Almas Oscuras- Louis Tomlinso...

By TommoIris

1.3K 144 240

'Me costaría toda una vida entender como una piel que parecía tan fría podía transmitir tanta calidez' More

Almas Oscuras- Louis Tomlinson.
Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8

Capitulo 4

140 13 11
By TommoIris

Mis pies se movieron hasta mi asiento y me senté a su lado, en silencio.

Hoy también llevaba ropas negras y el pelo despeinado. Parece que ese es su look habitual.

- Ignoralo, y deja de mirarlo.

Solté un pequeño suspiro.

Ojalá pudiera hacer eso, pero es imposible no mirarlo. Mi vista se dirige hacia él sin ningún control.

- ¿Es que quieres pasar otra tarde como la de ayer? ¿Es que quieres que todos sospechen lo que haces? ¡Eres tonta!

- Dejame en paz. Yo se lo que hago- susurré.

- ¿Has dicho algo?

Giré la cabeza y miré a Louis, que tenia una expresión confundida.

- Nada, sólo hablaba conmigo misma.

- Ah. De acuerdo.

Apartó los ojos de mi y los fijó en la mesa.

Nadie habló, y el silencio era pesado e incomodo. Me sorprendí al comprobar eso, y que prefería hablar con él. Nunca habría sustituido el silencio por nada.

- ¿Que te pasó ayer?

Él volvió a centrar su atención en mí.

- ¿Qué quieres decir?

- Pues que ayer te fuiste de clase y no volviste a aparecer.

- Estaba enfermo.

Su expresión se endureció.

- Bueno, si tú lo dices.

- ¿Qué pasa? ¿Qué no te lo crees?

-No es muy convincente.

El agachó la vista y se miró las manos, que estaban entrecruzadas sobre sus piernas.

- Sólo quería estar un momento a solas, nada más- susurró.

- Te entiendo.

- No, tú no entiendes nada- dijo con una risita sarcástica.

No contesté a eso. ¿Qué podía decirle? No podía decirle la verdad. Que era una chica que prefería la soledad a la compañía de las personas, que prefería la oscuridad de mi cuarto antes que la luz del sol, que necesitaba desesperadamente el contenido de una cajita de musica.

- ¿Qué te ha pasado ahí?- dijo señalándome la mano.

Me miré la palma, y la oculte debajo de la mesa.

- Nada. Sólo es una herida.

- ¿Cómo te la has hecho?

Lo miré extrañada. Esta situación estaba empezando a ponerme nerviosa.

- No lo sé. Me habré arañado con algo.

Alargó la mano y cogió mi muñeca, sacando mi mano de debajo de la mesa.

Lo miré sorprendida, y lo miré a los ojos, perdiendome en esos océanos helados. Su contacto en mi muñeca hacía que pequeñas corrientes eléctricas me atravesaran el brazo, y sus dedos se sentían cálidos y suaves.

Creía que su tacto sería frío, como los dardos helados que transmitían sus ojos, pero era todo lo contrario. Era caliente, húmedo, y prometía noches sudorosas y sabanas pegadas.

- ¿Que estas pensando? Eso nunca pasara. Eres una puta barata, Melisa. Nadie te querrá nunca, y menos tu chico porcelana.

Aparté esas ideas de la cabeza y miré su mano sobre la mía. Agarró mis dedos y los abrió suavemente, descubriendo la pequeña línea rosada.

- Esa herida es demasiado perfecta y demasiado recta para ser un arañazo.

- ¿Y qué podría ser si no?

El levantó la vista y me miró a los ojos.

- No sé. Dímelo tú.

- Esto es ridículo- dije apartando la mano de la suya, y escondiéndola entre mis rodillas.

Aparté la vista de él y miré nerviosamente la habitación, intentando calmarme. Se estaba acercando demasiado a la verdad.

- A mí no me parece ridículo. Sólo quiero saber con qué te lo has hecho.

Volví a mirarlo. Ya estaba empezando a enfadarme. No quería que nadie me preguntara eso. No sabía que responder a esas preguntas, y no me gustaba que otra persona que no fuera yo manejara la situación.

- ¿A qué vienen tantas preguntas?

- A que nadie es lo que parece.

Lo miré en silencio, analizando su rostro.

No sabía lo que pensaba. Sus ojos no me transmitían ningún sentimiento. Estaban vacíos. Así era imposible saber que pensaba acerca de la herida, y porque me había dicho eso.

En ese momento entró el profesor en clase, y nos ordenó que sacaramos los libros.

El tema no volvió a salir, y Louis y yo permanecimos en silencio. A veces sentía como sus ojos se clavaban en mi perfil, pero no me atrevía a mirarlo.

Las clases pasaron rápidas, hasta que escuché el timbre que indicaba la hora del almuerzo.

Me levanté y empecé a meter los libros en la mochila.

- Oye.

Me volví y casi me golpeo contra el pecho de Louis. Miré hacia arriba, para poder ver sus ojos.

Estaba tan cerca que podía sentir como su pecho subía y bajaba con cada respiración, podía ver la vena que saltaba en su cuello con cada latido del corazón, y donde tenía unas ganas casi irrefrenables de plantar los labios. Podía ver las marcas de los dientes en su labio inferior. Seguro tendría la manía de morderlo al ponerse nervioso.

Todos esos pensamientos pasaron por mi cabeza en cuestión de segundos, hasta que vi como sus dientes se clavaban en su labio inferior, y tuve que esforzarme por no sonreír.

Estaba nervioso.

- Siento mucho haber desaparecido ayer. Quiero que sepas que no tengo nada contra ti, pero es mejor que te mantengas alejada de mí. No te conviene acercarte a alguien como yo.

Lo miré sorprendida, sin saber que contestar. Fruncí las cejas, lista para pelear, cuando de repente se dio la vuelta y se fue, dejándome con la palabra en la boca.

¿Pero este que se habrá creído?.

- ¡Hola, Mel! ¿Qué hacías hablando con Louis?

Me volví y me encontré con Bryan.

- Nada. Ni yo misma lo sé.

Intenté sonreír, aunque todavía seguía cabreada.

- Bueno, ¿lista para ir a almorzar?

- Claro que sí.

Salimos al kiosco de la otra vez y compramos nuestros bocadillos. Debajo del árbol ya estaban sentados los demás chicos.

-¡Hola!- dijeron todos.

Yo me limite a sonreír y a sentarme junto a Bryan.

- ¿Cormo te va en el insti? ¿Has conseguido adaptarte?- dijo Trevor.

- Más o menos.

Le sonreí y él me devolvió la sonrisa.

Trevor me había caído bien desde el principio. No sé si será por el brillo de sus ojos o su forma de comportarse.

- ¿Vosotros también estáis en el equipo de fútbol con Bryan?

- Todos somos compañeros de equipo, menos Trevor. Es demasiado flojo- dijo Drew.

Todos rieron, y yo solo pude observar la reacción del chico.

Rió con los demás y le saco el dedo medio a Drew.

- No me interesa un juego donde lo único interesante que se puede hacer es pegarle patadas a un balón.

- ¡Te sientes ofendido porque no te aceptaron!- dijo Bryan.

La conversación paso a ser sobre fútbol y jugadores, y eso no me interesaba mucho, así que mi vista se desvió hacia esa escalera metálica.

La curiosidad me corroía. No sabia porque me había llamado tanto la atención una simple escalera, pero no paraba de preguntarme: "¿dónde conduciría?" o "¿por qué está ahí?".

Empecé comerme el bocadillo en silencio, concentrada en esas preguntas y en sus posibles respuestas.

Hasta que vi movimiento encima de la escalera. Me concentre en ese punto y vi que era una persona. Llevaba ropas oscura, lo que me pareció muy sospechoso.

Entrecerre los ojos para intentar verlo mejor. Podría ser un ladrón, pero tenía que volverse para poder ver su cara. Y en ese momento lo hizo. Se volvió y pareció que sus ojos se conectaron con los mios a través de la distancia.

Ese color de ojos era inconfundible para mí. Había estudiado cada uno de sus matices, como para equivocarme. Era Louis.

Agrande los ojos y repremí un grito. ¿Qué hace ahí? ¿Está loco? Podría resbalarse y hacerse daño. O algo peor...

Vi como sus ojos desconectaban de los mios, y desaparecía en el borde de la escalera.

Suspire al comprobar que no le había pasado nada, y relaje los hombros. Ni siquiera sabía que estaba tensa.

-Hey, Mel. ¿Te pasa algo?- dijo Bryan tocandome el hombro.

Me volví hacia él e intente sonreír.

-No ¿por qué?.

-Pues, principalmente, porque no has hablado en todo el almuerzo y le has dado dos miseros bocados a tu bocadillo- dijo devolviéndome la sonrisa.

Bajé la vista hacia mi bocadillo y era verdad, estaba casi entero. Lo acerqué a mi boca y le di un gran bocado.

- Oye, Mel. ¿Quieres dar una vuelta conmigo esta tarde? Sé que me vas a decir pesado per...

-Claro que sí.

No pude evitarlo. No quiero que nadie se acerque a mi, pero este chico es especial. Es demasiado bueno, y noble, y... encantador.

Bryan me miró sorprendido y los ojos se le iluminaron con el entusiasmo.

-Sólo va a ser un paseo. Te prometo que estarás en tu casa enseguida.

-Tranquilo, no hace falta que me des explicaciones. Me fío de ti- dije con una sonrisa.

Sonó el timbre que indicaba la vuelta a clase. Bryan fue con sus amigos a la biblioteca para estudiar para un examen, y yo volví a clase.

Entré y vi a Louis sentado en su sitio, con los hombros caídos y la vista fija en la mesa.

La furia me inundo, y dejé la mochila en la mesa ruidosamente. Saqué los libros de la mochila violentamente y los solté encima de la mesa.

Él seguía mirando fijamente la mesa, sin siquiera parpadear. Parecía que no se había dado cuenta de mi presencia, y eso hacía que mi furia creciera.

Me senté y lo miré.

-Antes ni siquiera me has dejado hablar.

Louis permaneció en silencio.

- Deberías de haberme dejado dar mi opinión.

Silencio.

-¿Es que ni siquiera te vas a dignar a mirarme?

En ese momento sus ojos se elevaron hacia los míos, y no pertenecían a una persona viva. Estaban muertos, vacíos. Hasta parecía que su azul se había apagado. Nunca había visto una mirada así, ni siquiera la mía.

-No es justo- susurré.

-¿Qué no es justo?.

-¡Que te intereses por mi y luego me apartes como si fuera basura!

Sus ojos llamearon, lo que hizo que entre mi furia apareciera una pizca de alegría. Cualquier sentimiento me valdría en ese momento, sólo para comprobar que era humano.

-Sólo te estoy protegiendo, maldita sea.

-¿De qué?

-¡De mí!- gritó.

Sentí como todos los ojos se volvieron hacia nosotros y la clase quedaba en silencio, pero yo no aparté mi mirada de la suya.

Nuestra respiración estaba alterada, y nuestros ojos mandaban dardos hirientes. Parecía una competición por ver quien apartaba antes la mirada.

-¿Pasa algo ahí?- dijo el profesor.

-¿Puedo salir un momento?- dije apartando mis ojos de Louis definitivamente.

-Sí, claro. Tomate el tiempo que necesites.

Me levanté a toda prisa y me dirigí a la puerta a paso rápido, sin ni siquiera acordarme de coger mi mochila y mis libros. Solo deseaba salir de ahí. Necesitaba alejarme de todo por un momento. De las miradas acusadoras, de los chicos con ojos helados, y de los malditos sentimientos...que últimamente no paraban de acosarme.

Salí al pasillo y empecé a correr hacía la salida, donde podría respirar aire fresco. Salí y me dirigí hacia la parte trasera del instituto, donde era imposible que hubiera alguien en ese momento.

Me apoye en la pared y empecé a respirar grandes bocanadas de aire, pero no conseguía tranquilizarme. Empecé a andar en círculos, concentrandome en cada respiración, y enterré las uñas en las palmas de mis manos.

Le pegué una patada a una botella de coca cola y chocó contra la pared, rompiéndose en mil pedazos.

Al ver esos trozos brillantes de cristal mis pies me llevaron hacia ellos, y antes de darme cuenta ya tenía uno en la mano.

Necesitaba tranquilizarme, olvidarme por un momento de todo... y sé que solo una cosa me ayudara a lograrlo.

-Te lo dije. Te avisé de que te mantuvieras alejada de ese chico y tú, como siempre, te limitaste a ignorarme.

Cerré los ojos y las lágrimas se desbordaron de ellos.

-Si te ignorara ahora mismo no estaría pensando en hacer esto, y podría ser una persona normal.

-Tú nunca has sido una persona normal, Melisa. Ese es el problema.

Abrí los ojos y me seque las mejillas con los puños, intentando dejar de llorar.

-Podría haberlo sido. Podría haberlo sido si me hubieran dejado.

-No te engañes. Siempre has sido lo que eres ahora, el problema es que lo mantenías oculto en tu interior. Yo lo único que hice fue sacarlo a la luz.

Hundí los hombros y miré los trozos rotos de cristales. Así era exactamente como me sentía en ese momento. Rota, destrozada, hundida.

-Lo que tú digas. Siempre es lo que tú dices.

-Pues hazlo ya. No esperes más.

Eso era lo que estaba esperando. El puto permiso de una voz inexistente.

Sabía que no lo podía hacer en las piernas, ya que no podía desnudarme ahí. Así que me subí la camiseta. El estomago también era un lugar oculto y donde nadie se fijaría.

Acerqué el trozo de cristal a un costado de mi cuerpo, justo encima de las costillas. Realicé un corte, largo y profundo.

Cuando vi la corriente de sangre salir de la herida, me di cuenta de que me había pasado. Estaba acostumbrada a hacerlo con pequeñas cuchillas, y ese trozo de cristal era grande y grueso. No había sabido controlar mi fuerza y en ese momento ese corte me pareció demasiado grave.

Lancé lejos el trozo de cristal y me baje la camiseta, apretando con las manos la zona de la herida. En cuestión de segundos se formo una mancha roja debajo de mis manos, que se fue extendiendo poco a poco, y las manos se me tiñeron de rojo.

Levanté las manos y las miré asombrada. Estaban completamente rojas. Ni siquiera podía distinguir el corte de mi palma.

-¿Qué he echo?- susurré.

-Ni siquiera vales para hacer esto. Eres una inútil.

Aparté los ojos de mis manos y volví a apretarme la herida. Tenía que hacer algo.

-El profesor me a mandado a que te traiga esto. Hubiera preferido quedarme en clase per...

Me volví a toda prisa y lo miré a los ojos, los ojos de la persona que me había impulsado a hacer esto. La mochila cayó de sus manos, y sus ojos se desviaron hacia la mancha oscura que se extendía por mi camiseta.

Después sus ojos volvieron a los míos y fue la primera vez que vi el reflejo de un sentimiento pasar por ellos. Sólo fue un momento, pero ese sentimiento estuvo ahí. Miedo.

Continue Reading

You'll Also Like

285K 18.7K 35
[SEGUNDO LIBRO] Segundo libro de la Duología [Dominantes] Damon. Él hombre que era frío y calculador. Ese hombre, desapareció. O al menos lo hace cu...
85K 7.7K 57
Júlia Fort García es la hermana mayor del joven lateral del Fc Barcelona Héctor Fort,el club invita al equipo a un partido de la sección femenina,est...
7.1M 137K 32
Molly Johnson es una mesera y necesita juntar mucho dinero para salvar a su hermana. Axel Cavelli es un exitoso empresario y necesita una novia por t...
84.1K 6.2K 21
Hazel, una chica que es famosa en la escuela por agarrar a patadas a todos y ser muy extrovertida y Noah, la chica mas popular de toda la escuela, a...