Podemos hablar con usted?
- Por supuesto. Camila, espérame en el auto.
- Pero..
- Volveré y te acompañare - dice dándome una sonrisa para que me tranquilice.
- De acuerdo.
Salgo del hotel y me subo al auto junto a los chicos, esperando a Bruno, esperando a que salga de allí, lo que menos quiero es que vaya a la cárcel, y sospechan de él, no nos dejaran tranquilos hasta que resuelven el asesinato de esos hombres.
- El jefe me ha llamado - dice Fausto.
- ¿Qué te ha dicho?
- Dice que volvamos a la mansión.
- ¿Que? Pero ya ha pasado media hora desde que está allí.
- Dijo que el iría luego, por ahora ordenó llevarla a casa.
- No, yo lo esperaré.
- Lo siento señorita, pero las órdenes del don son claras, iremos a la casa.
El auto conduce hasta la mansión, y por el camino no dejo de atormentarme con esos pensamientos ¿Y si lo arrestaron? ¿Y si ya no regresa? La duda me está consumiendo.
Una vez en la mansión intento comunicarme con él, pero no contesta su móvil, la tarde transcurre y sigo sin saber noticias, con ella llega la noche, una noche más solitaria de las anteriores, ceno sola, y trato de despejar mis nervios, recorriendo toda la mansión, así que me siento en el jardín a observar la noche.
- ¿Qué haces tan tarde aquí? - su voz ronca me hace girar la vista y verlo.
- Llegas tarde - le digo de manera cortante.
- Discúlpame.
- ¡Merezco saber que sucede cuando te quedas con la policía y no tengo respuesta alguna de tu parte!
- Camila..
- Lo merezco saber.
- Sé que debí contestar tus llamadas.
- ¿Cuándo seremos felices? ¿Porqué siempre que queremos buscar nuestra felicidad hay algo que nos la impide? Desearía ser una mujer con una vida al lado del hombre que ama almenos por solo un día, una día sin todo esto. Pero estoy desando algo que nunca pasara.
- Si pudiera dártelo, te lo daría.
- Jamás pasara.
- Es lo único que no puedo darte.
- Dormiré hoy en otra habitación. Quiero estar sola. Porque ya no sé lo que deseo.
Mis palabras lo dejan con una expresión en el rostro de frustración. Así que paso por su lado, y me dirijo a una de las habitaciones del segundo piso.
Paso la noche en la cama de aquella habitación en la cual no sé si es el frío de la noche, o el frío de la soledad que me invaden en ese instante, pero me siento helada en el fondo de mi corazón, necesito su calor, sus brazos.
Quiero una vida junto a él, pero no una vida de constantes amenazas y de constantes peligros.
¿Qué sucederá cuando formemos una familia? No tengo respuesta aún para eso.
Despierto en la mañana y me cambio de ropa, hoy no iré al hotel, la situación con Oksana me dejo inestable.
Así que una vez termino de cambiarme bajo las escaleras y lo encuentro sobre un sillón de la sala con unas cuantas botellas de whisky al lado.
- ¿Bruno? ¿Qué estás haciendo aquí?
- Dea - balbucea. - ¿Decidiste abandonarme verdad?
- ¿Que? No, no lo haré.
- Dormiste en otra habitación anoche, y fue la peor jodida noche de mi vida.
- ¿Y te emborrachas hasta perder el conocimiento?
- Dime que no te iras - dice tomándome del rostro.
- No, no lo haré, ahora necesitas una ducha. Apóyate en mí.
- Soy un poco pesado.
- Le diré a los chicos que me ayuden.
Llamo a Simone y a los demás para que me ayuden a subirlo a la habitación, apesta a whisky y se ve mal.
- Te ves bonita en las mañanas.
- Gracias señor Lombardi.
- Es la imagen que me quisiera llevar todos los días de ti y no puedo. Perdóname por no ofrecerte la vida que cualquier mujer esperaría de un hombre.
- No tengo nada que perdonarte. Ahora ven,vamos la ducha - digo mientras le quito su camisa.
- Mierda esta helada - dice haciéndose a un lado. - Ven acá - dice acercándome a él y besándome.
- Me mojaras - digo deteniendo el beso,
- No importa.
- ¿Que estamos haciendo con nuestras vidas Bruno?
- Yo te diré lo que estoy haciendo con la mía, estoy amando a una persona cuando me jure no involucrarme sentimentalmente con nadie.
- ¿Porque no confías a mí? ¿Porque no me dices a donde estas y que haces?
- Porque no quiero que ese mundo te toque.
- ¿Qué fue lo que sucedió ayer con la policía?
- Les dije lo que habías dicho, pero no basto están aún investigando.
- ¿Puedes ir a la cárcel?
- Si.
- Dios. ¿Qué haremos?
- Hablaré con uno de mis contactos me ayudara.
- ¿Qué contacto?
- Dimitri. Dimitri Ivanov
- ¿Tu amigo? ¿Que acaso no estaba metido en un problema?
- Lo está, pero él en lo que refiere en evadir a la policía, es experto.
- ¿Entonces?
- Vejare a Seattle, y hablare con él.
- Te acompaño.
- Ni de coña.
- Entonces vete olvidando de que me case contigo.
- ¿Estás loca?
- Si hay algo en lo que pueda ayudar lo haré, no iras a la cárcel. Viajaremos los dos.
Bruno rueda los ojos.
- ¿No cambiaras tu rebeldía?
- No es rebeldía, es apoyar a la persona que amo. Necesitamos un lugar donde quedarnos allí.
- Dimitri está en una de mis propiedades. No le pediré que nos hospede en mi propia casa.
- Bruno...
Bruno sale del baño y se rápidamente se cambia de ropa, mientras baja las escaleras yo lo acompaño.
- ¡Simone!
- ¿Si señor?
- Prepara el avión privado. Viajaremos a Seattle.
- Como ordene.
El avión parte ese mismo día a Seattle y una vez llegamos el auto conduce hasta un lugar apartado, una enorme mansión se asoma a lo lejos.
- Busco a Ivanov - dice Bruno una vez llegamos y encontramos a unos hombres en la entrada.
- ¿Quién es usted?
- ¿Eres nuevo acaso? Soy el maldito dueño de esta casa dile a tu jefe que saque su trasero hasta acá.
- ¿Señor Lombardi?
- Si, jodido imbécil. Simone quítalo de mi vista no tengo tiempo para perder.
- No es necesario sigan.
Cruzamos el patio y nos dirigimos hasta la entrada de la mansión, y el mismo hombre rubio que vi aquella noche en casa de Bruno nos abre la puerta.
- ¿Bruno? Que bueno verte.
- Déjate de cortesías y déjame pasar.
- Que genio y tan temprano.
- Tú eres un jodido amargado también.
- Anda, adelante. ¿Trajiste a una mujer? Oye es la misma de esa noche.
- ¿Quieres que te saque los ojos? Es mi prometida.
- ¿Que? ¿De que me perdí? ¿Pro? ¿Que?
- Cierra tu boca, necesito algo de ti.
- Ya sé que andas en problemas con la policía. Tengo algo que resultara.
- Dímelo.
- Pero tendrás que hacer algo a cambio.
- ¿De que se trata?
¿Team Bruno?⚘
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