Canción: I have questions - Camila Cabello
Tres meses, tres meses han pasado desde que Bruno se fue, tres meses en los que he tratado de seguir con mi vida, he mejorado en algunos aspectos,me he tomado un tiempo para mí misma.
No ha sido fácil superar todo, no ha sido fácil hacerme la idea de que ya no está.
En el poco tiempo que llevo viviendo con mi madre, nuestros lazos se han unido, creo que hemos recuperado en parte el tiempo perdido entre las dos, reímos, vemos una que otra película y por las noches contamos que tal estuvo nuestro día.
He estado pendiente de su salud todo este tiempo, de sus controles médicos y exámenes.
Las cosas con mi hotel marchan muy bien, creo que en verdad estoy agradecida con Bruno, no olvido sus palabras sobre renacer de mis propias cenizas, sobre madurar y aprender a quererme a mi misma, sólo que esta vez, él no está para agradecerle.
- Por Dios esto parece una floristería,ya dile que sí - me dice Laurent quien está en mi oficina y acaba de ver los ramos de girasoles que hay por toda ella.
Charles sigue con la idea de que acepte algo más que una amistad con él, pero mi respuesta siempre es la misma "Aún no estoy lista"
- ¿Decirle que si Laurent? Yo veo a Charles como un buen amigo, pero no lo quiero, no almenos de esa forma como él espera, sería egoísta de mi parte decirle algo que no siento.
- ¿Entonces te vas a quedar toda la vida esperando a que otro Bruno entre por esa puerta? Reacciona Camila, ¿Dónde está la chica que salía y se divertía? La que no se dejaba opacar por nada.
- ¿Laurent tu olvidarías a Richard así de fácil? ¿Seguirias con tu vida como si nada?
- Richard y yo estamos casados, es diferente.
- No, no lo es, no necesito estar casada con Bruno para saber que fue importante en mi vida.
- Esta bien,tienes razón no debí decir eso.
- No, tú has sido mi única amiga en este tiempo, es sólo.. que cuesta Laurent.
- ¿Qué te parece si vamos y comemos a un restaurante?
- Suena buena idea.
- Puedes llevar a Charles si quieres.
Ruedo los ojos.
- Suficiente tengo con que venga todos los días a decirme que cenemos, odio las presiones.
- De acuerdo iremos las dos.
Una vez termino de organizar algunas cosas en el hotel, me dirijo al restaurante acordado para cenar con Laurent, hasta que la encuentro sentada en una de las mesas del fondo.
- Hola Laurent.
- Hola de nuevo, oye este es un lindo lugar suena hasta jazz.
Jazz, es inevitable recordar aquella vez que bailamos en su oficina al ritmo de una canción lenta. Sonrío como una idiota y mi amiga lo nota.
- ¿Y ahora tú porque sonríes?
- No es nada, es un lugar agradable.
- ¿Que ordenaremos? Hay un sin fin de cosas en el menú, dicen que la comida italiana es deliciosa... mierda, lo siento.
- Tranquila, no es como si fuera a evadir todo lo que tenga que ver con Italia, Laurent - Digo riendo. - Lo que sea estará bien.
- En ese caso pediremos ravioles.
- Excelente, podemos comerlos con vino.
- ¿Vino? Bueno, nunca he comido algo con vino.
- Bruno y yo solíamos cenar con vino, una vez comimos pizza con vino barato de un supermercado.
- ¿ Y lo comió? - Dice ella levantando una ceja.
- Nadie se resiste a la pizza - Digo riendome al recordar aquella situación.
- Hasta lo convenciste de eso.
- ¿Que tanto miras?- le pregunto a Laurent que tiene su vista fija en un punto.
- Nada, sólo creí que aquel hombre nos miraba - Dice señalando a un hombre al otro lado del restaurante. - Deben ser suposiciones mías.
- Tal vez, en un momento vengo iré al baño.
- Vale.
Me dirijo al baño de mujeres, para retocar mi maquillaje, cuando escucho los tacones de una mujer al entrar.
- Miren a quien tenemos aquí.
Por un demonio, esa mujer de nuevo.
- Señorita Petrova.
- ¿Que pasó Bruno te rompió el corazón? o ¿se canso de ti?
- No le tengo que explicar mi vida privada a nadie.
- Claro, las mujerzuelas como tú, no tienen con un sólo hombre, deben buscar a una próxima víctima en quien colocar sus ojos.
Le doy una fuerte bofetada, tan fuerte que su rostro gira hasta el otro lado.
Oh, Si deseaba hacerlo desde hace tiempo.
- ¡Estúpida! - chilla mientras pasa su mano por su rostro y levantando una de sus manos.
- Suficiente tuve con que me insultes, no te atrevas a tocarme - Digo sostiendo su mano antes de que me golpee. - ¿Porque no vas y te colocas algo más llamativo? Algo más acorde a tu personalidad de zorra ofrecida - Le respondo señalando su vestido color dorado.
- ¡Jodete! - le escucho que me grita en cuanto salgo del baño y la dejo atrás.
A la larga no mi importa lo que pase por la mente de esa mujer, sólo es una niña caprichosa obsesionada con Bruno,una que nunca obtuvo lo que esperaba.
Ignoro la situación tan incómoda sucedida en el baño y me vuelvo a sentar junto a Laurent para cenar.
Una vez terminada la cena regreso a mi departamento, lo que más me causa curiosidad es que mi madre no este sentada como habitualmente lo hace en la sala, así que sigo recorriendo el departamento y la encuentro en la habitación tirada en el suelo.
- ¡Mamá! ¡Mama!- Grito moviendola, pero ella no responde.
Llamo a una ambulancia, las lágrimas, mis miedos,todo se reúne en un sólo sentimiento.
El personal médico la ingresa para revisar su estado y yo me quedo en la sala de espera, a que me den algún reporte, hasta que el médico sale de allí.
- Doctor ¿Cómo está mi madre?
- La salud de la señora Steinfeld es delicada,su enfermedad ha avanzado mucho, no le aseguro mucho tiempo.
- ¿Qué? - Digo horrorizada. - Mi madre no me dijo nada, de que su enfermedad habia avanzado tanto.
Mamá había decidido ir a algunas consultas médicas y siempre me decía que todo iba bien con su salud, jamás imaginé que me mintiera.
- El cáncer ataca el sistema de esa forma lo siento mucho.
Me dejo caer en la pequeña silla y lloro desconsoladamente, en estos momentos son los que desearía tanto que él me rodeara con su amorosos brazos y que me dijera que todo va estar bien, pero sólo estoy yo,no hay nadie que me acompañe.
Limpio mis lágrimas para entrar a la habitacion en la que esta mi madre, no quiero que me vea en ese estado, debo ser fuerte.
- Mamá..
- Hola nena.
- ¿Porque no me dijiste la verdad?
- No quería abusar de ti y de todo lo que habías hecho por ti misma.
- Eres mi madre - Digo abrazandola. - Todo saldrá bien.
- Camila hija,eso no es verdad, ya no me queda mucho tiempo.
- Claro que si - Digo llorando. - Estarás bien ya verás que saldrás de aquí.
- Camila, sólo quiero que seas feliz, se feliz con quien escoja tú corazón.
- Mamá..
- Si ese hombre es para ti, buscalo, se que lo amas.
- Mamá no me pidas eso.
- No te sumas en la tristeza, mereces cosas buenas en tu vida - Dice sonriendo.
Me quedé durante una semana completa al lado de mi madre, pendiente de su recuperación, de que saliera bien de toda su enfermedad, pero eso nunca sucedió.
Mi madre murió esa misma semana y mi corazón se rompió por completo, me había quedado sola, ya no tenía a nadie a mi lado, me sentía vacía.
- ¿Quieres un momento para ti sola?- Me pregunta Laurent una vez el funeral ha finalizado.
- Creo que sí.
- Te espero afuera - dice alejandose de mi.
Charles no pudo asistir al funeral, estaba cerrando algunos negocios en Suecia, las únicas que estuvimos presentes fuimos Laurent y yo.
Me arrodillo encima de la ahora tumba de mi madre, para darle un último mensaje.
- Te prometo que seré feliz mamá, prometo que seré una gran mujer, tú lo eras, nos educaste a Stella y a mí de la mejor forma, gracias. Hubiera querido que siguieras más a mi lado y que pudiéramos juntas compartir mis triunfos, supongo que ahora tengo al equipo completo allá arriba.
Mis lágrimas caen encima de la tierra húmeda. Seguir adelante,eso es lo que me queda.
Me levanto de allí, limpiando mis lágrimas y justo cuando estoy a punto de devolverme a donde esta Laurent, escucho a alguien.
- Dea - Esa voz, esa maldita voz sólo tiene un dueño.
¿Team Bruno?⚘
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