Tú... ¿De Verdad Me Amas?

By KeirinHops

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Han pasado 3 largos años, y logré estar con la persona que tanto quise, aún sin importar las dificultades lo... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 61
Capítulo 62
Capítulo 63
Capítulo 64
Capítulo 65
Capítulo 66
Capítulo 67
Capítulo 68
Capítulo 69
Capítulo 70

Capítulo 17

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By KeirinHops

Sentía a mi alrededor muy cálido. Sentía algo suave debajo de mi.

¿Estaré muerto?.

Con dificultad abrí mis ojos, pero luego volvía cerrarlos.

No tenía fuerzas.

¿Qué es lo que me hicieron esos idiotas?

Volví a abrir mis ojos y noté que no estaba amordazado o algo así, estaba libre y acostado en un.. ¿sofá?

¿Qué clase de secuestradores son estos?

Aturdido me reincorporé y me senté a como pude, mi cabeza no dejaba de doler.

Miré alrededor y noté que había un candelabro colgando del techo, cuadros por doquier de paisajes o algo así, que no eran para nada baratos en mí opinión.

Habían varias luces adheridas a las paredes y en el piso había una gran alfombra de color rojo vino..

¿Es esta una mansión?

¿De quién será..?

- Ya está aquí, como usted lo quiso...- oí el eco de una voz a través de una puerta

- ¿No le hiciste nada... o sí?- una voz femenina preguntó molesta

- No, para nada.

Malditos..

- Bueno, tengo que verlo, la curiosidad me invade

Ante ese aviso, me puse de pie rápidamente e intenté correr lo más rápido que podía.

¡Tengo que salir de aquí!

¡No quiero darles datos de Akane a esos desquiciados!

- ¡¿Dónde está?!- la voz femenina gritó molesta

- ¡Aquí estaba!, ¡se lo juro!

- ¡Ve a buscarlo!, ¡RÁPIDO!

Ignoré todo ese griterío y seguí en mi misión.

No puedo dejar que me atrapen otra vez.

{...}

Abrí puerta tras puerta, y no hallaba la maldita salida.

¡Demonios!

- ¡ESPERA!

Ese grito que provino detrás de mi me sorprendió demasiado.

Pero mantuve la postura.

-... ¿Qué demonios quieres de mi?- le dije sin mirarle

- S-sólo quiero que me expliques una cosa por favor..- suplicó ella con tristeza

- ¿Para después matarme?, no lo creo, ¡SUEÑA SI CREES QUE HARÉ TAL COSA!- grité mirándola de reojo

- ¡Por favor!, ¡te lo suplico!, ¡te aseguro que no te pasará nada!, ¡cree en mi!- insistió

Esta mujer.

Di media vuelta para mirarla y para saber quién demonios era, pero, sólo vi oscuridad y miraba su sombra

- ¿Por qué he de confiar en ti?, ¡si tú ordenaste que me secuestraran!

- ¡ERA LA ÚNICA OPCIÓN!

- ¡MIENTES!- le contradije- ¡me hubieras dicho o me hubieras citado para llegar hasta a tí y vernos y hablar normalmente!, ¡no secuestrarme!

- ¡Lo sé!, pero... No podía presentarme así nada más.., quería que mi identidad no fuese descubierta rápidamente..- bajó su tono de voz

Negué con la cabeza.

-... Qué enferma eres..- la miré seriamente

- ¡No lo soy!

- ¡LO ERES!- la señalé- qué importa si tu identidad fuese o no descubierta, ¡eso no me importa!, ¡me importa y me enfada en la forma en que tus malditos sirvientes me trajeron hasta aquí!- protesté

- Perdóname por eso.

- No existe perdón alguno para una loca como tú.

- Pero...

-... Me iré, y no me detengas, quiero alejarme de ti...- dije para darle la espalda y seguir caminando

Qué mujer tan loca con la que me topé.

- Necesito que me informes sobre Akane..

Me detuve ante eso y la miré de reojo

- Jamás te diré eso...- hablé lo más autoritario posible

- Te lo ruego.., sino me lo dices, está bien pero..., sólo dime una cosa de ella, te lo suplico...

Suspiré cansado.

Odio que me rueguen.

-... Escucha, no te diré absolutamente nada de ella..- le dije con firmeza

- ¡Pero..!

-... Te advierto una cosa- la miré y me acerqué dos pasos hacia ella- no te vuelvas a acercarte a mi, o a ella, porque si lo haces... Yo mismo me encargaré de ti, que te quede claro eso..- la amenacé

Ella no decía palabra alguna, sólo podía ver su silueta.

Me di la vuelta para ya irme de una vez por todas.

No soporto estar cerca de esta maniática.

- No debes amenazar a tu propia familia, Akashi..

Paré en seco...

¿Misma familia? ¿Cómo sabe mi nombre?

- ¿De qué hablas?, tú no eres parte de mi familia- le dije molesto

- Si lo soy Akashi, tu padre lo sabe..- mencionó seria

- ¿Mi padre?- pregunté realmente aturdido

- Si, él mismo- asintió segura

- ¡¿Quién eres?!, ¡¿por qué me dices esto?!- exigí furioso

Ella sólo soltó una leve risilla, cosa que me enfureció más.

- ¡MUÉSTRATE!- le ordené

- Hmm, bueno..

Dicho esto, oí sus tacones rezonar por el lugar, acercándose a mi, en ningún momento retrocedí.

¡¿Quién será esta mujer?!

Esperé a que saliera de la obscuridad, para después mirar un vestido azul con sus tacones blanco.

Sus manos estaban escondidas atrás de su espalda y mirarla completamente.

¡No puede ser..!

- Han pasado mucho tiempo, ¿o no mi querido sobrino?- sonrió ampliamente

Abrí mis ojos a más no poder y estaba realmente asombrado ante la persona que estaba al frente de mi.

- ¿A-Aimi..?

Akane

Estaba en mi facultad, esperando al toque del timbre para el almuerzo.

- ¡Vamos!, ¡rápido maldito tiempo!- susurré molesta viendo fijamente el reloj de la facultad

Estaba realmente muerta de hambre, ¡quería comer!

- Cálmate Akane, faltan 2 minutos- me dijo Minami tranquila

- ¡No me calmaré sólo porque tú lo dices!- le grité sin verla

- Está bien, cómo tú digas- suspiró cansada

Dado de unos segundos, el timbre sonó, indicando la maldita hora

- ¡Por fin!- exclamé desesperada y salí de la facultad

- ¡Espérame!- oí el grito de Minami

- ¡Apresúrate!

Después de tanto correr, llegué a la cafetería, le robé lugar a un chico.

- ¡Oye!, ¡hazte en la fila!- protestó

- ¡Perdóname!, es que muero de hambre y quizá me desmaye, ¡por favor!, perdóname por esta vez ¿si?- le supliqué

- ¡Argh!, ¡está bien!- bufó molesto

- ¡Gracias!- le sonreí

Luego de que comprara mi almuerzo, le agredecí al chico otra vez y caminé en dónde Minami me esperaba

- ¡Vaya!, compraste muy rápido ¿eh?- sonrió

- Si- sonreí y me senté en la mesa

- Oye, ¿todo eso te comerás?- señaló el sandwich, el jugo de manzana, un cupcake y unos dulces

-... Tal vez- le dí un mordisco al sandwich

- ¡Vaya!, deja de comer mucho, ¡vas a engordar!- dijo histérica

Rodé los ojos

- Cálmate que una vez al año no hace daño- guiñé un ojo

- Ok- dijo sorbiendo su jugo de piña

- ¿Sólo eso almorzarás?

- Uhumm- asintió

- Hmm, bueno- seguí comiendo.

{...}

Llevaba como 10 minutos de la hora del almuerzo y, sentía algo extraño, un presentimiento malo...

- ¡Hola Akane!

Ese grito hizo que diera un respingo y volteé a ver esa persona

- ¡Oh!, ¡hola Leo!, ¿cómo estás?- sonreí

- Muy bien, gracias- se acercó a mi y me dió un beso en la mejilla

- Qué bien, bueno, ¿qué te trae por aquí?- pregunté curiosa

- Ah, si, casi se me olvidaba- sonrió apenado- bueno, te quería preguntar si... Sabes qué le pasó a Akashi

Lo miré extraño.

- ¿Por qué preguntas eso?

- Es que es la primera vez que no asiste a clases- suspiró cansado- oye niña..- llamó a Minami

- ¿Uh?- esta lo miró como tonta

- ¿Puedo tomar asiento?

- Oh, si, claro, no hay problema- sonrió

- Gracias- Leo se sentó a mi lado- pues si, hoy faltó a clases, es raro..

La respiración casi se me fue al oír eso.

¿Akashi no asistió a clases? ¿Qué le habrá pasado?

- Hmm, n-no lo sé Leo- lo miré intranquila

- Oh, qué pena..- suspiró triste

- ¿Lo has llamado?- lo miré frunciendo el ceño

- Si pero, me sale apagado su celular

- Hmm, esto... esto es extraño- sujeté mi cabello algo desesperada

- Si, muy extraño- asintió

¿Qué rayos está pasando?

- Hmm, bueno, tal vez debe estar con su padre, a veces solía llevárselo a su trabajo pero... Quién sabe- suspiré

- Si, tal vez....- se puso pensativo

- B-bueno, por cualquier cosa me dices ¿si?- le dije amable

- Oh, si claro, tú también dime si hay noticias de él, ya que los chicos y yo estamos algo perdidos sin nuestro capitán- rió nervioso

- Oh, bueno, está bien- sonreí

¿Dónde estará Akashi..?

Akashi

Esto no podía estar pasando.

¡Esto tiene que ser irreal!

Estoy viendo perfectamente a mi tía que se suponía que había muerto hace 16 años..

- P-pero... ¿cómo?- logré articular

- ¿Qué?, ¿te sorprende verme viva?- rió levemente

-.. S-si..- la miré- es que... tú moriste en el accidente, ¿cómo sobreviviste?

- Pues, digamos que... Ese cadáver no era yo realmente- suspiró

- ¿De quién era entonces?

- Era de otra chica, lo cual había muerto por un paro cardíaco..- pausó por unos momentos- antes que se dieran cuenta del accidente, yo mandé a una funeraria que reemplazaran mi cuerpo con la de ella, también para mi esposo, bueno, el punto es que... No morimos ambos, sólo simulamos que morimos para que creyeran eso y mi hermano dejara de molestarme..- gruñó a lo bajo

- Y.., ¿cómo hiciste para que no descubieran que ése cuerpo no era el tuyo?- estaba demasiado confuso

- Bueno, les pedí a los médicos forenses que se llevaran los cuerpos rápidamente, obviamente envueltos en unas bolsas especiales, y que ninguna gente de ahi viese los cuerpos..- carraspeó un poco su garganta- bueno, en el funeral, les dí la orden a algunos sirvientes que no se si todavía trabajan para tu padre, que no abriesen las cajas fúnebres, que se mantuvieran cerradas siempre, y bueno, dió resultado- sonrió a lo bajo- ¿comprendiste Akashi?

- Si, ya me aclaraste todas mis dudas..- pasé una mano por mi cabeza- pero..., ¿por qué quisieron hacer esto?, ¿no pensaron primeramente por Akane?, ¿no pensaron el gran dolor que sufrió al no tenerlos cerca?- dije algo molesto

- C-créeme que si...

- Entonces, ¿por qué no se la llevaron con ustedes?- fruncí el ceño

-... Vamos a sentarnos mejor, me duelen los pies de tanto estar de pie..- rió tristemente, asentí y le seguí hasta sentarnos en un sofá

- Resóndeme..- le exigí

- Es que..., no pudimos, ¡créeme que quise hacer todo lo posible por llevarla conmigo!,... pero..- cerró fuertemente sus ojos- temía que tu padre me echara de ahí o me matara en verdad porque, si yo hubiera muerto a causa de tu padre, Akane iba a quedarse sin su madre y sin padre tal vez, p-por eso no corrí el riesgo de llevármela conmigo..- bajó su mirada

Vaya, jamás pensé que mi padre hizo todo eso. Es tan difícil creérselo.

- Entiendo, perdón por exigirte la respuesta..- me disculpé

- Tranquilo Akashi, jamás me molestaría contigo- sonrió y acarició levemente mi cabello

- Bueno- dije algo incómodo

- Bien, entonces cuéntame cómo está mi hija por favor..- me miró sonriente

Igual que la sonrisa de Akane. Vaya que la extraño demasiado.

- Está bien.

Empecé a explicarle o mejor dicho, a contarle su niñez, en cómo fue, su educación y demás.
No pude evitar sonreír ligeramente al recordar las travesuras que solíamos hacer.

Ella también sonrió, hasta rió por nuestras historias.

También le conté su adolescencia que, a decir verdad fue una etapa muy difícil para ella, pero logré que las cruzara sin problemas, la mayoría.

- Y bueno, hasta ahora que tiene 18 años, ya prácticamente una adulta, no se ha quitado esa personalidad divertida y algo burlesca, siempre le he dicho que jamás cambie..- suspiré

- Vaya, si que ha tenido una vida muy horrible mi pobre hija..- suspiró triste- a veces me odio por la mala madre que soy, de dejarla cuando tenía 5 años..- apretó el ruedo de su vestido

- Tranquila, no fue tu culpa, lo que hiciste fue algo bueno porque sin importar qué, seguiste intentando encontrar a tu hija y tenerla ¿no?- ella asintió- por eso no eres mala madre- sonreí

- Ay Akashi, en verdad te agradezco por ayudar a mi hija en esos tiempos difíciles- me miró y tomó mis manos- mil gracias..

- De nada- sonreí sinceramente

- ¡Bueno!, y dime, Akane ha tenido... ¿Algún enamorado o novio?- sonrió algo divertida

En serio que es idéntica a ella.

- Pues..., ella te contará todo porque yo no sé mucho de su vida- mentí

Sería mejor que ella le contara que está con Shintaro y hable seriamente con ella y quizá lo acepte.

¿Verdad?

- Oh, bueno, está bien, ¡eres muy malo sobrino!- hizo un leve puchero

- No tanto- le dije y sonreí- tía..- la llamé

- ¿Si?- dijo amable

- Ha pasado tanto tiempo, y no te miro tan... Señora- evité no ofenderla

- Hmm, si, es cierto, me cuido mucho ¿sabes?- rió divertida- jaja, mentira, no me he cuidado

- Si pero, no has cambiado nada desde la última vez que te vi, ¿no te hiciste alguna cirujía o si?- traté de molestarla

- ¡Claro que no!, ¿cómo crees?, ¡horror me da al ver esas viejas componerse esas arrugas!, ¡y le insartan muchas agujas!, ¡ah!, ¡ni loca hago eso!- se cruzó de brazos

- Si, me imagino- reí levemente- ¿cuántos años tienes?

- Hmm, tengo.. 52 años- suspiró cansada

- ¿En serio?, no pareces

- ¿Verdad que no?, ¡parezco de 20 años!- rió algo fuerte

- Si, tampoco exagerar- le dije

- Hmm, bueno, creo que debes ya irte ¿no?- me miró algo triste

-.. Si- suspiré

- ¿Qué?, ¿no quieres ir a la mansión de tu padre?- arqueó una ceja

- La verdad no, odio estar solo ahí- la miré

- Oh, ya veo, tu padre siempre te deja solo, ¡que mal hombre es!- gritó molesta

- Si..- limité a decir

- Bueno, ¿que tal si te quedas conmigo?, sólo por esta noche o.. Lo que tú quieras- sonrió cálidamente

- ¿En serio?- dije incrédulo

- ¡Claro!, tú eres mi querido sobrino, jamás te dejaré solo- me dió unas leves golpecitos en mi cabeza

- Gracias de verdad..- sonreí

- De nada..

Hizo recordar a mi madre.

- ¿Sabes?, me recuerdas mucho a mi madre, ella nunca me dejaba solo..- no pude evitar sentir tristeza

- Si, la recuerdo muy bien, era una gran madre...- bajó su vista y sonrió levemente

- Gracias otra vez- la miré e hice una pequeña reverencia

- De nada...- asintió-... ¡Ven aquí!- exclamó para luego abrazarme algo fuerte, me sorprendió al principio pero le correspondí feliz

- Perdóname por todo lo que te dije antes, me siento muy apenado en verdad- le dije

- Descuida, aún no sabías que era yo, tranquilo- me dió una leve palmadita en la espalda

Nos separamos y su sonrisa aún seguía en su rostro.

- Bueno, me quedaré aquí por hoy- le avisé, ella sólo asintió- por cierto..., ¿cuándo verás a Akane?- mi pregunta la tomó desprevenida y se puso seria

- No lo sé aún, necesito más tiempo, no quiero asustarla o aparecerme en un momento difícil- acomodó su cabello

- Oh, está bien, por si quieres verla, yo te ayudaré- la apoyé

- Gracias- sonrió- ¡bueno!, ¡vamos a tu habitación!- tomó mi brazo y me llevó arrastras hacia allá

Igual que me solía llevarme Akane.

- ¡Vaya!, ¡han pasado años y te miras muy guapo!, las chicas creo que se emoboban al sólo verte- rió

- No lo creo- miré las pinturas que estaban en las paredes

- ¡Já!, créeme que si- comentó- más de alguna chica llegará a tu vida

-... Uhumm- le resté importancia

- Espero y sea una chica que sepa valorarte y amarte Akashi, porque eres un chico bueno y te mereces a alguien que te ame de verdad

No lo creo. Todas las chicas son locas, no saben querer a alguien en verdad. Aunque tal vez hay algunas que no son así..

Bueno, sólo el destino decidirá..

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